SOCIEDAD DE BIBLIÓFILOS CHILENOS, fundada en 1945

Chile, fértil provincia, y señalada / en la región antártica famosa, / de remotas naciones respetada / por fuerte, principal y poderosa, / la gente que produce es tan granada, / tan soberbia, gallarda y belicosa, / que no ha sido por rey jamás regida, / ni a extranjero dominio sometida. La Araucana. Alonso de Ercilla y Zúñiga

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Location: Santiago de Chile, Región Metropolitana, Chile

Editor: Neville Blanc

Tuesday, December 25, 2007

EL PALAU

Palau y Dulcet, Antonio:
Manual del librero hispano-americano:
bibliografía general española e hispano-americana desde la invención de la imprenta hasta nuestros tiempos con el valor comercial de los impresos, Barcelona, Sub. anticuaria de A. Palau [San Feliú de Guixols: J. M. Viader], 1948-1977, 35 vols.

Sunday, December 23, 2007

DIARIO DE UNA RESIDENCIA EN CHILE MARIA GRAHAM. MARIA EN ESPANOL Y SIN ACENTO, COMO ERA DE USO EN LA INGLATERRA DEL SIGLO XVIII

Don Jose de San Martin por Gil de Castro

Maria Graham por Sir Thomas Lawrence *


Don Bernardo O Higgins por Gil de Castro

Lord Cochrane
* El retrato de Maria Graham pertenece a la coleccion de la
National Portrait Gallery de Londres.

Domingo 23 de diciembre de 2007

Artes y Letras, El Mercurio
LITERATURA DE VIAJES
Por primera vez se reedita completo el diario de la viajera británica:
María Graham: Una inglesa refinada en un Chile bruto
Llegó a Chile a principios de 1822, cuando todavía
las mujeres escupían en escupideros y
los hombres que vestían de traje se asemejaban
a campesinos del sur de Europa.
Fue una testigo privilegiada que conoció a
O'Higgins, San Martín y Cochrane.
macarena garcía g.


Llegó a Chile a bordo de un buque inglés, pocos días después de la muerte de su marido, vistiendo de negro. El gobernador de Valparaíso, José Ignacio Zenteno, la visitó y se ofreció a darle sepultura con honores a su esposo, un capitán inglés que se había enfermado cuando cruzaban el Cabo de Hornos. Un oficial norteamericano se le acercó a ofrecerle una plaza en un barco que la llevaría de regreso a Inglaterra. Ella accede a lo primero y rechaza lo segundo. "Siento que no tengo ni salud ni ánimo para emprender ese viaje todavía", confiesa en su diario. Se queda en esa ciudad del fin del mundo. La viuda inglesa alquila una pequeña casa en el barrio El Almendral y se pasea por los negocios que extranjeros han instalado en el puerto. Un día decide seguir un riachuelo cerro arriba para ver de dónde viene y otro, se une a un grupo de mujeres que moldean cacharros de greda. Por las tardes toma té con los oficiales británicos de paso por la ciudad o con damas de una emergente oligarquía a la chilena, cuya falta de refinamiento suele sorprender (incluso asquear) a la inglesa. Así y todo, la viuda, de entonces 36 años, se arma una vida en ese país que le sorprende por lo atrasado, y en los 10 meses que reside aquí llega a citarse con personajes tan influyentes como Bernardo O'Higgins, José San Martín y Lord Cochrane. De todo ello escribe en su diario un testimonio histórico que no se anda con miramientos; en él conjuga descripciones geográficas, reseñas históricas y comentarios costumbristas de los chilenos, aderezados por momentos de sinceridad en los que casi se la puede ver ariscando la nariz ante los usos y costumbres de los chilenos de la época. (Uno, de antología, es su sorpresa ante la costumbre de escupir, y andar con escupitajos, de las damas chilenas, aunque se alivia al ver que entre la alta sociedad, es una actitud en desuso).
¿De dónde salió?
A pesar de que muchos insisten en llamarla Mary se llamaba, simplemente, Maria. Primero Maria Dundas, hija de un capitán de la Armada, alumna díscola y excéntrica en el internado Drayton que solía levantarse a las cuatro de la madrugada para leer antes del desayuno. Cuando tiene poco más de 20 años, acompaña a su padre en un viaje a la India y allí, en el buque de la Armada, conoce a Thomas Graham. Un año más tarde se casarán y vivirán en Bombay, Calcuta, Madras, a bordo de buques y esperando en los puertos. A su regreso a Inglaterra, firmará como Maria Graham su "Diario de una residencia en India", ópera prima en la que cuenta el noviazgo y los temblores que sintió cuando él la besó por primera vez. Recién comenzaba el siglo XIX y la sinceridad de una mujer no caía bien a los contenidos intelectuales británicos. En la Quaterly Review se refieren al libro "de una joven señorita que probablemente fue a la India, como muchas jóvenes de sociedad, a buscar un marido más que a buscar información". Con los años se ganará a la crítica. Maria Graham pasa una temporada en Italia y de allí saca material para "Tres meses pasados en el este de Roma" y "Memoria de la vida de Nicolas Poussin", pintor francés radicado en Italia. Después de publicarlos, se embarca hacia Sudamérica con escalas en Río de Janeiro tanto en el viaje de ida -donde recoge a un joven chileno, Vicente Pérez Rosales, a quién trae de regreso a Chile-, como en el de vuelta, cuando se ofrece como institutriz al emperador de Brasil, Pedro I. Entonces vuelve a Inglaterra por una corta temporada a buscar libros para educar a la princesa Maria de Gloria, quien años más tarde asumirá como reina de Portugal. Graham se queda en Brasil por un año más, enseñándole a la joven y compartiendo con la emperatriz Leopoldina.
De ese periplo por Sudamérica, publicará "Diario de una residencia en Chile durante el año 1822. Y viaje de Chile a Brasil en 1823" (que se inicia con la llegada a Valparaíso y finaliza con la entrada al puerto de Río de Janeiro) y "Diario de un viaje a Brasil y residencia allí, durante parte de los años 1821, 1822 y 1823", en el que se adentra en la vida familiar de los portugueses en América y las luchas por la Independencia de Brasil. María Graham no desdeña temas y confía en su mirada. De Chile hace una descripción costumbrista, pero también se permite opinar de la política contingente. Apoya a Lord Cochrane, su amigo y, según algunos, su amante, en la lucha contra San Martín, critica los afanes dictatoriales de O'Higgins y se enfurece ante el excesivo proteccionismo al mercado nacional que implica la Constitución de 1822 ("Se pretende proteger así las manufacturas nacionales, olvidando que, con excepción de las de sombreros y cerveza, no hay en Chile manufactura alguna, pues no merecen tal nombre las rudimentarias industrias de jabón y velas"). En la larga introducción a su diario escribe un bosquejo de la historia del país, argumentando que buena parte de los documentos habían sido quemados por los patriotas antes de la reconquista española para evitar las represalias a los comprometidos. Cree en la posibilidad de hacer historia.Así también lo entienden los críticos ingleses. En Montly Review de 1824 se reseñó su libro sobre Chile, destacando su valor como "consulta para los futuros historiadores". Tres años después se casó con August Callcott y pasó a ser Maria Callcott, nombre con el que firmó sus últimas publicaciones, libros de historia de España, de Francia y, para niños, de Inglaterra. Además escribió un estudio sobre una capilla de Giotto en Padua.
Observaciones de una viajera
"Todo aquí está tan atrasado con respecto a las conveniencias y mejoras de la vida civilizada, que si no recordásemos el estado de los Highlands de Escocia hace setenta años, sería de no creer que este país haya estado por más de tres siglos en manos de un pueblo tan culto y tan brillante como era el pueblo español en el siglo XVI, cuando tomó por primera vez posesión de Chile". "El traje de los hombres en Chile se parece al de los campesinos del sur de Europa: camisa y calzoncillos de lienzo, chaqueta, chaleco y calzones cortos de paño con franjas de color en las costuras, abiertas y desabotonados en la rodilla para dejar ver los calzoncillos". "Me considero muy afortunada de que mi dormitorio tenga puertas, pero como no hay ninguna entre el zaguán y la antesala, me he permitido colgar una cortina, con gran asombro de mi patrona que no puede comprender cómo no encuentro entretenido observar los movimientos de los sirvientes y de las visitas que pueden estar en las piezas de afuera". "Fui a hacerle una visita a la esposa de mi arrendador, quien me tenía muy convidada a ir a tomar mate con ella; pero hasta hoy me lo impedía el temor de tener que usar la bombilla o tubo que sirve para chupar el mate y que pasa por boca de toda la concurrencia". "(Bernardo O'Higgins) es bajo y grueso, pero muy activo y ágil; sus ojos azules, sus cabellos rubios, su tez encendida y sus algo toscas facciones no desmienten su origen irlandés, al par que la pequeñez de sus pies y manos son signos de procedencia indígena". "Parece haber en él (San Martín) cierta timidez intelectual que le impide atreverse a dar libertad, a la vez que atreverse a ser un déspota. El deseo de gozar de la reputación de Libertador y la voluntad de ser un tirano forman en él un extraño contraste. No ha leído mucho, ni su genio es de aquellos que pueden ir solos. Citó continuamente autores que, sin duda alguna, sólo conoce a medias, y de la mitad que conoce, me parece que no comprende el espíritu. Al girar la conversación sobre temas religiosos, conversación en que también tomó parte Zenteno, habló mucho de filosofía. Ambos caballeros parecen creer que la filosofía consiste en dejar la religión a los sacerdotes y el vulgo, y que los sabios deben reírse igualmente de frailes, protestantes y deístas". "Las únicas prendas de vestir que se venden públicamente en Chile son zapatos, o más bien zapatillas, y sombreros".
Una reproducción facsimilar
En un año que no recuerda, pero que sitúa entre 1978 y 1981, José Miguel Barros, bibliófilo empedernido, le compró a un diplomático peruano un ejemplar de la primera edición del diario de María Graham. Él había leído las ediciones en español, pero nunca había visto la versión original: un libro de tapa dura, con más de 500 páginas y catorce láminas ilustradas por la viajera. El suyo, el que compró entonces, tenía la particularidad de incluir esas ilustraciones coloreadas. "No es un colorido mecánico, sino que hecho a mano, como se hacía en esa época. Yo acá no he encontrado, ni en la Biblioteca Nacional ni en manos de coleccionistas, otro así", dice Barros, quien, orgulloso de su ejemplar, lo prestó para crear una edición facsimilar en español. "Diario de una residencia en Chile" fue editado por LarrainVial para esta Navidad y es la primera de las cinco ediciones en español que ha tenido este libro que se anima con una traducción completa del original. En 1824 fue publicado "Diario de una residencia en Chile durante 1822 y de un viaje desde Chile a Brasil en 1823", incluyendo más material de lo que el título podía soportar. Graham había escrito una introducción en la que trazaba a líneas generales la historia de Chile -hasta la entonces vigente lucha por la Independencia- y adjuntaba seis apéndices con información sobre Chile y documentos históricos que corrían desde la página 373 a la 514. "Todas las ediciones que se hicieron en Chile son versiones truncas, en general se publicó sólo la parte del diario", explica José Miguel Barros. "Lo mejor en los apéndices, para mi gusto, es lo que escribe ese irlandés, William Yates, sobre José Miguel Carrera. Yates fue un lugarteniente de Carrera en la época final de éste, en Argentina, y presencia su ejecución. Es un testimonio directo de las luchas civiles en Argentina y la participación de Carrera en ellas. Tiene algunos errores, pero no se afecta el cuadro de fondo. Lo otro interesante, por desconocido, es la lista de árboles y plantas chilenas que mandó a hacer don Ambrosio O'Higgins a petición de la corona española; indicando la utilidad de las distintas plantas". Para esta edición, el texto de Yates fue traducido por Estela Lorca (quien además revisó la traducción de José Valenzuela, originalmente publicada en 1902). En el caso del apéndice sobre las propiedades de la flora chilena, un tema que interesaba mucho a María Graham, se buscó el texto original que ella misma tradujo al inglés en 1824. Después de una larga pesquisa, dieron con él en una vieja revista Historia y Geografía y es esa versión la que ahora publican. Las láminas a color y los prefacios de José Miguel Barros y Neville Blanc, quien se encargó de la edición, completan esta reedición que, es de esperar, pueda ser vendida en librerías. Es el segundo proyecto editorial que emprende LarrainVial al amparo de la Ley de Donaciones Culturales. El primero fue una triología sobre las iglesias de Chile, con fotos de Max Donoso.
Inglesas patiperras
Para ellas no era tan raro. Desde el siglo XVIII que se encuentran mujeres determinadas a conocer el mundo sin importarle lo que piensen sus familiares o los nativos de esos lugares. Entre ellas destacamos a:
Dame Freya Stark: Viajó hasta que tuvo 90 años. Fue al Líbano, aprendió árabe, anduvo en camello por el desierto, recorrió los valles de Persia (hoy Irán) y se atrevió con Yemen. Hizo una ruta siguiendo las huellas de Alejandro el Grande y escribió una trilogía sobre Turquía. Sacó fotos, se enfermó de gravedad y publicó libros sobre la vida cotidiana en el Oriente Medio.
Jane Digby: Viajó más que cualquier otra. Hija de una familia adinerada se casó, bien, con un lord inglés, pero después se escapó con un príncipe austríaco del que se divorció con escándalo. Entonces se aventuró por los países de Europa del Este hasta llegar a Siria. Allí, y después de una seguidilla de breves noviazgos con personajes destacados, se enamoró de un árabe, Sheik Abdul Medjuel, quien era suficientemente menor como para ser su hijo. Desde entonces dividió su tiempo entre su casa en Damasco y una tribu beduina del desierto sirio. Cuando murió, Medjuel llegó al funeral montado en el caballo favorito de Jane.
Isabel Burton: Fue la mujer del famoso explorador y diplomático Richard Burton, famoso por su traducción del Kamasutra y de Las mil y una noches. Isabel estuvo también detrás de esas publicaciones y fue quien defendió el legado de su marido, acusado por su gusto por la literatura erótica. Los Burton eran conocidos en Damasco, donde vivieron largo tiempo, por su afición a disfrazarse con trajes locales. A Isabel le gustaba vestirse con el traje que usaban los hombres árabes.
Maria Graham en Amazon
Captain's Wife: The South American Journals of Maria Graham 1821-23: Extractos del diario de su residencia en Chile y del que publicó sobre su estancia en Brasil en 1823.
Three months passed in the mountains east of Rome: During the year 1819 y Memoirs of the life of Nicholas Poussin: Dos libros que publicó al regreso de un viaje a Italia, uno sobre la vida en el este de Roma y el otro sobre la vida y obra de Nicholas Poussin, pintor francés que se radicó en Italia.
Journal of a Voyage to Brazil: And Residence There During Part of the Years 1821, 1822 and 1823. Publicado en 2007, incluye fragmentos del diario que Maria Graham escribió en sus visitas a Brasil, tanto como escala en su viaje a Chile como a su regreso, cuando trabajó como institutriz de la princesa María de Gloria, después María II de Portugal.
Little Arthur's History of England: Un libro de historia para niños que publicó, con gran éxito en ventas, en 1935. Entonces era ya Lady Callcott, tras su matrimonio con el reputado pintor August Callcott.

Wednesday, December 19, 2007

UN LIBRO DE VIAJES EXTRAORDINARIO





Ibn Battuta
(Abu Abd Allah Muhammas Ibn Battuta; Tánger, 1304 - Fez, 1368 o 1377) Viajero y geógrafo árabe. Fue el más importante de los viajeros musulmanes en la Edad Media, famoso por escribir el libro Rihläh (Viajes), en el año 1355, donde plasmó con todo lujo de detalles las experiencias vividas a lo largo de los más de 120.000 kilómetros que recorrió desde el año 1325 a 1355.
Ibn Battuta
La obra, traducida en occidente con el nombre de A través del Islam, constituye una valiosísima fuente de información de primera mano sobre la historia y la geografía del mundo musulmán durante la Edad Media, además de ser en su época una de las pocas referencias fiables de unos territorios desconocidos por casi todo el mundo habitado, aunque también hay que decir que la obra contiene numerosísimos errores geográficos y bastantes pasajes con poca credibilidad, toda vez que la narración posee un alto grado literario y artístico, donde se puede apreciar el deseo del autor por agradar al lector con historias y relatos maravillosos al uso de la época. Ibn Battuta fue testigo directo de una de las mayores convulsiones que asolaron a la Edad Media: la Peste Negra del año 1348, que le alcanzó cuando éste estaba en Siria, y cuyos efectos catastróficos describió minuciosamente.
Miembro de una familia honorable dedicada a la magistratura islámica (cadíes), desde muy joven Ibn Battuta se aficionó a la lectura, especialmente de obras relacionadas con la geografía y con todo tipo de libros de viajes. Ayudado por el desahogo económico de su familia, cuando tan sólo contaba con veintiún años de edad, Ibn Battuta comenzó su periplo viajero. El 13 de junio del año 1325, partió en dirección a La Meca con el designio de cumplir la peregrinación preceptiva para todo musulmán de visitar la ciudad santa por excelencia del Islam.
Ibn Battuta recorrió todo el norte de África a lo largo del litoral, en el que apenas detuvo su atención, hasta llegar a Alejandría. Desde Egipto se adentró curso arriba por El Nilo hasta la ciudad de Aydab, ubicada a la altura de las primeras cataratas, para luego regresar a El Cairo ante la imposibilidad de embarcarse hacia Arabia atravesando el Mar Rojo, como era su deseo. A continuación, Ibn Battuta visitó Damasco y Alepo, tras de lo cual tomó la ruta directa hasta La Meca, lugar al que llegó en septiembre del año 1326. Al mes siguiente, Ibn Battuta abandonó La Meca para proseguir su itinerario por los lugares santos del Islam, Meshed y la tumba del santo Alí al-Ridá.
Una vez que hubo cumplido sus deseos de devoto, se dirigió hacia Irak, el Juzistán, Fárs, Tabiz y el Kurdistán para acabar en Bagdad, desde donde, en el año 1327, regresó a La Meca para vivir tres años seguidos como profesor de Teología, período en el que se granjeó fama de austero y devoto musulmán. Cuando el espíritu viajero volvió a apoderarse de Ibn Battuta, éste emprendió el viaje, esta vez hasta Kilwa. Desde esa ciudad regresó a Arabia por Omán y el Golfo cumpliendo una nueva peregrinación a La Meca, en el año 1332.
Viajes de Marco Polo e Ibn Battuta
Tras visitar Arabia a fondo, Ibn Battuta dio comienzo realmente a su gran viaje que habría de llevarle hasta el mismísimo corazón del imperio chino. Desde La Meca Ibn Battuta viajó a Egipto, Siria y la península de Anatolia. En la ciudad costera de Sinope se embarcó para Crimea y Jaffa (actual ciudad de Feodosia), importante factoría comercial de Génova, donde tomó contacto por primera vez con la cultura cristiana occidental. Una vez en Constantinopla, tras una corta estancia en la capital bizantina, se dirigió hacia los territorios dominados por la Horda de Oro y de los tártaros de Qiptaq, donde el khan, según su propio relato, le recibió con un lujo impresionante y le hizo el honor de compartir varias de sus esposas oficiales.
Ibn Battuta dirigió su atención a las misteriosas tierras del norte, alcanzando las heladas estepas donde se conseguían las pieles de armiño y marta tan apreciadas por la realeza y alta nobleza europea. Por último, movido por un gesto caballeresco y de agradecimiento típico de los musulmanes, Ibn Battuta aceptó acompañar a una de las esposas del khan a Constantinopla, bordeando la costa del Mar Negro, ciudad donde también fue objeto de una bienvenida digna de un rey por parte del emperador bizantino Andrónico III Paleólogo.
De regreso en la corte del khan, Ibn Battuta se preparó a conciencia para su siguiente viaje, el más largo y duradero de todos ellos. Atravesando el río Volga y las estepas aralocaspianas, el 13 de septiembre del año 1333 alcanzó el fértil valle del Indo, dirigiéndose a Delhi, ciudad en la que permaneció nueve largos años al servicio del sultán Muhammad Ibn Tughluq. Aunque Ibn Battuta prosperó y alcanzó los más altos honores en la lujosa corte del sultán hindú, sus deseos por conocer mundo y las ganas de aventuras que llevaba en la sangre vencieron a la comodidad que gozaba en aquellos momentos. Por fin, deseoso de abandonar una vida sedentaria y muy cómoda pero repleta de intrigas, responsabilidades y envidias por doquier, en el año 1342 el sultán hindú le nombró embajador de su reino en los territorios más orientales del continente.
Su periplo al Extremo Oriente se inició visitando por espacio de un año y medio las islas Maldivas, donde la pequeña expedición de Ibn Battuta tuvo que recalar como consecuencia de una terrible huracán que destrozó todas las embarcaciones. Ibn Battuta descansó en un lugar auténticamente paradisíaco, donde actuó como juez gracias a sus estudios de Teología. Una vez que pudo zarpar, Ibn Battuta llegó hasta Ceylán (actual Sri Lanka), donde escaló la célebre montaña que según la leyenda contenía las huellas de las pisadas de Adán, el primer hombre de la humanidad. Tras ser desvalijado por los piratas del Índico, Ibn Battuta se vio obligado a regresar a Calcuta haciendo escala en Bengala, Assam y Sumatra, en cuyo reino el sultán musulmán le proporcionó una embarcación hecha con juncos con la que pudo alcanzar, por fin, la costa china.
Tras una larga y penosa navegación de cabotaje, Ibn Battuta desembarcó en Zaitón (ciudad identificada por los especialistas con algunas reservas con la actual Chuanchou, cerca de Amoy, en la región del Fujián), efectuando numerosos recorridos por aquel inmenso país hasta alcanzar la capital Pekín, donde apenas estuco un mes, para seguir sus exploraciones. Precisamente, según los expertos sobre el autor y su obra, este pasaje de la Rihläh es el menos verídico y el que más sospechas levanta de que fuera un extracto añadido por un apócrifo, debido al cambio de estilo narrativo tan sustancial y a la gran cantidad de imprecisiones y errores que contiene, contrastando con la fiabilidad anterior del relato. Probablemente, Ibn Battuta nunca alcanzó a ver Pekín ni la famosa Muralla China.
No obstante, Ibn Battuta dejó gran información escrita sobre aquel período. Ibn Battuta quedó gratamente sorprendido ante una civilización tan extraña y sus grandiosas fiestas. También describió de un modo prolijo el funcionamiento de una administración minuciosa y eficaz, de una justicia ejemplar y de una economía compleja, detalles todos ellos a los que no estaba acostumbrada una persona como él educado bajo unos parámetros intelectuales, sociales y religiosos tan distintos.
Como consecuencia de las graves agitaciones políticas que sacudieron a China en el año 1347, Ibn Battuta inició el regreso a Occidente antes de los deseado, a través de Sumatra y Malabar hasta Egipto, desde donde se dirige a La Meca para realizar otra peregrinación. Ya en Alejandría, sin ningún contratiempo, embarcó rumbo a Túnez a bordo de una navío catalán que los trasladó a Cerdeña (por aquellas fechas perteneciente a la Corona de Aragón), hasta que, finalmente cruza el occidente de Argelia y entra en el reino de Marruecos, dirigiéndose a la capital del reino meriní, la floreciente Fez, donde fue recibido como un héroe nacional por el mismísimo sultán, en noviembre del año 1349.
Ibn Battuta es recibido por Mohammed ibn Tughliq
Sin apenas saborear las mieles de sus aventuras y hazañas entre sus compatriotas, Ibn Battuta fue encargado por el sultán de realizar otro viaje de mucha menor envergadura que los anteriores pero no por ello menos importante, sobre todo para los generaciones posteriores, ya que fue comisionado para explorar una parte de los territorios desconocidos habitados por los negros que apenas se conocían por aquel entonces. Nos estamos refiriendo al semilegendario imperio africano de Malí, sobre el que Ibn Battuta dio una cumplida referencia geográfica, política, social y religiosa en la Rihläh.
Pero antes de partir hacia el Sáhara occidental, Ibn Battuta fue enviado como embajador del sultán al reino musulmán de Granada, donde permaneció por espacio de un año más o menos, entre 1351 y 1352. De regreso en Marruecos, Ibn Battuta informó pormenorizadamente a su sultán de la delicada situación política por la que estaba atravesando el último reino musulmán que aún quedaba en el extremo occidental del continente europeo, amenazado constantemente por el monarca castellano Pedro I el Cruel.
En el año 1352, Ibn Battuta partió desde Sijilmassa, ciudad que se encontraba en su edad de oro, apodada la "puerta del desierto", a la cabeza de una caravana de mercaderes, con la que logró atravesar el desierto del Sáhara en dirección norte-sur en tan sólo dos meses, período en el que pudo estudiar con profundidad los mecanismos principales que regían el lucrativo tráfico comercial de la región: el intercambio de la sal de Taghasa y el oro del Sudán. El contacto con el mundo musulmán negro en la corte del sultán de Malí, Mansa Suleyman, dueño del poderoso y temido Imperio de Malí, decepcionó por completo a Ibn Battuta, acostumbrado al esplendor de Oriente. La simpleza de esta gente a la hora de interpretar el Islam y los casos de antropofagia que Ibn Battuta pudo comprobar con sus propios ojos, acabaron por obligarle a reanudar la marca al año de su estancia en Malí.
Después de alcanzar el Níger, al que creía un afluente de El Nilo, Ibn Battuta descendió por su cauce hasta llegar a las localidades de Tombuctú y Gao, tras de lo cual alcanzó la ciudad de Taccada (actual Agadés), el punto más meridional al que había llegado el hombre blanco en la parte occidental del continente africano. A finales del año 1353, Ibn Battuta regresó a Sijilmassa a través del Aïr y el durísimo Ahaggar, en pleno desierto del Sáhara.

LA REVOLUCION DE CHILE





MARTINEZ, Melchor (Fr) (1818)
"Memoria Histórica sobre la Revolución de Chile", desde el cautiverio de Fernando VII hasta 1814, escrita por orden del Rey. Valparaíso, Imp. Europea, 1818. En 8º mayor. VI - 455 pp.
Encuadernación holandesa, lomo repujado y cantos pintados. Ejemplar en buen estado de conservación.
Interesante obra que trata sobre la revolución emancipadora y libertadora de Chile, describe detalles sobre la sociedad chilena del siglo XIX, su economía, la organizaciòn de la armada, el gobierno, la iglesia, la liberta de imprenta etc. Esta obra fue encargada de escribir por el Capitán Realista, el General Osorio al Padre Melchor, pero no fue terminada ya que el Padre Melchor fue desterrado a España por orden del gobierno revolucionario de Chile.
Palau solo anuncia la edición impresa en 1848, esta edición la desconoce.

DONAN DOCUMENTO HISTORICO A LA MARINA DE GUERRA DEL PERU



LIMA PERU EXPOSICION Y VENTA 24-27 ABRIL 2008



Extraordinario Evento - Primera Exposición del Papel Antiguo en el Perú
Por primera vez en el Perú se realizará la Primera Exposición-Venta del Papel Antiguo, organizada por la Casa del Libro Viejo, Librería Anticuaria, que se llevará a cabo entre el jueves 24 y el domingo 27 de abril en el Museo Pedro de Osma en Barranco. La entrada será Libre.
La Casa del Libro Viejo, Librería Anticuaria y su Director, Juan Ortiz Benítez presentaran los días 24, 25, 26 y 27 de abril del 2008, la Primera Exposición-Venta del Papel Antiguo en la Sala de Exposiciones Temporales del Museo Pedro de Osma (Av. Pedro de Osma 423, Barranco)
En esta Sala se presentará una selecta colección de más de 300 piezas entre libros antiguos, raros y curiosos editados desde el siglo XVI hasta mediados del siglo XIX. También un conjunto de documentos históricos y autógrafos que datan desde el siglo XVII al XX, así como una colección de tempranas fotografías con bellísimas vistas de ciudades y personajes de la época. Y finalmente, una apreciada colección de mapas y grabados del Siglo XVI-XX.
Texto completo en la edición impresa. Suscríbase aquí

COLLECTANEVS Y SU DIRECTOR JUAN ORTIZ DESDE EL PERU



Palabras del Editor - Nuestro Primer Número

Cuando empecé mi afición como librero, casi a finales de año de 1999, no imaginaba descubrir lo maravilloso que es el mundo del libro antiguo y del coleccionismo en papel. Ahora comprendo la emoción que sintió Cristóbal Colon al avistar tierra por primera vez y así descubrir América, no pretendo comparar la importancia del descubrimiento, pero sí comparto la “emoción”, que siento cuando mis manos sostienen un ejemplar llamado “Libro Antiguo”.
Recuerdo haber leído una ponencia de un librero español que señalaba que: “el librero es un agente transmisor de cultura”, qué responsabilidad y distinción se le otorga al librero. Es cierta tal afirmación. Nosotros los libreros somos agentes o gestores culturales, sentimos un compromiso íntimo con nuestra sociedad y asumimos el reto de ser los iniciadores y pioneros de la promoción de la cultura en nuestro país a través del libro.
Texto completo en la edición impresa. Suscríbase aquí

CARTA MAGNA III



Subastan ejemplar de la Carta Magna en EU

AP

18 Diciembre 2007
Actualizado: 08:00 PM hora de Cd. Juárez
Associated PressNueva York— Un ejemplar de 710 años de la Magna Carta, la declaración de derechos humanos que se convirtió en parte del derecho inglés, fue subastado hoy por 21,3 millones de dólares, dijo una vocera de la casa subastadora Sotheby's.
El documento fue adquirido por David Rubenstein, de la financiera Carlyle Group, dijo la portavoz.
El vicepresidente de Sotheby's, David Redden, dijo que el antiguo pergamino es ``el documento más importante del mundo, el acta de nacimiento de la libertad.
La Fundación Perot poseía el documento desde principios de los 80.
Con el sello del rey Eduardo y fechada en 1297, es una de las 17 copias conocidas del documento que definió los derechos humanos como base de la libertad y la democracia como se la conoce hoy. Es uno de los dos ejemplares fuera de Gran Bretaña; el otro se encuentra en Australia.
En la década de 1980 fue vendido por una familia británica por 1,5 millones de dólares a la Fundación Perot, creada por el multimillonario tejano H. Ross Perot. Desde 1988 hasta hace unos meses se encontraba a préstamo en el Archivo Nacional en Washington, que lo exhibía junto con la Declaración de Independencia y la Constitución estadounidenses, dos documentos que se basaron en sus principios.
La Magna Carta apareció cuando un grupo de nobles ingleses exigieron al rey Juan que pusiera su sello en una lista de protecciones en el prado de Runnymede en 1215. Esos edictos no fueron cumplidos, pero durante los 80 años siguientes aparecieron distintas versiones del documento, convertido en ley en 1297.

CARTA MAGNA II



Una histórica Carta Magna, subastada por 21 millones de dólares


NUEVA YORK, EEUU (Reuters) - Una copia poco común de 710 años de una Carta Magna, uno de los documentos históricos de mayor importancia que se ha subastado nunca, se vendió el martes en Sotheby's por 21,3 millones de dólares (algo más de 14 millones de euros).

El texto, que un grupo de nobles ingleses rebeldes obligó a firmar al opresor rey Juan en 1215, estableció los derechos de los ingleses y limitó el poder de la Corona británica.

Según Sotheby's, cada monarca que sucedió a Juan ratificó y reeditó la Carta Magna, que fue promulgada como ley en 1297 por el parlamento británico, cuando fue reeditada por el rey Eduardo I. El ejemplar vendido el martes es de 1297.

El documento fue adquirido por un hombre de negocios de Washington que dijo estar decidido a hacer que el documento se quedara en Estados Unidos, donde ha estado en exposición en la Administración Nacional de Archivos y Registros desde 1998.

La Fundación Perot, creada por el multimillonario y ex candidato a la presidencia Ross Perot para hacer concesiones filantrópicas, fue quien vendió el ejemplar, la última copia que permanece en Estados Unidos y la única en manos privadas de las 17 que existen . La fundación la adquirió en 1984 de las colecciones de la familia Brudenell, de Deene Park, en Northamptonshire.

"Es un buen día para nuestro país", dijo a los periodistas David Rubenstein, abogado y fundador del Grupo Carlyle, después de hacer la extraordinaria compra, añadiendo que había llegado sólo unos minutos antes de la venta, y casi se la había perdido.

"Estaba decidido a hacer lo que pudiera para que los Archivos Nacionales puedan seguir mostrándola", dijo Rubenstein, indicando que el documento de 1297 fue la base para la Constitución de Estados Unidos y su Declaración de Independencia. La Constitución de Estados Unidos incluye ideas y frases tomados casi directamente del documento.

Preguntado sobre cuánto estaba dispuesto a pagar por la Carta Magna, Rubenstein respondió: "No creo que puedas ponerle precio a la libertad".

Cuando Sotheby's anunció la subasta en septiembre, valoró el documento en hasta 30 millones de dólares. El precio final de 21.321.000 dólares incluye la comisión de la casa.

El precio récord en subasta para un documento o manuscrito está en 30,8 millones de dólares, pagados en 1994 por el "Codex" manuscrito de Leonardo da Vinci, en una puja en la casa Christie's.

/Por Christopher Michaud/
Reuters (IDS)

CARTA MAGNA



Subastado un manuscrito de la Carta Magna inglesa

800 AÑOS DE ANTIGÜEDAD

David Rubenstein, fundador del Grupo Carlyle, ha pagado más de 21 millones de dólares (21.321.000) por este manuscrito de la Carta Magna inglesa subastado en las instalaciones de Sotheby´s en Mueva York. El documento tiene más de 800 años de antigüedad y se considera uno de los objetos más valiosos puestos jamás a la venta. La carta data de 1267 y tiene el sello de Eduardo I de Inglaterra. Sólo quedan 17 copias de este documento que se convirtió en la primera constitución política que adaptó los derechos humanos en la ley inglesa. Foto: EFE BQM

Sunday, December 16, 2007

OLLERO Y RAMOS EDITORES


PARA BIBLIOFILOS:

SOCIEDAD DE BIBLIOFILOS CHILENOS 2007

DIRECTORIO
Y MIEMBROS DE NÚMERO DE LA
SOCIEDAD DE BIBLIÓFILOS CHILENOS,
diciembre de
2007



DIRECTORIO

Presidente

Juan Agustín Figueroa Yávar

Secretario -Tesorero

Neville Blanc Renard

Directores

Eduardo Castro Le-Fort
Carlos Alberto Cruz Claro
Enrique Inda Goycoolea
Ezequiel Lira Ibáñez

MIEMBROS DE NÚMERO

Ampuero, Roberto 27
Antúnez Aldunate, Jaime 99
Armengoli Castro, Jorge 5
Barros Franco, José Miguel 90
Bertelsen Repetto, Raúl 52
Blanc Renard, Neville 25
Boza, Cristián 71
Brunner Noerr, Helmut 83
Camus, Luis Alberto 39
Casanueva Préndez, Manuel 6
Castellón Covarrubias, Álvaro 95
Castro Le-Fort, Eduardo 98
Couyoumdjian Bergamali, J. Ricardo 65
Cruz Claro, Carlos Alberto 17
Director de la Biblioteca Nacional 44
Dougnac Rodríguez, Antonio 85
Edwards Valdés, Jorge 77
Eyzaguirre Quesney, Domingo 30
Ferrada V, Luis Valentín 21
Figueroa Yávar, Juan Agustín 15
Fuenzalida González, Roberto 37
Gajú de Estellé, Mercedes 4
Gallagher, David 43
García Huidobro Friefrau zu Knyphausen, Cecilia 38
Gazitua Calvo, Carlos 94
Guerrero del Rio, Eduardo 72
Guerrero del Rio, Roberto 46
Guzmán Brito, Alejandro 91
Guzmán Lyon, Roberto 7
Hamilton Donoso, James 93
Hampe Martínez, Teodoro 66
Hermosilla Rumil, Nurieldin 10
Ibáñez Santa María, Gonzalo 74
Illanes, Ana María 59
Inda Goycoolea, Enrique 58
Irarrázabal Covarrubias, Raúl 13
Irarrázabal Echeverría, Eugenio 47
Jara Lazcano, Alejandro 68
Jiménez Moraga, Sergio 79
Lafourcade, Enrique 42
Larraín Kimber, Gerardo 51
Larraín Valdés, Gerardo 50
Lecaros Izquierdo, Mario 60
Levine Contreras, Juan Guillermo 100
Lira Ibáñez, Ezequiel 45
Lira, Benjamín 28
Martínez Baeza, Sergio 70
Martínez Lemoine, René 62
Molina, Fernando 14
Oses Moya, Darío 2
Ossa Bulnes, Juan Luis 86
Pérez Aguilar, Patricio 64
Pérez Levetzow, Enrique 35
Pinochet de la Barra, Oscar 48
Pizarro Pizarro, Marino 36
Rector de la Universidad de Chile 92
Rodríguez Villegas, Hernán 26
Salinas Concha, Francisco 55
Sánchez Edwards, Jaime 49
Serrano Mahns, Gustavo 41
Silva, Monseñor Luis Eugenio 24
Soffia Opazo, Alberto 78
Somarriva Quezada, Marcelo 76
Soto Gómez, Cesar 32
Stein Brygin, Rolando 97
Swett Lazcano, Ignacio 19
Trobok de Resezinski, Ruby 20
Valdés Perez, Salvador 11
Valenzuela Matte, Regulo
Vargas C, Juan Eduardo
Vargas Díaz, Ruperto 80
Vergara de García Huidobro, María Luisa 56
Vicencio Eyzaguirre, Felipe 96
Vinés Vásquez, Eugenio 8
Zegers Ariztía, Cristián 12
Zepeda Coll, Hugo 61
Zuniga Opazo, Alfonso 72

Wednesday, December 05, 2007

LIBEREDICIONES UNA PROPUESTA POSTMODERNA EN BIBLIOFILIA

www.liberediciones.com

Liber Ediciones, bibliofilia en estado puro


Liber Ediciones es una editorial española consagrada a la alta bibliofilia. Sus obras -todas originales ilustradas por artistas contemporáneos- son ya un referente para los bibliófilos de todo el mundo.

En 1989 se crea Liber Ediciones (www.liberediciones.com) con el deseo de compartir el amor por la bibliofilia, por los libros nobles, bellos y originales. Juan J. Izquierdo, editor y presidente de Liber Ediciones, es la persona que está detrás de las más de 30 obras editadas hasta el momento. Obras que han sido premiadas y reconocidas por las más altas instancias de la cultura española, europea e iberoamericana.

Desde el comienzo se establece un compromiso con los bibliófilos más exigentes: los libros serán importantes, exclusivamente obra original ilustrada por artistas contemporáneos. Liber quiere ser la editorial de la Alta Bibliofilia Contemporánea.
En cada edición, todo es rigurosamente seleccionado: el título (textos clásicos o de nuestros días), los autores, los expertos colaboradores y artistas ilustradores, los materiales a utilizar como el papel y los pigmentos y, cómo no, la técnica de ilustración o grabado.
Todas las obras, cuidadosamente editadas, presentan ilustraciones iluminadas a mano, con grabados originales y otras formas de estampación: xilografías, litografías, serigrafías..
Liber Ediciones se aleja de mera la copia. Su intención es la de realizar con cada libro una nueva aportación a la cultura, hacer siempre bellos originales de tirada reducida que puedan disfrutar los bibliófilos de nuestros días y los de los siglos venideros.

Obras

El mundo descubre a Liber Ediciones con “Cristóbal Colón”, un libro en co-edición dedicado a la Conquista de América ilustrado por Eberhard Scholotter.
Otras primeras obras co-editadas son Tauromaquia de Vicente Arnás, Tauromagia con texto de Fernando Sánchez Drago y el “Cantar de los Cantares” Será este libro dónde se unan por primera vez Liber Ediciones y el maestro Celedonio Perellón uno de los artistas más relevantes de las artes plásticas españolas. Desde este momento Perellón estará entrañablemente vinculado a la editorial como “el amado a la amada” del Cantar.
Casi en sus comienzos, Liber logra su primera gran hazaña: editar, por primera vez en castellano, la Botánica de Lamarck, una de las obras de botánica más importantes de todos los tiempos. La Botánica de Lamarck de Liber Ediciones presenta 1000 láminas originales iluminadas a mano, que representan la totalidad de las especies ilustradas por Lamarck. Incluye la descripción completa de las 2.900 especies catalogadas, además de los índices y estudios.
La iluminación de las láminas, con la que se aporta color a las originales en blanco y negro de Lamarck, se realiza manualmente mediante la técnica "pochoir" por el miniaturista francés M. Marty, utilizando como pigmentos el gouache y la acuarela. Madame Allorge, del Muséum national d’Histoire naturelle de París es la encargada de determinar el color de cada elemento de estas láminas donde el rigor botánico y la belleza se unen de la manera más armoniosa.
El siguiente título de la editorial, el Codex Calixtinus, no es menos ambicioso. De nuevo Liber Ediciones hace una aportación fundamental a la cultura, en este caso sobre todo, a la cultura jacobea. El punto de partida de la edición del Codex Calixtinus es el deseo de acercar a los lectores de hoy la obra que recoge la tradición del Camino de Santiago y que contiene en su “Guía del Peregrino” el “libro de viajes” más antiguo que se conoce (Siglo XII), pues se adelanta casi cuatro siglos a la Guía de Roma, dada a conocer por Paladio.
El “Codex Calixtinus” de Liber Ediciones se realiza a partir del manuscrito más notable del Liber Sancti Iacobi, custodiado en el Archivo de la Catedral de Santiago de Compostela. Celedonio Perellón, se encargará de la ilustración de los cinco libros que componen el Codex. Dotado extraordinariamente para el dibujo, el maestro es capaz de realizar recreaciones visuales únicas, alejadas del hieratismo medieval. Son cinco los libros que componen el Codex: el libro I o Libro de las Liturgias, el II o Libro de los Milagros, el III o La traslación de Santiago, el IV o Conquistas de Carlomagno y el Libro V o Guía del Peregrino.
Este Libro V, la Guía del Peregrino o el Liber Peregrinationis, nos presenta la ruta del viaje para los peregrinos, describe lugares y personas y realiza una crónica valiosísima de Santiago de Compostela y su Catedral..
Para muchos, el Camino de Santiago no tendría la importancia universal que ostenta de no ser por la Guía del Peregrino, la primera guía de viajes escrita de la historia.

“Mujeres” es el título de otra de las colecciones de la editorial, dedicada a figuras como Salomé, Lisístrata o La Celestina. En La Celestina (que cuenta con un ensayo interpretativo a cargo de Francisco Rico) se emplea la tipografía Pradell, resultado de los trabajos de Andreu Balius quién ha desarrollado los tipos de la familia latina inspirada en originales españoles del siglo XVIII.
Perellón es el autor de los setenta y cuatro dibujos entre el texto, doce aguafuertes más un aguafuerte en la camisa de papel que conforman el trabajo gráfico de la Celestina de Liber Ediciones.

Escribió el premio Nobel de literatura Camilo José Cela que Perellón es un artista "cautivadoramente perfecto, peligrosa y dulce y cruelmente perfecto. No tiene parientes artísticos ni en los museos ni en la vida, porque su pintura es la misma vida zambullida en una hierática y también emocionada aura de poesía, y esto solo puede decirse de uno entre mil pintores".

Liber Ediciones quiere que este artista único entre todos pueda cumplir su sueño de ilustrar el Decamerón de Giovanni Boccaccio. El Decamerón de Liber Ediciones recibe- además del admirado reconocimiento del mundo de la cultura- el Primer Premio Nacional al Libro Mejor Editado en la Modalidad de Bibliofilia 2005.

Cada una de las diez jornadas de el Decamerón de Liber Ediciones se realiza con una técnica de dibujo, manera de componer y de grabado diferente. La obra presenta los distintos procedimientos clásicos de trabajar sobre plancha: aguafuerte, barniz blando, punta seca, aguatinta, manera negra, xilografía, litografía, serigrafía… El arte de Perellón se desarrolla y diversifica en un recorrido global por el arte del grabado calcográfico. La obra completa contiene 114 aguafuertes y casi un millar de ilustraciones repartidos en 10 libros, uno para cada jornada.

I Jornada. Una imagen domina toda la mancha del grabado. El grabado al aguafuerte con aguatinta, a la manera negra, es la técnica empleada en los doce aguafuertes. Un centenar de dibujos xilográficos interrelacionan con el texto.
II Jornada. Todo el cuento aparece ilustrado a la manera de los retablos medievales, con las figuras coloreadas; en los doce aguafuertes a color la técnica es la del aguafuerte con aguatinta bruñida. En esta jornada los dibujos a línea son litográficos.
III Jornada. Aparecen primeros planos de dos figuras amatorias. Contiene diez aguafuertes a color realizados al azúcar, uno para cada cuento, y se realizan con dos planchas, entre las cuales se reparten varios colores. Los dibujos entre el texto, de trazo grueso, son litografías a dos colores.
IV Jornada. Las figuras se superponen, se intercalan de una manera casi surreal. Contiene doce aguafuertes a color realizados al aguatinta con una plancha, uno para cada cuento, prólogo y epílogo.
V Jornada. El dibujo a lápiz de las viñetas es con sanguinas. Los dibujos entre el texto han sido realizados a grafito y reproducidos litográficamente.
VI Jornada. Contiene diez aguafuertes al aguatinta y aguatinta al azúcar con dos planchas..Los dibujos entre el texto han sido realizados a línea y reproducidos litográficamente. Es la única jornada del Decamerón en el que el tamaño de la mancha del dibujo rompe la caja.
VII Jornada. Aparecen doce xilografías en color negro, monocromo. Los dibujos entre el texto son reproducciones xilográficas también monocromas.
VIII Jornada. Los diez aguafuertes están realizados con dos planchas. Se incluye un aguafuerte para cada una de los cuentos. Los dibujos entre el texto han sido realizados a línea y reproducidos con manchas de lápiz litográfico.
IX Jornada. Frente a la austeridad anterior en esta jornada se produce una explosión cromática, con doce serigrafías en las que se utilizan dieciocho colores y tres o cuatro tonos para cada figura. Los dibujos entre el texto se han reproducido por sistema litográfico en negro y verde.
X Jornada. Por primera vez las viñetas están elaboradas a plumilla a imitación de las miniaturas medievales. Lo mismo ocurre con las doce ilustraciones, repartidas en dos planos: en el superior, la ciudad donde ocurre la trama; abajo, la escena o escenas que la narran.

El Decamerón de Liber Ediciones es, para los entendidos y los bibliófilos más exquisitos, la edición mejor y más completa realizada hasta ahora de esta obra cumbre de la literatura universal. Con ella la editorial se presenta por primera vez y gana el Premio que convoca el Ministerio de Cultura español, premio, que vuelve a obtener este mismo año. En 2007, el Ministerio de Cultura otorga a Liber Ediciones el Primer y Segundo Premio Nacional al Libro Mejor Editado en la modalidad de Bibliofilia por las obras “Cervantes, el soldado que nos enseñó a hablar” de María Teresa León -mujer del 27, esposa de Rafael Alberti- ilustrado por el prometedor artista cubano José Luis Fariñas y “Mundo, demonio y carne” de Celedonio Perellón con texto del poeta Luis Alberto de Cuenca.

En Cervantes, el soldado que nos enseñó a hablar, las dos visiones, la literaria y la artística se funden en esta biografía novelada escrita desde el amor por Maria Teresa León e ilustrada con las impactantes y oníricas imágenes de José Luis Fariñas. Fariñas crea un Cervantes-Quijote ya insustituible.

Cada ejemplar de los 199 venales de los que consta la edición de Cervantes, el soldado que nos enseñó a hablar se presenta en rama con un estuche de 41x31,3 cm. Cada libro tiene 38x28 cm, 200 páginas,83 dibujos litográficos entre el texto y 12 estampaciones a color. El papel es de fabricación especial en algodón de 220 gr. para el texto y 250 gr. para las estampas originales. Un elegantísimo estuche de piel es otro de los elementos que completan esta cuidadísima edición merecedora del Primer Premio.

El Segundo Premio, Mundo, demonio y carne presenta la poesía de Luis Alberto de Cuenca como admirado aderezo de los diez grabados a color con los que Celedonio Perellón recrea este tema clásico.
Dalí, Chagall, de Chirino, Escher...son evocados por Perellón en estas imágenes dónde el artista desnuda su alma.

Como es tradicional en Liber Ediciones, todos los materiales empleados -papel, pigmentos colorantes, piel, tela- son nobles y están cuidadosamente escogidos.
Cada ejemplar incluye diez grabados realizados con diez planchas metálicas de 33x24 cm sobre papel Aquari crudo de 279 g expresamente elaborado a mano para esta edición, en formato 47x36,5 cm. El Mundo, demonio y carne de Liber Ediciones contiene catorce dípticos en papel Super Alfa de 250 g. Se presenta en rama conforme a la tradición bibliófila.

La tirada está estrictamente limitada a 99 ejemplares venales numerados en arábigo y 50 especiales numerados en romanos; estos llevan ,además de los grabados a color, los mismos en sepia. Mundo, demonio y carne se presenta en un estuche diseñado por el arquitecto Andrés Pérez Sierra, Primer Premio a la mejor Encuadernación Artística otorgado por el Ministerio de Cultura en 2006.

Los premios y el compromiso de seguir realizando libros que trasciendan, que ilusionen, “que hagan bibliofilia” nos animan a seguir ofreciendo a los bibliófilos nuevos títulos: “Cuentos de Boccaccio” es uno de los nuevos proyectos editoriales de Liber Ediciones. Los 100 cuentos -10 por volumen- que conmocionaron el mundo medieval y se adelantaron al Renacimiento, son recreados por las imágenes sensuales y definitivas del maestro Celedonio Perellón. La obra contiene más de cien estampas originales: aguafuertes, xilografías y serigrafías y casi un millar de dibujos litográficos y xilográficos.

El papel utilizado es de algodón Superalfa de 250 g/m2 de fabricación especial para esta edición, con un formato de la hoja de 370x270mm. Los “Cuentos de Boccaccio” de Liber Ediciones se presentan en rama, conforme a la tradición bibliófila, en unos estuches de 410x315mm de variados y luminosos colores.

Carmen , la inmortal obra de Próspero Mérimée con grabados al aguafuerte y litografías de un seducido y entregado Natalio Bayo, aparecerá en la primavera de 2008.
Entonces, un bibliófilo abrirá el libro, mirará, acariciará, olerá y se apasionará. Y Liber Ediciones habrá cumplido, una vez más, su compromiso: crear bibliofilia en estado puro.

Monday, December 03, 2007

tipografia

De signos y siglos
Nuestra vida está atravesada por complejas redes de signos y muchos de ellos aún requieren traducción.
Quién es
Rubén Fontana
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Presente de los signos
El diseñador de tipografías es por excelencia un generador de espacios de comunicación, contextos o estructuras; al diseñar una fuente, el tipógrafo prevé en parte condiciones de comunicaciones futuras. Construye el contexto y parte de las condiciones de lectura para un mensaje que todavía no existe. Trabaja desde el punto de vista de su conocimiento, pero a la vez incidiendo en una convención histórica y en la proyección hacia el futuro, es decir, en un contexto cultural y temporal.

Desarrolla sistemas de formas abstractas para representar sonidos abstractos.

Ritmos, estructuras, color, legibilidad, proporciones y armonías, se proyectan y recombinan para cada nueva función comunicacional, recreando las formas más convencionales que se puedan manipular. Al detenerse en el análisis de la morfología de cada letra, en la previsión de la forma de su contraforma, en el transcurrir del blanco y negro de su ritmo, en los recorridos de sus trazos, en el espacio que habrá de contenerla, de unirla y separarla, el tipógrafo no está prefigurando la belleza de una forma; está planificando el futuro de una palabra que aún no conoce.

Una fuente tipográfica transporta condiciones que exceden los límites del tiempo y del mensaje. Estilos tipográficos diseñados en el siglo xvi siguen siendo referentes y contextualizan contenidos y formas de lectura en el siglo xxi. Mientras que el sentido del texto que transcribe la tipografía puede ser efímero, el marco cultural que generó el diseño de la fuente puede ser atemporal.

La tipografía puede interpretar bien o mal la palabra que representa. En su ineludible relación, tipografía y contenidos interactúan en armonía o se desautorizan dramáticamente, obstruyendo la posibilidad de la comunicación. La tipografía parte de interpretar un estilo, el pertinente para el mensaje, y a partir de allí su misión es volverse transparente. Su comportamiento en la página se asemeja al del papel; en definitiva debe actuar como un soporte, un fondo para la figura del contenido, que haga más accesible y legible el mensaje.

Este breve resumen nos conduce a una serie de preguntas; algunas de ellas están de un modo u otro contestadas por la historia, mientras que otras aún no han terminado de formularse: ¿Cómo se prevé esta magnitud de referencias en el momento de la gestación de una fuente? ¿Podemos predecir hasta dónde la efectividad de los mensajes es condicionada por el vehículo de la letra? En su diseño y composición de la puesta en página, ¿puede la letra remitirnos a interpretaciones de distinto tono? ¿Qué es lo que hace atemporal, o no, al diseño de una fuente tipográfica?

Antes de ayer
La Torre de Babel, los jardines colgantes de Babilonia, los versos del héroe mítico Gilgamesh, las leyes de Hammurabi, los muros de Ur y la legendaria Nínive son algunos de los hitos que a lo largo de más de cinco mil años definieron la cuna de la civilización occidental. No en vano allí nació el alfabeto. En esos territorios que vieron pasar a sumerios, acadios, babilonios, asirios, hititas, arameos, caldeos, persas, griegos y romanos, se originó el mito del diluvio universal y se sintetizó una de las primeras formas de escritura: el más importante proceso de convencionalización de la comunicación hasta nuestros días.


Esquema de una tabla pictográfica sumeria (3100 a.C). La información está estructurada en zonas verticales y horizontales.¿Por qué precisamente en la Baja Mesopotamia, situada entre los ríos Tigris y Eufrates, el actual territorio invadido de Irak? En aquellas áridas tierras se desarrolló uno de los más prósperos sistemas político-económicos de la historia. Los trabajos de riego hicieron posible un gran desarrollo agrícola y una profusa actividad comercial que permitió establecer vínculos con otras culturas. La necesidad de controlar los intercambios comerciales entre pueblos con lenguas específicas, de compleja transmisión, generó la urgencia de una anotación más universal y menos figurativa, que se independizara de los objetos visuales de cada cultura para contar cada idea a través de sus sonidos. Aquel día en que el pueblo fenicio descompuso la lengua en sonidos e ideó formas abstractas para representar esos sonidos independientes y no objetos, dotó a la humanidad del más formidable instrumento cultural y la más ferviente promesa de comunicación entre los pueblos. Desde entonces, la escritura es un sistema gráfico para el registro del habla.

Con las letras alfabéticas nacía la noción de sistema. Un programa compuesto por signos básicos, recombinables, comprensibles y fácilmente aprehensibles que redujeron la complejidad de la escritura y la lectura. Se estaba ante el primer gran proceso de estandarización de la comunicación, nacía uno de los más importantes acuerdos entre los hombres.

Muchos vecinos habían rondado la idea de aquel alfabeto fonético que terminaron de prefigurar los fenicios. Por el este, habían recibido influencia de la escritura cuneiforme sumeria y por el sur, de los jeroglíficos egipcios. Los sumerios tenían una lengua aglutinante: monosílabos acompañados por prefijos y sufijos; estos signos se separaron de la pictografía y de la ideografía para identificarse con sonidos silábicos. A diferencia de éstos, cuya escritura evolucionó de pictográfica a cuneiforme abstracta, los egipcios conservaron un sistema mixto de escritura-dibujo. Los más antiguos se remontan al 3100 a.C.


Esquema de una tabla de arcilla que documenta los símbolos sumerios de la estrella, la cabeza y el agua y su evolución a la escritura cuneiforme (2500 a.C.).El sistema de anotación era muy diferente. El contacto comercial con los pueblos de la Mesopotamia trajo la noticia de que los sumerios escribían. Esto abrió nuevas perspectivas al pueblo egipcio, que no tardó en elaborar un método original de escritura. Desde entonces hasta el actual desarrollo del sistema alfabético transcurrieron, de Oriente a Occidente, las improntas de cientos y miles de poblados que canalizaron a través de las letras sus necesidades de comunicación.

Surgieron así los procesos de identificación o flexibilización que permitieron la representación de los diversos idiomas. Empecemos por los griegos, que, como había sucedido con el arte, la escultura, la literatura y la filosofía, al adoptar el alfabeto desarrollaron ampliamente su utilidad y belleza.

En el siglo vii a.C., a los veintidós signos originalmente consonantes del primer sistema alfabético fenicio, y que incluye algunos caracteres que han conservado su identidad durante treinta y cinco siglos, los griegos sumaron las vocales que les permitieron pronunciar los sonidos propios e incorporar en el universo de las palabras aquellas ideas relativas a su cultura. Anticiparon el sistema de mayúsculas para las inscripciones en piedra y de minúsculas para las anotaciones en papiro o en tablillas recubiertas con cera. En esto, como los egipcios, también fueron originales, dado que el alfabeto romano tardó varios siglos en adoptar las minúsculas, a través de un lento proceso derivado de la mayor velocidad en la anotación de las palabras.

Es en las inscripciones griegas donde las letras comienzan a ser construidas y sistematizadas sobre la base de rectas, curvas y diagonales. En su trazado se incorporaron las formas geométricas puras que, entre otros aspectos, permitieron regular y simplificar su anotación: así, la E, la H, la N y la M estaban basadas en el cuadrado; la A, en el triángulo y la O en el círculo, y con ello comenzó una forma definitiva de concebir la estructura de los signos.

Los materiales y el tiempo
Así como el viaje por los pueblos agregaba estructuras al alfabeto, la característica estética de los signos también recibió la influencia de las herramientas con que se trazaron y de la materia que les sirvió de soporte; la expresión del cálamo sobre papiro difiere de la del estilete sobre cera; la arcilla, la piedra, el pincel, dieron sucesivos aportes al alfabeto. El soporte y el instrumento hicieron que la pictografía primitiva sufriera en poco tiempo una simplificación y una estilización de los signos. La semejanza entre signo y cosa representada tendió a desaparecer; se impusieron los signos que podían trazarse de manera fluida con el cálamo. Estos instrumentos, paulatinamente, fueron quitándoles realismo a los dibujos primitivos, distanciándolos de los que fueron los referentes originales.

El material empleado para la anotación nos ayuda a comprender por qué ciertas lenguas y escrituras desaparecieron sin dejar rastro, mientras que otras, protegidas contra los rigores del tiempo o favorecidas por el clima y resueltas con materiales resistentes, permanecieron intactas. La historia de la escritura es la historia de una lentísima metamorfosis: nacida hace seis mil años para hacer cuentas y llevar registros, ha llegado a convertirse en una manera de pensar, de concebir, de crear, de ser.

Hoy podemos afirmar que, más allá de pueblos y de técnicas, la evolución del alfabeto estuvo signada por dos fenómenos en constante fluctuación:

la necesidad de ratificar la convención, para preservar la comunicación y el aprendizaje de la convención;
la necesidad de hacerla flexible, adecuándola a las diversas lenguas que lo adoptaron y a la evolución de éstas.
La distribución geográfica de la escritura ya no es tan compleja como la de los idiomas. El conjunto de poblaciones que utilizan el alfabeto latino es de unos mil millones de individuos y es el alfabeto que incluye a la comunidad más numerosa del mundo.

El ir y el venir
Con el transcurso del tiempo y el viaje desde un idioma hacia otro, el conjunto de signos se fue haciendo cada vez más sofisticado para expresar los sonidos particulares de cada cultura. La frecuencia de uso de signos utilizados en distintos idiomas generó incorporaciones; así, el latín aportó al conjunto las ligaduras æ, œ y &. La X y la Y fueron adicionadas cuatro siglos antes por los griegos.

Los romanos asimilaron el alfabeto griego. Doce signos no sufrieron cambios, siete se representaron modificando otros del alfabeto griego y tres signos que estaban en desuso se rehabilitaron. Después de que los romanos tomaron este alfabeto, doscientos cincuenta años a.C., se diseñó la G para reemplazar a la Z. Cada letra fue diseñada para ser, más que la suma de partes, una forma. Se prestó especial atención a sus contraformas y, ya en la composición de textos, al espaciado entre letras y líneas. Las inscripciones romanas representan la cumbre de toda la escritura epigráfica y el punto de partida del diseño tipográfico que conocemos. La letra lapidaria, modelo de sobriedad y pureza, reposa sobre principios muy simples: la geometría, la luz y la sombra.

Originalmente la escritura era un flujo continuo, las palabras se sucedían sin pausas, imitando los gestos del habla. Por ese entonces, el lector debía ser culto y entrenado, la lectura sólo se concebía en voz alta. Hasta ese momento el responsable de la puntuación del texto era el lector. El concepto de palabra tal como se lo conoce hoy nació en el siglo v en Irlanda, pueblo que utilizaba el latín como segundo idioma, por lo cual no le resultaba del todo familiar; el latín era para ellos un lenguaje simbólico-gráfico.

A fines del siglo viii se inició un renacimiento general de la cultura y la educación en Europa; este movimiento fue liderado por Carlomagno, quien en el año 789 determinó, a través de un edicto, las características de la formalidad de la escritura a través del trabajo y los consejos de Alcuin de York.

Carlomagno designó a Alcuin para una de las tareas más importantes: consistió en revisar y unificar las variaciones de la escritura minúscula destinada a la producción de libros. El resultado de su trabajo fue una letra pequeña, redondeada y de gran legibilidad a la que se denominó minúscula carolingia; un nuevo proceso de estandarización para la preservación de las convenciones. Esta letra fue la precursora del alfabeto contemporáneo; allí surgió el concepto: un sonido, una forma, dejando de lado una cantidad de ligaduras y abreviaturas que complejizaban la interpretación. En función de la legibilidad, el desarrollo de esta minúscula fue el paso más importante en la historia de la escritura después de la conformación del alfabeto romano.

Durante la Edad Media (siglos v a xv), al alfabeto se le adicionaron la J y la U, vocal suave en contraste con la V, y recién entre los siglos xi y xii se incorporaron los signos de interrogación y los paréntesis, mientras que el signo de exclamación aparece en el siglo xiv. Desde el 1150 el período romanesco evolucionó hacia el período gótico. Éste duró hasta el Renacimiento, y aunque surgió en el norte de Francia y en Gran Bretaña, tuvo una expansión muy rápida: la forma que lo caracteriza es la de una letra angulosa y de perfiles marcados denominada genéricamente gótica. Una de las razones de su existencia, además de responder a la cultura y la arquitectura de la época, tuvo que ver con la sustitución del antiguo cálamo por la pluma de ave. La escritura rápida con esta pluma tendió a eliminar las curvas amplias. Las letras se tornaron más estrechas y altas, lo que permitió una mayor economía de espacio, materiales y tiempo.

¿Adónde nos condujeron todas estas incorporaciones y modificaciones? ¿El sistema alfabético, a pesar de tener tantos años en su haber, seguía abierto, todavía era flexible y dinámico?

Escritura y tipografía
Con Gutenberg comienza la historia de la tipografía. Luego de la creación del alfabeto y la estandarización de Carlomagno se iniciaba un nuevo período de ratificación de las formas convencionales, esta vez a propósito de una nueva tecnología para reproducir las letras. Hasta ese momento se hablaba de escritura, pero la mecanización en la reproducción determina un nuevo concepto para denominar a la letra: Tipografía. La nueva tecnología toma las formas elaboradas por innumerables copistas que durante siglos, con su quehacer cotidiano, fueron decidiendo la expresión gráfica de los sonidos.

En los siglos xvi y xvii se produjeron profundas transformaciones. Por entonces, los humanistas italianos empezaron a reemplazar las letras góticas por los caracteres redescubiertos de las inscripciones romanas. Las capitales romanas se combinaron así con las minúsculas carolingias, configurando un doble alfabeto que desde entonces funcionó simultáneamente.

En esa época comenzó otra serie de ajustes que tenían que ver con el sistema tipográfico y la necesidad de armonizar los tamaños de las mayúsculas con las minúsculas y del sistema de las redondas con el de las itálicas. Las itálicas de Aldvs, cuyo diseño encargara a Griffo, se caracterizaron por la altura menor de las mayúsculas con respecto a los ascendentes de las minúsculas, y también por los descendentes muy largos. El punto y coma “;” también fue un aporte de Aldo Manuccio, y Geoffrey Tory introdujo el apóstrofo, el acento y las cedillas. Las abreviaturas llegaron hasta la época de los incunables, pero poco a poco fueron dejando lugar a la configuración más estándar de las palabras.

En el siglo xvii todavía estaba indefinida en su uso la forma de la V; para expresarla a veces se utilizaba la U. Un siglo después, junto a la s actual, todavía se utilizaba una s larga, más parecida al signo que actualmente representa a la f. Los ingleses incorporaron allá por el 1800 un signo para representar el sonido de la doble u y agregaron una forma muy reiterada en su idioma, la W.

Históricamente, la letra ñ ha sido resistida por los productores de fuentes. Quizá porque sólo existe en la lengua de los hispanohablantes, las empresas fundidoras de Europa central y Norteamérica tardaron en tomarla en cuenta. Más recientemente, los que comercializan software, predominantemente angloparlantes, intentaron dejarla de lado. Para los latinoamericanos es un sonido habitual, que se diferencia de modo sustancial de los dígrafos precedentes: nh, ny, nj, nn y gn. La ñ es un típico caso de unión de dos signos para expresar un sonido mixto.


Signos, glifos e ideografías de las culturas precolombinas: la muerte, el ave y el maíz pertenecen a los signos abstractos figurativos; la casa y la cruz, a los abstractos geométricos.Desde la Revolución Industrial ya no fue suficiente que la tipografía sólo funcionara como símbolo fonético. Las distintas solicitudes, la evolución del repertorio y los contextos de las comunicaciones generaron la necesidad de formas particulares, la era requería que estas estructuras se transformaran en formas visuales, y la letra dejó de servir sólo para leer incorporando componentes visuales para adaptarse a las nuevas circunstancias. Más allá de la paulatina inclusión de los signos actualmente en uso, hubo otros intentos en el desarrollo tipográfico que muchas veces se basaban en volver a etapas anteriores. Tal es el caso de las simplificaciones formales estudiadas en la primera mitad del siglo xx con la intención de expresar los signos con formas geométricas puras; una manera de volver a las formas básicas de los signos griegos y a otros desarrollos constructivos experimentados durante el Renacimiento.

También se ensayaron sistemas de símbolos fonéticos creados por combinaciones de letras para representar sílabas: una posibilidad de simplificación evolutiva del alfabeto, mediante uniones de partes o ligaduras que representan sonidos. En otro momento se intentó racionalizar la forma de la escritura eliminando las letras mayúsculas, especulando con utilizar una sola forma en lugar de las dos, mayúsculas y minúsculas, que empleamos para representar cada sonido. Del mismo modo, se investigó una evolución lingüística del alfabeto fonético mediante la invención de signos ligados que podían representar sonidos creados por combinación de letras. Más cerca en el tiempo, y por si los aspectos mencionados no fueran suficientes motivos de continuos cambios, en el idioma español hacia fines del siglo xx la Academia Española de la Lengua eliminó la Ch y la Ll como sonidos independientes.

Visto así, ¿el alfabeto puede considerarse un hecho consumado que trascienda las generaciones hacia el futuro, o vivimos una situación de pequeños y constantes ajustes que no nos permiten determinar el devenir del sistema? ¿Sería posible pensar en una anotación tipográfica que expresara los sonidos de manera más fácil que las existentes?


Diagrama que muestra la evolución de la escritura europea y árabe desde su común antecesor fenicio.Signo de identidad
La manera en que la tipografía construye el marco de percepción tiene que ver con los objetivos que se plantea el diseño de fuentes tipográficas: éste se ha basado en convenciones sociales, no necesariamente escritas pero sí heredadas, que trascienden el tiempo presente. A veces la tipografía actúa como factor referencial para el desarrollo de contenidos y, por sus características, determina contextos y formas de uso. Así, las formas tipográficas, aun como signos abstractos, son referentes de culturas, de países y hasta de idiomas.

Los estilos elzeviriano, gótico, de transición, los didones o los sanserif –por citar sólo algunos– nos remiten a contextos de mensajes que a su vez se recontextualizan a partir del uso en determinados formatos de comunicación. Las características formales de algunas tipografías pasaron a ser sinónimo de idiomas, de culturas y de naciones.

Por mencionar nada más que cuatro de los múltiples ejemplos que se pueden exponer, la letra gótica define el momento histórico que se desarrolló entre los siglos xii y xvi, pero mucho después de aquella época, sus características formales frecuentemente nos remiten a Alemania y Austria. Garamond desarrolló unas matrices de características excepcionales que han vencido el paso del tiempo por sus proporciones y su calidad para usos editoriales, pero sus formas también son un sinónimo de la cultura francesa. Por alguna razón, y posiblemente relativa al espíritu cultural de su forma o la identificación con la nacionalidad de sus autores, los ingleses se identifican preferentemente con las tipografías Baskerville, Gill y Times, interpretando que sus formas son muy legibles. Por último, la forma de los signos creados por Giambattista Bodoni nos anticipó el modernismo. Sus signos, por su elegancia clásica, se utilizan en todo el mundo, pero se dice que aunque muchas letras pueden escribir el idioma italiano, ninguna lo canta como esta tipografía.

Mañana, ¡ya!
Somos testigos de una evolución histórica en relación con la escritura y la tipografía que se ha dado en el tiempo y en el espacio. Sin pretender desarrollar futurología con el devenir de la tipografía, cabe que nos hagamos algunas preguntas sobre el porvenir del alfabeto. La escritura es un hecho cultural y su origen concierne a un número limitado de civilizaciones. Una enorme cantidad de lenguas habladas nunca han sido escritas. Se considera que hay más de dos mil lenguas y aproximadamente unas cuatro quintas partes de esta cifra no tienen todavía una anotación propia. En numerosas regiones aún no se desarrolló la anotación gráfica de los sonidos del habla. Sólo uno de cada dos humanos conoce suficientemente una escritura.

La mayoría de las veces estos idiomas no existen en la dimensión de lo visual, no han encontrado los signos que los escriban, que registren su historia y su actualidad, que informen y dejen por sentado las leyes, hábitos y costumbres de la cultura que los generó. Incluso en los casos en que tienen escritura original, el lenguaje no siempre ha sido descifrado y los sonidos fueron reinterpretados a partir de las otras lenguas escritas, es decir que el invasor decodificó los sonidos de estas lenguas y los adaptó a los otros sonidos, los que conocía de su propio idioma. Por lo tanto, el invasor impuso al conquistado anotaciones, reinterpretando o traduciendo según las circunstancias, y no siempre de una manera respetuosa. La tecnología y los conquistadores tuvieron mucho que ver con la demora de la anotación de las lenguas no escritas, pues fue manejada por unos pocos países durante casi quinientos años. Ello determinó que la evolución de los signos haya estado restringida a las necesidades y el desarrollo de algunos idiomas de origen centro-europeo.

Las nuevas tecnologías de diseño, producción y reproducción de fuentes no sólo igualaron las posibilidades de desarrollo formal de los signos, sino que generaron una cantidad de alternativas que implicarán una nueva toma de responsabilidades y que, seguramente, resolverán algunas necesidades en el futuro próximo que no fueron atendidas durante quinientos años. La posibilidad que otorga la digitalización de signos alfabéticos por diseñadores de cualquier rincón del planeta abre entonces un extenso campo que, en teoría, permitirá la anotación formal de culturas relegadas. Aquí cabe hacernos algunas preguntas: ¿De qué manera la aparición de la escritura de idiomas que hasta el momento no tienen anotación alfabética puede modificar la actualidad alfabética? ¿Las particularidades podrían modificar la situación actual?

Aunque se sigan utilizando los códigos formales del actual sistema alfabético para anotar las lenguas no escritas, es posible que una cantidad impredecible de ligaduras, tildes diacríticos y dígrafos determinen cuanto menos una extensión del actual sistema. ¿Esa extensión será comprendida por todos de la misma manera o quedará circunscripta al idioma particular? ¿Un mismo signo con el mismo diacrítico interpreta el mismo sonido en distintos idiomas?

La duda es hasta dónde la predecible evolución continuará ratificando estrictamente las convenciones heredadas, y si ello ocurrirá en un contexto de contención. Entonces, ¿el sistema, en el intento de abarcar y extenderse hacia otras culturas, podría encaminarse hacia la disgregación?

Parte de la evolución de la tipografía seguirá entretenida en el ámbito de lo formal, lo que no es poco si observamos la calidad de algunas interpretaciones, pero la nueva realidad nos dice que muy pronto se presentarán situaciones de otro tipo, pues las necesidades de los pueblos y sus lenguas no son todas iguales ni están abarcadas por el sistema actual. Es factible que proliferen nuevas expresiones formales para expresar sonidos frecuentes en idiomas de Latinoamérica, como los hablados por los aztecas, mayas, quechuas, mapuches, guaraníes, etc. De aquellos veintidós signos originales, hoy, para escribir todos los idiomas de origen latino son necesarios casi seiscientos, es decir que la diversidad de lenguas que adoptó aquella primera estructura y su desarrollo a través del tiempo han hecho crecer el sistema unas veintisiete veces.

¿Las nuevas anotaciones seguirán haciendo crecer el set de signos? ¿Hasta cuándo, hasta llegar a tener mil, dos mil, algo parecido a lo que ocurre con la escritura china, aunque en este caso involucre a varios idiomas y no a uno solo? Dado que hoy es impensada una figura como la que en su momento fue la de Carlomagno, quien determinó una regulación de las formas de anotación de los sonidos del habla, ¿quién asumirá la responsabilidad de la suerte del desarrollo de las formas de la escritura?

Durante esta próxima etapa, es posible que sea necesario que el diseñador interactúe con disciplinas que estudien las estructuras de nuevos signos para culturas ágrafas.

El diseño de tipografías necesita hoy un mayor compromiso con la antropología y la lingüística, ya que la tipografía no trabaja sólo sobre la forma, vuelve a estar más cerca del lenguaje. Ya hemos visto que la tipografía no es ajena a los avances de la sociedad y se altera con los acontecimientos relativos a la evolución, sean éstos técnicos o culturales, no sólo de las lenguas, sino de todo el contexto del ser humano. Esta disyuntiva se produjo a través de los años y en diferentes ciclos. ¿En qué momento nos encontramos ahora? ¿Cuál es el próximo ciclo que nos tocará vivir? ¿Estaremos en una encrucijada similar a aquella que atesora casi seis mil años?

Las nuevas anotaciones y la particularización de las existentes reinterpretadas nos indican que posiblemente estemos frente a un nuevo estadio de la forma tipográfica, que debe atender a las necesidades y reconocimiento de los sonidos del habla, y una vez más, el trabajo del tipógrafo está estrechamente relacionado con las circunstancias de su época.

Referencias

Bain, Peter, y Shaw, Paul. La letra gótica tipo e identidad nacional. Campgrafic, Valencia, 2001.
Berry, John D. Languaje, Culture, Type. ATypI / Graphis, Nueva York, 2002.
Calvino, Italo. “Antes del alfabeto”. Colección de Arena. Alianza Editorial, Madrid, 1987.
Carter, Sebastian. Twentieth Century Type Designers. Gaade Uitgevers, Veenendaal, 1987.
De Buen, Jorge. Manual de diseño editorial. Ediciones Santillana, México, 2000.
La Nación. Editorial La Nación, Buenos Aires, marzo-abril, 2003.
Fontana, Rubén (coord.). Pensamiento tipográfico. Cátedra Fontana. Edicial, Colección Interfaces, Buenos Aires, 1996.
Frutiger, Adrian. Signos, símbolos, marcas y señales. Editorial Gustavo Gili SA, Barcelona, 1981.
Jean, Georges. La escritura, memoria de la humanidad. Biblioteca de Bolsillo. Claves, Barcelona, 1998.
Meggs, Philip B. Historia del diseño gráfico. Trillas, México, 1991.
Spencer, Herbert. The visible word. Lund Humphries / Royal College of Art, Londres, 1969.
Stamm, Philipp, Gürtler, André. Typografische Monatsblätter / TM RSI 1 1997, Edición del Sindicato del Libro y el Papel para la Educación Profesional, Suiza, 1997.
Publicado el 01/07/2005

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MIRADA DE MARIA GRAHAM



Reportajes
La mirada indiscreta de María Graham

Cristóbal Peña
La Tercera

No hay evidencias de que la británica María Graham haya leído a Francis Bacon, pero pudo ser influida por la sugerencia que su compatriota había dictado a principios del siglo XVII en el ensayo Sobre el Viaje. "El viaje es para el joven una parte de su educación, para el mayor, parte de su experiencia. Es extraño que en los viajes por mar, cuando no hay nada que ver, sino cielo y océano, la persona escriba un diario; en cambio, en los viajes por tierra, cuando hay mucho que mirar, no se haga, como si el azar pudiera registrar mejor que la observación. Por eso, hagamos que los diarios se pongan en uso".

Dos siglos después de lanzado el desafío, los diarios de viaje estaban de moda en Inglaterra y María Graham desembarcaba en Valparaíso dispuesta a escribir el suyo. En rigor, las primeras páginas ya estaban trazadas antes de avistar territorio chileno, por el infortunio ocurrido a bordo de la fragata Doris al cruzar el Cabo de Hornos. Allí murió su esposo, el capitán Thomas Graham, alterándose el rumbo de su vida y su escrito: el nuevo trataría casi exclusivamente de su estada, fortuita aunque voluntaria, en un país que asomaba a la vida independiente.

La oportunidad es el primer mérito de la obra de Graham sobre Chile, publicada originalmente en Inglaterra, dos años después de dejar el país, con el título Diario de mi Residencia en Chile en el Año 1822. En esa época dominada por los trastornos políticos propios del nacimiento de una nación, casi nadie parecía muy interesado en retratar lo que estaba ocurriendo en una sociedad que forjaba su identidad. Están los relatos costumbristas de Vicente Pérez Rosales y José Zapiola, pero ninguno de los dos mostró la agudeza, precisión y sensibilidad de Graham.

Atendiendo a la recomendación de Bacon, quien en el citado ensayo sugiere al viajero infiltrarse en el país anfitrión para registrar todo cuanto pueda descubrir de él, la cronista recorrió gran parte de la zona central y fue anotando sus impresiones sobre la sociedad chilena.

El diario resulta fundamental para entender al Chile de entonces y el de hoy, sorprendentemente cercanos, para bien y para mal, y prueba de su valor histórico y literario son las múltiples ediciones que se han sucedido desde que en 1902 Editorial Cervantes lo publicara por primera vez en español, con traducción de José Valenzuela Dooner.

Sin embargo, las ediciones conocidas hasta ahora se limitaron a reproducir la traducción de Valenzuela, actualizando algunos términos y, en no pocos casos, omitiendo fragmentos. Una reciente edición del Diario…, traducido por María Ester Martínez y Javiera Palma y publicado por el sello Norma, pretende subsanar dichas omisiones y entregar una lectura corregida y actualizada del original.

Chile exótico

El 20 de mayo de 1822, poco después de su arribo a Valparaíso, anota: "Es un día triste. La Doris zarpó temprano y nuevamente me siento sola en el mundo; en el barco van las únicas relaciones y conocidos que tengo en este vasto país (…) No puedo olvidar que soy una viuda desprotegida en una tierra extranjera, alejada de todos mis amigos por vías distantes y protegidas".

Llegada por la fuerza del azar, y aparentemente sin más motivación de permanecer en Chile que la reticencia a seguir viaje en el barco donde ha muerto su marido, la mujer de 32 años, hija de marino y viuda de otro que la han acostumbrado a deambular por el mundo, se verá inserta en un país que a sus ojos resulta exótico y estimulante, caracterizado por "la natural bondad y gentileza" de sus habitantes, no obstante algunas costumbres le parezcan dignas de censura. "Se considera una muestra de la mayor amabilidad el sacar alimentos del propio plato y ponerlo en el de un amigo, y nadie tiene escrúpulos de servirse de otro plato con la misma cuchara o cuchillo con la que ha estado probando o incluso comiendo de la fuente".

Ella es una mujer cosmopolita, refinada y culta, en medio de un país remoto, escasamente poblado y, a su juicio, demasiado pendiente de sí mismo. Recién asentada en Valparaíso, una de sus primeras impresiones alude al comentario de una vecina, "quien no puede comprender que no me entretenga en fisgonear en los afanes de los sirvientes o visitas". Más tarde, tras asistir a un convento de monjas de Santiago, anota que "durante el corto tiempo que me quedé cerca de la estufa, escuché más chismes de los que había escuchado en meses".

Como si atisbara la trascendencia histórica que tendrá su diario, María Graham dedicará gran parte del tiempo a desplazarse por el centro del país, conocer sus costumbres y entablar relaciones. No está acá para descansar o hacer turismo, ni siquiera para ganar experiencia y cultivarse. Hay en ella un afán documental que guiará cada una de sus acciones, y como es una observadora aguda, acuciosa, en muchos casos severa, sus escritos cobran un valor más allá de lo antropológico: la cronista puede describir con igual destreza y precisión la rueda de una carreta, una flor autóctona y las bondades de un vino blanco.

Pero ella proviene de otra cultura, influida por el liberalismo del siglo XIX, y cuando se refiere a la política y la economía del país -lo que ocurre frecuentemente-, sus juicios suelen ser condenatorios. No entiende el atraso en que vive el país ni comparte muchas de las normas que regulan la economía, "tan contrarias al sentido común, que hasta un niño se daría cuenta de ello".

La religión es caso aparte. Esta mujer liberal y protestante no concibe que el pueblo viva pendiente de los santos y sus festividades. "¡Oh! Si tuviese poder para influir aquí, acabaría con estos funestos establecimientos", dice de conventos y casas de ejercicios. "Incluso, cuando no causan, como en este caso, extravío, fomentan la intolerancia, el prejuicio y el fanatismo".

El amigo Cochrane

El de María Graham no es un diario de vida. No hay, salvo contadas excepciones, confesiones que den cuenta de su vida íntima. Ella no es lo importante, sino lo que ocurre a su alrededor. Sin embargo, sus escritos aparecen como la principal evidencia del supuesto amorío que mantuvo con Lord Cochrane, a quien había conocido unos años antes en Inglaterra. "Aunque no es atractivo, Lord Cochrane tiene un semblante que induce, una vez que uno lo ha mirado, a mirarlo una y otra vez", anota tras uno de los primeros de sus múltiples encuentros.

En ningún momento deja traslucir sus sentimientos hacia él, ni menos describe alguna escena amorosa. Pero no ahorra elogios, en algunos casos excesivos, hacia su más fiel amigo en Chile y con el que dejará el país a principios de 1823. "Todo está listo para embarcar", anota el 17 de enero de ese año. "Esta mañana subí con Lord Cochrane a las cimas de la mayoría de los cerros que hay entre la casa de La Herradura y el mar. Quizás sea esta la última vez que él recorra estos parajes por los que tanto ha hecho y yo con toda probabilidad jamás volveré a este lugar, donde, a pesar de tanto sufrimiento, tuve tantos y tan gratos momentos".


En sus propias palabras

Los chilenos son extremadamente litigantes; consideran honroso participar en un pleito, aunque el pleito generalmente dura años y arruina más familias que todas las otras causas de ruina, excepto el juego".

A juzgar por lo que he visto, los hombres chilenos son una raza muy fea y menos refinada que las mujeres, que son hermosas, y lo que es más, son damas; poseen una cortesía natural y modales afectuosos, encantadores, sin embargo, algunos de sus hábitos son desagradables".

(Bernardo O'Higgins) Es modesto y simple y sencillo en sus modales, sin atribuirse nada a sí mismo (…) Es bajo, gordo, sin embargo, muy atractivo: sus ojos azules, cabello claro y su tez rosada y poco refinada no esconden su ascendencia irlandesa, mientras que sus manos y pies muy pequeños y cortos pertenecen a su pedigree araucano".

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