SOCIEDAD DE BIBLIÓFILOS CHILENOS, fundada en 1945
Chile, fértil provincia, y señalada / en la región antártica famosa, / de remotas naciones respetada / por fuerte, principal y poderosa, / la gente que produce es tan granada, / tan soberbia, gallarda y belicosa, / que no ha sido por rey jamás regida, / ni a extranjero dominio sometida. La Araucana. Alonso de Ercilla y Zúñiga
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- Location: Santiago de Chile, Región Metropolitana, Chile
Editor: Neville Blanc
Tuesday, April 28, 2009
MUNDO EDITORIAL
Artes y Letras El Mercurio
El nuevo proyecto de Roberto Edwards:
Libros ilustrados hechos a medida Redes humanas, trabajo en equipo y el ensamble entre tecnologías de los siglos XV y XXI son las claves del fotógrafo Roberto Edwards.
Combinación que le ha reportado premios para su libro de Cuerpos Pintados y el del Museo de la Moda, en la Feria DRUPA de Alemania.
SARA BERTRAND
El dilema era hacer un libro de excelente calidad gráfica e impresión sin que el cliente tuviera que embargar su patrimonio en el intento. Eso pasó por la mente incansable del fotógrafo Roberto Edwards antes de que consiguiera un dato aquí, una máquina allá, incluidos un par de viajes a China, para ver in situ las milenarias técnicas de impresión y dar forma a una empresa que exhala un sello de excelencia que a ratos acompleja. Entrar al taller de RE Producciones, en avenida Providencia, hace pensar: "Ok, se puede". Se puede producir un libro que empalme calidad de impresión y arte de encuadernación a gusto del consumidor. Grande, chico, enano, mediano, a colores, tapa dura, metido en una caja o fuera de ella y los ejemplares que desee; usted elige. Pero, paciencia, que la historia de cómo Edwards ganó dos premios en el área de impresión digital HP Indigo en la DRUPA, una de las ferias internacionales de maquinaria y tecnología de impresión más prestigiosas del mundo, tiene recovecos dignos de contarse.Las redes humanasDigamos que le ayudó tener buenos amigos que, a la hora de los quiubos, estuvieron dispuestos a traspasarle su experiencia. "Técnicos mundiales que me dieron datos, porque Chile no era competencia y aconsejarme sobre cuál máquina comprar no les significaba pérdida", cuenta Edwards. Entonces, en vez de mirar a la competencia chilena o hacer investigaciones de mercado, se guió por esos consejos; no por nada venían directamente de quienes peleaban en ligas mayores... Y una cosa lleva a la otra: generó una red de conocidos que le permitió mantenerse actualizado, además de convertirse en un referente para el mercado gráfico chileno mucho antes de fundar RE Producciones; ya que, con la instalación de las prensas rotativas a cuatro colores en la mentada editorial Cochrane, marcó un vuelco en el mundo editorial.En ese contexto, no debiera extrañar que entre 480 trabajos seleccionados de los 31 países participantes en la DRUPA, los de Edwards fueran escogidos por la calidad de impresión editorial y fotográfica. De hecho, RE Producciones fue la única imprenta latinoamericana en obtener reconocimiento y la única entre todas las participantes en conseguir dos premios. ¿Cuál era la novedad? Pues la "revolucionaria" máquina con que Edwards incorporó el concepto de "libro a la medida". Una tecnología bastante similar a cualquier impresora casera y con dimensiones bastante modestas, sobre todo comparadas con las de cualquiera imprenta (la prensa HP Indigo [UltraStream 2000] mide 2,18 metros de alto, por 2,14 metros de ancho y 3,83 metros de largo).Es cuando uno vuelve la vista hacia ese pequeño taller instalado en la calle Providencia donde trabajan 20 personas -número del staff completo- que siente el peso de lo que uno llama "trabajo bien hecho", porque se aprecia el empalme entre lo más avanzado de la tecnología de impresión digital y lo mejor de la técnica de encuadernación a mano. Siglos XXI y XV trabajando mancomunados. Tan así que para el estampado de texto emplean una máquina de cuño seco de esas que antiguamente se calentaban a carbón y, ahora, gracias a un transformador que lleva adosado, funciona a electricidad. La manera en que se hizo de esta máquina es una buena analogía de la forma en que Edwards perfiló el producto que quería, aquello de los libros a la medida. Dice: "La clave número uno fue la información: ¿cómo la obtienes? Gracias a una especie de Google de personas -es decir, preguntando y preguntando- llegas a las personas que más saben sobre el tema. Por ejemplo, encontramos fanáticos de la encuadernación que te daban un dato que te llevaba a otro, y así, fuimos creando redes humanas de información y formándonos una idea". Además de llegar al dueño de la antigua reliquia, quien después de unos regateos se la vendió.Taller-laboratorioDe la revolución industrial al siglo XXI. Una combinación que resultó una fortaleza a la hora de diferenciarse y que tiene resonancia en el extranjero, pues uno de los últimos libros publicados, "Dinka" -cuyo lanzamiento se hizo nada menos que en Sotheby's de New York-, contó con un californiano que lo contactó para editar las fotografías de una artista londinense sobre aquella tribu africana. El resultado: 600 ejemplares de lujo que fueron repartidos en New York, Londres y California. Imposible más globalizado. Esa es la idea de Edwards: convertirse en una especie de taller-laboratorio, un puente de conexiones, que reúna los intereses de cualquier persona natural o jurídica, chilena o extranjera, para plasmar en un libro lo que se le venga en gana y que el producto en cuestión sea el resultado de un trabajo en equipo.Y cuando habla de equipo se refiere a que tal vez, en unos años más, convenga encuadernar en China, pues los talleres de encuadernación allá -y lo dice con conocimiento de causa- son de una excelencia milenaria. Entonces, el resultado puede ser un libro tan exclusivo como El Agua, un compendio de poesías de Gonzalo Rojas que la Presidencia de la República regaló a los mandatarios que nos visitaron el año pasado para la Cumbre Iberoamericana y en los que cada uno tenía una primera página única dedicada personalmente por el vate. O, también, tan personal como el libro de fotografías familiares o de las recetas de cocina de la abuela. Lo importante es que no hay límites; y si hasta ahora esta tecnología funciona mejor para libros ilustrados, Edwards no descarta traer en el futuro una impresora en blanco y negro para libros de texto. Por ahora, eso sí, está definiendo un nuevo proyecto: convencer a un grupo de artistas para que diseñen libros; es decir, igual que una serie de grabados numerados, una serie de libros únicos numerados.Quiere que algunos artistas diseñen sus propios libros.
Saturday, April 25, 2009
CHILE EN LA BIBLIOTECA GLOBAL
Internet
El Mercurio Miércoles 22 de Abril de 2009
La biblioteca global debuta con pocos pero buenos datos
RICHARD GARCÍA
Manuscritos, mapas, libros raros, películas, grabaciones de audio, imágenes y fotografías de todo el mundo se pueden disfrutar desde ayer en la biblioteca digital mundial.
Lo notable es que el contenido está íntegro en siete idiomas, incluyendo el español. En un principio, lo aportan la Biblioteca del Congreso de EE.UU. y otros 32 asociados, pero la idea de los organizadores es que se transforme en un depósito mundial. Al ingresar por www.wdl.org, inmediatamente se despliega un mapamundi con los contenidos distribuidos por continentes y regiones del planeta.
Pese al escaso contenido subido, ya hay maravillas visuales, especialmente del oriente asiático y Europa, incluyendo un manuscrito serbio del siglo XI, oráculos adivinatorios chinos, caligrafías árabes, mapas de todas las épocas y hasta videos con el cine de los hermanos Lumiere.
Memoria pendiente
Si se elige América Latina y el Caribe, hay 320 documentos, entre ellos, una carta escrita por Cristóbal Colón, publicada por primera vez en Barcelona en 1493.
De Chile hay 12 documentos, principalmente ilustraciones, fotografías antiguas y un relato.
Lo otro destacado son cartas geográficas, como una de 1602 descrita como "Nova et Exacta Delineatio Americae Partis Australis... (Representación nueva y precisa de la parte meridional de América...)".
Lo más interesante es que al acercarse a Chile con el poderoso zoom de la página aparecen nombres geográficos como Val Paraíso, Baldivia, Canete y Conception (sic).
La directora de Bibliotecas, Archivos y Museos, Nivia Palma, valoró la iniciativa, la que a su juicio favorece un mestizaje cultural global dada la diversidad de contenidos ofrecidos.
Respecto de la ausencia de la Biblioteca Nacional, Nivia Palma precisa que el proyecto está en su fase inicial y que ya se han contactado con la Unesco para informarles de su interés por participar. Su idea es que se incorporen contenidos como los del portal Memoria Chilena, que ya llega al millón de páginas digitalizadas.
RICHARD GARCÍA
Manuscritos, mapas, libros raros, películas, grabaciones de audio, imágenes y fotografías de todo el mundo se pueden disfrutar desde ayer en la biblioteca digital mundial.
Lo notable es que el contenido está íntegro en siete idiomas, incluyendo el español. En un principio, lo aportan la Biblioteca del Congreso de EE.UU. y otros 32 asociados, pero la idea de los organizadores es que se transforme en un depósito mundial. Al ingresar por www.wdl.org, inmediatamente se despliega un mapamundi con los contenidos distribuidos por continentes y regiones del planeta.
Pese al escaso contenido subido, ya hay maravillas visuales, especialmente del oriente asiático y Europa, incluyendo un manuscrito serbio del siglo XI, oráculos adivinatorios chinos, caligrafías árabes, mapas de todas las épocas y hasta videos con el cine de los hermanos Lumiere.
Memoria pendiente
Si se elige América Latina y el Caribe, hay 320 documentos, entre ellos, una carta escrita por Cristóbal Colón, publicada por primera vez en Barcelona en 1493.
De Chile hay 12 documentos, principalmente ilustraciones, fotografías antiguas y un relato.
Lo otro destacado son cartas geográficas, como una de 1602 descrita como "Nova et Exacta Delineatio Americae Partis Australis... (Representación nueva y precisa de la parte meridional de América...)".
Lo más interesante es que al acercarse a Chile con el poderoso zoom de la página aparecen nombres geográficos como Val Paraíso, Baldivia, Canete y Conception (sic).
La directora de Bibliotecas, Archivos y Museos, Nivia Palma, valoró la iniciativa, la que a su juicio favorece un mestizaje cultural global dada la diversidad de contenidos ofrecidos.
Respecto de la ausencia de la Biblioteca Nacional, Nivia Palma precisa que el proyecto está en su fase inicial y que ya se han contactado con la Unesco para informarles de su interés por participar. Su idea es que se incorporen contenidos como los del portal Memoria Chilena, que ya llega al millón de páginas digitalizadas.
Thursday, April 23, 2009
JUAN MARSE PREMIO CERVANTES 2008
ABC.es
Viernes 24, abril 2009 -
«He procurado recuperar en mi obra la memoria usurpada por la larga dictadura»
El ganador del Premio Cervantes 2008, Juan Marsé, recibe la felicitación de Don Juan Carlos.
Viernes 24, abril 2009 -
«He procurado recuperar en mi obra la memoria usurpada por la larga dictadura»
El ganador del Premio Cervantes 2008, Juan Marsé, recibe la felicitación de Don Juan Carlos.
Reuters.
Ilustres invitados
Al acto de entrega del galardón, que han presidido los Reyes, han asistido además el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, acompañado por su esposa, Sonsoles Espinosa; la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde; la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, y la directora del Instituto Cervantes, Carmen Caffarel.
También han estado presentes en el acto el director de la RAE, Víctor García de la Concha; el presidente del jurado del premio Cervantes, José Manuel Blecua, secretario de la RAE; y el director general del Libro, Rogelio Blanco, secretario del jurado.
La ceremonia ha contado además con la asistencia de diversos escritores como Antonio Gamoneda -Premio Cervantes 2006-, Gustavo Martín Garzo y Luis Muñoz, así como el cantautor Joaquín Sabina y la directora de la Residencia de Estudiantes, Alicia Gómez Navarro, entre otros representantes del mundo de la cultura.
Los galardonados del siglo XXI
El Premio está dotado con 125.000 euros. Otros literatos en los que ha recaído este galardón en años anteriores han sido Francisco Umbral (2000), Alvaro Mutis (2001), José Jiménez Lozano (2002), Gonzalo Rojas (2003), Rafael Sánchez Ferlosio (2004), Sergio Pitol (2005), Antonio Gamoneda (2006) y Juan Gelman (2007).
El Cervantes lo concede el Ministerio de Cultura en reconocimiento al conjunto de la obra de un escritor. La entrega de este galardón es el acto central del Día del Libro, que incluye la tradicional lectura ininterrumpida del Quijote en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, que Marsé inició ayer.
Juan Marsé ha recibido de manos del Rey el Cervantes con un discurso centrado en el bilingüismo y la memoria
Don Juan Carlos ha valorado su "empeño en hacer de España con su pluma una nación aún más solidaria, más justa y más humana"
González-Sinde ha definido al escritor como "un creador libre", que "ha logrado ser maestro a base de memoria, honestidad y coherencia"
Juan Marsé ha recibido el Premio Cervantes 2008 de manos del Rey Juan Carlos en la tradicional ceremonia que se ha celebrado en el Paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares. En su discurso, el escritor ha hablado sobre la memoria histórica y la memoria individual, sin olvidar el papel de la imaginación y el cine en su literatura. También se ha referido a su "dualidad lingüística" y ha explicado qué hace un autor catalán escribiendo en castellano.
Marsé se forjó como novelista en los duros años de la posguerra, cuando la memoria "fue sojuzgada, esquilmada y manipulada", y a "los vericuetos y espejismos" de la memoria histórica ha dedicado una parte de su discurso, en el que ha reflexionado sobre la verdad del escritor, sus obsesiones, quimeras y sueños. "El olvido y la desmemoria forman parte de la estrategia del vivir, tanto en la sociedad civil como en los estamentos del poder. Hay una memoria compartida, que no debería arrogarse nadie", ha dicho.
Ha sido un discurso magnífico, impregnado de verdad, sencillez y humor; y lleno de humanidad, como lo están los personajes, de carne y hueso, de las novelas que desde hace medio siglo ha ido publicando este "amante incondicional de la fabulación", como ha dicho. No se considera "un intelectual", sino solamente un narrador", y los "planteamientos peliagudos, la llamada metaliteratura", lo dejan "frío". "Bastante trabajo me da mantener en pie a los personajes, hacerlos creíbles, cercanos y veraces", ha reconocido el escritor. Frente al "misterio" y "galimatías" que es la literatura, a Marsé le gusta recordar a Ezra Pound y su creencia de que "el esmero en el trabajo, el cuidado de la lengua, es la única convicción moral del escritor", una frase que él suscribe "con la mayor cautela". "
El escritor, quien desde que tiene "uso de razón" ha vivido "la dualidad cultural y lingüística de Cataluña", que en su opinión "nos enriquece a todos", nunca ha visto "nada anormal" en ser "un catalán que escribe en lengua castellana", pero hay quien lo considera "una anomalía", "un desacuerdo". Esa dualidad es "una terca y persistente realidad", y el realismo "es una corriente literaria muy nuestra, y que aún goza de un sólido prestigio", ha dicho Marsé, que no quería "instalarse en la identidad cultural para dar lecciones a nadie" ni hacer "una defensa excesiva del realismo". "Pero, como dijo Woody Allen en una de sus buenas películas, el realismo es el único lugar donde puedes adquirir un buen bistec".
Al tercer intento, y con 16 años, logró leer el Quijote "de cabo a rabo". En esa novela anida "el germen y el fundamento de la ficción moderna en todas sus variantes", ha indicado Marsé, a quien le gusta pensar que "lo inventado puede tener más vida propia y más sentido que lo real, y en consecuencia, más posibilidades de pervivencia frente al olvido". Ésa fue la lección de Don Quijote desde la primera de sus hazañas. "Él es el valedor de lo más noble, bello y justo que alienta en el corazón humano, el que vela por el espíritu, la vigencia y el esplendor de los sueños". El cine le sirvió para completar su "precaria" formación. De Cervantes aprendió que "las cosas no siempre son lo que parecen", ha concluido el escritor.
Medio siglo dedicado a las letras
Tras él, ha tomado la palabra la ministra de Cultura, Ángeles González- Sinde, quien ha definido a Marsé como "un creador libre", un escritor que comenzó como aprendiz de joyería y "que ha logrado ser maestro a base de memoria, honestidad y coherencia". Es un escritor "por vocación, hecho a sí mismo", de los que "trabajan pieza por pieza, de los capaces de engarzar la ternura y lo canalla, el dolor y el humor, con la minuciosidad del artesano que lleva tras de sí muchas horas de lectura y de trabajo", ha espatado.
La ex presidenta de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España, guionista y directora de cine, ha hecho un discurso plagado de referencias al séptimo arte, en el que consideró a Marsé un escritor "nacido en el mundo del cine", cuya obra "ofrece una narrativa forjada en lo visual, que nos lleva a ver hasta lo que no puede verse". Para González- Sinde, la concesión del Cervantes al autor catalán supone "un acto de devolución, de pequeña compensación, por tanto como nos has dado y nos vas a seguir entregando". Al entregarle a Marsé el galardón, se reconoce, a su juicio, "la enorme valía que tienen tus obras, y reconocemos también lo valioso que tienen los sueños de toda la Cataluña anónima y plural, de esa tierra que supo reconstruirse y abrirse al mundo, desde la desolación y la intemperie que provocaron la guerra y la barbarie".
"Julio Verne dio La vuelta al mundo en ochenta días, Julio Cortázar dio 'la vuelta al día en ochenta mundos', tú nos entregas la vuelta a la humanidad en ochenta calles", ha señalado la ministra, quien ha agradecido su legado literario al escritor "en nombre de la generación posterior, la de tus hijos".
El acto ha concluido con el discurso del Rey, quien ha elogiado la autenticidad que domina la obra de Marsé y ha valorado su "empeño en hacer de España con su pluma una nación aún más solidaria, más justa y más humana". Don Juan Carlos ha definido a Marsé como "uno de los mayores protagonistas" de la cultura española durante el siglo XX y en este siglo XXI y ha destacado su "dominio de la lengua, que emana de la difícil sencillez de su prosa".
El Monarca ha puesto asimismo énfasis en el valor de la "autenticidad" como concepto clave en la obra de este autor nacido en Barcelona en 1933, que otorga "consistencia" a sus personajes, "brío" a sus historias y "rigor" a su palabra. "Consistencia, brío y rigor de quien, enamorado del arte de narrar, trabaja el idioma durante el tiempo necesario" para "lograr la perfección del miniaturista o del orfebre", ha señalado el Rey, antes de añadir que esa "autenticidad admirable", reflejada también en la "actitud crítica" de Marsé, le permite regalar al lector "una realidad inventada tan verosímil como la misma realidad".
Ilustres invitados
Al acto de entrega del galardón, que han presidido los Reyes, han asistido además el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, acompañado por su esposa, Sonsoles Espinosa; la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde; la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, y la directora del Instituto Cervantes, Carmen Caffarel.
También han estado presentes en el acto el director de la RAE, Víctor García de la Concha; el presidente del jurado del premio Cervantes, José Manuel Blecua, secretario de la RAE; y el director general del Libro, Rogelio Blanco, secretario del jurado.
La ceremonia ha contado además con la asistencia de diversos escritores como Antonio Gamoneda -Premio Cervantes 2006-, Gustavo Martín Garzo y Luis Muñoz, así como el cantautor Joaquín Sabina y la directora de la Residencia de Estudiantes, Alicia Gómez Navarro, entre otros representantes del mundo de la cultura.
Los galardonados del siglo XXI
El Premio está dotado con 125.000 euros. Otros literatos en los que ha recaído este galardón en años anteriores han sido Francisco Umbral (2000), Alvaro Mutis (2001), José Jiménez Lozano (2002), Gonzalo Rojas (2003), Rafael Sánchez Ferlosio (2004), Sergio Pitol (2005), Antonio Gamoneda (2006) y Juan Gelman (2007).
El Cervantes lo concede el Ministerio de Cultura en reconocimiento al conjunto de la obra de un escritor. La entrega de este galardón es el acto central del Día del Libro, que incluye la tradicional lectura ininterrumpida del Quijote en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, que Marsé inició ayer.
Juan Marsé ha recibido de manos del Rey el Cervantes con un discurso centrado en el bilingüismo y la memoria
Don Juan Carlos ha valorado su "empeño en hacer de España con su pluma una nación aún más solidaria, más justa y más humana"
González-Sinde ha definido al escritor como "un creador libre", que "ha logrado ser maestro a base de memoria, honestidad y coherencia"
Juan Marsé ha recibido el Premio Cervantes 2008 de manos del Rey Juan Carlos en la tradicional ceremonia que se ha celebrado en el Paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares. En su discurso, el escritor ha hablado sobre la memoria histórica y la memoria individual, sin olvidar el papel de la imaginación y el cine en su literatura. También se ha referido a su "dualidad lingüística" y ha explicado qué hace un autor catalán escribiendo en castellano.
Marsé se forjó como novelista en los duros años de la posguerra, cuando la memoria "fue sojuzgada, esquilmada y manipulada", y a "los vericuetos y espejismos" de la memoria histórica ha dedicado una parte de su discurso, en el que ha reflexionado sobre la verdad del escritor, sus obsesiones, quimeras y sueños. "El olvido y la desmemoria forman parte de la estrategia del vivir, tanto en la sociedad civil como en los estamentos del poder. Hay una memoria compartida, que no debería arrogarse nadie", ha dicho.
Ha sido un discurso magnífico, impregnado de verdad, sencillez y humor; y lleno de humanidad, como lo están los personajes, de carne y hueso, de las novelas que desde hace medio siglo ha ido publicando este "amante incondicional de la fabulación", como ha dicho. No se considera "un intelectual", sino solamente un narrador", y los "planteamientos peliagudos, la llamada metaliteratura", lo dejan "frío". "Bastante trabajo me da mantener en pie a los personajes, hacerlos creíbles, cercanos y veraces", ha reconocido el escritor. Frente al "misterio" y "galimatías" que es la literatura, a Marsé le gusta recordar a Ezra Pound y su creencia de que "el esmero en el trabajo, el cuidado de la lengua, es la única convicción moral del escritor", una frase que él suscribe "con la mayor cautela". "
El escritor, quien desde que tiene "uso de razón" ha vivido "la dualidad cultural y lingüística de Cataluña", que en su opinión "nos enriquece a todos", nunca ha visto "nada anormal" en ser "un catalán que escribe en lengua castellana", pero hay quien lo considera "una anomalía", "un desacuerdo". Esa dualidad es "una terca y persistente realidad", y el realismo "es una corriente literaria muy nuestra, y que aún goza de un sólido prestigio", ha dicho Marsé, que no quería "instalarse en la identidad cultural para dar lecciones a nadie" ni hacer "una defensa excesiva del realismo". "Pero, como dijo Woody Allen en una de sus buenas películas, el realismo es el único lugar donde puedes adquirir un buen bistec".
Al tercer intento, y con 16 años, logró leer el Quijote "de cabo a rabo". En esa novela anida "el germen y el fundamento de la ficción moderna en todas sus variantes", ha indicado Marsé, a quien le gusta pensar que "lo inventado puede tener más vida propia y más sentido que lo real, y en consecuencia, más posibilidades de pervivencia frente al olvido". Ésa fue la lección de Don Quijote desde la primera de sus hazañas. "Él es el valedor de lo más noble, bello y justo que alienta en el corazón humano, el que vela por el espíritu, la vigencia y el esplendor de los sueños". El cine le sirvió para completar su "precaria" formación. De Cervantes aprendió que "las cosas no siempre son lo que parecen", ha concluido el escritor.
Medio siglo dedicado a las letras
Tras él, ha tomado la palabra la ministra de Cultura, Ángeles González- Sinde, quien ha definido a Marsé como "un creador libre", un escritor que comenzó como aprendiz de joyería y "que ha logrado ser maestro a base de memoria, honestidad y coherencia". Es un escritor "por vocación, hecho a sí mismo", de los que "trabajan pieza por pieza, de los capaces de engarzar la ternura y lo canalla, el dolor y el humor, con la minuciosidad del artesano que lleva tras de sí muchas horas de lectura y de trabajo", ha espatado.
La ex presidenta de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España, guionista y directora de cine, ha hecho un discurso plagado de referencias al séptimo arte, en el que consideró a Marsé un escritor "nacido en el mundo del cine", cuya obra "ofrece una narrativa forjada en lo visual, que nos lleva a ver hasta lo que no puede verse". Para González- Sinde, la concesión del Cervantes al autor catalán supone "un acto de devolución, de pequeña compensación, por tanto como nos has dado y nos vas a seguir entregando". Al entregarle a Marsé el galardón, se reconoce, a su juicio, "la enorme valía que tienen tus obras, y reconocemos también lo valioso que tienen los sueños de toda la Cataluña anónima y plural, de esa tierra que supo reconstruirse y abrirse al mundo, desde la desolación y la intemperie que provocaron la guerra y la barbarie".
"Julio Verne dio La vuelta al mundo en ochenta días, Julio Cortázar dio 'la vuelta al día en ochenta mundos', tú nos entregas la vuelta a la humanidad en ochenta calles", ha señalado la ministra, quien ha agradecido su legado literario al escritor "en nombre de la generación posterior, la de tus hijos".
El acto ha concluido con el discurso del Rey, quien ha elogiado la autenticidad que domina la obra de Marsé y ha valorado su "empeño en hacer de España con su pluma una nación aún más solidaria, más justa y más humana". Don Juan Carlos ha definido a Marsé como "uno de los mayores protagonistas" de la cultura española durante el siglo XX y en este siglo XXI y ha destacado su "dominio de la lengua, que emana de la difícil sencillez de su prosa".
El Monarca ha puesto asimismo énfasis en el valor de la "autenticidad" como concepto clave en la obra de este autor nacido en Barcelona en 1933, que otorga "consistencia" a sus personajes, "brío" a sus historias y "rigor" a su palabra. "Consistencia, brío y rigor de quien, enamorado del arte de narrar, trabaja el idioma durante el tiempo necesario" para "lograr la perfección del miniaturista o del orfebre", ha señalado el Rey, antes de añadir que esa "autenticidad admirable", reflejada también en la "actitud crítica" de Marsé, le permite regalar al lector "una realidad inventada tan verosímil como la misma realidad".
LA DEUDA
Pedro Gandolfo
El Mercurio Domingo 19 de Abril de 2009
Narrar y opinar
La historia de esta novela proviene de la crónica: la estafa que un contador llevó a cabo hace algunos años en la que resultaron víctimas artistas más o menos conocidos y gente de los medios de comunicación y, entrelazada con ella, un caso de “corrupción”, de un supuesto desvío de platas públicas para campañas electorales de candidatos de la Concertación. El engarce de ambos relatos corre por cuenta del autor: uno de los estafados en la primera historia pasa a ser acusado en la segunda. El autor de la novela, Rafael Gumucio, valiéndose de lo relativamente familiar que son los hechos, se ahorra los preámbulos y entra al medio de la intriga en el momento en que el contador, Juan Carlos Riquelme, le confiesa a una de sus víctimas, el cineasta Fernando Girón, su delito y enseguida desaparece por tres años. Luego, en la parte final de la novela, después del regreso de Riquelme, los papeles se invierten o superponen y al anterior estafado se lo acusa, a su turno, de corrupción. La deuda tiene, así, una estructura de contrapunto (hay una alusión a la novela de Aldous Huxley), de demanda y contra demanda, incluso, de duelo caballeresco, como lo expone el narrador al terminar el relato.
Gumucio busca, en la medida que la intriga es conocida, apoyarse en ella y darse tiempo para construir los personajes, situarlos social y políticamente, analizar su evolución, conflictos y exponer sus motivaciones. Aunque la novela se despliega en una clave naturalista, la elección de estos relatos obedece a que el autor le confiere valor simbólico respecto a la historia más reciente de Chile.
En La deuda el lector encontrará demasiadas explicaciones: por momentos el columnista Gumucio tiende a opacar al novelista Gumucio. La dosis de ensayo o reflexión en una novela es discutible (los ejemplos son múltiples en la literatura contemporánea) y queda dentro del margen de la libertad creativa; sin embargo, al optar por un narrador prácticamente omnipotente, el autor de la novela no sólo conduce el relato e indaga la interioridad de sus personajes que conoce tan bien o mejor que ellos: todavía más, y esto es lo que induce a confusión, a veces sustituye esa interioridad con discursos propios o decae en opiniones un tanto simplistas y expuestas con un énfasis sentencioso ( “Sobre el sexo y la violencia se pueden decir todo tipo de mentiras sin ser nunca desmentido por alguien”, por ejemplo), lo cual las distancia de una reflexión original u observación iluminadora. Un narrador con tanto fuero rinde a veces (cuando sirve para algunos saltos o giros dramáticos que sorprenden y ponen al lector a raya o permite extender el radio temporal y espacial de la novela), pero otras puede pesar como un exceso de fraseología que resta agilidad y profundidad al relato.
El nivel más alto de La deuda se alcanza, al contrario, cuando más que tratar de persuadir o dar su interpretación de los hechos, Gumucio interpela la imaginación visible del lector o recrea la forma de expresarse de sus personajes. Los capítulos, en esos casos, operan como breves secuencias de una película y su tramado mutuo es un buen montaje, sin “voz en off”. En ellos, a través de detalles descritos de modo escueto y los giros precisos de las voces, cuando se deja espacio para que los personajes y paisajes hablen a partir de su propia singularidad, aparece ante los ojos y oídos del lector la realidad social y política en acción, sin necesidad de discursos. Así, ciertos modos de ser, de decir y de pensar, ciertos lugares de Santiago resultan reflejados con perspicacia y con un apego modesto que los ennoblece.
Los personajes principales (sobre todo Fernando Girón), si bien progresan, se desencuentran, tantean y procuran volver a encontrarse, están al borde de convertirse más bien en pregones e instrumentos del narrador omnipresente que en seres verosímiles. Al revés, en su periferia (que nunca es tanto) personajes como Fernanda, María de Los Ángeles Lehuedé o Pedro Labbé, y otros, son reconocibles y protagonizan escenas memorables, pequeños relatos dentro de la novela, en los que una dosis de comicidad, de pantomima o de tono melodramático, los aleja del estereotipo fácil de clasificar.
Gumucio plantea una interpretación de Chile en los últimos años, intenta narrar las huellas y cicatrices equívocas que nuestro devenir más reciente ha dejado en los individuos. La contrapartida al riesgo literario que implica un proyecto de esa magnitud —que puede caer en lo discursivo o superficial— es una solución que apunta hacia los difusos límites de la culpa, al rechazo de cualquiera autoimputación de pureza moral y que formula preguntas incomodas acerca de quién es la víctima y quién es el victimario, qué tanto se es culpable o inocente o quién debe pedir perdón y quién darlo.
2 Comentarios publicados
La historia de esta novela proviene de la crónica: la estafa que un contador llevó a cabo hace algunos años en la que resultaron víctimas artistas más o menos conocidos y gente de los medios de comunicación y, entrelazada con ella, un caso de “corrupción”, de un supuesto desvío de platas públicas para campañas electorales de candidatos de la Concertación. El engarce de ambos relatos corre por cuenta del autor: uno de los estafados en la primera historia pasa a ser acusado en la segunda. El autor de la novela, Rafael Gumucio, valiéndose de lo relativamente familiar que son los hechos, se ahorra los preámbulos y entra al medio de la intriga en el momento en que el contador, Juan Carlos Riquelme, le confiesa a una de sus víctimas, el cineasta Fernando Girón, su delito y enseguida desaparece por tres años. Luego, en la parte final de la novela, después del regreso de Riquelme, los papeles se invierten o superponen y al anterior estafado se lo acusa, a su turno, de corrupción. La deuda tiene, así, una estructura de contrapunto (hay una alusión a la novela de Aldous Huxley), de demanda y contra demanda, incluso, de duelo caballeresco, como lo expone el narrador al terminar el relato.
Gumucio busca, en la medida que la intriga es conocida, apoyarse en ella y darse tiempo para construir los personajes, situarlos social y políticamente, analizar su evolución, conflictos y exponer sus motivaciones. Aunque la novela se despliega en una clave naturalista, la elección de estos relatos obedece a que el autor le confiere valor simbólico respecto a la historia más reciente de Chile.
En La deuda el lector encontrará demasiadas explicaciones: por momentos el columnista Gumucio tiende a opacar al novelista Gumucio. La dosis de ensayo o reflexión en una novela es discutible (los ejemplos son múltiples en la literatura contemporánea) y queda dentro del margen de la libertad creativa; sin embargo, al optar por un narrador prácticamente omnipotente, el autor de la novela no sólo conduce el relato e indaga la interioridad de sus personajes que conoce tan bien o mejor que ellos: todavía más, y esto es lo que induce a confusión, a veces sustituye esa interioridad con discursos propios o decae en opiniones un tanto simplistas y expuestas con un énfasis sentencioso ( “Sobre el sexo y la violencia se pueden decir todo tipo de mentiras sin ser nunca desmentido por alguien”, por ejemplo), lo cual las distancia de una reflexión original u observación iluminadora. Un narrador con tanto fuero rinde a veces (cuando sirve para algunos saltos o giros dramáticos que sorprenden y ponen al lector a raya o permite extender el radio temporal y espacial de la novela), pero otras puede pesar como un exceso de fraseología que resta agilidad y profundidad al relato.
El nivel más alto de La deuda se alcanza, al contrario, cuando más que tratar de persuadir o dar su interpretación de los hechos, Gumucio interpela la imaginación visible del lector o recrea la forma de expresarse de sus personajes. Los capítulos, en esos casos, operan como breves secuencias de una película y su tramado mutuo es un buen montaje, sin “voz en off”. En ellos, a través de detalles descritos de modo escueto y los giros precisos de las voces, cuando se deja espacio para que los personajes y paisajes hablen a partir de su propia singularidad, aparece ante los ojos y oídos del lector la realidad social y política en acción, sin necesidad de discursos. Así, ciertos modos de ser, de decir y de pensar, ciertos lugares de Santiago resultan reflejados con perspicacia y con un apego modesto que los ennoblece.
Los personajes principales (sobre todo Fernando Girón), si bien progresan, se desencuentran, tantean y procuran volver a encontrarse, están al borde de convertirse más bien en pregones e instrumentos del narrador omnipresente que en seres verosímiles. Al revés, en su periferia (que nunca es tanto) personajes como Fernanda, María de Los Ángeles Lehuedé o Pedro Labbé, y otros, son reconocibles y protagonizan escenas memorables, pequeños relatos dentro de la novela, en los que una dosis de comicidad, de pantomima o de tono melodramático, los aleja del estereotipo fácil de clasificar.
Gumucio plantea una interpretación de Chile en los últimos años, intenta narrar las huellas y cicatrices equívocas que nuestro devenir más reciente ha dejado en los individuos. La contrapartida al riesgo literario que implica un proyecto de esa magnitud —que puede caer en lo discursivo o superficial— es una solución que apunta hacia los difusos límites de la culpa, al rechazo de cualquiera autoimputación de pureza moral y que formula preguntas incomodas acerca de quién es la víctima y quién es el victimario, qué tanto se es culpable o inocente o quién debe pedir perdón y quién darlo.
2 Comentarios publicados
Posteado por:Paloma Henríquez Baño 19/04/2009 15:57[ N° 1 ]
No he leído el libro de Gumucio, pero fue un placer leer esta columna, porque me parece que la crítica de Pedro Gandolfo acierta en describir notablemente bien un vicio frecuente de la literatura narrativa que en los últimos tiempos me ha tocado en suerte: ese narrador opinante que, no conforme con tener en sus manos el sentido estético de la narración, agrega aquí y allá, a título personal y perdiendo con ello precisamente el sentido estético del relato, pretendidos sentidos éticos (la opinión desnuda) habitualmente poco felices. Seguramente hay cosas peores, claro; no sé por qué de un tiempo a esta parte me molesta tanto ésta.
No he leído el libro de Gumucio, pero fue un placer leer esta columna, porque me parece que la crítica de Pedro Gandolfo acierta en describir notablemente bien un vicio frecuente de la literatura narrativa que en los últimos tiempos me ha tocado en suerte: ese narrador opinante que, no conforme con tener en sus manos el sentido estético de la narración, agrega aquí y allá, a título personal y perdiendo con ello precisamente el sentido estético del relato, pretendidos sentidos éticos (la opinión desnuda) habitualmente poco felices. Seguramente hay cosas peores, claro; no sé por qué de un tiempo a esta parte me molesta tanto ésta.
Posteado por:Arturo Montes Larrain19/04/2009 16:32[ N° 2 ]
Con tal marketing, gracias Pedro, jamás compraré el librito, es obvio. Pero me sorprende en tu escritura, 2º párrafo, 4ª línea, ese indicativo que debió ser subjuntivo proveniente del infinitivo en el verbo "desplegar". Mi amistad.
Con tal marketing, gracias Pedro, jamás compraré el librito, es obvio. Pero me sorprende en tu escritura, 2º párrafo, 4ª línea, ese indicativo que debió ser subjuntivo proveniente del infinitivo en el verbo "desplegar". Mi amistad.
HISTORIA BRILLANTE Y MANIQUEA:LAS VENAS ABIERTAS DE AMERICA LATINA
Roberto Ampuero
El Mercurio Jueves 23 de Abril de 2009
El retrovisor como futuro
Discrepo de quienes opinan que la reciente Cumbre de las Américas inició una nueva era en las relaciones entre América Latina y Estados Unidos. Ese optimismo implica que existe una región unida en torno a temas cruciales. Sabemos, sin embargo, que está dividida entre gobiernos populistas, inspirados en el "socialismo del siglo XXI" de Hugo Chávez, por un lado, y gobiernos pragmáticos, como el de Brasil, Costa Rica o Perú, por otro, y fragmentada por fricciones fronterizas, como ocurre entre Colombia y Venezuela, o Perú y Chile. La aseveración optimista supone además que las tensiones se subsanan mediante actos protocolares, cuando en rigor obedecen a causas profundas, que no se resuelven con un apretón de manos ante las cámaras. Al carecer de una plataforma común, en Puerto España la región esgrimió como único denominador la exigencia del regreso de Cuba a la OEA y el fin del embargo a la isla. Arduo será hacer armonizar la cláusula democrática de la OEA con el sistema monopartidista cubano. Y como Fidel Castro rechaza negociar el levantamiento del embargo a cambio de libertad para los disidentes, resurgirán tensiones que pronto arrastrarán consigo a los mandatarios populistas.
Para éstos, la crítica frontal a Estados Unidos es un leitmotiv ideológico que les permite justificar el hostigamiento a opositores, denostados como "mercenarios de potencia extranjera"; proyectar un enemigo externo y eludir la responsabilidad ante los fracasos propios. Es sintomático que el gesto simbólico de la Cumbre corriese por cuenta de Chávez, que le regaló a Barack Obama "Las venas abiertas de América Latina", historia brillante y maniquea, publicada en 1971, en la que los culpables de todos nuestros males son España, Inglaterra, Estados Unidos y las clases dominantes, que se aliaron para congelarnos en el subdesarrollo. El libro revela asimismo que la Weltanschauung de Chávez se nutre de un texto redactado cuando no existía internet ni globalización ni mundo multipolar, la inversión extranjera era considerada enemiga, la vía armada y el modelo de la Cepal estaban de moda, la Guerra Fría dividía al mundo, y Fidel parecía eternamente joven y los estados comunistas, dueños del futuro.
Como no es un asunto de formas, poco cambiará tras la Cumbre. Fidel y Chávez recurrirán a la historia de intervenciones para seguir proyectando a Estados Unidos como el enemigo, presentar así a sus opositores como traidores y justificar su persecución. La sorprendente afabilidad de los líderes populistas hacia Obama se debió a que éste es un fenómeno mundial, ofrece un nuevo comienzo y es más rupturista, popular y joven que ellos. No debe confundirse con ingenuidad el estilo de Obama. Sabemos que sabe ser encantador, pero también hábil, decidido y creativo cuando no logra lo que persigue. Con los problemas que tiene, América Latina no es tampoco su principal preocupación.
Al final, la puerta a la nueva era se abrirá sólo para los países con posturas realistas. No habrá cosechas en bloque, pues éste no existe. Sí las habrá para quienes busquen el diálogo privilegiado. Brasil y México, Colombia, Costa Rica y Perú lo buscan, y de forma discreta. Chile debe entender que la puerta que ofrece Obama es demasiado estrecha para que pasen todos y extraer provecho de su singularidad como país. La región carece de autocrítica para admitir lo que ha despilfarrado en casi 200 años de independencia. Prefiere eludir responsabilidades y culpar a los demás de sus errores. Hace seis décadas exhibíamos mejores índices que Asia y parte de Europa. Hoy sólo aventajamos a África. Pero en retórica florida, utopías arcaicas y cumbres estériles somos los campeones mundiales.
Discrepo de quienes opinan que la reciente Cumbre de las Américas inició una nueva era en las relaciones entre América Latina y Estados Unidos. Ese optimismo implica que existe una región unida en torno a temas cruciales. Sabemos, sin embargo, que está dividida entre gobiernos populistas, inspirados en el "socialismo del siglo XXI" de Hugo Chávez, por un lado, y gobiernos pragmáticos, como el de Brasil, Costa Rica o Perú, por otro, y fragmentada por fricciones fronterizas, como ocurre entre Colombia y Venezuela, o Perú y Chile. La aseveración optimista supone además que las tensiones se subsanan mediante actos protocolares, cuando en rigor obedecen a causas profundas, que no se resuelven con un apretón de manos ante las cámaras. Al carecer de una plataforma común, en Puerto España la región esgrimió como único denominador la exigencia del regreso de Cuba a la OEA y el fin del embargo a la isla. Arduo será hacer armonizar la cláusula democrática de la OEA con el sistema monopartidista cubano. Y como Fidel Castro rechaza negociar el levantamiento del embargo a cambio de libertad para los disidentes, resurgirán tensiones que pronto arrastrarán consigo a los mandatarios populistas.
Para éstos, la crítica frontal a Estados Unidos es un leitmotiv ideológico que les permite justificar el hostigamiento a opositores, denostados como "mercenarios de potencia extranjera"; proyectar un enemigo externo y eludir la responsabilidad ante los fracasos propios. Es sintomático que el gesto simbólico de la Cumbre corriese por cuenta de Chávez, que le regaló a Barack Obama "Las venas abiertas de América Latina", historia brillante y maniquea, publicada en 1971, en la que los culpables de todos nuestros males son España, Inglaterra, Estados Unidos y las clases dominantes, que se aliaron para congelarnos en el subdesarrollo. El libro revela asimismo que la Weltanschauung de Chávez se nutre de un texto redactado cuando no existía internet ni globalización ni mundo multipolar, la inversión extranjera era considerada enemiga, la vía armada y el modelo de la Cepal estaban de moda, la Guerra Fría dividía al mundo, y Fidel parecía eternamente joven y los estados comunistas, dueños del futuro.
Como no es un asunto de formas, poco cambiará tras la Cumbre. Fidel y Chávez recurrirán a la historia de intervenciones para seguir proyectando a Estados Unidos como el enemigo, presentar así a sus opositores como traidores y justificar su persecución. La sorprendente afabilidad de los líderes populistas hacia Obama se debió a que éste es un fenómeno mundial, ofrece un nuevo comienzo y es más rupturista, popular y joven que ellos. No debe confundirse con ingenuidad el estilo de Obama. Sabemos que sabe ser encantador, pero también hábil, decidido y creativo cuando no logra lo que persigue. Con los problemas que tiene, América Latina no es tampoco su principal preocupación.
Al final, la puerta a la nueva era se abrirá sólo para los países con posturas realistas. No habrá cosechas en bloque, pues éste no existe. Sí las habrá para quienes busquen el diálogo privilegiado. Brasil y México, Colombia, Costa Rica y Perú lo buscan, y de forma discreta. Chile debe entender que la puerta que ofrece Obama es demasiado estrecha para que pasen todos y extraer provecho de su singularidad como país. La región carece de autocrítica para admitir lo que ha despilfarrado en casi 200 años de independencia. Prefiere eludir responsabilidades y culpar a los demás de sus errores. Hace seis décadas exhibíamos mejores índices que Asia y parte de Europa. Hoy sólo aventajamos a África. Pero en retórica florida, utopías arcaicas y cumbres estériles somos los campeones mundiales.
REPORTAJE: LIBROS
Las historias de Darwin
JOSÉ MANUEL SÁNCHEZ RON
Las historias de Darwin
JOSÉ MANUEL SÁNCHEZ RON
elpais.es 18/04/2009
Los textos del gran naturalista inglés son magníficas narraciones que atrapan al lector. La celebración de su segundo centenario ha provocado una avalancha de publicaciones.
Doscientos años después del nacimiento de Charles Darwin (1809-1882) y 150 de la publicación de su gran libro, El origen de las especies, aún existen quienes niegan, o desconocen, su teoría, empeñándose en sostener que las especies que pueblan nuestro planeta son -somos- frutos de actos de creación divina específicos. Es difícil, por supuesto, convencer a todos, tan diversas son las convicciones, intereses e ignorancias humanas, pero de lo que no hay duda es de que en este Año Darwin disponemos de un número elevado de fuentes bibliográficas para formarse una opinión de lo que hizo y pensó, al igual de cómo vivió, el gran naturalista inglés. Es como si de repente se hubiese producido un tsunami, una gran ola que inunda el mercado editorial hispano: el tsunami Darwin.
El encuentro entre John Herschel y Charles Darwin
La noticia en otros webs
webs en español
en otros idiomas
'El origen de las especies', uno de los mojones literarios de la historia de la humanidad, ilumina nuestro entendimiento
Al contrario de lo que sucede en otras ocasiones, esta avalancha bibliográfica no se limita a lo que se ha escrito sobre el personaje en cuestión, sino que incluye también nuevas traducciones y reediciones de algunas de sus obras. Y es bueno que sea así, ya que en general los textos de Darwin constituyen magníficas narraciones que consiguen mantener la atención del lector. Esto es particularmente evidente en dos de sus títulos: el Diario del viaje de un naturalista alrededor del mundo y su Autobiografía. Publicado por primera vez en 1839, el Diario relata el viaje que el joven Darwin realizó alrededor del mundo entre diciembre de 1831 y octubre de 1836, en un barco de la Marina británica, el Beagle. Muy del gusto de la sociedad victoriana de entonces, una época en la que se viajaba más con la mente (esto es, leyendo) que en persona, este libro tuvo bastante éxito, dando a Darwin una cierta notoriedad pública. De hecho, ha mantenido su atractivo a través del tiempo y del espacio (ha sido traducido a numerosas lenguas, el castellano entre ellas), siendo la edición que ahora ve la luz en Espasa una nueva reedición, aunque, eso sí, en una presentación bastante más atractiva que las anteriores.
Tampoco es la primera vez que ve la luz en español su conmovedora y sincera Autobiografía -uno de mis dos textos preferidos de Darwin-, aunque no existan tantas ediciones de ella como del Diario. Sucede, sin embargo, que la mayoría de esas versiones seguían la primera edición inglesa (publicada cinco años después de su muerte), de la que su familia suprimió un buen número de pasajes, preocupada por lo que pudiesen pensar sus lectores. La edición que ahora publica la editorial Laetoli dentro de la Biblioteca Darwin, dirigida por Martí Domínguez, es una de las completas. Para facilitar la identificación de los pasajes suprimidos inicialmente, éstos aparecen en negritas. Algunos eran comentarios críticos con otras personas (por ejemplo, con Robert Owen, que se convirtió en uno de los más enconados opositores a la teoría de la evolución de las especies, y al que Darwin calificaba como dotado de "una capacidad de odio" que "no tenía rival"), pero la mayoría tocaban sus opiniones religiosas. Y aunque no podamos aceptar el expurgo al que fueron sometidos sus sinceros recuerdos, sí que podemos comprender cuánto debieron doler a su devota esposa, Emma, frases como: "Me resulta difícil comprender que alguien deba desear que el cristianismo sea verdadero, pues, de ser así, el lenguaje liso y llano de la Biblia parece mostrar que las personas que no creen -y entre ellas se incluiría a mi padre, mi hermano y casi todos mis mejores amigos- recibirían un castigo eterno. Y ésa es una doctrina detestable".
La Autobiografía nos familiariza con la vida de Darwin, conmoviéndonos con las luchas interiores, de fuerte calado psicológico, a las que se enfrentó, pero El origen de las especies (1859), su obra cumbre y uno de los mojones literarios de la historia de la humanidad, ilumina nuestro entendimiento. No es sólo que en ella Darwin presentase su teoría de la evolución de las especies mediante selección natural, sino que lo hizo desplegando un amplísimo conjunto de evidencias y argumentos, mostrando así el exigente y completo naturalista que era. Traducida por primera vez al castellano en 1877 (por Enrique Godínez), la versión que Espasa (en cuyo catálogo ha estado habitualmente) y Alianza presentan ahora es una reedición de la que la editorial Calpe publicó en 1921, traducida (de la sexta edición, de 1872) por el genético Antonio de Zulueta (1885-1971). También es una reedición la versión abreviada traducida por Joandomènec Ros, que vio la luz en 1983 en Ediciones del Serbal y que ahora ha sido resucitada como contribución del Parque de las Ciencias de Granada al Año Darwin. Los lectores tienen, por consiguiente, la posibilidad de elegir. ¿En base a qué razones?, se preguntarán algunos. En cuanto a las de Espasa y Alianza -ambas espléndidamente presentadas-, la respuesta a tal cuestión es difícil, si no imposible: difieren en las introducciones y en que la de Espasa añade algunas notas aclaratorias al texto darwiniano, pero no son éstas diferencias sustanciales. Por su parte, la edición recuperada ahora por el Parque de las Ciencias granadino suple su carácter abreviado -siempre una limitación en textos fundamentales- con la espléndida introducción de Richard Leakey y un magnífico conjunto de ilustraciones que van acompañadas de buenos textos explicatorios.
Darwin y El origen de las especies ocupan el trono supremo en la jerarquía de la visión evolutiva del mundo vivo, pero incluso aunque el presente sea su año, sería injusto no dedicar al menos un momento para recordar a otro naturalista británico que intervino de manera decisiva en que Darwin se decidiese a dar a conocer públicamente sus ideas sobre la evolución de las especies. Me estoy refiriendo a Alfred Russel Wallace (1823-1913), quien desde una isla del archipiélago malayo envió en febrero de 1858 a Darwin un manuscrito que contenía la esencia de las ideas en las que éste llevaba por entonces trabajando aproximadamente veinte años. Como cualquiera puede imaginar, se creó entonces una situación delicada, que se resolvió con gran elegancia publicando en la revista de la Sociedad Linneana el manuscrito de Wallace, otro de Darwin y una carta de éste al botánico norteamericano Asa Gray fechada el 5 de septiembre de 1857, en la que le había informado de sus opiniones. Estos materiales, junto a un extenso ensayo que Darwin había preparado para su propio uso en 1844 y un informativo estudio introductorio de Fernando Pardos, se reproducen en La teoría de la evolución de las especies, publicado por Crítica en 2006 y ahora reeditado.
Más allá de El origen de las especies. A pesar de que muchos parezcan ignorarlo, la obra de Darwin no se limita a El origen de las especies. De hecho, en mi opinión su grandeza científica reside en el ciclópeo esfuerzo que realizó por sustanciar su teoría con evidencias tomadas de prácticamente todos los rincones de la naturaleza, lo que le llevó a trabajar en dominios como la botánica, la zoología, la taxonomía, la anatomía comparada, la geología, la paleontología, la cría doméstica de especies, la biogeografía o la antropología, esfuerzos que se plasmaron en un buen número de libros (y de artículos, naturalmente). Hace tiempo que disponemos en castellano de El origen del hombre (Edaf), el texto de 1871 en el que se atrevió a hacer lo que no quiso en El origen de las especies: aplicar a nuestra propia especie las lecciones de su texto de 1859, y de La expresión de las emociones en los animales y en el hombre (Alianza), que debería haber sido parte de El origen del hombre (no lo fue para no alargar excesivamente el volumen; apareció en 1872). Mucho más recientemente se han traducido La estructura y distribución de los arrecifes de coral (Los Libros de la Catarata / CSIC, 2006) y La fecundación de las orquídeas (Laetoli, 2007), publicados originalmente en 1842 y 1862, respectivamente; libros ya reseñados en Babelia.
A estas obras se suman ahora nuevas traducciones. Comenzando por un libro extenso (dos tomos que totalizan más de novecientas páginas): La variación de los animales y plantas bajo domesticación (1868), un texto importante no sólo por los análisis de muy diversas especies domesticadas que Darwin efectuó allí, sino también porque en él se enfrentó con uno de sus grandes problemas, el de que aunque descubrió el hecho de la existencia de la selección natural y contribuyó notablemente a dilucidar la historia de la evolución animal y vegetal, no sabía explicar por qué surgen variaciones hereditarias entre organismos y cómo se transmiten éstas de generación en generación. Fue en esta obra -en donde, por cierto, empleó por primera vez el término acuñado en 1864 por Herbert Spencer, "supervivencia de los más aptos"- donde presentó su teoría hereditaria, la de la pangénesis, según la cual cada célula del organismo generaba unas "gémulas" diminutas que a través del proceso reproductivo transmitían a la descendencia los rasgos heredables. Fue el suyo un noble y ambicioso esfuerzo, a la postre, sin embargo, equivocado.
Y junto a La variación de los animales y plantas bajo domesticación, otro de sus libros sobre botánica, disciplina que se ajustaba bastante bien a las posibilidades de Darwin en su propiedad de Downe, donde pasó los últimos cuarenta años de su vida y donde podía realizar él mismo experimentos, bien al aire libre o en los invernaderos que construyó. Se trata de Plantas carnívoras, el título de la traducción publicada por Laetoli, o Plantas insectívoras, el encabezamiento elegido en la Biblioteca Darwiniana encabezada por Los Libros de La Catarata. Porque 133 años después de no haber merecido el honor de ser traducido al español, ahora aparecen, simultáneamente, dos traducciones diferentes. Se trata de uno de los libros más especializados escritos por Darwin (de hecho, no se volvió a reimprimir mientras vivió), pero merece la pena que esté en nuestro idioma. Es impresionante ver cómo un anciano y muy debilitado Darwin (el libro se publicó en 1875, siete años antes de su muerte) se mostraba en esta obra como un consumado e imaginativo experimentador que estudiaba el efecto de todo tipo de sustancias en las hojas de plantas carnívoras, o que analizaba sus movimientos y procesos de digestión cuando colocaba pedacitos de carne sobre ellas.
Los textos del gran naturalista inglés son magníficas narraciones que atrapan al lector. La celebración de su segundo centenario ha provocado una avalancha de publicaciones.
Doscientos años después del nacimiento de Charles Darwin (1809-1882) y 150 de la publicación de su gran libro, El origen de las especies, aún existen quienes niegan, o desconocen, su teoría, empeñándose en sostener que las especies que pueblan nuestro planeta son -somos- frutos de actos de creación divina específicos. Es difícil, por supuesto, convencer a todos, tan diversas son las convicciones, intereses e ignorancias humanas, pero de lo que no hay duda es de que en este Año Darwin disponemos de un número elevado de fuentes bibliográficas para formarse una opinión de lo que hizo y pensó, al igual de cómo vivió, el gran naturalista inglés. Es como si de repente se hubiese producido un tsunami, una gran ola que inunda el mercado editorial hispano: el tsunami Darwin.
El encuentro entre John Herschel y Charles Darwin
La noticia en otros webs
webs en español
en otros idiomas
'El origen de las especies', uno de los mojones literarios de la historia de la humanidad, ilumina nuestro entendimiento
Al contrario de lo que sucede en otras ocasiones, esta avalancha bibliográfica no se limita a lo que se ha escrito sobre el personaje en cuestión, sino que incluye también nuevas traducciones y reediciones de algunas de sus obras. Y es bueno que sea así, ya que en general los textos de Darwin constituyen magníficas narraciones que consiguen mantener la atención del lector. Esto es particularmente evidente en dos de sus títulos: el Diario del viaje de un naturalista alrededor del mundo y su Autobiografía. Publicado por primera vez en 1839, el Diario relata el viaje que el joven Darwin realizó alrededor del mundo entre diciembre de 1831 y octubre de 1836, en un barco de la Marina británica, el Beagle. Muy del gusto de la sociedad victoriana de entonces, una época en la que se viajaba más con la mente (esto es, leyendo) que en persona, este libro tuvo bastante éxito, dando a Darwin una cierta notoriedad pública. De hecho, ha mantenido su atractivo a través del tiempo y del espacio (ha sido traducido a numerosas lenguas, el castellano entre ellas), siendo la edición que ahora ve la luz en Espasa una nueva reedición, aunque, eso sí, en una presentación bastante más atractiva que las anteriores.
Tampoco es la primera vez que ve la luz en español su conmovedora y sincera Autobiografía -uno de mis dos textos preferidos de Darwin-, aunque no existan tantas ediciones de ella como del Diario. Sucede, sin embargo, que la mayoría de esas versiones seguían la primera edición inglesa (publicada cinco años después de su muerte), de la que su familia suprimió un buen número de pasajes, preocupada por lo que pudiesen pensar sus lectores. La edición que ahora publica la editorial Laetoli dentro de la Biblioteca Darwin, dirigida por Martí Domínguez, es una de las completas. Para facilitar la identificación de los pasajes suprimidos inicialmente, éstos aparecen en negritas. Algunos eran comentarios críticos con otras personas (por ejemplo, con Robert Owen, que se convirtió en uno de los más enconados opositores a la teoría de la evolución de las especies, y al que Darwin calificaba como dotado de "una capacidad de odio" que "no tenía rival"), pero la mayoría tocaban sus opiniones religiosas. Y aunque no podamos aceptar el expurgo al que fueron sometidos sus sinceros recuerdos, sí que podemos comprender cuánto debieron doler a su devota esposa, Emma, frases como: "Me resulta difícil comprender que alguien deba desear que el cristianismo sea verdadero, pues, de ser así, el lenguaje liso y llano de la Biblia parece mostrar que las personas que no creen -y entre ellas se incluiría a mi padre, mi hermano y casi todos mis mejores amigos- recibirían un castigo eterno. Y ésa es una doctrina detestable".
La Autobiografía nos familiariza con la vida de Darwin, conmoviéndonos con las luchas interiores, de fuerte calado psicológico, a las que se enfrentó, pero El origen de las especies (1859), su obra cumbre y uno de los mojones literarios de la historia de la humanidad, ilumina nuestro entendimiento. No es sólo que en ella Darwin presentase su teoría de la evolución de las especies mediante selección natural, sino que lo hizo desplegando un amplísimo conjunto de evidencias y argumentos, mostrando así el exigente y completo naturalista que era. Traducida por primera vez al castellano en 1877 (por Enrique Godínez), la versión que Espasa (en cuyo catálogo ha estado habitualmente) y Alianza presentan ahora es una reedición de la que la editorial Calpe publicó en 1921, traducida (de la sexta edición, de 1872) por el genético Antonio de Zulueta (1885-1971). También es una reedición la versión abreviada traducida por Joandomènec Ros, que vio la luz en 1983 en Ediciones del Serbal y que ahora ha sido resucitada como contribución del Parque de las Ciencias de Granada al Año Darwin. Los lectores tienen, por consiguiente, la posibilidad de elegir. ¿En base a qué razones?, se preguntarán algunos. En cuanto a las de Espasa y Alianza -ambas espléndidamente presentadas-, la respuesta a tal cuestión es difícil, si no imposible: difieren en las introducciones y en que la de Espasa añade algunas notas aclaratorias al texto darwiniano, pero no son éstas diferencias sustanciales. Por su parte, la edición recuperada ahora por el Parque de las Ciencias granadino suple su carácter abreviado -siempre una limitación en textos fundamentales- con la espléndida introducción de Richard Leakey y un magnífico conjunto de ilustraciones que van acompañadas de buenos textos explicatorios.
Darwin y El origen de las especies ocupan el trono supremo en la jerarquía de la visión evolutiva del mundo vivo, pero incluso aunque el presente sea su año, sería injusto no dedicar al menos un momento para recordar a otro naturalista británico que intervino de manera decisiva en que Darwin se decidiese a dar a conocer públicamente sus ideas sobre la evolución de las especies. Me estoy refiriendo a Alfred Russel Wallace (1823-1913), quien desde una isla del archipiélago malayo envió en febrero de 1858 a Darwin un manuscrito que contenía la esencia de las ideas en las que éste llevaba por entonces trabajando aproximadamente veinte años. Como cualquiera puede imaginar, se creó entonces una situación delicada, que se resolvió con gran elegancia publicando en la revista de la Sociedad Linneana el manuscrito de Wallace, otro de Darwin y una carta de éste al botánico norteamericano Asa Gray fechada el 5 de septiembre de 1857, en la que le había informado de sus opiniones. Estos materiales, junto a un extenso ensayo que Darwin había preparado para su propio uso en 1844 y un informativo estudio introductorio de Fernando Pardos, se reproducen en La teoría de la evolución de las especies, publicado por Crítica en 2006 y ahora reeditado.
Más allá de El origen de las especies. A pesar de que muchos parezcan ignorarlo, la obra de Darwin no se limita a El origen de las especies. De hecho, en mi opinión su grandeza científica reside en el ciclópeo esfuerzo que realizó por sustanciar su teoría con evidencias tomadas de prácticamente todos los rincones de la naturaleza, lo que le llevó a trabajar en dominios como la botánica, la zoología, la taxonomía, la anatomía comparada, la geología, la paleontología, la cría doméstica de especies, la biogeografía o la antropología, esfuerzos que se plasmaron en un buen número de libros (y de artículos, naturalmente). Hace tiempo que disponemos en castellano de El origen del hombre (Edaf), el texto de 1871 en el que se atrevió a hacer lo que no quiso en El origen de las especies: aplicar a nuestra propia especie las lecciones de su texto de 1859, y de La expresión de las emociones en los animales y en el hombre (Alianza), que debería haber sido parte de El origen del hombre (no lo fue para no alargar excesivamente el volumen; apareció en 1872). Mucho más recientemente se han traducido La estructura y distribución de los arrecifes de coral (Los Libros de la Catarata / CSIC, 2006) y La fecundación de las orquídeas (Laetoli, 2007), publicados originalmente en 1842 y 1862, respectivamente; libros ya reseñados en Babelia.
A estas obras se suman ahora nuevas traducciones. Comenzando por un libro extenso (dos tomos que totalizan más de novecientas páginas): La variación de los animales y plantas bajo domesticación (1868), un texto importante no sólo por los análisis de muy diversas especies domesticadas que Darwin efectuó allí, sino también porque en él se enfrentó con uno de sus grandes problemas, el de que aunque descubrió el hecho de la existencia de la selección natural y contribuyó notablemente a dilucidar la historia de la evolución animal y vegetal, no sabía explicar por qué surgen variaciones hereditarias entre organismos y cómo se transmiten éstas de generación en generación. Fue en esta obra -en donde, por cierto, empleó por primera vez el término acuñado en 1864 por Herbert Spencer, "supervivencia de los más aptos"- donde presentó su teoría hereditaria, la de la pangénesis, según la cual cada célula del organismo generaba unas "gémulas" diminutas que a través del proceso reproductivo transmitían a la descendencia los rasgos heredables. Fue el suyo un noble y ambicioso esfuerzo, a la postre, sin embargo, equivocado.
Y junto a La variación de los animales y plantas bajo domesticación, otro de sus libros sobre botánica, disciplina que se ajustaba bastante bien a las posibilidades de Darwin en su propiedad de Downe, donde pasó los últimos cuarenta años de su vida y donde podía realizar él mismo experimentos, bien al aire libre o en los invernaderos que construyó. Se trata de Plantas carnívoras, el título de la traducción publicada por Laetoli, o Plantas insectívoras, el encabezamiento elegido en la Biblioteca Darwiniana encabezada por Los Libros de La Catarata. Porque 133 años después de no haber merecido el honor de ser traducido al español, ahora aparecen, simultáneamente, dos traducciones diferentes. Se trata de uno de los libros más especializados escritos por Darwin (de hecho, no se volvió a reimprimir mientras vivió), pero merece la pena que esté en nuestro idioma. Es impresionante ver cómo un anciano y muy debilitado Darwin (el libro se publicó en 1875, siete años antes de su muerte) se mostraba en esta obra como un consumado e imaginativo experimentador que estudiaba el efecto de todo tipo de sustancias en las hojas de plantas carnívoras, o que analizaba sus movimientos y procesos de digestión cuando colocaba pedacitos de carne sobre ellas.
TOBIAS WOLFF
ENTREVISTA: EN PORTADA
El coraje de Wolff
ANDREA AGUILAR
El coraje de Wolff
ANDREA AGUILAR
elpais.es 18/04/2009
Referencia de las letras estadounidenses contemporáneas, Tobias Wolff reivindica la verdad y ve la literatura como un ejercicio de honestidad. En Aquí empieza nuestra historia ha retocado una serie de cuentos escritos a lo largo de su carrera y presenta once nuevos.
Le interesa la mentira. Los personajes que pueblan las historias de Tobias Wolff (Alabama, 1945) a menudo construyen una realidad alternativa. No se trata de dementes incapaces de distinguir entre realidad y ficción, sino de fabuladores natos; embusteros prestos a manipular una verdad que no les convence. En la mentira encuentran una vía de salida. Así, el adolescente del relato 'El mentiroso', a raíz de la muerte de su padre, inventa que sus familiares padecen terribles enfermedades. El autoestopista que recogen un hermano triunfador y otro echado a perder en 'El hermano rico' habla del delirante descubrimiento de unas minas de oro. En 'Mortales', un gris recaudador de impuestos miente sobre su propia muerte para que le escriban un obituario.
Pionero del realismo sucio
Primer capítulo de 'Aquí empieza nuestra historia', de Tobias Wolff
DOCUMENTO (PDF - 1,44Mb) - 18-04-2009
La noticia en otros webs
webs en español
en otros idiomas
"Ya he dejado dicho que cuando muera, por favor, que no me toquen los papeles. No quiero que la gente sepa"
"Estoy en un constante estado de revisión y edición. Las historias nunca llegan a un punto en el que están cerradas"
En Aquí empieza nuestra historia (Alfaguara) este maestro del género ha reunido 30 de sus mejores cuentos. Colaborador habitual de la revistas The New Yorker y Atlantic, en sus páginas publicó gran parte de estos relatos. Casi dos tercios de las historias del nuevo libro fueron recopiladas en colecciones anteriores, pero Wolff ha añadido 11 nuevos cuentos. Con esta antología el escritor ha añadido el Story Award que recibió el mes pasado a su larga lista de galardones, entre los que figuran el PEN / Malamud y el Premio de la Academia de Letras y las Artes de América.
Dice el escritor estadounidense que una de las claves de su oficio es "la experiencia de primera mano". En más de una ocasión se ha referido a su padre como un mentiroso compulsivo. Al separarse sus padres, su hermano mayor, el también novelista Geoffrey Wolff, se marchó con él. Ambos han escrito sobre la querencia de su progenitor a tergiversar la realidad.
Tobias peregrinó con su madre por varias ciudades de Estados Unidos. En Concrete, Washington, ella volvió a casarse. Wolff falsificó las cartas de recomendación y su historial y consiguió que le aceptasen en un prestigioso internado, el Hill School de Pensilvania. "Era la única manera en que podía entrar. Fue un acto de desesperación. Suspendí matemáticas y me expulsaron. Me lo tenía merecido", asegura. Tras la expulsión se alistó al Ejército y luchó en Vietnam antes de licenciarse en Literatura en la Universidad Oxford. En su autobiografía Vida de este chico desveló su mentira adolescente. En En el ejército del faraón hizo un memorable recuento de la incertidumbre, el terror y el absurdo de su experiencia en la guerra.
Decepción y traición. Miseria moral teñida con un humor seco y feroz. Wolff tantea este escabroso terreno sin caer en sentimentalismos, ni decoros. No hay piedad, ni disimulo. En su trabajo late lo crudo, lo banal y lo real. Sin alardes aparentes habla de la tentación y la caída, de la absurda conciencia. Quizá por todo esto a Wolff se le encasilló como uno de los autores del llamado realismo sucio. Aquello fue a principios de los ochenta cuando Raymond Carver y Richard Ford -sus amigos y compañeros de generación- diseccionaban con su afilada prosa las miserias cotidianas. "Conocí a Carver cuando yo estaba becado en la Universidad de Stanford en un programa de literatura", recuerda. "Tenía unas largas patillas. Nos presentó una colega que ya había triunfado. Él todavía no había publicado su primer libro. Apenas hablamos. Unos años después coincidimos en la Universidad de Siracusa dando clase. Vivimos en la misma casa y nos pasábamos las noches en vela hablando".
Una fría mañana de invierno Wolff posa paciente para las fotos en una esquina desangelada de Central Park. La fina cazadora de cuero y las redondas gafas de sol de aire retro dejan claro que a este residente del Estado de California las gélidas temperaturas le han pillado por sorpresa. En 1997, Wolff regresó a la Universidad de Stanford en Palo Alto donde imparte clases de literatura y un taller de escritura. Una gorra de lana le cubre la cabeza; el espeso bigote blanco, la irónica sonrisa.
En vista del frío, el escritor acelera el paso camino de la casa de un amigo en el Upper East Side donde él y su esposa se están alojando. En la amplia cocina, todos en pijama, comentan el periódico y bromean sobre la actualidad política. El ambiente en esta town house es distendido y familiar. Wolff busca un lugar tranquilo donde hablar. Un ascensor de los años veinte forrado en papel de rayas le lleva hasta la segunda planta y allí, en un amplio salón bajo un ventilador de techo imposible de parar, habla acerca de su colección de cuentos.
En los cuentos escritos hace décadas aparecen veteranos y soldados, en alguno de los más recientes Irak suena de fondo. "Es parte de la misma historia, pero la comparación entre las dos guerras es demasiado fácil. Es la misma retórica en contra de rendirse. La idea de que porque ya han caído tantos tenemos que seguir allí, que fácilmente confunde al público", asegura. ¿Se olvidaron las lecciones aprendidas? "Tuvimos cuidado durante un tiempo pero la victoria es una industria sensacional. Hemos heredado una determinada tremenda falta de honestidad que está instalada en nuestras vidas".
El nuevo libro arranca con una confesión en el prólogo: Wolff ha retocado sus viejos relatos, y lo ha hecho porque como autor considera que ese material sigue vivo. Fue otro Wolff quien los escribió, admite, pero el de ahora se siente con pleno derecho a meter mano, en beneficio del lector. "No he cambiado el argumento. La mayor parte de los cambios han sido de lenguaje, de precisión, de depuración. Si puedes prescindir de algo, ¿por qué no quitarlo? Los cambios cosméticos son importantes. A veces estás dentro y no lo ves. Ése ha sido el problema que he tenido cuando he escrito algunas historias", dice sentado en el sofá.
Sus argumentos resultan convincentes. Wolff sabe cómo persuadir a sus interlocutores con sus razones sensatas. Inspira confianza con su aire tranquilo y cercano. Evita cualquier demostración banal de ego. "Estoy en un constante estado de revisión y edición. Y las historias nunca llegan a un punto en el que están cerradas, nunca llega un momento en que esto para. Porque vamos cambiando", aclara.
En los más de treinta años que abarca este libro, ¿qué ha cambiado en su escritura? "Un lector tendría más que decir que yo sobre eso. Pero cuanto más tiempo llevas escribiendo más preguntas te haces. Ahora sé que si empleo el suficiente tiempo puedo conseguir algo. He ganado seguridad, pero los retos también son mayores. Te conviertes en prisionero de ti mismo y no quieres hacer algo que te disminuya. Te esfuerzas por mantenerte inquieto".
En el prólogo de Aquí empieza nuestra historia, Wolff insiste en su afán por descubrir complicados procesos morales o mecánicos que pasan inadvertidos a primera vista, y comparte con los lectores el filtro previo a la publicación de un cuento. "Piensen que antes de que salga publicado en una revista un editor lo ha leído lápiz en mano y que al menos algunas de sus sugerencias han sobrevivido a las negociaciones, no porque me hayan forzado sino porque yo he creído que mejoraban la historia. Luego otro editor lo ha leído antes de publicarlo en una colección de cuentos y sin duda tenía algo valioso que decir. Y si la historia ha sido elegida para una antología, como todos o casi todas de las que están aquí reunidas lo han sido, yo le habré dado otro repaso, y lo he vuelto a hacer de nuevo antes de que salga la edición en bolsillo", escribe.
El controvertido caso de su amigo Raymond Carver y el mítico editor Gordon Lish -que con su afilado lápiz tachó sin compasión secciones enteras de sus cuentos- es paradigmático de este proceso. "Sí, yo sabía que Lish tiene mano dura", dice Wolff. La publicación póstuma de la versión completa de los relatos de Carver impulsada por su viuda ha reabierto la polémica. "Creo que eso es una cuestión para estudiosos o académicos. Al final Carver eligió las historias que quiso incluir en su última antología. Regresó a los originales en unos casos y en otros decidió quedarse con la versión editada. Lo que ha ocurrido ahora embarra de alguna manera su legado".
Wolff ha tomado precauciones. "Ya he dejado dicho que cuando muera, por favor, que no me toquen los papeles. No quiero que la gente sepa. Entiendo que no es una actitud generosa hacia escritores futuros pero los borradores son asunto mío", añade con una sonrisa. Para evitar tentaciones futuras a sus deudos, dice que ya ha comenzado a destruirlos. ¿Con cuántos trabaja? Desde que escribe en ordenador le cuesta seguir la pista, pero muchos de los cuentos de Aquí empieza nuestra historia los tecleó a máquina. Hacía unas doce versiones. "Cuando empiezo a escribir sé adónde quiero llegar, pero pienso mientras avanzo y mi idea original cambia. Me pregunto cosas como qué es lo que realmente le preocupa a un personaje. ¿Cuál es en realidad la relación de poder? Moralmente, ¿qué está pasando?".
Admirador del trabajo de Flannery O'Connor y de Faulkner -"les encantaba hacer parodia"-, Wolff pasó su infancia enganchado a los relatos de O. Henry, uno de los padres del cuento americano que inició su carrera literaria para mantener a su hija mientras él cumplía condena en una cárcel por estafa. "Me encantaban sus finales con truco, con sorpresa como en 'Regalo de Reyes'. Con él descubrí el sentido de la estructura", recuerda. En Jack London y Hemingway encontró historias que al principio no entendía pero eran vivas y afiladas. En aquellas lecturas descubrió que "a la gente le encanta quererse a sí misma". Confiesa que también pasó mucho tiempo "haciendo el tonto", en busca tan sólo de variedad. A los 14 años decidió que quería ser escritor.
Su pasión por el relato se ha mantenido intacta. "Tiene una densidad especial, encapsulada, algo que sólo empiezas a apreciar con el paso del tiempo. Es como un poema", explica. ¿La clave del cuento perfecto? "Bueno, pues que sientas que está en armonía con tu sentido de la vida, que capture algo". Los de Carver -"declarativos, aparentemente rectos pero en los que algo se vuelve extraño de forma muy rápida"- y los de Turguénev -"sus historias no son concluyentes, forman un collar"- se cuentan entre sus favoritos.
En uno de sus nuevos relatos, 'La estudiante madura', resuena el eco de otro gran escritor: el checo Milan Kundera. La alumna Teresa entabla una conversación con su profesora de Historia del Arte, inmigrante de Checoslovaquia que acaba confesando sus delaciones como confidente de la policía secreta en Praga en los años setenta. "Es curioso pensar que alguien toma parte en eso y continúa con su vida. Es difícil vivir con eso encima", reflexiona. Wolff cuenta que al escuchar las acusaciones contra Kundera, que le señalaban como delator, se quedó helado. "Si fuese verdad me quedaría devastado. Cuando lees su trabajo te entra en las venas".
La mentira, la impostura y la ficción comparten un terreno común. Pero Wolff reivindica la verdad. Habrá que creerle. La literatura, sostiene, es un gesto de honestidad. "Yo no igualo el arte a la mentira. Los novelistas inventan la verdad, eso es algo distinto. Cuando los escritores serios escriben van a lugares que son dolorosos. No se escapan", explica. Al final, dice, se trata de crear algo convincente, real, sincero. "La mentira es por naturaleza negación. La industria absurda de las memorias autocomplacientes. Eso suena muy falso".
Wolff piensa que los escritores deben usar sus propias debilidades, su lado oscuro. "Fitzgerald era un trepa social y fue un niño mimado. Cuando escribía usaba todo esto y hablaba de ello sin tapujos. Entendía perfectamente de qué iba el personaje de El niño rico con sólo mirar su propio carácter". ¿Cómo hizo él frente a sus mentiras? "Por un lado, está la decepción deliberada del otro, y luego están las mentiras como invención para encontrar alguna manera de traspasar las ambigüedades de la vida, para alcanzar algunas verdades. Se necesita coraje para exponerte".
Aquí empieza nuestra historia.
Referencia de las letras estadounidenses contemporáneas, Tobias Wolff reivindica la verdad y ve la literatura como un ejercicio de honestidad. En Aquí empieza nuestra historia ha retocado una serie de cuentos escritos a lo largo de su carrera y presenta once nuevos.
Le interesa la mentira. Los personajes que pueblan las historias de Tobias Wolff (Alabama, 1945) a menudo construyen una realidad alternativa. No se trata de dementes incapaces de distinguir entre realidad y ficción, sino de fabuladores natos; embusteros prestos a manipular una verdad que no les convence. En la mentira encuentran una vía de salida. Así, el adolescente del relato 'El mentiroso', a raíz de la muerte de su padre, inventa que sus familiares padecen terribles enfermedades. El autoestopista que recogen un hermano triunfador y otro echado a perder en 'El hermano rico' habla del delirante descubrimiento de unas minas de oro. En 'Mortales', un gris recaudador de impuestos miente sobre su propia muerte para que le escriban un obituario.
Pionero del realismo sucio
Primer capítulo de 'Aquí empieza nuestra historia', de Tobias Wolff
DOCUMENTO (PDF - 1,44Mb) - 18-04-2009
La noticia en otros webs
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en otros idiomas
"Ya he dejado dicho que cuando muera, por favor, que no me toquen los papeles. No quiero que la gente sepa"
"Estoy en un constante estado de revisión y edición. Las historias nunca llegan a un punto en el que están cerradas"
En Aquí empieza nuestra historia (Alfaguara) este maestro del género ha reunido 30 de sus mejores cuentos. Colaborador habitual de la revistas The New Yorker y Atlantic, en sus páginas publicó gran parte de estos relatos. Casi dos tercios de las historias del nuevo libro fueron recopiladas en colecciones anteriores, pero Wolff ha añadido 11 nuevos cuentos. Con esta antología el escritor ha añadido el Story Award que recibió el mes pasado a su larga lista de galardones, entre los que figuran el PEN / Malamud y el Premio de la Academia de Letras y las Artes de América.
Dice el escritor estadounidense que una de las claves de su oficio es "la experiencia de primera mano". En más de una ocasión se ha referido a su padre como un mentiroso compulsivo. Al separarse sus padres, su hermano mayor, el también novelista Geoffrey Wolff, se marchó con él. Ambos han escrito sobre la querencia de su progenitor a tergiversar la realidad.
Tobias peregrinó con su madre por varias ciudades de Estados Unidos. En Concrete, Washington, ella volvió a casarse. Wolff falsificó las cartas de recomendación y su historial y consiguió que le aceptasen en un prestigioso internado, el Hill School de Pensilvania. "Era la única manera en que podía entrar. Fue un acto de desesperación. Suspendí matemáticas y me expulsaron. Me lo tenía merecido", asegura. Tras la expulsión se alistó al Ejército y luchó en Vietnam antes de licenciarse en Literatura en la Universidad Oxford. En su autobiografía Vida de este chico desveló su mentira adolescente. En En el ejército del faraón hizo un memorable recuento de la incertidumbre, el terror y el absurdo de su experiencia en la guerra.
Decepción y traición. Miseria moral teñida con un humor seco y feroz. Wolff tantea este escabroso terreno sin caer en sentimentalismos, ni decoros. No hay piedad, ni disimulo. En su trabajo late lo crudo, lo banal y lo real. Sin alardes aparentes habla de la tentación y la caída, de la absurda conciencia. Quizá por todo esto a Wolff se le encasilló como uno de los autores del llamado realismo sucio. Aquello fue a principios de los ochenta cuando Raymond Carver y Richard Ford -sus amigos y compañeros de generación- diseccionaban con su afilada prosa las miserias cotidianas. "Conocí a Carver cuando yo estaba becado en la Universidad de Stanford en un programa de literatura", recuerda. "Tenía unas largas patillas. Nos presentó una colega que ya había triunfado. Él todavía no había publicado su primer libro. Apenas hablamos. Unos años después coincidimos en la Universidad de Siracusa dando clase. Vivimos en la misma casa y nos pasábamos las noches en vela hablando".
Una fría mañana de invierno Wolff posa paciente para las fotos en una esquina desangelada de Central Park. La fina cazadora de cuero y las redondas gafas de sol de aire retro dejan claro que a este residente del Estado de California las gélidas temperaturas le han pillado por sorpresa. En 1997, Wolff regresó a la Universidad de Stanford en Palo Alto donde imparte clases de literatura y un taller de escritura. Una gorra de lana le cubre la cabeza; el espeso bigote blanco, la irónica sonrisa.
En vista del frío, el escritor acelera el paso camino de la casa de un amigo en el Upper East Side donde él y su esposa se están alojando. En la amplia cocina, todos en pijama, comentan el periódico y bromean sobre la actualidad política. El ambiente en esta town house es distendido y familiar. Wolff busca un lugar tranquilo donde hablar. Un ascensor de los años veinte forrado en papel de rayas le lleva hasta la segunda planta y allí, en un amplio salón bajo un ventilador de techo imposible de parar, habla acerca de su colección de cuentos.
En los cuentos escritos hace décadas aparecen veteranos y soldados, en alguno de los más recientes Irak suena de fondo. "Es parte de la misma historia, pero la comparación entre las dos guerras es demasiado fácil. Es la misma retórica en contra de rendirse. La idea de que porque ya han caído tantos tenemos que seguir allí, que fácilmente confunde al público", asegura. ¿Se olvidaron las lecciones aprendidas? "Tuvimos cuidado durante un tiempo pero la victoria es una industria sensacional. Hemos heredado una determinada tremenda falta de honestidad que está instalada en nuestras vidas".
El nuevo libro arranca con una confesión en el prólogo: Wolff ha retocado sus viejos relatos, y lo ha hecho porque como autor considera que ese material sigue vivo. Fue otro Wolff quien los escribió, admite, pero el de ahora se siente con pleno derecho a meter mano, en beneficio del lector. "No he cambiado el argumento. La mayor parte de los cambios han sido de lenguaje, de precisión, de depuración. Si puedes prescindir de algo, ¿por qué no quitarlo? Los cambios cosméticos son importantes. A veces estás dentro y no lo ves. Ése ha sido el problema que he tenido cuando he escrito algunas historias", dice sentado en el sofá.
Sus argumentos resultan convincentes. Wolff sabe cómo persuadir a sus interlocutores con sus razones sensatas. Inspira confianza con su aire tranquilo y cercano. Evita cualquier demostración banal de ego. "Estoy en un constante estado de revisión y edición. Y las historias nunca llegan a un punto en el que están cerradas, nunca llega un momento en que esto para. Porque vamos cambiando", aclara.
En los más de treinta años que abarca este libro, ¿qué ha cambiado en su escritura? "Un lector tendría más que decir que yo sobre eso. Pero cuanto más tiempo llevas escribiendo más preguntas te haces. Ahora sé que si empleo el suficiente tiempo puedo conseguir algo. He ganado seguridad, pero los retos también son mayores. Te conviertes en prisionero de ti mismo y no quieres hacer algo que te disminuya. Te esfuerzas por mantenerte inquieto".
En el prólogo de Aquí empieza nuestra historia, Wolff insiste en su afán por descubrir complicados procesos morales o mecánicos que pasan inadvertidos a primera vista, y comparte con los lectores el filtro previo a la publicación de un cuento. "Piensen que antes de que salga publicado en una revista un editor lo ha leído lápiz en mano y que al menos algunas de sus sugerencias han sobrevivido a las negociaciones, no porque me hayan forzado sino porque yo he creído que mejoraban la historia. Luego otro editor lo ha leído antes de publicarlo en una colección de cuentos y sin duda tenía algo valioso que decir. Y si la historia ha sido elegida para una antología, como todos o casi todas de las que están aquí reunidas lo han sido, yo le habré dado otro repaso, y lo he vuelto a hacer de nuevo antes de que salga la edición en bolsillo", escribe.
El controvertido caso de su amigo Raymond Carver y el mítico editor Gordon Lish -que con su afilado lápiz tachó sin compasión secciones enteras de sus cuentos- es paradigmático de este proceso. "Sí, yo sabía que Lish tiene mano dura", dice Wolff. La publicación póstuma de la versión completa de los relatos de Carver impulsada por su viuda ha reabierto la polémica. "Creo que eso es una cuestión para estudiosos o académicos. Al final Carver eligió las historias que quiso incluir en su última antología. Regresó a los originales en unos casos y en otros decidió quedarse con la versión editada. Lo que ha ocurrido ahora embarra de alguna manera su legado".
Wolff ha tomado precauciones. "Ya he dejado dicho que cuando muera, por favor, que no me toquen los papeles. No quiero que la gente sepa. Entiendo que no es una actitud generosa hacia escritores futuros pero los borradores son asunto mío", añade con una sonrisa. Para evitar tentaciones futuras a sus deudos, dice que ya ha comenzado a destruirlos. ¿Con cuántos trabaja? Desde que escribe en ordenador le cuesta seguir la pista, pero muchos de los cuentos de Aquí empieza nuestra historia los tecleó a máquina. Hacía unas doce versiones. "Cuando empiezo a escribir sé adónde quiero llegar, pero pienso mientras avanzo y mi idea original cambia. Me pregunto cosas como qué es lo que realmente le preocupa a un personaje. ¿Cuál es en realidad la relación de poder? Moralmente, ¿qué está pasando?".
Admirador del trabajo de Flannery O'Connor y de Faulkner -"les encantaba hacer parodia"-, Wolff pasó su infancia enganchado a los relatos de O. Henry, uno de los padres del cuento americano que inició su carrera literaria para mantener a su hija mientras él cumplía condena en una cárcel por estafa. "Me encantaban sus finales con truco, con sorpresa como en 'Regalo de Reyes'. Con él descubrí el sentido de la estructura", recuerda. En Jack London y Hemingway encontró historias que al principio no entendía pero eran vivas y afiladas. En aquellas lecturas descubrió que "a la gente le encanta quererse a sí misma". Confiesa que también pasó mucho tiempo "haciendo el tonto", en busca tan sólo de variedad. A los 14 años decidió que quería ser escritor.
Su pasión por el relato se ha mantenido intacta. "Tiene una densidad especial, encapsulada, algo que sólo empiezas a apreciar con el paso del tiempo. Es como un poema", explica. ¿La clave del cuento perfecto? "Bueno, pues que sientas que está en armonía con tu sentido de la vida, que capture algo". Los de Carver -"declarativos, aparentemente rectos pero en los que algo se vuelve extraño de forma muy rápida"- y los de Turguénev -"sus historias no son concluyentes, forman un collar"- se cuentan entre sus favoritos.
En uno de sus nuevos relatos, 'La estudiante madura', resuena el eco de otro gran escritor: el checo Milan Kundera. La alumna Teresa entabla una conversación con su profesora de Historia del Arte, inmigrante de Checoslovaquia que acaba confesando sus delaciones como confidente de la policía secreta en Praga en los años setenta. "Es curioso pensar que alguien toma parte en eso y continúa con su vida. Es difícil vivir con eso encima", reflexiona. Wolff cuenta que al escuchar las acusaciones contra Kundera, que le señalaban como delator, se quedó helado. "Si fuese verdad me quedaría devastado. Cuando lees su trabajo te entra en las venas".
La mentira, la impostura y la ficción comparten un terreno común. Pero Wolff reivindica la verdad. Habrá que creerle. La literatura, sostiene, es un gesto de honestidad. "Yo no igualo el arte a la mentira. Los novelistas inventan la verdad, eso es algo distinto. Cuando los escritores serios escriben van a lugares que son dolorosos. No se escapan", explica. Al final, dice, se trata de crear algo convincente, real, sincero. "La mentira es por naturaleza negación. La industria absurda de las memorias autocomplacientes. Eso suena muy falso".
Wolff piensa que los escritores deben usar sus propias debilidades, su lado oscuro. "Fitzgerald era un trepa social y fue un niño mimado. Cuando escribía usaba todo esto y hablaba de ello sin tapujos. Entendía perfectamente de qué iba el personaje de El niño rico con sólo mirar su propio carácter". ¿Cómo hizo él frente a sus mentiras? "Por un lado, está la decepción deliberada del otro, y luego están las mentiras como invención para encontrar alguna manera de traspasar las ambigüedades de la vida, para alcanzar algunas verdades. Se necesita coraje para exponerte".
Aquí empieza nuestra historia.
Tobias Wolff. Traducción de Mariano Antolín Rato. Alfaguara. Madrid, 2009. 472 páginas. 22 euros. Se publica el próximo día 22.
GUILLERMO MARTINEZ DESPUES DE JORGE LUIS BORGES
Un escritor argentino, incluido en el último número de la revista New Yorker
22:50 clarin
Se trata de Guillermo Martínez. Su relato "Infierno Grande" fue publicado esta semana en la prestigiosa revista estadounidense. Es el segundo autor nacional en lograr ese privilegio: el anterior había sido Jorge Luis Borges.
El cuento "Infierno Grande", del argentino Guillermo Martínez, fue incluido en la última edición de la prestigiosa revista New Yorker. De esta manera, el autor de "Crímenes imperceptibles" y "Acerca de Roderer" se convirtió en el segundo escritor nacional en lograr ese privilegio. El anterior había sido Jorge Luis Borges. El texto apareció esta semana. Se trata de un doble mérito: la mítica revista, en la que han publicado sus cuentos los autores más destacados de Estados Unidos, rara vez acepta traducciones. El cuento "Infierno Grande" (Planeta), incluido en el libro homónimo, fue uno de los primeros abordajes desde la ficción al drama de los desaparecidos, con un enfoque original y sutil, a partir de la trama de un relato policial clásico. El texto fue incluido en numerosas antologías, tanto en la Argentina como en el extranjero. Y se leyó públicamente en distintas plazas del país, en aniversarios del retorno de la democracia.
22:50 clarin
Se trata de Guillermo Martínez. Su relato "Infierno Grande" fue publicado esta semana en la prestigiosa revista estadounidense. Es el segundo autor nacional en lograr ese privilegio: el anterior había sido Jorge Luis Borges.
El cuento "Infierno Grande", del argentino Guillermo Martínez, fue incluido en la última edición de la prestigiosa revista New Yorker. De esta manera, el autor de "Crímenes imperceptibles" y "Acerca de Roderer" se convirtió en el segundo escritor nacional en lograr ese privilegio. El anterior había sido Jorge Luis Borges. El texto apareció esta semana. Se trata de un doble mérito: la mítica revista, en la que han publicado sus cuentos los autores más destacados de Estados Unidos, rara vez acepta traducciones. El cuento "Infierno Grande" (Planeta), incluido en el libro homónimo, fue uno de los primeros abordajes desde la ficción al drama de los desaparecidos, con un enfoque original y sutil, a partir de la trama de un relato policial clásico. El texto fue incluido en numerosas antologías, tanto en la Argentina como en el extranjero. Y se leyó públicamente en distintas plazas del país, en aniversarios del retorno de la democracia.
Wednesday, April 22, 2009
GRAFITEROS CONTRA LA BIBLIOTECA NACIONAL
Barbarie grafitera contra la Biblioteca Nacional... protegerán con reja la fachada
Miércoles 22 de Abril de 2009
Fuente :LaSegunda online
Miguel Ortiz A.
"Horroroso estado" del edificio —en palabras de su directora, Ana Tironi— es aún más lamentable hoy, cuando se celebra el Día Internacional del libro.
SANTIAGO.- La fachada de nuestra Biblioteca Nacional llora por una limpieza profunda y una completa restauración. Hoy —justo cuando se celebra el Día Internacional del Libro— el principal archivo de documentos del país luce completamente sucio, rayado con ofensivos grafitis y empapelado con afiches que promocionan fiestas y conciertos. La biblioteca, en definitiva, no está en condiciones de celebrar con orgullo la festividad que busca incentivar el gusto por la lectura.“La Segunda” le planteó el problema a la directora de la Biblioteca Nacional, Ana Tironi, quien se manifestó “absolutamente de acuerdo” con el “horroroso estado” en el que se encuentra el edificio, que es Monumento Nacional y que fue levantado en 1910, durante la celebración del Centenario de la República. Tironi, sin embargo, añadió que ya está en marcha la elaboración de un proyecto para el Bicentenario —y que esperan tener listo en 2013— para “conservar y embellecer la fachada principal de la biblioteca”. Por lo pronto, agregó, “ya tenemos los fondos y la autorización para ponerle un recubrimiento especial (antigrafitis, tipo pintura lavable) a los muros y la reja perimetral del edificio”. “Hay que hacer algo urgente” Asimismo, se levantará una reja que anteceda a la gran escalinata del acceso por la Alameda, que hasta ahora no tenía esa protección: “Yo sé que no se ha querido poner porque así, sin reja, se ve mucho más bonito. Pero la realidad me golpea y hay que hacer algo urgente”. Para la reja se llamará a una licitación pública durante la próxima semana. La directora, además, contó que les es “muy difícil, si no imposible” perseguir penalmente a quienes rayen los muros: “Rayar, romper o pintar un monumento nacional es delito… pero no tenemos suficientes guardias para perseguir eso”. “Esto es una batalla. Una guerra que hay que pelear. Y vamos a ganar. Creo que es necesario hacer una campaña para educar… pero, por ahora, daremos la pelea”, remató Tironi.
Miércoles 22 de Abril de 2009
Fuente :LaSegunda online
Miguel Ortiz A.
"Horroroso estado" del edificio —en palabras de su directora, Ana Tironi— es aún más lamentable hoy, cuando se celebra el Día Internacional del libro.
SANTIAGO.- La fachada de nuestra Biblioteca Nacional llora por una limpieza profunda y una completa restauración. Hoy —justo cuando se celebra el Día Internacional del Libro— el principal archivo de documentos del país luce completamente sucio, rayado con ofensivos grafitis y empapelado con afiches que promocionan fiestas y conciertos. La biblioteca, en definitiva, no está en condiciones de celebrar con orgullo la festividad que busca incentivar el gusto por la lectura.“La Segunda” le planteó el problema a la directora de la Biblioteca Nacional, Ana Tironi, quien se manifestó “absolutamente de acuerdo” con el “horroroso estado” en el que se encuentra el edificio, que es Monumento Nacional y que fue levantado en 1910, durante la celebración del Centenario de la República. Tironi, sin embargo, añadió que ya está en marcha la elaboración de un proyecto para el Bicentenario —y que esperan tener listo en 2013— para “conservar y embellecer la fachada principal de la biblioteca”. Por lo pronto, agregó, “ya tenemos los fondos y la autorización para ponerle un recubrimiento especial (antigrafitis, tipo pintura lavable) a los muros y la reja perimetral del edificio”. “Hay que hacer algo urgente” Asimismo, se levantará una reja que anteceda a la gran escalinata del acceso por la Alameda, que hasta ahora no tenía esa protección: “Yo sé que no se ha querido poner porque así, sin reja, se ve mucho más bonito. Pero la realidad me golpea y hay que hacer algo urgente”. Para la reja se llamará a una licitación pública durante la próxima semana. La directora, además, contó que les es “muy difícil, si no imposible” perseguir penalmente a quienes rayen los muros: “Rayar, romper o pintar un monumento nacional es delito… pero no tenemos suficientes guardias para perseguir eso”. “Esto es una batalla. Una guerra que hay que pelear. Y vamos a ganar. Creo que es necesario hacer una campaña para educar… pero, por ahora, daremos la pelea”, remató Tironi.
Con Alfredo Jocelyn Holt Centex celebra Día del Libro
Lunes 20 de Abril de 2009
Fuente :La Segunda Online
VALPARAÍSO.- Con una conversación con el destacado historiador Alfredo Jocelyn Holt, el Centro de Extensión (Centex) del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (CNCA) celebrará el Día del Libro. El académico Pablo Aravena moderará el diálogo que transitará por el auge del ensayo literario de fines de los 90’ hasta un punzante análisis de la actualidad nacional. El autor del libro "Chile perplejo o del avanzar sin transar hasta el transar sin parar" (1998), ensayo crítico sobre la experiencia de la Concertación en los ocho años de la llamada transición, llegará a Valparaíso para celebrar el Día del Libro en una conversación con la ciudadanía. Alfredo Jocelyn Holt, doctorado en Historia en la Universidad de Oxford, estará en el Hall Central del Centro de Extensión del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (Sotomayor 233, Valparaíso) el próximo jueves 23 de abril, a las 19:00 horas. La entrada es absolutamente liberada. La conversación tiene como punto de partida el auge literario de fines de los 90’ que se caracterizó por la publicación de ensayos críticos e incisivos sobre la historia política reciente, dentro de los cuales se destacó Jocelyn Holt, además del sociólogo Tomás Moulián (“Chile actual: Anatomía de un mito”, 1997; “El consumo me consume”, 1998), y el escritor Marco Antonio de la Parra (“La mala memoria”, 1997; “La tierra insomne o La vida privada/La puta madre”, 1998).
Lunes 20 de Abril de 2009
Fuente :La Segunda Online
VALPARAÍSO.- Con una conversación con el destacado historiador Alfredo Jocelyn Holt, el Centro de Extensión (Centex) del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (CNCA) celebrará el Día del Libro. El académico Pablo Aravena moderará el diálogo que transitará por el auge del ensayo literario de fines de los 90’ hasta un punzante análisis de la actualidad nacional. El autor del libro "Chile perplejo o del avanzar sin transar hasta el transar sin parar" (1998), ensayo crítico sobre la experiencia de la Concertación en los ocho años de la llamada transición, llegará a Valparaíso para celebrar el Día del Libro en una conversación con la ciudadanía. Alfredo Jocelyn Holt, doctorado en Historia en la Universidad de Oxford, estará en el Hall Central del Centro de Extensión del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (Sotomayor 233, Valparaíso) el próximo jueves 23 de abril, a las 19:00 horas. La entrada es absolutamente liberada. La conversación tiene como punto de partida el auge literario de fines de los 90’ que se caracterizó por la publicación de ensayos críticos e incisivos sobre la historia política reciente, dentro de los cuales se destacó Jocelyn Holt, además del sociólogo Tomás Moulián (“Chile actual: Anatomía de un mito”, 1997; “El consumo me consume”, 1998), y el escritor Marco Antonio de la Parra (“La mala memoria”, 1997; “La tierra insomne o La vida privada/La puta madre”, 1998).
Tuesday, April 21, 2009
BIBLIOTECA DIGITAL MUNDIAL (BDM) (WDL)
La UNESCO lanza en París la biblioteca digital mundial
La BDM fue desarrollada por un equipo de la Biblioteca del Congreso estadounidense.
La BDM fue desarrollada por un equipo de la Biblioteca del Congreso estadounidense.
AFP elinformador.com.mx
La BDM ofrece funciones de investigación y de navegación por internet en siete idiomas, incluido el español.
La BDM fue desarrollada por un equipo de la Biblioteca del Congreso estadounidense y un aporte técnico de la Biblioteca de Alejandría
PARIS, FRANCIA.- La Biblioteca Digital Mundial (BDM), un portal internet gratuito www.wld.org, que ofrece una selección de documentos provenientes de las grandes bibliotecas internacionales, fue oficialmente lanzada este martes en la sede de la UNESCO en París. La BDM ofrece funciones de investigación y de navegación por internet en siete idiomas: inglés, árabe, chino, español, francés, portugués y ruso, y propone contenidos en más de 40 otros idiomas. La BDM fue desarrollada por un equipo de la Biblioteca del Congreso estadounidense y un aporte técnico de la Biblioteca de Alejandría, en Egipto. Entre las instituciones que contribuyeron al proyecto figuran bibliotecas nacionales, como la Biblioteca Nacional de Francia. Este proyecto no entra en competencia con los otros proyectos que existen ya, como la biblioteca en línea europea Europeana o Google Book Search, declaró a las AFP James H. Billington, director de la Biblioteca del Congreso estadounidense y principal promotor del proyecto.
La BDM ofrece funciones de investigación y de navegación por internet en siete idiomas, incluido el español.
La BDM fue desarrollada por un equipo de la Biblioteca del Congreso estadounidense y un aporte técnico de la Biblioteca de Alejandría
PARIS, FRANCIA.- La Biblioteca Digital Mundial (BDM), un portal internet gratuito www.wld.org, que ofrece una selección de documentos provenientes de las grandes bibliotecas internacionales, fue oficialmente lanzada este martes en la sede de la UNESCO en París. La BDM ofrece funciones de investigación y de navegación por internet en siete idiomas: inglés, árabe, chino, español, francés, portugués y ruso, y propone contenidos en más de 40 otros idiomas. La BDM fue desarrollada por un equipo de la Biblioteca del Congreso estadounidense y un aporte técnico de la Biblioteca de Alejandría, en Egipto. Entre las instituciones que contribuyeron al proyecto figuran bibliotecas nacionales, como la Biblioteca Nacional de Francia. Este proyecto no entra en competencia con los otros proyectos que existen ya, como la biblioteca en línea europea Europeana o Google Book Search, declaró a las AFP James H. Billington, director de la Biblioteca del Congreso estadounidense y principal promotor del proyecto.
CULTURA Junto a 32 instituciones
La UNESCO lanza mañana la biblioteca digital mundial
Afp elmundo.es París
Actualizado lunes 20/04/2009 10:42 horas
La inauguración oficial de la Biblioteca digital mundial de la Unesco tendrá lugar mañana martes. Permitirá un mayor acceso a través de Internet a los tesoros de las grandes bibliotecas internacionales, así como el desarrollo del multilingüismo.
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación y la Cultura (UNESCO) siempre ha considerado que la biblioteca es como una continuación de la escuela. "La escuela prepara a las personas para ir a la bliblioteca y hoy las bibliotecas son cada vez más digitales", explica Abdelaziz Abid, coordinador del proyecto, que además de la Unesco también agrupa a unas 32 asociaciones privadas.
Una vez activada la página -cuya dirección se revelará el martes- los documentos conservados en las más prestigiosas bibliotecas estarán disponibles para su consulta desde cualquier parte del mundo. La nueva biblioteca está destinada a proporcionar materiales a estudiantes y educadores, así como al público en general.
El lanzamiento tendrá lugar en la sede en París de la Organización, en presencia del Director General de la Unesco, el japonés Koichiro Matsuura, y James H. Billington, director de la Biblioteca del Congreso americano.
La Biblioteca del Congreso americano propuso la creación de una Biblioteca mundial para proporcionar de forma gratuita una amplia gama de libros, manuscritos, mapas, películas, grabaciones... de las bibliotecas nacionales.
La Unesco quiere promover con este proyecto los valores que defiende: la diversidad lingüística, la comprensión entre las culturas, además de pretender reducir la "brecha digital" entre los pueblos.
La nueva biblioteca ofrecerá funciones de búsqueda y navegación en siete idiomas (inglés, árabe, chino, español, francés, portugués y ruso) y presentará el contenido en muchos otros idiomas.
El proyecto ha sido desarrollado por un equipo de la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos, con una asistencia técnica de la Biblioteca de Alejandría. La Unesco moviliza a sus miembros a proporcioanr el contenido de su patrimonio cultural.
"Todo el contenido se proporciona de forma no exclusiva. Las organizaciones pueden ofrecer los mismos a otras bibliotecas, cada uno es dueño de su excelente contenido y soberano", dice el coordinador de la UNESCO.
Las bibliotecas nacionales y las instituciones culturales de países como Arabia Saudí, Brasil, China, Egipto, Estados Unidos, Francia, Japón, Reino Unido y Rusia se encuentran entre los principales contribuyentes.
Los promotores del proyecto también han facilitado la colaboración de países como Marruecos, Uganda, Qatar, Mexico y Eslovaquia, para crear un modelo de formación. "Los países emergentes quieren ver cómo funciona, para crear en el futuro de las bibliotecas digitales propias", dice Abdelaziz Abid, y señala que la UNESCO prestará asistencia a los miembros que no tienen los medios financieros o técnicos para digitalizar contenidos.
El lanzamiento de la Bibliotca se acompañará de una campaña de concienciación para tratar de reunir un total de sesenta países a finales de 2009.
Entre los muchos tesoros culturales que estarán accesibles en línea se podrán encontrar reproducciones de la escritura china más antigua, de la caligrafía árabe y persa, así como fotografías antiguas de América Latina.
La UNESCO lanza mañana la biblioteca digital mundial
Afp elmundo.es París
Actualizado lunes 20/04/2009 10:42 horas
La inauguración oficial de la Biblioteca digital mundial de la Unesco tendrá lugar mañana martes. Permitirá un mayor acceso a través de Internet a los tesoros de las grandes bibliotecas internacionales, así como el desarrollo del multilingüismo.
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación y la Cultura (UNESCO) siempre ha considerado que la biblioteca es como una continuación de la escuela. "La escuela prepara a las personas para ir a la bliblioteca y hoy las bibliotecas son cada vez más digitales", explica Abdelaziz Abid, coordinador del proyecto, que además de la Unesco también agrupa a unas 32 asociaciones privadas.
Una vez activada la página -cuya dirección se revelará el martes- los documentos conservados en las más prestigiosas bibliotecas estarán disponibles para su consulta desde cualquier parte del mundo. La nueva biblioteca está destinada a proporcionar materiales a estudiantes y educadores, así como al público en general.
El lanzamiento tendrá lugar en la sede en París de la Organización, en presencia del Director General de la Unesco, el japonés Koichiro Matsuura, y James H. Billington, director de la Biblioteca del Congreso americano.
La Biblioteca del Congreso americano propuso la creación de una Biblioteca mundial para proporcionar de forma gratuita una amplia gama de libros, manuscritos, mapas, películas, grabaciones... de las bibliotecas nacionales.
La Unesco quiere promover con este proyecto los valores que defiende: la diversidad lingüística, la comprensión entre las culturas, además de pretender reducir la "brecha digital" entre los pueblos.
La nueva biblioteca ofrecerá funciones de búsqueda y navegación en siete idiomas (inglés, árabe, chino, español, francés, portugués y ruso) y presentará el contenido en muchos otros idiomas.
El proyecto ha sido desarrollado por un equipo de la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos, con una asistencia técnica de la Biblioteca de Alejandría. La Unesco moviliza a sus miembros a proporcioanr el contenido de su patrimonio cultural.
"Todo el contenido se proporciona de forma no exclusiva. Las organizaciones pueden ofrecer los mismos a otras bibliotecas, cada uno es dueño de su excelente contenido y soberano", dice el coordinador de la UNESCO.
Las bibliotecas nacionales y las instituciones culturales de países como Arabia Saudí, Brasil, China, Egipto, Estados Unidos, Francia, Japón, Reino Unido y Rusia se encuentran entre los principales contribuyentes.
Los promotores del proyecto también han facilitado la colaboración de países como Marruecos, Uganda, Qatar, Mexico y Eslovaquia, para crear un modelo de formación. "Los países emergentes quieren ver cómo funciona, para crear en el futuro de las bibliotecas digitales propias", dice Abdelaziz Abid, y señala que la UNESCO prestará asistencia a los miembros que no tienen los medios financieros o técnicos para digitalizar contenidos.
El lanzamiento de la Bibliotca se acompañará de una campaña de concienciación para tratar de reunir un total de sesenta países a finales de 2009.
Entre los muchos tesoros culturales que estarán accesibles en línea se podrán encontrar reproducciones de la escritura china más antigua, de la caligrafía árabe y persa, así como fotografías antiguas de América Latina.
Monday, April 20, 2009
ELPAIS.com
Los Pulitzer coronan al 'The New York Times'
El diario neoyorquino gana cinco de los premios más importantes que concede anualmente la Universidad de Colombia
AGENCIAS / ELPAÍS.com - Nueva York - 20/04/2009
El diario The New York Times ha sido el vencedor absoluto de la 93ª edición de los prestigiosos Premios Pulitzer que concede la Universidad de Colombia, al alzarse con cinco galardones, en las categorías de Investigación, Crítica, Internacional y Reportaje Gráfico y Noticias de Ultima Hora. Los cinco premios de 2008 suman un total de 101 galardones para el Times, el medio con más distinciones desde que se empezaron a conceder estos premios en 1917, considerados por unanimidad el máximo reconocimiento periodístico en EE UU. Además, es la segunda mejor cosecha para el periódico, sólo superada por la de 2002, año en que se hizo con siete premios y por The Washington Post, que el año pasado ganó seis galardones.
La noticia en otros webs
webs en español
en otros idiomas
Precisamente el periódico de Washington ha sido otro de los triunfadores, al ganar un pulitzer por su cobertura de la histórica campaña que aupó a Barack Obama a la presidencia de Estados Unidos. En concreto, The Washington Post consiguió su único galardón gracias a las "elocuentes columnas" que firmó Eugene Robinson sobre la elección del primer presidente negro de la historia estadounidense.
La cobertura de última hora que hizo el periódico neoyorquino desde su página en Internet del escándalo sexual que afecto en 2008 al ex gobernador de Nueva York, Elliot Spitzer, cuyo nombre el diario neoyorquino vinculó a una red de prostitución de lujo, logró el reconocimiento en la categoría de breaking news o noticias de última hora. El jurado reconoció "la rápida y amplia cobertura" que el diario ofreció al dar la noticia en primicia en su edición electrónica y al desarrollarla después con crónicas "fidedignas y rápidas".
El periodista David Barstow de ese mismo diario fue premiado por el "tenaz" reportaje de investigación en el que demostró que el Pentágono había convencido a varios generales retirados del Ejército de EE UU, que trabajaban como comentaristas en radio y televisión, para defender la postura oficial sobre la guerra de Irak.
La vocación internacionalista y global del rotativo neoyorquino también fue distinguida por el jurado, que calificó de "magistral e innovadora" la cobertura sobre "los desafíos políticos y militares" a los que se enfrenta Estados Unidos en Afganistán y Pakistán; mientras que también se premiaron las críticas de arte de esa publicación.
Por último, las "memorables fotografías" que Damon Winter publicó en The New York Times en la última campaña electoral de Estados Unidos fueron galardonadas en el apartado de Reportaje Gráfico.
El premio al mejor reportaje divulgativo recayó sobre un equipo de Los Angeles Times por su cobertura sobre los incendios forestales en California. El Miami Herald consiguió el premio de Fotografía de Ultima Hora por las instantáneas de Patrick Farrell sobre el paso de huracán Ike por Haití; mientras que el de Mejor Viñeta fue para The San Diego Union-Tribune.
La junta que otorga los premios Pulitzer, compuesta por representantes de algunos de los principales diarios de EEUU y de entidades universitarias, decidió los galardones en varias reuniones que mantuvo la pasada semana y los entregará en la Universidad de Columbia el próximo 28 de mayo.
Los Pulitzer coronan al 'The New York Times'
El diario neoyorquino gana cinco de los premios más importantes que concede anualmente la Universidad de Colombia
AGENCIAS / ELPAÍS.com - Nueva York - 20/04/2009
El diario The New York Times ha sido el vencedor absoluto de la 93ª edición de los prestigiosos Premios Pulitzer que concede la Universidad de Colombia, al alzarse con cinco galardones, en las categorías de Investigación, Crítica, Internacional y Reportaje Gráfico y Noticias de Ultima Hora. Los cinco premios de 2008 suman un total de 101 galardones para el Times, el medio con más distinciones desde que se empezaron a conceder estos premios en 1917, considerados por unanimidad el máximo reconocimiento periodístico en EE UU. Además, es la segunda mejor cosecha para el periódico, sólo superada por la de 2002, año en que se hizo con siete premios y por The Washington Post, que el año pasado ganó seis galardones.
La noticia en otros webs
webs en español
en otros idiomas
Precisamente el periódico de Washington ha sido otro de los triunfadores, al ganar un pulitzer por su cobertura de la histórica campaña que aupó a Barack Obama a la presidencia de Estados Unidos. En concreto, The Washington Post consiguió su único galardón gracias a las "elocuentes columnas" que firmó Eugene Robinson sobre la elección del primer presidente negro de la historia estadounidense.
La cobertura de última hora que hizo el periódico neoyorquino desde su página en Internet del escándalo sexual que afecto en 2008 al ex gobernador de Nueva York, Elliot Spitzer, cuyo nombre el diario neoyorquino vinculó a una red de prostitución de lujo, logró el reconocimiento en la categoría de breaking news o noticias de última hora. El jurado reconoció "la rápida y amplia cobertura" que el diario ofreció al dar la noticia en primicia en su edición electrónica y al desarrollarla después con crónicas "fidedignas y rápidas".
El periodista David Barstow de ese mismo diario fue premiado por el "tenaz" reportaje de investigación en el que demostró que el Pentágono había convencido a varios generales retirados del Ejército de EE UU, que trabajaban como comentaristas en radio y televisión, para defender la postura oficial sobre la guerra de Irak.
La vocación internacionalista y global del rotativo neoyorquino también fue distinguida por el jurado, que calificó de "magistral e innovadora" la cobertura sobre "los desafíos políticos y militares" a los que se enfrenta Estados Unidos en Afganistán y Pakistán; mientras que también se premiaron las críticas de arte de esa publicación.
Por último, las "memorables fotografías" que Damon Winter publicó en The New York Times en la última campaña electoral de Estados Unidos fueron galardonadas en el apartado de Reportaje Gráfico.
El premio al mejor reportaje divulgativo recayó sobre un equipo de Los Angeles Times por su cobertura sobre los incendios forestales en California. El Miami Herald consiguió el premio de Fotografía de Ultima Hora por las instantáneas de Patrick Farrell sobre el paso de huracán Ike por Haití; mientras que el de Mejor Viñeta fue para The San Diego Union-Tribune.
La junta que otorga los premios Pulitzer, compuesta por representantes de algunos de los principales diarios de EEUU y de entidades universitarias, decidió los galardones en varias reuniones que mantuvo la pasada semana y los entregará en la Universidad de Columbia el próximo 28 de mayo.
GANO EL PULITZER 2009
Elizabeth Strout wins Pulitzer Prize
Rank outsider Elizabeth Strout has won the 2009 Pulitzer Prize for Fiction with her novel, Olive Kitteridge. Strout beat a pack of literary heavyweights, including Philip Roth, John Updike, Toni Morrison, Annie Proulx, Jhumpa Lahiri, and the hot favorite Marilynne Robinson.Set in a small town in Maine, Olive Kitteridge binds together 13 short stories. Olive Kitteridge, a retired schoolteacher, hates change but rarely notices the changes taking place around her.Strout was raised in small communities in New Hampshire and Maine. The Pulitzer judges said the book "packs a cumulative emotional wallop, bound together by polished prose and by Olive, the title character, blunt, flawed and fascinating."Discover Olive Kitteridge and previous Pulitzer winnersFind copies of Olive Kitteridge
author spotlight
Elizabeth Strout is the author of Abide with Me, a national bestseller and Book Sense pick, and Amy and Isabelle, which won the Los Angeles Times Art Seidenbaum Award for First Fiction and the Chicago Tribune Heartland Prize. She has also been a finalist for the PEN/Faulkner Award and the Orange Prize in England. Her short stories have been published in a number of magazines, including The New Yorker and O: The Oprah Magazine. She is on the faculty of the MFA program at Queens University in Charlotte, North Carolina, and lives in New York City.
Elizabeth Strout is the author of Abide with Me, a national bestseller and Book Sense pick, and Amy and Isabelle, which won the Los Angeles Times Art Seidenbaum Award for First Fiction and the Chicago Tribune Heartland Prize. She has also been a finalist for the PEN/Faulkner Award and the Orange Prize in England. Her short stories have been published in a number of magazines, including The New Yorker and O: The Oprah Magazine. She is on the faculty of the MFA program at Queens University in Charlotte, North Carolina, and lives in New York City.
Sunday, April 19, 2009
RUBEN DARIO A LOS 20 ANOS ESCRIBIO Y PUBLICO AZUL
Jóvenes de ayer, clásicos de hoy Es frecuente trasladar la antigüedad de los libros a sus autores e imaginar que éstos ya eran viejos al momento de escribirlos.
La columna de Oscar Hahn
El Mercurio Revista de Libros
Por una curiosa forma de anacronismo psicológico, tendemos a pensar que los escritores del pasado, digamos, por ejemplo, de la Edad Media o del Renacimiento, fueron siempre viejos. Es como si la antigüedad de sus libros la trasladáramos al autor en el momento de escribirlos. Solemos imaginarlos como vetustos caballeros de pelucas empolvadas y expresión severa, ajenos a los desenfrenos de la juventud. Y ni hablar si los hemos visto en alguna plaza, en calidad de pétreas estatuas. Además, se agrega el hecho de que, en nuestra cultura, ciertos apelativos hispanos como Gutierre, Garcilaso o Lope están marcados a priori con la impronta de lo rancio.Confieso haber caído alguna vez en el mismo estereotipo, hasta que se me ocurrió realizar una pequeña investigación al respecto. Garcilaso de la Vega es el poeta español del siglo XVI que escribió un puñado de composiciones memorables, entre ellas la famosa Égloga Primera, considerada uno de los grandes poemas de amor de nuestra lengua. Estuvo enamorado de una dama de la corte portuguesa llamada Isabel Freyre, pero para desgracia suya, la mujer prefirió casarse con Antonio de Fonseca, un comerciante ricachón muy poco agraciado físicamente. Según sus biógrafos, el poeta que era buenmozo, inteligente, y muy admirado en la corte del emperador Carlos V, no entendía que Isabel hubiera elegido a alguien inferior a él. De esto Garcilaso está bastante consciente, porque en la égloga dice con sarcasmo: "No soy, pues, bien mirado,/ tan deforme ni feo". Para poder expresar sus sentimientos con entera libertad, Garcilaso se oculta tras los nombres de dos pastores: Salicio y Nemoroso. El primero lo usa para lamentarse amargamente del desdén a que lo sometió Isabel: "¿Cómo te vine en tanto menosprecio?/ ¿Cómo te fui tan presto aborrecible?", y el segundo, para llorar la muerte de la dama, quien después de casarse con Fonseca, murió de parto. ¿Qué edad tenía Garcilaso cuando escribió estos poemas? No lo sabemos con exactitud, pero en investigaciones recientes los especialistas calculan que Garcilaso tenía alrededor de 23 años cuando se enamoró de Isabel. De caballero mayor, nada. En el Chile actual habría sido alumno de alguna universidad.Próximo caso: Lope de Vega, dramaturgo famoso y autor de numerosos poemas líricos. Difícil no imaginarlo como anciano de nacimiento. Lope había mantenido una relación con la actriz Elena Osorio, hija de un empresario teatral de Madrid, hacia la cual había desarrollado una pasión irrefrenable. Dice Lope: "No sé qué estrella propicia a los amantes reinaba entonces, que apenas nos vimos y nos hablamos cuando quedamos rendidos el uno al otro". Por algún tiempo todo marcha bien, hasta que se entera de que Elena va a dejarlo por Francisco Perrenot, sobrino del poderoso Cardenal de Granvela y mucho mayor que ella. Lope no tiene el carácter cortesano de Garcilaso, por lo que herido y resentido escribe una serie de libelos contra Elena y su familia, los que hace circular por todo Madrid. Uno de ellos dice: "Una dama se vende a quien la quiera,/ en almoneda está. ¿Quieren comprarla?/ Su padre es quien la vende, que aunque calla,/ su madre le sirvió de pregonera". El progenitor de Elena no está dispuesto a tolerar el resentimiento del despechado galán y presenta una demanda judicial contra Lope por difamación. El poeta va a parar a la cárcel. ¿Qué edad tenía Lope cuando inicia su romance con Elena? Apenas 21 años. Un lolo, como quien dice. Les cuento a mis alumnos universitarios que en 1888 Rubén Darío publicó Azul, un libro que revolucionó la poesía y la prosa en lengua española e inició un nuevo movimiento literario. "¿Cuántos años creen ustedes que tenía Rubén Darío cuando escribió ese libro?", les pregunto. Desde distintos puntos de la sala de clases surgen las opiniones: "¿45?, ¿30 y tantos?, ¿cincuentón?". "Ni cerca. Tenía 20 años. Queridos jóvenes, tomen nota: ahora mismo ustedes son más viejos de lo que era Rubén Darío en esos días. Si aquí hay alguien que tiene vocación literaria, que se ponga a escribir cuanto antes. Ya no podrá emular en edad a Darío, pero a lo mejor le alcanza para Lope o Garcilaso".
La columna de Oscar Hahn
El Mercurio Revista de Libros
Por una curiosa forma de anacronismo psicológico, tendemos a pensar que los escritores del pasado, digamos, por ejemplo, de la Edad Media o del Renacimiento, fueron siempre viejos. Es como si la antigüedad de sus libros la trasladáramos al autor en el momento de escribirlos. Solemos imaginarlos como vetustos caballeros de pelucas empolvadas y expresión severa, ajenos a los desenfrenos de la juventud. Y ni hablar si los hemos visto en alguna plaza, en calidad de pétreas estatuas. Además, se agrega el hecho de que, en nuestra cultura, ciertos apelativos hispanos como Gutierre, Garcilaso o Lope están marcados a priori con la impronta de lo rancio.Confieso haber caído alguna vez en el mismo estereotipo, hasta que se me ocurrió realizar una pequeña investigación al respecto. Garcilaso de la Vega es el poeta español del siglo XVI que escribió un puñado de composiciones memorables, entre ellas la famosa Égloga Primera, considerada uno de los grandes poemas de amor de nuestra lengua. Estuvo enamorado de una dama de la corte portuguesa llamada Isabel Freyre, pero para desgracia suya, la mujer prefirió casarse con Antonio de Fonseca, un comerciante ricachón muy poco agraciado físicamente. Según sus biógrafos, el poeta que era buenmozo, inteligente, y muy admirado en la corte del emperador Carlos V, no entendía que Isabel hubiera elegido a alguien inferior a él. De esto Garcilaso está bastante consciente, porque en la égloga dice con sarcasmo: "No soy, pues, bien mirado,/ tan deforme ni feo". Para poder expresar sus sentimientos con entera libertad, Garcilaso se oculta tras los nombres de dos pastores: Salicio y Nemoroso. El primero lo usa para lamentarse amargamente del desdén a que lo sometió Isabel: "¿Cómo te vine en tanto menosprecio?/ ¿Cómo te fui tan presto aborrecible?", y el segundo, para llorar la muerte de la dama, quien después de casarse con Fonseca, murió de parto. ¿Qué edad tenía Garcilaso cuando escribió estos poemas? No lo sabemos con exactitud, pero en investigaciones recientes los especialistas calculan que Garcilaso tenía alrededor de 23 años cuando se enamoró de Isabel. De caballero mayor, nada. En el Chile actual habría sido alumno de alguna universidad.Próximo caso: Lope de Vega, dramaturgo famoso y autor de numerosos poemas líricos. Difícil no imaginarlo como anciano de nacimiento. Lope había mantenido una relación con la actriz Elena Osorio, hija de un empresario teatral de Madrid, hacia la cual había desarrollado una pasión irrefrenable. Dice Lope: "No sé qué estrella propicia a los amantes reinaba entonces, que apenas nos vimos y nos hablamos cuando quedamos rendidos el uno al otro". Por algún tiempo todo marcha bien, hasta que se entera de que Elena va a dejarlo por Francisco Perrenot, sobrino del poderoso Cardenal de Granvela y mucho mayor que ella. Lope no tiene el carácter cortesano de Garcilaso, por lo que herido y resentido escribe una serie de libelos contra Elena y su familia, los que hace circular por todo Madrid. Uno de ellos dice: "Una dama se vende a quien la quiera,/ en almoneda está. ¿Quieren comprarla?/ Su padre es quien la vende, que aunque calla,/ su madre le sirvió de pregonera". El progenitor de Elena no está dispuesto a tolerar el resentimiento del despechado galán y presenta una demanda judicial contra Lope por difamación. El poeta va a parar a la cárcel. ¿Qué edad tenía Lope cuando inicia su romance con Elena? Apenas 21 años. Un lolo, como quien dice. Les cuento a mis alumnos universitarios que en 1888 Rubén Darío publicó Azul, un libro que revolucionó la poesía y la prosa en lengua española e inició un nuevo movimiento literario. "¿Cuántos años creen ustedes que tenía Rubén Darío cuando escribió ese libro?", les pregunto. Desde distintos puntos de la sala de clases surgen las opiniones: "¿45?, ¿30 y tantos?, ¿cincuentón?". "Ni cerca. Tenía 20 años. Queridos jóvenes, tomen nota: ahora mismo ustedes son más viejos de lo que era Rubén Darío en esos días. Si aquí hay alguien que tiene vocación literaria, que se ponga a escribir cuanto antes. Ya no podrá emular en edad a Darío, pero a lo mejor le alcanza para Lope o Garcilaso".
TIERRA DEL FUEGO
PUBLICACIONES
La épica de los colonizadores:
Aventura y colonización en Tierra del Fuego
El gran historiador del extremo sur de Chile Mateo Martinic lanza una edición ampliada y revisada de su historia de la Tierra del Fuego, publicada por primera vez en 1982.
El Mercurio Artes y Letras
DANIEL SWINBURN
Mateo Martinic (Premio Nacional de Historia del año 2000) ha desarrollado una fructífera labor de investigación del pasado de la zona más austral de Chile. Sus numerosos libros abarcan ya, a estas alturas, buena parte de los hechos posibles de historiar, agregando últimamente en sus trabajos más recientes capítulos que indagan en la proyección económica y social de la región. Por su vasta experiencia en diversos ámbitos y disciplinas (fue intendente de Magallanes en tiempos de Frei Montalva), más que una recopilación de datos y su comprensión pretérita, Martinic asume en sus trabajos un compromiso visionario con el desarrollo del área, que lo lleva a reflexionar en torno al futuro de sus habitantes en aquel extenso y desolado entorno natural. "La Tierra de los Fuegos", que publica ahora en una segunda edición mantiene este plan, y su relato alcanza hasta nuestros días buscando entregar al lector un panorama del potencial social y económico de la zona.Pero el mérito mayor de Martinic, más allá del planteamiento formal de su rigurosa investigación, hay que buscarlo en sus virtudes narrativas. Sus libros se leen con facilidad, su relato, sin perder erudición y rigor, está muy alejado de las formalidades de la escritura académica de la historia y se desliza hacia un estilo ameno creando una atmósfera más ceñida al carácter a menudo épico y aventurero de los hechos narrados.En efecto, la historia de la Tierra de los Fuegos está muy ligada -con sus grandezas y sus miserias- a la aventura colonizadora y al espíritu emprendedor del hombre occidental. Una tierra hostil como hay pocas, pero con una peculiar ubicación en el fin del mundo y un gran caudal de leyendas y mitos que la rodea desde las primeras exploraciones por su litoral que la dieron a conocer al hombre moderno. A pesar de esto último, la exploración del interior fueguino es muy tardía, se llevó a cabo por primera vez hacia 1880 por la Armada de Chile, y sólo a partir del informe emanado por el teniente Ramón Serrano, sobre los hallazgos auríferos se abrió la etapa de la ocupación colonizadora. Ésta siguió también con el viaje pionero que realizara el oficial de marina Jorge Porter con el descubrimiento de la bahía que él mismo nombró Porvenir y que se convertiría luego en el principal asentamiento urbano de la zona.La explotación aurífera fue el agente poblador inicial de la gran isla y con la llegada de los pioneros a los asentamientos cerca de los cerros de Boquerón se inició también el penoso conflicto con la etnia aborigen de los selknam, cazadores y recolectores, poseedores de una rica cosmovisión, habitantes del lugar durante miles de años y que vieron repentinamente invadido su territorio por una cultura completamente extraña. La pobreza de los yacimientos auríferos, que pronto fueron dejados en manos de pequeños mineros, hizo que la estrategia colonizadora y la inversión de los grandes capitales se enfocaran hacia la explotación pastoril. Motivado por la gran generosidad del gobierno central de Chile, -que a muchos colonos pareció imprudente desde sus inicios-, unos pocos empresarios de Punta Arenas, liderados por José Nogueira -amigo muy cercano del Presidente Balmaceda- y su cuñado Mauricio Braun, lograron hacerse de unas vastísimas concesiones de tierras, superiores al millón de hectáreas, que coparon toda la capacidad de pastoreo de la isla en muy poco tiempo. "La gran compañía pastoril, que con el correr del tiempo pasaría a constituir un verdadero imperio ganadero en las tierras del sur de América, debe atribuirse exclusivamente a la visión Nogueira y Braun", escribe Martinic.Sin embargo, la historia conocida de la gran epopeya empresarial de Tierra del Fuego tuvo su lado oscuro en el conflicto generado con los selkman, quienes se encontraron repentinamente con todo el hábitat natural de su territorio de caza y recolección, cercado por alambradas y custodiado por celosos vigilantes a caballo. Esta situación inédita, más la facilidad que hallaron los aborígenes de proveerse de la carne de oveja mediante el robo, dio inicio a uno de los conflictos más tristes de la historia moderna de Chile. El autor no duda en calificar de "genocidio" la acción llevada a cabo por los estancieros en contra de los onas, pues los pocos que no murieron de forma violenta antes del año 1900 de manos de los capataces y trabajadores de las haciendas, lo hicieron por el contagio de enfermedades que les eran hasta ese momento desconocidas. La Isla Dawson se convirtió en el depósito de los selknam que eran capturados vivos, en su mayoría niños y mujeres, y allí recibían la atención de misioneros católicos. La indecisión del gobierno central para desarrollar una política de protección de los indígenas, mediante reducciones como la que realizaba en la región de la Araucanía en esos mismos años, fue causa de vivas condenas por la comunidad de Punta Arenas, testigo muchas veces de la llegada de selknam capturados, que eran trasladados a la ciudad sin ninguna protección. Se calcula que los indígenas que habitaban el lugar antes de la colonización eran unos 3 mil 500 como máximo, y no quedaban más de un centenar en la primera década del siglo XX.El desarrollo de la actividad ganadera permitió el crecimiento paulatino de la comunidad de Porvenir, que a través de la provisión de servicios fue convirtiéndose en el principal poblado de la isla, habitada en su gran mayoría por croatas. Su "época dorada", hacia 1925-1945, le permitió adquirir los perfiles que la caracterizarían históricamente entre las comunidades magallánicas. La historia más reciente de la zona está vinculada al descubrimiento de los yacimientos de hidrocarburos, a la paulatina decadencia de la ganadería ovina y la explotación de una nueva estrategia de desarrollo a través del turismo.
Cuadro de una escena de la película "El billete de la Lotería" filmada en Porvenir por Radonich y Böhr hacia 1920.
MATEO MARTINIC
La Tierrade los Fuegos,
Historia, geografía, sociedad, economía,
Municipalidad de Porvenir, 282. p.
Saturday, April 18, 2009
PREMIO A LOS LIBROS MAS BELLOS DEL MUNDO RECAE EN LIBRO DE AUTOR CHILENO PEDRO CUNILL
Martes 22 de Abril de 2008
El Mercurio
Feria en la Plaza de Armas inicia el Día del Libro En su versión N° 15, la muestra de acceso gratuito es un preámbulo a la Feria Internacional de la Estación Mapocho, a fines de octubre.
V. Mandujano y G. Gayani
Con la inauguración de la 15° Feria del Libro en la Plaza de Armas se iniciaron ayer los festejos por el Día Internacional del Libro y el Derecho de Autor. Eduardo Castillo, presidente de la Cámara Chilena del Libro, organizadora del evento, elogió los años de vigencia de la Feria, que es un preámbulo a su pariente mayor, la Feria Internacional del Libro de la Estación Mapocho, que tendrá lugar a fines de octubre. Esta Feria, que se realiza desde hace 15 años, cuenta con la participación de 60 editoriales y librerías. Junto a miles de libros, tiene novedades, ofertas y la presencia de personajes populares, como mimos, organilleros, hombres en zancos y otros. También se ha invitado a varios escritores, quienes firmarán sus libros y dialogarán con el público. Entre los títulos están "La Llorona", de Marcela Serrano ( Editorial Planeta ); "La suma de los días", de Isabel Allende (Sudamericana); "Harry Potter y las reliquias de la muerte", de J.K. Rowling (Salamandra); "Niños con pataletas, adolescentes desafiantes", de Amanda Céspedes, e "Hijos de las estrellas", de María Teresa Ruiz (Ediciones B) y "Psicomagia"y "La vía del Tarot", de A. Jodorowsky (Random House). Recién galardonado con el Premio Iberoamericano Planeta-Casa de América de Literatura, el escritor Jorge Edwards enfatiza: "Mientras más ferias, mejor. Se trata de ampliar el espacio en que se mueven los libros con una dialéctica entre lectores y escritores en contacto directo". Sorprendido por el alza en el monto del Premio Cervantes (que ahora será de 125.000 euros, 35.000 más que antes), comenta "a mí me lo dieron baratito". Edwards se mostró abiertamente partidario de que lo gane Nicanor Parra "pero es muy mañoso. Lo invitan y deja a todo el mundo esperando. Los españoles le tienen terror a eso". Para Nivia Palma, directora de la Dibam, "esta es una verdadera fiesta y un signo de vitalidad, de compromiso de todos los autores con el tema del libro. Tenemos una tarea común, cual es la de promover prácticas lectoras y poner el libro al acceso de todos".
El más bello del mundo
El premio "La letra de oro" a "Los libros más bellos del mundo", que otorga la Feria del Libro de Leipzig, recayó este año en la Fundación Empresas Polar y el diseñador Álvaro Sotillo, por los dos tomos de "Geohistoria de la sensibilidad en Venezuela", del chileno Pedro Cunill.Según argumentó el jurado: "El uso de la tipografía es complejo y muy sutil. El diseñador, en lugar de usar el recurso de colorear la tipografía, trabajó con pequeños contrastes logrados por medio del tamaño, del peso y de la luminosidad. La flexible encuadernación (estilo japonés) abre una maravillosa posibilidad de navegar a través del libro".
Programa
Dónde: Plaza de Armas de Santiago
Cuándo: Hasta el 28 de abril.
Cómo: Entre las 10:00 y las 20:30 horas.
Cuánto: Gratis.
Cuentacuentos se toman Santiago esta semana Entre el 23 y 27 de abril volverán a encontrarse en la capital, narradores orales españoles, colombianos, venezolanos, argentinos y chilenos que participarán del Décimo Festival Internacional de Cuentacuentos.La larga trayectoria del Festival lo ha convertido en el más importante del Cono Sur. Además, ha logrado consolidar un creciente movimiento de narradores chilenos reconocidos mundialmente e invitados a certámenes internacionales.Los encuentros familiares se desarrollarán a las 20:00 horas en el Centro Arte Alameda (Alameda 139). La entrada general costará $3.500 y estudiantes y tercera edad $2.500. Siguiendo la tradición, se realizarán sesiones de trasnoche (22:30 horas) para adultos en las sedes del Arte-Bar La Casa en el Aire (Antonia López de Bello 0125 y Constitución 40, Local 56), con un valor de $2000 más consumo. Las funciones para niños se llevarán a cabo en la recién inaugurada librería Mundo de Papel (Constitución 40), a las 17:00; la entrada general es de $2.000. El último día del evento, el domingo 27, se realizará una función gratuita, al aire libre, en plaza central del Patio Bellavista, a las 17:00 horas.
En Internet
Todas las actividades del Día del Libro en Chile en:
http://www.dibam.cl/mesdellibro/index.html
El Mercurio
Feria en la Plaza de Armas inicia el Día del Libro En su versión N° 15, la muestra de acceso gratuito es un preámbulo a la Feria Internacional de la Estación Mapocho, a fines de octubre.
V. Mandujano y G. Gayani
Con la inauguración de la 15° Feria del Libro en la Plaza de Armas se iniciaron ayer los festejos por el Día Internacional del Libro y el Derecho de Autor. Eduardo Castillo, presidente de la Cámara Chilena del Libro, organizadora del evento, elogió los años de vigencia de la Feria, que es un preámbulo a su pariente mayor, la Feria Internacional del Libro de la Estación Mapocho, que tendrá lugar a fines de octubre. Esta Feria, que se realiza desde hace 15 años, cuenta con la participación de 60 editoriales y librerías. Junto a miles de libros, tiene novedades, ofertas y la presencia de personajes populares, como mimos, organilleros, hombres en zancos y otros. También se ha invitado a varios escritores, quienes firmarán sus libros y dialogarán con el público. Entre los títulos están "La Llorona", de Marcela Serrano ( Editorial Planeta ); "La suma de los días", de Isabel Allende (Sudamericana); "Harry Potter y las reliquias de la muerte", de J.K. Rowling (Salamandra); "Niños con pataletas, adolescentes desafiantes", de Amanda Céspedes, e "Hijos de las estrellas", de María Teresa Ruiz (Ediciones B) y "Psicomagia"y "La vía del Tarot", de A. Jodorowsky (Random House). Recién galardonado con el Premio Iberoamericano Planeta-Casa de América de Literatura, el escritor Jorge Edwards enfatiza: "Mientras más ferias, mejor. Se trata de ampliar el espacio en que se mueven los libros con una dialéctica entre lectores y escritores en contacto directo". Sorprendido por el alza en el monto del Premio Cervantes (que ahora será de 125.000 euros, 35.000 más que antes), comenta "a mí me lo dieron baratito". Edwards se mostró abiertamente partidario de que lo gane Nicanor Parra "pero es muy mañoso. Lo invitan y deja a todo el mundo esperando. Los españoles le tienen terror a eso". Para Nivia Palma, directora de la Dibam, "esta es una verdadera fiesta y un signo de vitalidad, de compromiso de todos los autores con el tema del libro. Tenemos una tarea común, cual es la de promover prácticas lectoras y poner el libro al acceso de todos".
El más bello del mundo
El premio "La letra de oro" a "Los libros más bellos del mundo", que otorga la Feria del Libro de Leipzig, recayó este año en la Fundación Empresas Polar y el diseñador Álvaro Sotillo, por los dos tomos de "Geohistoria de la sensibilidad en Venezuela", del chileno Pedro Cunill.Según argumentó el jurado: "El uso de la tipografía es complejo y muy sutil. El diseñador, en lugar de usar el recurso de colorear la tipografía, trabajó con pequeños contrastes logrados por medio del tamaño, del peso y de la luminosidad. La flexible encuadernación (estilo japonés) abre una maravillosa posibilidad de navegar a través del libro".
Programa
Dónde: Plaza de Armas de Santiago
Cuándo: Hasta el 28 de abril.
Cómo: Entre las 10:00 y las 20:30 horas.
Cuánto: Gratis.
Cuentacuentos se toman Santiago esta semana Entre el 23 y 27 de abril volverán a encontrarse en la capital, narradores orales españoles, colombianos, venezolanos, argentinos y chilenos que participarán del Décimo Festival Internacional de Cuentacuentos.La larga trayectoria del Festival lo ha convertido en el más importante del Cono Sur. Además, ha logrado consolidar un creciente movimiento de narradores chilenos reconocidos mundialmente e invitados a certámenes internacionales.Los encuentros familiares se desarrollarán a las 20:00 horas en el Centro Arte Alameda (Alameda 139). La entrada general costará $3.500 y estudiantes y tercera edad $2.500. Siguiendo la tradición, se realizarán sesiones de trasnoche (22:30 horas) para adultos en las sedes del Arte-Bar La Casa en el Aire (Antonia López de Bello 0125 y Constitución 40, Local 56), con un valor de $2000 más consumo. Las funciones para niños se llevarán a cabo en la recién inaugurada librería Mundo de Papel (Constitución 40), a las 17:00; la entrada general es de $2.000. El último día del evento, el domingo 27, se realizará una función gratuita, al aire libre, en plaza central del Patio Bellavista, a las 17:00 horas.
En Internet
Todas las actividades del Día del Libro en Chile en:
http://www.dibam.cl/mesdellibro/index.html