VIAJE AL CORAZÓN DE NERUDA CON NURIELDIN HERMOSILLA
Nerudaland
www.zona.cl Una selección de la noticia sobre este notable coleccionista chileno y miembro de número de nuestra Sociedad.
Si uno habla de coleccionista, hay que hacer un alto en Neruda. El cachurero por excelencia. El tipo que logró juntar más caracolas por metro cuadrado en su época. El que vacunaba a sus amigos que viajaban con mascarones de proa de encargo. El peor amigo secreto que le podía tocar a alguien. Desde que el poeta con sonsonete ya no está con nosotros, el abogado Nurieldin Hermosilla — uno de los más respetados del país - tomó el relevo y se dedicó a coleccionar cosas del coleccionista en su casa en El Arrayán. Y tiene tesoros inverosímiles, como la cuenta de ahorros con sólo 32 pesos de cuando el poeta tenía 5 años. O su primer poema, escrito a los 11 años que rima perfecto si se lee con el nombre incluido (Neftalí Reyes). Y uno de los últimos, dedicado a la lista comunista para el Centro de Alumnos de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Chile. Además de la única obra escultórica de Neruda, que es un pescado de madera con una concha pegada a la altura del ojo que sale en la foto. Como escultor, sin duda un gran poeta. Pero ¿cómo nació la afición de Hermosilla por juntar hasta el trozo más insignificante de la vida de Neruda? Bueno, cuando joven, Nurieldin era presidente de la Federación de Estudiantes de Chile y militante comunista. Neruda era comunista y Chile es un país chico. Por eso, para el cumpleaños número 50 del poeta, le pidieron que hiciera guardia a la entrada de la casa porque adentro estaba Ilia Ehrenburg, un novelista ruso que era perseguido por unos fascistas argentinos. Pura fraternidad revolucionaria. Lo otro, claro, es la admiración. “Uno se obsesiona con personajes cuando se siente identificado con ellos, a mi me pasa lo mismo: Neruda logró el éxito con trabajo y desde bien abajo, venía de una familia de clase media baja, pueblo chico, estudio en escuela publica toda la vida, mi historia es la misma”. La colección nació hace 25 años cuando le compró las primeras ediciones de “Crepusculario” y “20 Poemas de amor” a un amigo abogado que estaba en apuros. De ahí no paró hasta tener la colección privada más importante sobre el Nobel chileno. Pero no quiere que sus cosas queden en su casa. De hecho tiene un acuerdo con la Fundación Neruda para heredarles su colección cuando él muera. Porque para él esto no es sólo juntar botellitas raras y libros viejos. “La idea no es acumular por acumular, si no que es una forma de cuidar todos estos objetos, con el fin de que no se pierdan, porque estamos viviendo en una pobreza cultural enorme. Es una forma de luchar contra la mediocridad en que vivimos ”Por eso ya hizo una “salida” al exterior en julio del 2004 cuando la Galería Cultural de Codelco expuso su colección personal en una exposición llamada “Viaje al corazón de Neruda”. ¿Pero ha heredado algo más que los objetos del poeta? “Tuve la suerte de conocerlo, y puedo decir que me contagió eso de ser muy conversador, muy galán. Si yo veo una niña linda, por muy emparejada que este, le digo que es linda, pero caballerosamente”. Corazón de poeta.
Si uno habla de coleccionista, hay que hacer un alto en Neruda. El cachurero por excelencia. El tipo que logró juntar más caracolas por metro cuadrado en su época. El que vacunaba a sus amigos que viajaban con mascarones de proa de encargo. El peor amigo secreto que le podía tocar a alguien. Desde que el poeta con sonsonete ya no está con nosotros, el abogado Nurieldin Hermosilla — uno de los más respetados del país - tomó el relevo y se dedicó a coleccionar cosas del coleccionista en su casa en El Arrayán. Y tiene tesoros inverosímiles, como la cuenta de ahorros con sólo 32 pesos de cuando el poeta tenía 5 años. O su primer poema, escrito a los 11 años que rima perfecto si se lee con el nombre incluido (Neftalí Reyes). Y uno de los últimos, dedicado a la lista comunista para el Centro de Alumnos de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Chile. Además de la única obra escultórica de Neruda, que es un pescado de madera con una concha pegada a la altura del ojo que sale en la foto. Como escultor, sin duda un gran poeta. Pero ¿cómo nació la afición de Hermosilla por juntar hasta el trozo más insignificante de la vida de Neruda? Bueno, cuando joven, Nurieldin era presidente de la Federación de Estudiantes de Chile y militante comunista. Neruda era comunista y Chile es un país chico. Por eso, para el cumpleaños número 50 del poeta, le pidieron que hiciera guardia a la entrada de la casa porque adentro estaba Ilia Ehrenburg, un novelista ruso que era perseguido por unos fascistas argentinos. Pura fraternidad revolucionaria. Lo otro, claro, es la admiración. “Uno se obsesiona con personajes cuando se siente identificado con ellos, a mi me pasa lo mismo: Neruda logró el éxito con trabajo y desde bien abajo, venía de una familia de clase media baja, pueblo chico, estudio en escuela publica toda la vida, mi historia es la misma”. La colección nació hace 25 años cuando le compró las primeras ediciones de “Crepusculario” y “20 Poemas de amor” a un amigo abogado que estaba en apuros. De ahí no paró hasta tener la colección privada más importante sobre el Nobel chileno. Pero no quiere que sus cosas queden en su casa. De hecho tiene un acuerdo con la Fundación Neruda para heredarles su colección cuando él muera. Porque para él esto no es sólo juntar botellitas raras y libros viejos. “La idea no es acumular por acumular, si no que es una forma de cuidar todos estos objetos, con el fin de que no se pierdan, porque estamos viviendo en una pobreza cultural enorme. Es una forma de luchar contra la mediocridad en que vivimos ”Por eso ya hizo una “salida” al exterior en julio del 2004 cuando la Galería Cultural de Codelco expuso su colección personal en una exposición llamada “Viaje al corazón de Neruda”. ¿Pero ha heredado algo más que los objetos del poeta? “Tuve la suerte de conocerlo, y puedo decir que me contagió eso de ser muy conversador, muy galán. Si yo veo una niña linda, por muy emparejada que este, le digo que es linda, pero caballerosamente”. Corazón de poeta.
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