ARCHIVO AYLWIN

Aylwin recibió ofertas de universidades extranjeras para conservar su archivo, pero nunca las consideró, porque cree que "son parte de nuestra historia".

 

La colección

80 mil escritos forman parte del archivo. 70 mil ya están en poder de la Universidad Alberto Hurtado. 17 grados celsius debe tener en promedio la sala que los contiene. 25 años dura el comodato, prorrogable por otros 25 más.

El Mercurio Santiago de Chile domingo 16 de octubre de 2011 Actualizado a las 6:28 hrs.
El testimonio de la vida política de Patricio Aylwin, que fue donado a una universidad:


Los recuerdos y anécdotas del archivo que Aylwin donó a la U. Alberto Hurtado
"Para que sirvan para la historia", dice el ex Presidente sobre la colección de documentos que donó esta semana a la casa de estudios. "El Mercurio" tuvo acceso a algunas de las desconocidas cartas que recibió durante su mandato.

Cecilia Derpich y Boris Pinto

Durante dos meses, un camión recorrió semanalmente los 5 kilómetros entre la calle Teresa Salas 786 en Providencia hasta Almirante Barroso 10 en Santiago.

Llevaba setenta mil documentos, desde la sede de la Corporación Justicia y Democracia hasta la biblioteca de la Universidad Alberto Hurtado, que equivalen a todas las cartas, informes y actas de gabinete del gobierno del ex Presidente Patricio Aylwin, entre 1990 y 1994.

A ellos, prontamente se unirán 10 mil nuevos escritos y videos, testimonios de su vida como estudiante, parlamentario, militante DC y Presidente. "Parte importante de la historia del siglo XX de Chile, fuente necesaria para conocer la historia de los últimos 50 años", según él mismo define.

A 17 grados celsius, en condiciones especiales de conservación y en proceso de digitalización para que el próximo año estén a disposición de todos quienes quieran consultarlos, los escritos fueron dejados en comodato a la universidad jesuita por 25 años prorrogables, que esta semana los recibió oficialmente, junto a mil documentos del archivo de los DC Radomiro Tomic y Manuel Bustos.

"Tenía que decidir qué haría con mi documentación, cómo podría usarse y servir. Si yo la guardo o la dejo en mi familia, ahí quedaría, pero ahora está en manos de la universidad, y sé que podrá servir para la historia", cuenta el ex Presidente.

"El Mercurio" tuvo acceso a algunas de las cartas del periodo presidencial que abarcan temas relacionados con los derechos humanos, política nacional e internacional y la relación cívico-militar. También peticiones de la más diversa índole: desde trabajo, casa y tratamientos médicos, hasta intervenciones en problemas familiares. "Ésta era la posibilidad de expresarse tras 17 años de dictadura. Por eso, nunca se dejó de contestar una sola carta en mi gobierno", dice Aylwin.

Su jefe de gabinete, Carlos Bascuñán, recuerda que en 1992, una mujer escribió porque su marido se había ido a vivir a la casa de su mamá, y el Presidente le delegó la tarea de contactarlo. Como no le contestó, le dejó un recado: "Dígale que estoy llamando de parte del Presidente Aylwin, porque su señora está muy preocupada porque se fue de la casa. Por favor, dígale a su hijo que llame a su mujer".

La dedicación del Mandatario por atender las cartas sobre casos de derechos humanos

"Nos dirigimos a usted porque conocemos su gran sensibilidad y porque estamos seguros de que como padre comprende lo doloroso que es para nosotros haber perdido a una hija". "Presidente, tengo 77 años, y no me gustaría morir sin saber qué fue de mi hijo". "Mi marido está desaparecido desde el 73, y necesito un comprobante para poder casarme con mi conviviente... he tenido que luchar mucho en la vida, y me gustaría que usted fuera un medio para poder vivir más tranquila". De las 70 mil cartas, un número importante -aún no catastrado- corresponde a solicitudes para el que ex Presidente Aylwin pudiera ayudar a familiares de personas que fueron víctimas de torturas, muertas o desaparecidas tras el golpe de Estado de 1973.

Según da cuenta el archivo, el ex Presidente tenía especial preocupación por estas solicitudes, y a través de su jefe de gabinete, Carlos Bascuñán, enviaba los antecedentes a la Comisión de Verdad y Reconciliación, que a fines de 1991 entregó el informe que calificó 2.296 casos de violaciones a los Derechos Humanos.

Hirsch pidió renuncia de ministro Krauss y fin de las lacrimógenas

Seis días después de la marcha del 11 de septiembre de 1993, que terminó con violentos disturbios y dos personas muertas, Tomás Hirsch, entonces vicepresidente del Partido Humanista Verde, escribió a Aylwin para reclamar por "represión desatada", exigiendo la renuncia del ministro del Interior, Enrique Krauss, el intendente, Luis Pareto, y del director de Carabineros, Rodolfo Stange.

"Hace algunos años, quienes hoy son ministros pedían ocupar las calles libremente, y hoy son ellos mismos quienes impiden la libertad de expresión", dice la carta, que además pide la derogación de decreto de 1983 que regula el derecho a reunión -hoy vigente-, que la tuición de Carabineros vuelva a Interior y que se prohíba el uso de bombas lacrimógenas y perdigones en las manifestaciones.

Las condolencias a Yasser Arafat

El 3 de marzo de 1994, seis días después de ocurrida la matanza de Hebrón -en que murió una treintena de palestinos a manos de un colono israelí- el ex Presidente Aylwin escribió una carta al Presidente de la Organización para la Liberación Palestina, Yasser Arafat, en la que personalmente y a nombre del gobierno lamentó los hechos.

"En estas trágicas circunstancias, en que se ponen a prueba los sentimientos pacíficos de los pueblos, confiamos en la renovada prosecución de los esfuerzos tendientes a impulsar el proceso de paz para Medio Oriente, al cual mi gobierno reitera en esta ocasión su más decidido apoyo", decía la carta.

Las peticiones de ayuda social: desde una casa hasta un triciclo

"Trabajo en un local comercial por el sueldo mínimo, es decir, 38 mil pesos. Y pago de arriendo 18.000 (...) recurro a usted para poder pedirle unas piezas para vivir", escribía un hombre en 1992. "Tengo tres hijos en edad escolar y uno acaba de dar la Prueba de Aptitud Académica. Estoy desesperada, porque estoy cesante y quiero poder pagar una universidad", le escribe una mujer de 35 años a la Primera Dama, Leonor Oyarzún, a quien considera "una mujer sencilla y distinguida".

"La ciudadanía trataba temas propios como la cesantía y dilemas de la casa propia", recuerda Aylwin.

Una de las cartas más recordadas es la de un hombre de Valdivia -militante de la DC- que escribió al Presidente pidiéndole un triciclo para poder trabajar. "Lo felicito por haber salido Presidente de todos los chilenos. Lo conozco desde 1964, cuando participé en la marcha de la Patria Joven (...) Debido a que estoy incapacitado para trabajar, quiero pedirle la posibilidad que me puedan ayudar enviándome un triciclo", dice la carta del 15 de febrero de 1990, que fue reenviada por Carlos Bascuñán, su jefe de gabinete, a Andrés Zaldívar, a esa fecha presidente de la DC, quien a su vez se la reenvió a Gabriel Valdés, entonces presidente del Senado. Toda una cadena de altas autoridades. Sin embargo, nadie recuerda cómo terminó la historia y si el hombre recibió su triciclo.

Formal polémica con Pinochet

Las ceremonias de graduación de los cursos de oficiales y suboficiales del año 1991 produjeron una más de las tensiones entre el ex Presidente Aylwin y el entonces comandante en jefe del Ejército, Augusto Pinochet.

Mediante una carta del 8 de julio de 1991 con timbre de "Reservado", Pinochet le solicita al ministro de Defensa, Patricio Rojas, que le "informe" al Presidente las posibles fechas para realizar las ceremonias.

Sin embargo, al interior del gobierno se tomó la decisión de tratar esta información no como una notificación, sino como una "propuesta". "Mucho se agradecerá a usted tenga a bien someter dicha proposición a consideración del Primer Mandatario", indicaba el memorando de reenvío de las fechas del Ministerio de Defensa al gabinete del Presidente.