AMSTER
Amster era muy minucioso .
Al inicio sus diseños eran más osados; después, más clásicos.
Foto:AMSTER
El Mercurio ACTIVIDAD CULTURAL Viernes 20 de Enero de 2012
Libro rescata el trabajo pionero de Mauricio Amster
Entre 1940 y 1980 fue clave en el desarrollo de la industria de libros y revistas, y ahora Juan Guillermo Tejeda reconstruye toda la historia del diseñador polaco.
Daniela Silva Astorga
En sus arduas visitas al Santiago de los años 80, Juan Guillermo Tejeda (1947) se reencontraba en las librerías de viejo con el país que él había dejado. En San Diego aparecían los mismos ejemplares de la biblioteca de su padre. Aquellos que él leyó en tiempos sin revoluciones ni dictaduras, entre su infancia y juventud. Los que en esa misma época había diseñado hábilmente el polaco Mauricio Amster (1907-1980). Ese hallazgo encendió en él un interés inagotable por la figura de quien durante cuatro décadas, a partir de 1940, definió desde las tipografías a las portadas de, fácilmente, 500 libros. O mejor dicho, de un 70% de los textos que se publicaron aquí en ese lapso.
Tejeda estaba frente a Amster. El extranjero que jugó todas sus fichas en el desarrollo de nuestra industria de libros y revistas. El polaco que nació en Lviv, Lumberg, Lwow o Lvov -según quien dominara la ciudad- y sufrió la muerte de sus padres en campos de concentración. El adolescente que quiso ser pintor. Que postuló a la Academia de Artes de Viena y fue aceptado, tal como Egon Schiele, pero desistió porque no tenía talento (lo que le dolió hasta el día de su muerte). El que miró, desde ahí, a las artes menores, el dibujo, el diseño, y se transformó en un joven estudiante de la Reimann Schule en Berlín. Luego, el hombre que se consolidó en Madrid, conoció a Neruda en París y, escapando de la Guerra Civil, llegó a Chile a bordo del Winnipeg, para convertirse rápidamente en una máquina del diseño.
Un personaje clave para las editoriales Universitaria, Zig-Zag y Cruz del Sur, además de la Sociedad de Bibliófilos y la revista cultural Babel. También impulsó, junto a Ernesto Montenegro, la creación de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Chile, donde sólo dictó una cátedra de técnica gráfica.
Tejeda se encontró frente a todo eso y no pudo hacer otra cosa que investigar. Visitó la ciudad natal de Amster, entrevistó a Adina Amenedo, su compañera de vida, y compró los máximos ejemplares que pudo. Creó premios, difundió artículos, ganó un Fondart y ahora publica "Amster" (Ediciones Universidad Diego Portales), el primer libro dedicado al polaco (sólo se ha editado un catálogo sobre su obra en España). "Me llamó mucho la atención que en Chile no se le hubiera reconocido. Pero, claro, el diseño tiene la voluntad de que el autor no sea tan importante, una modestia natural. Además, Amster no perteneció a ningún grupo. Su relación con Chile es de cercanía y distancia. Se le trató bien, pero no es parte de la retícula nacional. Sin embargo, siempre que Neruda publicaba un libro aquí, lo hacía con él", comenta Tejeda.
El libro tiene más de 250 páginas, con muchas imágenes y textos que abordan desde su infancia turbulenta en Lviv hasta sus últimos días, siempre con numerosas referencias históricas y fuentes cercanas, como los textos que dejó su amigo Mariano Rawicz, y las conversaciones con Adina. La clave está en lo que Amster provocó en Tejeda, quien al escribir "navega con pericia por aguas agitadas en las que se mezclan el ensayo, la crónica, la historia y la crítica", apunta el arquitecto Humberto Eliash en el prólogo.
"El trabajo de Amster es la cara B de nuestra literatura, de nuestro pensamiento, de nuestra creación ciudadana y artística. Él articuló su instalación en el mundo, su puesta en escena a través de los modestos pero decisivos recursos de los que se alimenta el diseño", remata Tejeda.
El Mercurio ARTES Y LETRAS Domingo 17 de Diciembre de 2006
HOMENAJE. Libros y diseños:
Hacia el centenario de Mauricio Amster
En 2007 se cumplirán 100 años del nacimiento de Mauricio Amster, refugiado desde España, quien dio a la tipografía chilena y al diseño del libro considerable impulso.
De importante labor en España, su actividad en Chile como diseñador, marcada tanto por su competencia técnica como por su gusto, implicó una renovación en las artes gráficas.
Patricio Tapia
El crítico Hernán del Solar, en 1976, comenzaba así su reseña de un libro hacía poco publicado, Diez romances de amor: "No hay lector chileno, habituado a conocer y celebrar excelentes ediciones, que no admire desde hace años a Mauricio Amster". La afirmación era tan demostrativa de la labor del comentarista (bonhomía, ir desde las generalidades para adentrarse en los detalles) como el libro comentado lo era de la de Amster: una compilación de romances muy bien escogida y mejor caligrafiada (ambas cosas por Amster) e ilustrada con xilografías de un artista del siglo XVI, Jost Amman. Pero, a decir verdad, ese libro no era sino una muestra más de lo que Amster había estado haciendo en Chile por casi cuarenta años y que ya antes había hecho en España.
Vida
Nacido el año 1907, en el seno de una familia judía acomodada, en Lwów (Galizia, entonces Polonia), ciudad que deja muy joven para estudiar pintura en Viena y luego tipografía en Berlín. En 1930, aconsejado por su amigo de infancia, Mariano Rawicz, viaja a España, donde desarrolla una importante, prolífica y versátil labor en el mundo editorial, tanto en la edición popular como en las ediciones de vanguardias intelectuales, haciendo cientos de portadas (algunas de libros tan conocidos como Rusia en 1931, de César Vallejo, o Poema del cante jondo, de García Lorca), además de diagramar algunas revistas.
Militó en el Partido Comunista y, ya en plena guerra civil, en 1937, fue uno de los encargados del diseño de las publicaciones del Ministerio de Instrucción Pública del gobierno republicano, creando, entre otras cosas, afiches y (algo que siempre lo enorgulleció) las cartillas escolar y aritmética antifascistas, con las que miles de soldados pudieron salir de la ignorancia.
Obligado al exilio, pudo viajar a Chile en el Winnipeg, junto a su esposa, Adina Amenedo. Llegaron en 1939, y gracias a su formación y experiencia se transformó en uno de los más requeridos y cotizados diseñadores del país. Fue director artístico de Zig-Zag desde 1940 hasta 1947 y, simultánea o sucesivamente, colaboró con otras instituciones: Editorial Nascimento, Biblioteca Nacional, Editorial Cruz del Sur, revista Babel, Ediciones de la Universidad de Chile, Editorial Jurídica, revista Mapocho, Sociedad Chilena de Bibliófilos y quizá de manera especial en Editorial Universitaria. Por otra parte, recién fundada la Escuela de Periodismo de la Universidad de Chile, Ernesto Montenegro llevó a Amster como profesor (para sus alumnos produjo sus textos Técnica Gráfica. Evolución, procedimientos y aplicaciones y Normas de composición. Guía para autores, editores, correctores y tipógrafos). En Chile, como lo fue en España, se vinculó a grupos de intelectuales y artistas (particularmente al círculo de la revista Babel). Murió en Santiago, en febrero de 1980.
Legado
Toda la labor de Amster en Chile se caracteriza por la sobriedad, funcionalidad y equilibrio de sus diseños. Entre sus muchos trabajos se destacan la colección de libros de la editorial Cruz del Sur, la revista cultural Babel (dirigida por Enrique Espinoza), su edición del Arte de pájaros de Neruda, su contribución al Resumen de la Historia de Chile, de Encina-Castedo, sus ediciones para bibliófilos (las Coplas, de Jorge Manrique; los Proverbios morales, de Sem Tob; El Manifiesto Comunista, de Marx y Engels, entre otras), además de lo que algunos consideran uno de sus mayores logros, la edición de Impresos Chilenos 1776-1818.
En Editorial Universitaria desarrolla un amplio proyecto que marcó la identidad de la institución. Su actual editor, Eduardo Castro Le Fort, lo conoció a fines de los años 40 cuando lo integró Arturo Matte, quien "supo de inmediato que Amster sería un gran aporte para nuestra naciente empresa, y efectivamente lo fue. Trabajó siempre con nosotros pero en forma independiente; trabajaba en su casa y aparte de su gran oficio, admiraba su puntualidad". También señala que en el Salón del Directorio de la editorial hay una fotografía de Amster en que dice bajo su nombre: "Renovador del diseño del libro en Chile". "Efectivamente, ese fue su principal aporte al mundo editorial en nuestro país, aparte del estímulo intelectual que le significó a muchos su conversación inteligente".
Al momento de su muerte, el historiador y bibliófilo Alamiro de Ávila Martel escribió: "Chile debe mucho a Mauricio Amster. La única retribución posible, después de su tránsito, es velar porque la dignidad del libro chileno no se deteriore".
ACTUALIDAD
Mauricio Amster también realizó cierta labor de traducción. Por ejemplo, tradujo a Gustav Meyrink y a Karel Capek, además de hacer una versión del Manifiesto Comunista, de Marx y Engels, en una exquisita edición de centenario en 1948. Es esta última traducción la que vuelve a poner en circulación la Editorial LOM.
Por otro lado, tras algunos intentos por hacer un premio que recordara su nombre, este año fue creado por el Consejo Nacional del Libro y la Lectura el premio Amster-Coré al diseño y a la ilustración editorial, el cual fue obtenido por el libro De vez en cuando en la vida. Joan Manuel Serrat en palabras.
EN EL DISEÑO: OPINIONES
La importancia que la labor de Amster tuvo para el diseño, tanto en España como en Chile, es indudable. Si bien tuvo buenos amigos y también admiradores (tanto aquí como en Europa), ha comenzado una renovada atención hacia su obra.
La importancia que la labor de Amster tuvo para el diseño, en España y en Chile, es indudable. Si bien siempre tuvo buenos amigos y también admiradores, existe una renovada atención hacia su obra.
En 1997 se realizó una gran muestra sobre Amster en Valencia, en que actuaron como comisarios Patricia Molins y Carlos Pérez, y que devino en la publicación de un libro catálogo, Mauricio Amster, tipógrafo, que casi con seguridad es lo más completo que se ha hecho sobre su vida y obra, especialmente respecto de su trabajo en España. Uno de los comisarios (y gran conocedor del trabajo de Amster), Carlos Pérez, indica el texto que escribió para dicho catálogo: "Hoy, con la distancia del tiempo, el análisis de la obra de Mauricio Amster le destaca como uno de los diseñadores cuya aportación estética y pedagógica fue determinante para la renovación y evolución de las artes gráficas en España e Hispanoamérica".
Por su parte, en Chile también se ha producido un fenómeno de revaloraciónde Amster. A modo ejemplar, está el breve pero muy completo trabajo sobre él escrito por José Manuel Allard y Francisca Reyes (revista ARQ 49, diciembre de 2001), en el cual se afirma: "Mauricio Amster reúne, tanto en su vida profesional como personal, los principios de rigor, disciplina, constancia y austeridad, todas éstas características propias de la composición tipográfica, circunscribiendo a la tipografía, más que como una operación expresiva o intuitiva, como una disciplina que se acerca a la razón y a la obediencia de la tradición y las normas".
Otro antiguo admirador chileno de Amster es Juan Guillermo Tejeda, quien en su reciente Diccionario crítico del diseño (Paidós, 2006) incluye una entrada sobre Amster, en la que señala la importancia de su llegada para el ámbito editorial chileno: "Padre del moderno diseño de libros en Chile y renovador de la tipografía local, Mauricio Amster dominó silenciosamente durante cuarenta años la escena del diseño gráfico en este país, y contribuyó con fuerza a la construcción de un espíritu republicano. Parte muy importante de la idea que los chilenos se logran hacer de su país, de su historia, de su propia cultura, pasa por las innumerables aportaciones de Amster al diseño de libros y de impresos".
SU AMIGO, MARIANO RAWICZ
La llegada de Amster a Madrid se debió a su compatriota y amigo de infancia polaca, Mariano Rawicz. Como Amster, Rawicz se había formado en Alemania y hacia 1930 se encontraba trabajando en el diseño editorial español. Hicieron juntos algunos trabajos, pero pronto se dedicaron a cosas distintas. Rawicz tendría una vida personal y política muy agitada: tomado prisionero en España en 1939, es condenado a muerte (sentencia que no se ejecuta), además de otras tragedias personales y allí permanece encarcelado hasta 1946. Todo esto lo cuenta en sus memorias, Confesionario de papel, publicadas en España en 1997 y que deberían publicarse en Chile, donde fueron escritas. En 1947, Rawicz viaja a Chile, ahora a causa de Amster, quien lo convenció de hacerlo. Rawicz viaja con su novia, se casa en Chile, tiene una hija, Virginia, y es nacionalizado en 1956. Trabaja como profesor de diseño y tipografía, traductor del polaco y alemán y como diseñador gráfico. Muere en 1974.
SU VIUDA, ADINA AMENEDO
La viuda de Mauricio Amster, doña Adina Amenedo, lo conoció en diciembre de 1937, en Barcelona, cuando ambos trabajaban en el Ministerio de Instrucción Pública.
En plena guerra civil se casaron, pero muy pronto debieron abandonar España: lo hicieron a pie, como muchos otros españoles, para cruzar a Francia, desde donde vinieron a Chile.
-¿Cómo es que accedieron al "Winnipeg"?
"Mauricio era muy amigo de Rafael Alberti y de su mujer. A través de ellos, Neruda supo de nuestra situación y pudimos viajar a Chile. Antes de hacerlo, Mauricio diseñó un pequeño folleto, Chile os acoge, con textos de Neruda para los refugiados. También colaboró en la pintura de Aguirre Cerda, que hizo Arturo Lorenzo durante el trayecto".
-Ya acá, parece que trabajo nunca le faltó...
"Siempre tuvo muchas oportunidades y mucho trabajo. Llegó a la revista Qué hubo y muy pronto empezó a trabajar en la editorial Zig-Zag. Luego también en Universitaria, Cruz del Sur, Nascimento, Jurídica y las publicaciones de la Universidad de Chile, entre otras".
-Entiendo que usted encuadernó algunas ediciones...
"Como Mauricio tenía un buen empleo no era necesario que yo trabajara, pero, para hacer algo, decidí estudiar encuadernación en la Escuela de Artes Aplicadas. Así pude encuadernar algunas ediciones de bibliófilo más tarde".
-¿Por qué decidieron finalmente quedarse en Chile?
"En un primer momento pensamos que el final de la Guerra Mundial sería también el final de Franco, de manera que, desaparecido él, podríamos volver a España. Pero eso no ocurrió, y, terminada la guerra, decidimos quedarnos en Chile. Y a pesar de muy buenas ofertas de trabajo en otros países, como Brasil y Venezuela, nuestra decisión se mantuvo".
Lanzamiento del libro “Amster” de Juan Guillermo Tejeda
“Amster” dedica íntegramente a la trayectoria, logros y legado del diseñador Mauricio Amster, publicación escrita por Juan Guillermo Tejeda, y distribuida bajo ediciones Universidad Diego Portales y el Departamento de Diseño de la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Chile.
En la ocasión, se realizará el lanzamiento del libro, cuya presentación estará a cargo del escritor Rafael Gumucio y el diseñador Mauricio Vico.
Esta actividad se realizará el día viernes 20 de abril (de 2012) a las 12:00 hrs., en el Hall central de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Chile.
Cuando: Viernes 20 de abril (de 2012) – 12:00 hrs.
Lugar: Hall Central FAU (Portugal 84, Santiago, Chile)
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