SOCIEDAD DE BIBLIÓFILOS CHILENOS, fundada en 1945

Chile, fértil provincia, y señalada / en la región antártica famosa, / de remotas naciones respetada / por fuerte, principal y poderosa, / la gente que produce es tan granada, / tan soberbia, gallarda y belicosa, / que no ha sido por rey jamás regida, / ni a extranjero dominio sometida. La Araucana. Alonso de Ercilla y Zúñiga

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Editor: Neville Blanc

Monday, May 22, 2017

DE NUESTROS SOCIOS: DON CÉSAR SOTO



César Soto:

“Tengo la mejor colección de originales de Parra del mundo”

Este erudito de la poesía chilena abre las puertas a su extraordinaria biblioteca y habla de su nueva obra literaria: "Suma Atómica".

Por Daniel Rozas


Ya no quedan compradores que entiendan seriamente del tema, aunque sí noto cierto entusiasmo por recuperar el patrimonio bibliográfico".


Poeta, bibliófilo, traductor de T.S. Eliot, posiblemente el mayor y más erudito coleccionista de manuscritos y documentos históricos chilenos, ex dueño de la desaparecida librería anticuaria "América del Sur" y del sello del mismo nombre, discípulo del filósofo Juan Rivano en la Universidad de Chile, alumno de Enrique Lihn en la Católica, amigo de Nicanor Parra desde el año 68, recopilador de los originales del Canto General de Pablo Neruda, pero "rokhiano por temperamento", César Soto Gómez (66) es un caso único en el panorama literario chileno.
Oriundo de Iloca, este auténtico detective literario —tiene una biblioteca de más 20 mil ejemplares en su casa ubicada en San Miguel— ha dedicado su vida al estudio bibliográfico. Cuenta que el punto de inflexión en su carrera como experto en libros de poesía e historia se produjo en Buenos Aires el año 1973 cuando conoció al alemán Ludwig Lehmann Mainz y comprendió que el oficio del coleccionista "ofrecía un amplio mapa de posibilidades de búsqueda del conocimiento humano."
En 1980 viajó a Londres y conoció a Robert Pring-Mill (ilustre académico de Oxford), y ahí se dio cuenta de que "no era lo mismo ser un librero que un bibliógrafo. Porque montar un estudio bibliográfico como fue ‘América del Sur' significa armar catálogos y dominar la materia en la cual uno estaba trabajando. Es otro nivel de profundidad. No se trata de llegar y comprar y vender libros".
Recorriendo las estanterías de su inmensa y laberíntica biblioteca, entre botellas de vinos repartidas como autoincentivos a futuras publicaciones —"cuando se edite el libro que estoy haciendo sobre Pablo de Rokha lo abriré"— se apilan carpetas con archivos inéditos de Enrique Lihn; Soto fue el intermediario en la transacción entre la Fundación Getty y Andrea Lihn, hija del poeta. Asimismo, están los manuscritos de Jorge Teillier, como el cuaderno original de "Crónica del Forastero" fechada en 1964, cuyo autor le regaló durante un regado almuerzo frente al Palacio de La Moneda. También la colección completa del grupo surrealista Mandrágora; libros curiosísimos, como un calendario que trae un libro para jugar ajedrez firmado por Braulio Arenas ("si Braulio Arenas hubiera nacido en Puerto Rico sería Premio Nobel"); y afirma tener en su poder "la mejor colección de originales de Nicanor Parra que existe en el mundo. De hecho, tengo todos los manuscritos que muestran cómo se gestaron los antipoemas".
Tras el cierre de su legendaria librería el año 92, a la que acudía "toda la inteligencia de los años ochenta", ubicada en Merced casi al llegar a Lastarria, comenzó a transar libros por internet, pero luego de un tiempo se dio cuenta de que los libreros comenzaron a desaparecer. "Sigo perteneciendo a la Sociedad Bibliófilos Chilenos, pero hace mucho tiempo que me desvinculé del comercio del libro".
Especie en extinción, asegura que los coleccionistas son cada vez menos y explica que "ya no quedan compradores que entiendan seriamente del tema, aunque sí noto cierto entusiasmo por recuperar el patrimonio bibliográfico."

Próxima antologíaActualmente ultima los detalles de una antología de su trabajo poético (tiene seis libros editados a la fecha) bajo el nombre de "Suma Atómica", que será publicada este año por Ediciones Tácitas.
Antologado por primera vez en el volumen "Veteranos del 70" editado por Carlos Olivarez, su primer libro de poesía se tituló "Retrato Hablado" y fue impreso por Juan Luis Martínez el 1982. Fue con el autor de "La nueva novela" con quien se sintió más cercano en su quehacer poético y mantuvo una larga amistad.
Le pregunto a Soto si esa filiación se debe a que ambos tuvieron una formación heterodoxa y con inclinaciones científicas. "Puede ser, porque al igual que Martínez yo trato de escrutar la realidad sin ningún tipo de contaminación ideológica".
Admirador de Albert Einstein, Carl Sagan y Steve Jobs, su obra "intenta interpretar lingüísticamente el inconsciente colectivo" reuniendo en un crisol insólito la tradición poética chilena, la política, el cristianismo y la ciencia.
Según Kurt Folch, poeta y editor de "Suma Atómica", "pese a que Soto es una voz que pertenece al mismo grupo generacional que Pepe Cuevas y Hernán Miranda, su obra se entronca con la tradición chilena (la influencia más marcada es Pablo de Rokha), pero además consigue integrar elementos muy novedosos como las teorías de la relatividad y la cuántica".
Paradójico y paródico, César sostiene que su único credo es que "la tolerancia compleja debe admitir la complementariedad de verdades contradictorias". Y ya que hablamos de contrastes, le pregunto cuál sería la diferencia entre un libro moderno y uno antiguo. "Te diría que la propia conciencia establece esa distinción. No es lo mismo tener entre tus manos la primera edición de El Quijote que una edición moderna. Es una diferencia casi prerracional, una cuestión mítica. Es algo que se siente y no se puede explicar".





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