PROCESSUS CONTRA TEMPLARIOS
Publicación "Processus contra Templarios":
El juicio de los templarios
El Mercurio de Santiago
Patricio Tapia
Los Archivos Secretos del Vaticano han publicado una lujosa edición con las actas del juicio a los templarios, la orden medieval generadora de toda una mitología, absuelta entonces (según un documento papal) del cargo de herejía. Se entregan algunas de las manifestaciones templarias y una entrevista a la estudiosa Helen Nicholson.
PATRICIO TAPIA De todas las órdenes espirituales y militares europeas que florecieron en los siglos XII y XIII, ninguna alcanzó la reputación y el poder de la de los templarios. Surgida en el contexto de las Cruzadas, se fundó para defender a los peregrinos que iban a Tierra Santa. Pero sólo dos siglos después sería disuelta tras las acusaciones de herejía por el rey Felipe IV de Francia. Por cierto, el juicio a los templarios es una de la "causas célebres" de la historia medieval: se ha argumentado su inocencia, la injusticia de quemar en la hoguera, en 1314, a dos de sus grandes figuras (una, su gran maestre, Jacques de Molay).Después de eso (y especialmente a partir del siglo XVIII), surgieron una serie de leyendas -como la maldición a los reyes franceses- y se les ha catalogado de las más diversas maneras: desde caballeros, monjes o inventores de la Banca moderna a mártires, herejes o magos. La orden se ha transmutado en una sociedad secreta, guardiana de misterios antiguos, custodia del Santo Grial, precursora de los masones, poseedora de tesoros ocultos, capaz de expediciones a América antes de Colón y de contactos extraterrestres.Quizá muchos de estos mitos y leyendas tengan su origen en el carácter herético de la orden, condición no tan clara, según han demostrado quienes la han estudiado y a lo que se suma la reciente publicación de todos los archivos vaticanos sobre ella en Processus contra Templarios, que contiene el "Pergamino de Chinon", descubierto por Barbara Frale en 2001: en él están los interrogatorios realizados por una comisión papal a los templarios en el castillo de Chinon (Francia) y según el cual el Papa Clemente V absolvió a los caballeros de la orden de la acusación de herejía.Del Grial al "Código da Vinci"El éxito de El Código da Vinci ha popularizado teorías sobre el esoterismo de determinadas obras artísticas. Así, en la capilla de Rosslyn, en Escocia, es donde Dan Brown ambienta el final de su novela. Ya antes algunos libros habían situado allí una serie de tesoros y reliquias de la cristiandad: desde la cabeza de Juan Baustista al Santo Grial. Andrew Sinclair es quien mayormente ha sostenido que los templarios habrían huido a Escocia, se habrían convertido en una organización secreta y más tarde darían lugar a la masonería escocesa, protegidos por la familia Saint Clair y que en Rosslyn estarían enterrados sus tesoros, incluido el Grial. En El descubrimiento del Grial, Sinclair estudia, de manera bastante completa, los mitos y leyendas acerca del Grial -la copa en que bebieron Jesús y sus discípulos en la Última Cena o aquella en que José de Arimatea recibió la sangre de Cristo crucificado-; sigue sus orígenes y ramificaciones desde Babilonia o Escandinavia hasta Estados Unidos y la Alemania nazi. En El pergamino perdido de los templarios refiere un mapa descubierto en un pergamino ubicado en la logia masónica de Kirkwall señalando los tesoros templarios (Sinclair lo ha sometido a dataciones de radiocarbono con resultados algo contradictorios)."El descubrimiento del Grial"Andrew SinclairTraducción de Alberto Coscarelli, Editorial Edhasa, Barcelona, 2003, 428 páginas."El pergamino perdido de los templarios"Andrew SinclairTraducción de Mario Lamberti, Editorial Edaf, Madrid, 2006, 284 páginas.Helen Nicholson: "El volumen no contiene nada nuevo"La profesora de la universidad de Cardiff y autora de Los templarios (Crítica) da su opinión sobre la publicación .-Usted señaló que las actas de los juicios de 1307-1312 eran problemáticas, porque las confesiones fueron obtenidas bajo tortura. ¿Qué piensa de la publicación de las "actas completas"?"Las actas completas contra los templarios no han sido publicadas. Processus contra Templarios, el libro publicado por el Vaticano, contiene los documentos de la investigación papal sobre los templarios (junio-agosto de 1308); es decir, la investigación en Poitiers, el pergamino de Chinon y una parte del cuaderno que Clemente V usó en la abadía Malaucène, cuando examinó todas las pruebas. El volumen no contiene nada nuevo y no está toda la documentación que registra el juicio de los templarios. Pero será útil disponer de todos estos documentos particulares reunidos para la consulta de los estudiosos"."En cualquier caso, las únicas confesiones fueron obtenidas donde se usó la tortura, y, por tanto, esas confesiones son poco fiables. Pero los documentos muestran los procedimientos seguidos en el juicio de los templarios. Es una lástima que la publicación sea tan cara, que la mayor parte de los académicos, y la mayor parte de las bibliotecas universitarias, no serán capaces de permitirse comprar una copia".-¿Es importante el "pergamino de Chinon" para entender la historia de la orden?"El contenido del documento ya era conocido por los estudiosos. Una versión más corta de las mismas actas fue publicada en 1907 por Heinrich Finke. Este documento fue publicado por Barbara Frale en 2003 (Il Papato e il processo ai Templari). De manera que la nueva publicación no es, de hecho, nueva. Los estudiosos del tema hace tiempo sabían que el papa absolvió a los principales templarios de Francia en 1308. Éste era el procedimiento normal en los juicios por herejía: cuando el acusado había confesado y había rogado por la readmisión en la Iglesia, ellos serían absueltos y se reconciliarían con la Iglesia. La penitencia que eventualmente fue impuesta en marzo de 1314 a los principales templarios de Francia y Jacques de Molay era el encarcelamiento de por vida, que era una penitencia normal para los herejes de importancia que habían confesado y abjurado. De Molay y Geoffrey de Charnay, preceptor de Normandía, protestaron por la penitencia impuesta y declararon su inocencia, con lo cual fueron condenados como herejes increpados y fueron entregados a las autoridades seculares para ser quemados en la hoguera"."En agosto de 1308, el Papa Clemente V resumió los testimonios dados en Chinon en una bula papal que comienza con las palabras Faciens misericordiam, que envió a todas las provincias de la Iglesia católica, ordenando que los templarios fueran interrogados sobre la «infamia pecaminosa de apostasía... el vicio detestable de idolatría, el crimen execrable de los sodomitas y varias herejías" de la que fueron acusados. El papa declaró en Faciens misericordiam que los templarios principales habían confesado estos crímenes, que habían pecado gravemente («graviter deliquisse"). De manera que, contrariamente a lo que pueda haberse oído, el papa no «exculpó" a los templarios, ni indicó que sus crímenes no fueran serios"."Sobre el contenido del documento, es alentador encontrar que el contenido del así llamado «manuscrito de Chinon" corresponde al de la versión más corta de las actas. Sin embargo, Faciens misericordiam no refleja con exactitud lo que está en el «manuscrito de Chinon": en Faciens misericordiam el papa indicó que los templarios principales de Francia habían confesado todos los cargos en su contra, pero el «manuscrito de Chinon" muestra que, en realidad, no lo habían hecho. El «manuscrito de Chinon" y la bula papal Faciens misericordiam indican que el papa consideró los crímenes confesos de los templarios como una herejía grave. Los documentos reunidos demuestran que el juicio de los templarios avanzó de acuerdo con los procedimientos normales para los juicios de herejes, incluso echando abajo la aserción de que los templarios declararon no haber sido torturados (el profesor Malcolm Barber en su libro El juicio de los templarios ha demostrado que sí lo fueron. Pero bajo el derecho romano y el canónico, no podía llegarse a una convicción sobre la base de una confesión no confirmada obtenida por el empleo de la tortura, de manera que los que confesaron bajo tortura tuvieron que ser llevados a decir que habían confesado libremente y sin tortura)".-¿Cree usted que la mayor parte de las acusaciones contra los templarios se basaban en sus prácticas iniciáticas, o en construcciones de un estereotipo?"No, no creo que la mayoría de las acusaciones contra los templarios se basaran en sus verdaderas prácticas. Por ejemplo, no hay ninguna mención en parte alguna del manuscrito de Chinon o en Faciens misericordiam de que los crímenes fueran simplemente una prueba de iniciación. Yo creo que las acusaciones contra los templarios eran acusaciones estereotipadas contra los herejes, muy similares a las que el rey Felipe IV de Francia llevó contra el Papa Bonifacio VIII y el obispo Guichard de Troyes, por nombrar a dos".-Los templarios han generado variados mitos y patrañas. ¿A qué cree que responde esto? ¿Podría recapitular sus investigaciones sobre algunos de estos mitos?"Los templarios generaron diversos mitos durante su existencia: he escrito en detalle sobre esto en mi libro Love, War and the Grail, publicado a fines del 2000. Muy brevemente, como los templarios eran a la vez guerreros y hombres religiosos, y su objetivo estaba unido a la Tierra Santa, un autor podría usarlos para animar una historia. Sin embargo, los escritores medievales del siglo 12 hasta comienzos del 14 no hicieron de los templarios el centro de ningún mito: ellos eran siempre los que ayudaban o defendían a los personajes principales, no eran los personajes principales"."La repentina e inesperada muerte de la orden impresionó a los contemporáneos, pero no destruyó los mitos; en lugar de eso, los hizo más atractivos a los narradores de historias. Algunos mitos modernos parecen ser una tentativa de los fabricantes de mitos por explicar la muerte de la orden y mostrar que los templarios en realidad merecían ser destruidos. Claramente, algunas personas son incapaces de aceptar que acontecimientos injustos y trágicos ocurren sin razón, y necesitan explicarlos".Templarios y templarismoUno de los invitados a la presentación de Processus contra Templarios fue el medievalista Franco Cardini, quien en su libro La tradizione templare sostiene: "De los templarios se habla mucho y, a menudo, sin saber bien de qué se está hablando. Ahora existe también un fenómeno moderno y contemporáneo, nacido hacia el siglo XVIII, que generalmente se define como «templarismo" y que en parte contempla los escritos y los estudios relativos a los templarios que no tienen en cuenta la investigación histórica y filológicamente apreciada".El propio libro de Cardini lleva a cabo un buen resumen tanto de los estudios sobre la orden como del "templarismo". En castellano estaban disponibles los muy acabados estudios de Malcolm Barber y Alain Demurger: Templarios: la nueva caballería y Auge y caída de los Templarios, (ambos Martínez Roca), además del de Piers Paul Read (Los templarios, Ediciones B).Entre los trabajos recientes disponibles se cuentan el estudio de síntesis de la descubridora del "Pergamino de Chinon" e investigadora en los Archivos secretos del Vaticano, Barbara Frale (I templari) y el acabado de publicar, ya mencionado, de Cardini (La tradizione templare). En castellano se encuentran el libro de Arnaud de la Croix, Los templarios, que coloca a los templarios en el contexto del acontecimiento político-religioso, sin el cual su historia resultaría poco comprensible: las Cruzadas. Y quizá si la opción más recomendable para adentrarse en la historia de la orden, Los templarios, de Helen Nicholson.
El juicio de los templarios
El Mercurio de Santiago
Patricio Tapia
Los Archivos Secretos del Vaticano han publicado una lujosa edición con las actas del juicio a los templarios, la orden medieval generadora de toda una mitología, absuelta entonces (según un documento papal) del cargo de herejía. Se entregan algunas de las manifestaciones templarias y una entrevista a la estudiosa Helen Nicholson.
PATRICIO TAPIA De todas las órdenes espirituales y militares europeas que florecieron en los siglos XII y XIII, ninguna alcanzó la reputación y el poder de la de los templarios. Surgida en el contexto de las Cruzadas, se fundó para defender a los peregrinos que iban a Tierra Santa. Pero sólo dos siglos después sería disuelta tras las acusaciones de herejía por el rey Felipe IV de Francia. Por cierto, el juicio a los templarios es una de la "causas célebres" de la historia medieval: se ha argumentado su inocencia, la injusticia de quemar en la hoguera, en 1314, a dos de sus grandes figuras (una, su gran maestre, Jacques de Molay).Después de eso (y especialmente a partir del siglo XVIII), surgieron una serie de leyendas -como la maldición a los reyes franceses- y se les ha catalogado de las más diversas maneras: desde caballeros, monjes o inventores de la Banca moderna a mártires, herejes o magos. La orden se ha transmutado en una sociedad secreta, guardiana de misterios antiguos, custodia del Santo Grial, precursora de los masones, poseedora de tesoros ocultos, capaz de expediciones a América antes de Colón y de contactos extraterrestres.Quizá muchos de estos mitos y leyendas tengan su origen en el carácter herético de la orden, condición no tan clara, según han demostrado quienes la han estudiado y a lo que se suma la reciente publicación de todos los archivos vaticanos sobre ella en Processus contra Templarios, que contiene el "Pergamino de Chinon", descubierto por Barbara Frale en 2001: en él están los interrogatorios realizados por una comisión papal a los templarios en el castillo de Chinon (Francia) y según el cual el Papa Clemente V absolvió a los caballeros de la orden de la acusación de herejía.Del Grial al "Código da Vinci"El éxito de El Código da Vinci ha popularizado teorías sobre el esoterismo de determinadas obras artísticas. Así, en la capilla de Rosslyn, en Escocia, es donde Dan Brown ambienta el final de su novela. Ya antes algunos libros habían situado allí una serie de tesoros y reliquias de la cristiandad: desde la cabeza de Juan Baustista al Santo Grial. Andrew Sinclair es quien mayormente ha sostenido que los templarios habrían huido a Escocia, se habrían convertido en una organización secreta y más tarde darían lugar a la masonería escocesa, protegidos por la familia Saint Clair y que en Rosslyn estarían enterrados sus tesoros, incluido el Grial. En El descubrimiento del Grial, Sinclair estudia, de manera bastante completa, los mitos y leyendas acerca del Grial -la copa en que bebieron Jesús y sus discípulos en la Última Cena o aquella en que José de Arimatea recibió la sangre de Cristo crucificado-; sigue sus orígenes y ramificaciones desde Babilonia o Escandinavia hasta Estados Unidos y la Alemania nazi. En El pergamino perdido de los templarios refiere un mapa descubierto en un pergamino ubicado en la logia masónica de Kirkwall señalando los tesoros templarios (Sinclair lo ha sometido a dataciones de radiocarbono con resultados algo contradictorios)."El descubrimiento del Grial"Andrew SinclairTraducción de Alberto Coscarelli, Editorial Edhasa, Barcelona, 2003, 428 páginas."El pergamino perdido de los templarios"Andrew SinclairTraducción de Mario Lamberti, Editorial Edaf, Madrid, 2006, 284 páginas.Helen Nicholson: "El volumen no contiene nada nuevo"La profesora de la universidad de Cardiff y autora de Los templarios (Crítica) da su opinión sobre la publicación .-Usted señaló que las actas de los juicios de 1307-1312 eran problemáticas, porque las confesiones fueron obtenidas bajo tortura. ¿Qué piensa de la publicación de las "actas completas"?"Las actas completas contra los templarios no han sido publicadas. Processus contra Templarios, el libro publicado por el Vaticano, contiene los documentos de la investigación papal sobre los templarios (junio-agosto de 1308); es decir, la investigación en Poitiers, el pergamino de Chinon y una parte del cuaderno que Clemente V usó en la abadía Malaucène, cuando examinó todas las pruebas. El volumen no contiene nada nuevo y no está toda la documentación que registra el juicio de los templarios. Pero será útil disponer de todos estos documentos particulares reunidos para la consulta de los estudiosos"."En cualquier caso, las únicas confesiones fueron obtenidas donde se usó la tortura, y, por tanto, esas confesiones son poco fiables. Pero los documentos muestran los procedimientos seguidos en el juicio de los templarios. Es una lástima que la publicación sea tan cara, que la mayor parte de los académicos, y la mayor parte de las bibliotecas universitarias, no serán capaces de permitirse comprar una copia".-¿Es importante el "pergamino de Chinon" para entender la historia de la orden?"El contenido del documento ya era conocido por los estudiosos. Una versión más corta de las mismas actas fue publicada en 1907 por Heinrich Finke. Este documento fue publicado por Barbara Frale en 2003 (Il Papato e il processo ai Templari). De manera que la nueva publicación no es, de hecho, nueva. Los estudiosos del tema hace tiempo sabían que el papa absolvió a los principales templarios de Francia en 1308. Éste era el procedimiento normal en los juicios por herejía: cuando el acusado había confesado y había rogado por la readmisión en la Iglesia, ellos serían absueltos y se reconciliarían con la Iglesia. La penitencia que eventualmente fue impuesta en marzo de 1314 a los principales templarios de Francia y Jacques de Molay era el encarcelamiento de por vida, que era una penitencia normal para los herejes de importancia que habían confesado y abjurado. De Molay y Geoffrey de Charnay, preceptor de Normandía, protestaron por la penitencia impuesta y declararon su inocencia, con lo cual fueron condenados como herejes increpados y fueron entregados a las autoridades seculares para ser quemados en la hoguera"."En agosto de 1308, el Papa Clemente V resumió los testimonios dados en Chinon en una bula papal que comienza con las palabras Faciens misericordiam, que envió a todas las provincias de la Iglesia católica, ordenando que los templarios fueran interrogados sobre la «infamia pecaminosa de apostasía... el vicio detestable de idolatría, el crimen execrable de los sodomitas y varias herejías" de la que fueron acusados. El papa declaró en Faciens misericordiam que los templarios principales habían confesado estos crímenes, que habían pecado gravemente («graviter deliquisse"). De manera que, contrariamente a lo que pueda haberse oído, el papa no «exculpó" a los templarios, ni indicó que sus crímenes no fueran serios"."Sobre el contenido del documento, es alentador encontrar que el contenido del así llamado «manuscrito de Chinon" corresponde al de la versión más corta de las actas. Sin embargo, Faciens misericordiam no refleja con exactitud lo que está en el «manuscrito de Chinon": en Faciens misericordiam el papa indicó que los templarios principales de Francia habían confesado todos los cargos en su contra, pero el «manuscrito de Chinon" muestra que, en realidad, no lo habían hecho. El «manuscrito de Chinon" y la bula papal Faciens misericordiam indican que el papa consideró los crímenes confesos de los templarios como una herejía grave. Los documentos reunidos demuestran que el juicio de los templarios avanzó de acuerdo con los procedimientos normales para los juicios de herejes, incluso echando abajo la aserción de que los templarios declararon no haber sido torturados (el profesor Malcolm Barber en su libro El juicio de los templarios ha demostrado que sí lo fueron. Pero bajo el derecho romano y el canónico, no podía llegarse a una convicción sobre la base de una confesión no confirmada obtenida por el empleo de la tortura, de manera que los que confesaron bajo tortura tuvieron que ser llevados a decir que habían confesado libremente y sin tortura)".-¿Cree usted que la mayor parte de las acusaciones contra los templarios se basaban en sus prácticas iniciáticas, o en construcciones de un estereotipo?"No, no creo que la mayoría de las acusaciones contra los templarios se basaran en sus verdaderas prácticas. Por ejemplo, no hay ninguna mención en parte alguna del manuscrito de Chinon o en Faciens misericordiam de que los crímenes fueran simplemente una prueba de iniciación. Yo creo que las acusaciones contra los templarios eran acusaciones estereotipadas contra los herejes, muy similares a las que el rey Felipe IV de Francia llevó contra el Papa Bonifacio VIII y el obispo Guichard de Troyes, por nombrar a dos".-Los templarios han generado variados mitos y patrañas. ¿A qué cree que responde esto? ¿Podría recapitular sus investigaciones sobre algunos de estos mitos?"Los templarios generaron diversos mitos durante su existencia: he escrito en detalle sobre esto en mi libro Love, War and the Grail, publicado a fines del 2000. Muy brevemente, como los templarios eran a la vez guerreros y hombres religiosos, y su objetivo estaba unido a la Tierra Santa, un autor podría usarlos para animar una historia. Sin embargo, los escritores medievales del siglo 12 hasta comienzos del 14 no hicieron de los templarios el centro de ningún mito: ellos eran siempre los que ayudaban o defendían a los personajes principales, no eran los personajes principales"."La repentina e inesperada muerte de la orden impresionó a los contemporáneos, pero no destruyó los mitos; en lugar de eso, los hizo más atractivos a los narradores de historias. Algunos mitos modernos parecen ser una tentativa de los fabricantes de mitos por explicar la muerte de la orden y mostrar que los templarios en realidad merecían ser destruidos. Claramente, algunas personas son incapaces de aceptar que acontecimientos injustos y trágicos ocurren sin razón, y necesitan explicarlos".Templarios y templarismoUno de los invitados a la presentación de Processus contra Templarios fue el medievalista Franco Cardini, quien en su libro La tradizione templare sostiene: "De los templarios se habla mucho y, a menudo, sin saber bien de qué se está hablando. Ahora existe también un fenómeno moderno y contemporáneo, nacido hacia el siglo XVIII, que generalmente se define como «templarismo" y que en parte contempla los escritos y los estudios relativos a los templarios que no tienen en cuenta la investigación histórica y filológicamente apreciada".El propio libro de Cardini lleva a cabo un buen resumen tanto de los estudios sobre la orden como del "templarismo". En castellano estaban disponibles los muy acabados estudios de Malcolm Barber y Alain Demurger: Templarios: la nueva caballería y Auge y caída de los Templarios, (ambos Martínez Roca), además del de Piers Paul Read (Los templarios, Ediciones B).Entre los trabajos recientes disponibles se cuentan el estudio de síntesis de la descubridora del "Pergamino de Chinon" e investigadora en los Archivos secretos del Vaticano, Barbara Frale (I templari) y el acabado de publicar, ya mencionado, de Cardini (La tradizione templare). En castellano se encuentran el libro de Arnaud de la Croix, Los templarios, que coloca a los templarios en el contexto del acontecimiento político-religioso, sin el cual su historia resultaría poco comprensible: las Cruzadas. Y quizá si la opción más recomendable para adentrarse en la historia de la orden, Los templarios, de Helen Nicholson.
BARBARA FRALE "I Templari" Editorial Il Mulino, Bologna, 2004, 193 páginas.
ARNAUD DE LA CROIX "Los templarios" Traducción de Mari Carmen Doñate, Editorial Ariel, Barcelona, 2005, 302 páginas.
HELEN NICHOLSON "Los templarios" Traducción de Juan Rabasseda-Gascón, Editorial Crítica, Barcelona, 2006, 429 páginas.
FRANCO CARDINI "La tradizione templare" Editorial Vallecchi, Firenze, 2007, 174 páginas.
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