VOLKER KUTSCHER
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Un nuevo detective literario para el Berlín prenazi
JACINTO ANTÓN
JACINTO ANTÓN
Barcelona - 30/10/2010
Gereon Rath. Retengan ese nombre. Es el del detective de la Brigada de Costumbres de la Policía Criminal de Berlín, dedicada a investigar delitos sexuales, que se ha inventado Volker Kutscher (Colonia, 1962) como protagonista de una serie de novelas ambientadas en la época de la República de Weimar y el ascenso del nazismo que causan furor en Alemania. Acaba de publicarse en España el primer título de las tres escritas hasta ahora, Sombras sobre Berlín (Ediciones B), que se abre con una redada de pornógrafos que distribuyen fotos de dobles de prominentes prusianos -Hindenburg, Bismarck, Federico II- practicando el sexo a lo grande. Un asesinato brutal, el mundo de los refugiados rusos y el oro de Moscú (el de una familia de seguidores de Kérenski que persigue Stalin) aparecen en el horizonte del detective mientras los comunistas tratan de tomar la calle y la bestia parda comienza a estirar los músculos. "La época de entreguerras en Alemania es fascinante", señala Kutscher, historiador de formación. "La gran pregunta es cómo pasamos de una democracia a una dictadura bárbara". El escritor es un gran conocedor de la República de Weimar, cuyas libertades, considera, no se volvieron a ver en Europa hasta los años sesenta. "No creo que hubiera nada negativo en ella, el problema es que había demasiados pocos demócratas. Con unos cuantos más la historia hubiera sido muy diferente". Cuando se habla de detectives en el Berlín prenazi y nazi, la referencia es Bernie Gunther, el personaje de Philip Kerr. "He leído sus novelas, su detective a lo Bogart es muy diferente del mío". Las aventuras del suyo, advierte, acabarán en 1936 para que no tenga que vivir la total apropiación de la policía por los nazis. A Kutcher le interesaba mezclar la época con los gánsteres y su novela se abre con la cita de Walther Rathenau, ministro de la república: "Berlín ha muerto, en su lugar crece Chicago".
Gereon Rath. Retengan ese nombre. Es el del detective de la Brigada de Costumbres de la Policía Criminal de Berlín, dedicada a investigar delitos sexuales, que se ha inventado Volker Kutscher (Colonia, 1962) como protagonista de una serie de novelas ambientadas en la época de la República de Weimar y el ascenso del nazismo que causan furor en Alemania. Acaba de publicarse en España el primer título de las tres escritas hasta ahora, Sombras sobre Berlín (Ediciones B), que se abre con una redada de pornógrafos que distribuyen fotos de dobles de prominentes prusianos -Hindenburg, Bismarck, Federico II- practicando el sexo a lo grande. Un asesinato brutal, el mundo de los refugiados rusos y el oro de Moscú (el de una familia de seguidores de Kérenski que persigue Stalin) aparecen en el horizonte del detective mientras los comunistas tratan de tomar la calle y la bestia parda comienza a estirar los músculos. "La época de entreguerras en Alemania es fascinante", señala Kutscher, historiador de formación. "La gran pregunta es cómo pasamos de una democracia a una dictadura bárbara". El escritor es un gran conocedor de la República de Weimar, cuyas libertades, considera, no se volvieron a ver en Europa hasta los años sesenta. "No creo que hubiera nada negativo en ella, el problema es que había demasiados pocos demócratas. Con unos cuantos más la historia hubiera sido muy diferente". Cuando se habla de detectives en el Berlín prenazi y nazi, la referencia es Bernie Gunther, el personaje de Philip Kerr. "He leído sus novelas, su detective a lo Bogart es muy diferente del mío". Las aventuras del suyo, advierte, acabarán en 1936 para que no tenga que vivir la total apropiación de la policía por los nazis. A Kutcher le interesaba mezclar la época con los gánsteres y su novela se abre con la cita de Walther Rathenau, ministro de la república: "Berlín ha muerto, en su lugar crece Chicago".
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