Martín Luis Guzmán
Martín Luis Guzmán, pluma fecunda de la Revolución Mexicana
Martín Luis Guzmán, pluma fecunda de la Revolución
Mexicana
Por Javier José Rodríguez Vallejo
El pasado 6 de octubre se cumplieron 126 años del nacimiento de
Martin Luis Guzmán Franco, insigne intelectual nacido en Chihuahua. Perteneció
junto a José Vasconcelos, Alfonso Reyes, Julio Torri, y otros, al grupo del
Ateneo de la Juventud. “Desde niño le entusiasmó la prosa de Rosseau […]
frecuentó a Tácito y a Plutarco; en las letras españolas se sentía deudor de
Cervantes y Quevedo, […] en la lengua inglesa la cita de William Hazlitt era
obligatoria.”[1]
Escritor de ideas claras, se ocupó de investigar y narrar la historia
revolucionaria, fue un hombre que repudió la improvisación, tuvo la virtud de
crear personajes imaginarios al igual que Shakespeare; las letras fueron su
oficio y pan de cada día. “…toma de la historia lo estrictamente necesario, la
materia prima, y luego lo transforma en literatura mediante procedimientos
narrativos.”[2]
El maestro Emmanuel Carballo en su libro protagonistas de la
literatura mexicana, revela que la novela de Guzmán “El águila y la serpiente”,
se iba a llamar “A la hora de Pancho Villa”. Otro dato polémico en la vida de
Guzmán fue su libro “La sombra del caudillo”, llevado al cine por el director
Bracho, que por razones políticas fue vetado por más de veinte años. El
presidente en ese entonces, Plutarco Elías Calles le impuso no escribir sobre
asuntos posteriores a 1910, así se explica la mirada histórica de Guzmán hacia
al pasado patrio, enfatizando su atención en el célebre Francisco Xavier Mina,
un héroe español que lucho en favor de la Independencia de México. En dicha obra
confiesa la dificultad que le implico examinar en distintos archivos de España y
Francia la vida del "Mozo de Navarra".
Grandes escritores realzan la figura de Guzmán, por ejemplo, el
maestro José Emilio Pacheco ilustra: “…El
águila y la serpiente es para la Revolución lo que fue la historia de Bernal
Díaz para la conquista […] la prosa sin edad de Guzmán convierte en epopeya lo
que narra, […] la Revolución queda exaltada al rango de un pasado
clásico”.
Martín Luis Guzmán fue un villista, un intelectual que vivió en carne
propia la Revolución, él mismo nos aconseja leer “Memorias de Pancho Villa” como
se lee al Quijote, abrir el libro y al azar leer unas cuantas páginas. Hay que
reconocer la pasión de Guzmán por iluminar al verdadero Villa en cuerpo y alma.
El maestro Carballo en su crítica literaria comenta que dicha obra fue un error
de Guzmán, por las cuantiosas horas dedicadas al estudio de “Pancho Villa”. Lo
cierto es que Guzmán fue un literato muy profesional, su libro “Memorias de
Pancho Villa” reivindicó la historia de Villa y su valor humanístico, su lealtad
a la amistad, en este caso a Pancho Madero; su prosa nos enseña la vida y ocaso
de los héroes. Claro ejemplo es “Muertes históricas”, crónicas de los momentos
previos a la muerte de Carranza y del Gral. Díaz.
La rigurosidad de sus letras y su decálogo merecen respeto, por ello
podemos afirmar que es Martín Luis Guzmán “pluma fecunda de la Revolución
Mexicana”, Su ejemplo de vida nos deja enseñanzas, como el amor y vocación al
oficio, a luchar y florecer en la adversidad. Ante ello surge la pregunta, ¿Cómo
nos influye la vocación al oficio, cómo la de Martín Luis Guzmán en sus
días?
[1] Carballo, Emmanuel. (1990). Notas de un
francotirador. La narrativa de Martín Luis guzmán. Gobierno del Estado de
Tabasco. Primera edición. México, p.p. 80 y
81.
[2] Carballo, Emmanuel. (1994). Protagonistas de la literatura mexicana.
Ateneo de la Juventud. Primera edición en la colección “Sepan cuantos…”.
Editorial Porrúa. p.p. 78, México, D.F.
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