El retorno de la inversión en las bibliotecas públicas de Australia se
estima en 2,9 dólares. Por su parte, las bibliotecas de salud de ese país
alcanzan un retorno económico estimado en 9 dólares por cada dólar
invertido.
Estos son los resultados más destacados de sendos estudios promovidos por
la Asociación Australiana de Bibliotecas
e Información a fin de investigar la rentabilidad y el impacto
económico de las bibliotecas públicas y bibliotecas de salud. En ambos
casos se trata de evaluaciones independientes, realizadas por empresas
especializadas en la auditoría económica de políticas públicas, en colaboración
con organismos bibliotecarios.
El impacto de las bibliotecas públicas se evalúa con dos marcos de medición
diferentes:
- La evaluación del coste / beneficio (o retorno de la inversión, conocido en
sus siglas inglesas como ROI), estimada con tres técnicas de medición
diferentes: los ahorros financieros, gastos de viaje y los métodos de valoración
contingente;
- y la actividad económica inducida en la economía local y regional por los
servicios de las bibliotecas.
El estudio estima el beneficio neto anual aportado por las bibliotecas
públicas australianas en unos 1.970 millones de dólares, lo que refleja una
relación coste beneficio de 2,9 dólares por cada dólar invertido en las
bibliotecas. Además, se pone de relieve que cuanto mayor sea la inversión
realizada en las bibliotecas públicas, mayores son los beneficios obtenidos por
las respectivas comunidades. En opinión de la consultora SGS Economics and Planning,
autora del estudio, estos resultados, que puede tener cierta desviación a la
baja, proporcionan una base sólida para argumentar a favor de un mayor nivel de
financiación de los servicios de las bibliotecas públicas.
Sus resultados ponen de relieve un retorno de 9 dólares por cada dólar
invertido en las bibliotecas de hospitales y centros de información de salud de
Australia. La estimación se considera conservadora, señalándose que el verdadero
valor de las bibliotecas de salud es probable que sea aún mayor, dado que no se
ha incluido el retorno de la inversión en términos de atención al paciente, sino
tan solo en los ahorros financieros y de tiempo, así como otros beneficios
profesionales de los usuarios de estas bibliotecas. En un contexto de
disminución de las asignaciones presupuestarias a las bibliotecas de salud en
Australia en los últimos años, el estudio pone de relieve que la inversión en
estos servicios es pequeña en términos relativos (tan solo el 0,1% de los gastos
corrientes de los hospitales australianos) y que un modesto movimiento al alza
podría desatar el potencial de beneficios incrementales significativos.
Desde el Consejo de Cooperación Bibliotecaria se ha puesto en marcha un
Grupo Estratégico para el Estudio de Impacto Socioeconómico de las Bibliotecas,
coordinado por Margarita Taladriz, Presidenta de FESABID, en el que participan
profesionales de distintos tipos de bibliotecas y que tiene previsto presentar
un informe en los primeros meses de 2014.
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