RECORDANDO A NUESTRO EX PRESIDENTE DE LA SOCIEDAD DE BIBLIOFILOS CHILENOS
dibujo de Juan CAPRA
EL BIBLIOFILO CHILENO
6 NOVIEMBRE DE 1992
Alamiro de Avila Martel
El señor Alamiro de Avda Martel, Presidente de la Sociedad de Bibliófilos Chilenos, falleció en Santiago en junio de 1990, provocando profundo pesar en quienes lo conocieron, y particularmente entre sus amigos bibliófilos.
Figura destacada en los ambientes académicos, como historiador, bibliógrafo y bibliófilo, reconocía como su más grande alegría, además de su apasionado amor por la historia, su profunda y erudita vinculación con el libro y los impresos, materia en la que todos podíamos comprobar su inigualable competencia. Sus gustos personales reflejaban fronteras universales que fue trazando en su valiosa biblioteca y colecciones especiales.
Su recuerdo permanecerá vivo entre los miembros de número de la Sociedad de Bibliófilos Chilenos, por la pasión y talento que supo comunicar a sus discípulos y amigos, por su capacidad de acción y por la extraordinaria cortesía de su trato.
La razón y el sentimiento de esta permanencia tiene su origen en la consecuencia exhibida por nuestro dilecto amigo don Alamiro de Avila Martel entre la formulación de sus postulados integrales de vida y la obra por él realizada.
Figura destacada en los ambientes académicos, como historiador, bibliógrafo y bibliófilo, reconocía como su más grande alegría, además de su apasionado amor por la historia, su profunda y erudita vinculación con el libro y los impresos, materia en la que todos podíamos comprobar su inigualable competencia. Sus gustos personales reflejaban fronteras universales que fue trazando en su valiosa biblioteca y colecciones especiales.
Su recuerdo permanecerá vivo entre los miembros de número de la Sociedad de Bibliófilos Chilenos, por la pasión y talento que supo comunicar a sus discípulos y amigos, por su capacidad de acción y por la extraordinaria cortesía de su trato.
La razón y el sentimiento de esta permanencia tiene su origen en la consecuencia exhibida por nuestro dilecto amigo don Alamiro de Avila Martel entre la formulación de sus postulados integrales de vida y la obra por él realizada.
NEVILLE BLANC RENARD
Del Directorio de la
Del Directorio de la
Sociedad de Bibliófilos Chilenos
La Bibliografia de Alamiro de Avila Martel se puede consultar en:
SALINAS ARANEDA, Carlos. Bassa Mercado, Jaime, Bibliografía. Académicos de números fallecidos. 1933-2004 (Academia Chilena de la Historia, Santiago, 2004), 548 págs. Rev. estud. hist.-juríd., 2006, no.28, p. 632-634. ISSN 0716-5455.
El inicio del tercer milenio está marcado, entre otras circunstancias, por la cada vez más abundante información escrita sobre todas las disciplinas que hoy ocupan la inteligencia del hombre, en cantidades tan abrumadoras que hacen que identificar la totalidad de la información sobre un aspecto de ellas, por menudo que sea, parezca tarea por lo menos ardua. Y nadie puede negar la importancia metodológica que, de cara a cualquier investigación, tiene identificar esa información, importancia que en las humanidades en general y en la historia en particular resulta quizá mayor. De allí que sea de agradecer cualquier iniciativa que tienda a poner al alcance de los investigadores repertorios bibliográficos que faciliten el acceso a dicha información, tanto más cuando se trata de repertorios que recogen el trabajo académico de hombres intelectualmente escogidos, como el de los académicos de número de la Academia Chilena de la Historia. El libro que reseño recoge la bibliografía de los académicos de número fallecidos de la Academia Chilena de la Historia. La idea fue del anterior presidente de la misma, Javier González Echenique, quien se propuso esta obra con ocasión de los 70 años de la Academia, proyectándose su publicación para que coincidiera con el término de su segundo y último mandato. El deseo de hacer de este trabajo un registro lo más completo posible, sin embargo, retrasó su aparición la que sólo se produjo el año 2004, poco después del sensible fallecimiento de su mentor, lo que hizo que este repertorio se cerrara, precisamente, con su obra, siendo el último de los académicos de número incorporados en esta bibliografía. La Academia Chilena de la Historia fue fundada en 1933, y se recogen en esta obra la bibliografía de 84 académicos de número fallecidos. Las bibliografías se presentan siguiendo el orden alfabético de los apellidos de los académicos, precedida de una breve reseña biográfica que permite conocer brevemente el quehacer profesional de cada uno de ellos. Aunque la Academia inició sus actividades en 1933, la publicación de los libros y artículos recogidos en este repertorio se inició mucho antes, pues los primeros académicos venían publicando desde mediados de la década de 1880. En todos los casos, las publicaciones se clasifican en tres secciones: i) libros y monografías; ii) artículos y colaboraciones; iii) reseñas bibliográficas. Se han dejado afuera las publicaciones en la prensa. Todas las entradas se han numerado correlativamente para facilitar el uso de los índices, registrándose un total de 6.786 entradas. El género literario de las bibliografías tiene una larga tradición en Chile, y ha sido cultivado por intelectuales destacados que nos han dejado abundantes páginas que, en su conjunto, constituyen un auxiliar importante para cualquier investigación histórica; basta mencionar sólo a Ramón Briceño y a José Toribio Medina. Sin embargo, no son muchas las bibliografías institucionales que puedan mencionarse. De éstas, quizá el mayor esfuerzo institucional es que está llevando adelante la Universidad de Chile desde 1980, tarea bibliográfica que, iniciada bajo la dirección de Alamiro de Ávila Martel, está destinada a divulgar la producción intelectual de los miembros de dicha casa de estudios superiores. Es por lo que la bibliografía que reseñamos se constituye en un ejemplo destacado de esta específica modalidad bibliográfica, que es de esperar, sirva de modelo para otras empresas de este tipo. La empresa emprendida por la Universidad de Chile podría ser seguida por las otras universidades o, al menos, por sus facultades de derecho; una bibliografía institucional por facultad sería un valioso auxiliar para hacer la historia del pensamiento jurídico chileno. Un repaso de las páginas de este libro permite advertir que los miembros de la Academia Chilena de la Historia han cultivado la historia desde las más diversas disciplinas; de entre ellas, sin embargo, destaca el derecho, con más de treinta académicos con formación jurídica. No todos ellos cultivaron la Historia del Derecho, pero renombrados miembros de la llamada Escuela chilena de historiadores del derecho han formado parte de esta Academia, por lo que, desde la particular perspectiva de la Historia del Derecho, este texto resulta un útil auxiliar de consulta. Se recogen, así, las bibliografías de Alamiro de Ávila Martel, Fernando Campos Harriet, Jaime Eyzaguirre, Manuel Salvat Monguillot, entre otras. Otros académicos con formación jurídica han desarrollado una intensa vida diplomática o política, lo que queda reflejado en sus investigaciones. La presente bibliografía se ha referido sólo a los académicos de número. Queda por hacer la referida a los académicos correspondientes ya fallecidos, tarea que, espero, sea llevado a feliz término. Con todo, preciso es tener presente que no siempre es fácil una bibliografía completa, cualquiera sea el argumento al que se refiera, dificultad tanto mayor cuando el universo a recoger es tan amplio como el que se vierte en estas páginas. Lo anterior, sin embargo, no es óbice para alabar el trabajo que reseñamos, en el que se advierte hasta el final el interés por hacer de este repertorio un trabajo lo más completo posible; es por lo que algunos registros van numerados con números y letras, lo que sucede al haberse incorporado nuevos registros cuando el primer borrador ya se había enviado a la imprenta. Se trata, pues, de un útil instrumento de trabajo que viene a satisfacer del todo las pretensiones tenidas por el mentor de la idea que, estoy seguro, habría quedado contento con este resultado. A él nuestro recuerdo y al autor nuestro agradecimiento.
Carlos Salinas Araneda
Pontificia Universidad Católica de Valparaíso Chile
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