Porque ese cielo azul que todos vemos...
A una mujer que se afeitaba y estaba hermosa
Yo os quiero confesar, don Juan, primero,
que ese blanco y color de doña Elvira
no tiene de ella más, si bien se mira,
que el haberle costado su dinero.
Pero, tras eso, confesaros quiero
que, es tanta la beldad de su mentira,
que en vano a competir con ella aspira
belleza igual en rostro verdadero.
Así ¿qué mucho que yo perdido ande
por un engaño tal, pues que sabemos
que nos engaña así Naturaleza?
Porque ese cielo azul que todos vemos,
ni es cielo, ni es azul: ¡lástima grande
que no sea verdad tanta belleza!
(Indistintamente atribuido a Lupercio y a Bartolomé Leonardo de Argensola, españoles del Siglo de Oro )
Yo os quiero confesar, don Juan, primero,
que ese blanco y color de doña Elvira
no tiene de ella más, si bien se mira,
que el haberle costado su dinero.
Pero, tras eso, confesaros quiero
que, es tanta la beldad de su mentira,
que en vano a competir con ella aspira
belleza igual en rostro verdadero.
Así ¿qué mucho que yo perdido ande
por un engaño tal, pues que sabemos
que nos engaña así Naturaleza?
Porque ese cielo azul que todos vemos,
ni es cielo, ni es azul: ¡lástima grande
que no sea verdad tanta belleza!
(Indistintamente atribuido a Lupercio y a Bartolomé Leonardo de Argensola, españoles del Siglo de Oro )
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