DE NUESTROS SOCIOS, el historiador Ricardo Couyoumdjian
AGUSTÍN EDWARDS MAC CLURE.- Su primera misión en Londres fue de 1911 a 1924. En 1922 presidió la asamblea de la Liga de las Naciones.
El Mercurio Artes y Letras Santiago de Chile domingo 27 de mayo de 2012 Actualizado a las 10:48 hrs. El Mercurio Emol
EMPRESARIO Y POLÍTICO Nuevas facetas de su vida:
Conociendo la labor diplomática de Agustín Edwards Mac Clure
El fundador de "El Mercurio" de Santiago ha sido estudiado por el historiador Ricardo Couyoumdjian, especialmente en su vida de político y diplomático. Gracias a una serie de publicaciones, es posible conocer una de sus facetas relevantes en su actuación pública: la de diplomático.
Daniel Swinburn
Ricardo Couyoumdjian, es uno de los historiadores chilenos -junto a Gonzalo Vial Correa- que más han profundizado en la vida del empresario y destacado hombre público Agustín Edwards Mac Clure, fundador del diario "El Mercurio" de Santiago. Una serie relevante de estudios, publicados en distintas revistas especializadas desde el año 2000 en adelante, permiten al lector conocer principalmente la vida pública de Edwards Mac Clure, en sus distintas facetas. En este caso, la investigación histórica realizada principalmente en el archivo del Ministerio de Relaciones Exteriores, enriquece sobre todo el conocimiento acerca de su actuación como funcionario diplomático en Europa en las primeras décadas del siglo XX. En la cúspide de su desempeño en dichas tareas, Edwards Mac Clure llegó a presidir la asamblea general de la recién creada Sociedad de las Naciones, que buscaba contribuir a un nuevo orden internacional, tras la Primera Guerra Mundial. Pero su dedicación al cargo de diplomático fue mucho más extensa y abarcó numerosas aristas, algunas de las cuales valora aquí Ricardo Couyoumdjian.
-¿Qué lo ha motivado a usted a estudiar con detalle la vida pública de Agustín Edwards Mac Clure?
"Habiendo investigado las relaciones chileno británicas en el período de la Primera Guerra Mundial a través de fuentes inglesas, en las que ya me había encontrado con Agustín Edwards, me pareció razonable trabajar el tema desde el lado chileno, principalmente a través del archivo del Ministerio de Relaciones Exteriores. A ello se agrega el comentario que me hiciera alguna vez mi tutor, el recordado profesor Harold Blakemore, sobre la riqueza e interés de los informes que enviaba Agustín Edwards a la Cancillería. De ahí surgió un proyecto de investigación financiado por Fondecyt, cuyo producto son los artículos monográficos que usted conoce (ver recuadro). Hay material para más, incluyendo algunos aspectos de su vida en Londres y su visión del panorama internacional europeo".
-¿Cómo definiría usted su personalidad?
"Era un hombre muy inteligente, se podría decir brillante, con una gran curiosidad intelectual, que se interesaba por todo. Era muy exigente consigo mismo, muchas veces esforzándose más de lo que su cuerpo podía dar, y así fue que falleció a una edad relativamente temprana. Se lo dijeron, pero iba contra su naturaleza. Vivía de sus nervios -entonces se hablaba de neurastenia, hoy diríamos estrés- y más de una vez su médico le recomendó reposo; pero le costaba desconectarse y solía mantenerse en contacto con su base de operaciones en Londres o sus colaboradores en Chile a través de telegramas".
"Asimismo, por el hecho de haber perdido su padre a temprana edad, debió asumir la jefatura de la familia, una responsabilidad que tomó muy en serio".
-A su juicio, ¿cuáles fueron los atributos personales sobresalientes que lo hicieron un hombre prominente en la política y en la vida diplomática?
"Su inteligencia, interés por los problemas públicos, su empuje y voluntad para acometer tareas pendientes y lo que hoy llamaríamos capacidad para formar equipos, sumado a su posición social y fortuna familiar -por entonces importante a la hora de ganar elecciones- le auguraban un gran futuro en política. En 1910 estuvo muy cerca de alcanzar la Presidencia de la República después de una destacada actuación como ministro de Relaciones Exteriores. Me parece, sin embargo, que fueron estos mismos méritos, sumados a su relativa juventud -tenía entonces 32 años- los que generaron o agudizaron la resistencia o envidia de sus adversarios, que maniobraron para descarrilar su candidatura. A pesar de los signos visibles de una necesidad de cambios, las élites políticas no se mostraban dispuestas a modificar el orden de cosas en el país. En este sentido resulta sugerente la amistad que unía a Agustín Edwards con Arturo Alessandri, el caudillo que canalizó estas aspiraciones nacionales y que recibió el apoyo de 'El Mercurio' para la elección presidencial de 1920".
"Removido del escenario político por sus adversarios, Edwards pudo desplegar sus capacidades al servicio de Chile en el extranjero, y más tarde, cuando los tiempos habían cambiado, se recurrió a él para encabezar la comisión chilena en el frustrado plebiscito de Tacna y Arica y para mediar entre el Ejército y la Armada en un momento difícil".
-Sobre la acción diplomática multifacética desempeñada por él en Londres en su primera misión entre 1911 y 1924: ¿cómo definiría su labor a la luz de los resultados más permanentes para el gobierno de Chile?
"Su misión en Londres difiere mucho de su breve experiencia diplomática anterior en España, Italia y Suiza en 1905. No es sólo que Gran Bretaña era un país más importante para Chile que aquellos. Había también varios asuntos en marcha de los cuales debió ocuparse, cuando llegó a la capital inglesa a comienzos de 1911, luego del fallecimiento de su antecesor en el cargo. Edwards había madurado mucho en esos pocos años. Aún así, es probable que su labor hubiera resultado bastante más relajada, con más vacaciones y algún viaje a Chile, de no haber sido por los trastornos producidos por la Primera Guerra Mundial que estalló en agosto de 1914. Las medidas iniciales adoptadas por el gobierno británico fueron seguidas por otras destinadas a reorientar los ingentes recursos de la nación a un estado de guerra. Operaciones comerciales y financieras que antes se podían efectuar libremente necesitaban de una autorización oficial para la cual no existían protocolos claramente predeterminados. En este sentido, la actuación de Edwards, que tenía una envidiable red de contactos, fue muy importante para mantener el flujo de exportaciones de salitre que sustentaban la economía del país. Agréguense sus decisivas gestiones para transferir a Gran Bretaña los fondos de conversión -es decir los dineros destinados a respaldar el papel moneda emitido por el Estado- y ponerlos a resguardo de los avatares financieros de la guerra; o el haber conseguido la donación de unos 50 aviones de diferentes tipos a modo de compensación por haber cedido a Gran Bretaña los buques de guerra que se estaban construyendo en astilleros británicos cuando se inició el conflicto. Los ejemplos pueden multiplicarse".
"Edwards se dedicó a mantener informado al gobierno chileno sobre los pormenores del conflicto europeo, no sólo en lo que concernía a Gran Bretaña, sino también a Rusia, Grecia y otros países, para lo cual puso a trabajar a todo el personal de la legación. Estos informes sobrepasaban con creces los requerimientos del Ministerio de Relaciones de Chile, y tengo la impresión de que no fueron debidamente valorados por las autoridades en Santiago".
"Otro ejemplo de este afán por hacer cosas fue su exitosa gestión para el establecimiento de relaciones diplomáticas con China. Las negociaciones que se habían interrumpido tras la caída del celeste imperio, se estaban llevando a cabo en forma paralela por la legación de Chile en Japón, pero Edwards avanzó con mayor rapidez para finiquitar el asunto".
-Sobre su actuación en la ayuda a los chilenos en Europa que vieron su vida trastornada con el inicio de la guerra en 1914. Se trata de un episodio poco conocido. ¿De qué forma pudo ayudar a las cerca de 430 personas que estaban en dicha situación?
"Edwards ayudó a los chilenos en Europa mediante remesas de dinero en un momento que las transferencias internacionales estaban paralizadas y consiguiendo pasajes para que regresaran a Chile, los cuales estaban muy escasos. En algunos de estos casos se trataba de anticipar dinero a personas solventes, en otros era derechamente una ayuda a compatriotas en necesidad. En teoría, hay un presupuesto para este ítem pero sospecho que en más de una ocasión Edwards debió poner dinero de su bolsillo sin reembolso alguno. La legación en Londres también debió ocuparse, no siempre con éxito, de algunos chilenos que se vieron envueltos en el conflicto, sea por haberse enrolado como voluntarios o porque se hallaban detenidos como prisioneros. Llama la atención el alto número de chilenos que andaban dando vuelta en Europa, de los más diversos sectores sociales, y estoy seguro que había muchos más, que no recurrieron a las representaciones diplomáticas y consulares chilenas".
-¿Qué papel que le cupo desempeñar a Edwards Mac Clure en la consolidación de la Tesorería Fiscal de Chile en Londres?
"La Tesorería Fiscal en Londres era la caja recibidora y pagadora del gobierno de Chile en el exterior, y que atendía en todo el mundo. Dependía de la legación en Londres y la supervisión de ella era otra de las funciones del ministro de Chile. Durante el tiempo de Edwards, la tesorería adquirió nuevas funciones, sin experimentar cambios radicales. Su manejo requería de buen criterio ya que había que conciliar los atrasos en las autorizaciones desde Santiago con la necesidad de mantener funcionando el servicio exterior chileno. Dice algo de nuestro personaje el hecho de que el sistema haya funcionado sin mayores contratiempos y cuestionamientos durante su gestión".
-Su labor en la gestión de créditos fiscales para el gobierno de Chile estuvo muy marcada por las dificultades para negociar con casas particulares vinculadas a familias muy poderosas en el mundo financiero. ¿Puede decirse que gracias a su estilo de gestión sus tratativas con dichas firmas fueron benéficas para Chile?
"Los años de Edwards en Londres coinciden con el cambio del centro financiero del mundo desde Londres a Nueva York. Por entonces se usaba que un país tratara con un mismo banquero a través del tiempo, fijando relaciones de confianza, aunque estas podían terminarse por razones de conveniencia de las partes".
"Desde hacía algunas décadas, Chile operaba con la casa Rothschild de Londres. Edwards tuvo muy buena relación con los Rothschild, a nivel de ser invitado a la casa de campo del socio principal de la firma en algún fin de semana, pero las relaciones se complicaron luego de la muerte de este, en parte porque su sucesor se llevaba mal con Edwards, pero también porque el banco fue perdiendo primacía haciéndolo más rígido a la hora de emprender operaciones que antes habría realizado sin problemas".
"La experiencia de Agustín Edwards como banquero fue muy útil en superar algunos escollos, si bien poco podía hacer frente a los cambios en los paradigmas mundiales. Se dice que Arturo Alessandri, cuando asumió el gobierno, le ofreció a Edwards la embajada en Washington, pero que este no aceptó por los trastornos familiares y el costo que implicaba la mudanza. Es muy probable que, en este nuevo escenario, Edwards hubiera tenido un papel mucho más importante en este campo".
-¿El estilo para ejercer la diplomacia que tenía era común para le época? ¿Es comparable con otros chilenos prominentes del servicio exterior? ¿Carlos Morla Vicuña, por ejemplo?
"La práctica en Chile, y también en otros países, de nombrar personas con fortuna personal para cargos diplomáticos no era inusual. Pensemos solamente en Augusto Matte y Rafael Errázuriz Urmeneta, contemporáneos de Edwards en Berlín y Roma, respectivamente. Todos ellos tuvieron que aportar de su peculio para contribuir a la dignidad del cargo. Otros diplomáticos, probablemente el caso de Morla Vicuña, tenían que batirse con lo que les asignaba el presupuesto fiscal".
"Producto de diversos factores, y también la grandiosa bienvenida que se le dio a su llegada a Londres, Edwards poseía un amplio círculo de relaciones sociales que supo cultivar. Ayudaba que él y su mujer, doña Olga Budge, eran excelentes anfitriones, de paladares refinados".
"Quizás lo que diferencie a Edwards de otros diplomáticos fue su personalidad. Su experiencia en el mundo de la prensa y de la banca, su afán de involucrarse en los asuntos que se le encargaban, hicieron que su gestión tuviera algo de excepcional".
"Otro ejemplo de su afán por hacer cosas fue su exitosa gestión para el establecimiento de relaciones diplomáticas con China".
Cinco estudios
El Programa Naval del Centenario 1910-1921. Consideraciones Políticas y Financieras en la compra y venta de armamentos. Año 2000. Boletín de la Academia Chilena de la Historia.
La Tesorería Fiscal de Chile en Londres, 1904-1927: notas sobre una institución particular. Año 2002, Boletín de la Academia Chilena de la Historia.
Los chilenos en Europa durante la Primera Guerra Mundial 1914-1918. En coautoría con M. Angélica Muñoz. Año 2002, Revista Historia de la P. Universidad Católica.
Créditos chilenos, banqueros británicos y guerra mundial 1909-1916, año 2002, Bicentenario, Revista de Historia de Chile y América.
Agustín Edwards y su primera misión en Londres 1911-1924. Año 2008, Boletín de la Academia Chilena de la Historia.
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