Articulo
Comunicado
CARACAS ha sufrido un
golpe terrible en su naciente libertad, porque aquel gobierno se descuido en
uniformar la opinion publica creyendo sin duda que la verdad de sus principios y
las ventajas consiguientes al rango y gerarquia á que habia acendido aquel
pueblo, eran tan palpables é igualmente conocidas de todos sus individuos, que
no habria alguno tan necio, que no las apeteciese, y no estubiese dispuesto á
sostenerlas á costa de qualquier sacrificio, que debia necesariamente ser
recompensado con la lagueza ó en su persona, ó en su posteridad. Pero el
gobierno se engaño. Habian centenares de fanaticos, habian credulos, habian
egoistas. Unos sostenian la causa de los opresores, figurandose que
encontrarian en ellos un apoyo seguro á sus fortunas. Otros mas sabidos se
mantenian en una taimada neutralidad, reservando declararse á favor del que
triunfase, con lo que sin incomodidad ni riesgo venian á disfrutar de las
fatigas de los demas y á reirse de las desgracias de los vencidos. Pero esta
cuenta, que se ha hecho en millares de ocaciones, ha salido errada otras tantas
veces, y ultimamente en Venezuela.
Un horrible terremoto,
semejante á los que ha padecido esta ciudad, la de Concepcion, Quito, Lima,
Lisboa, la Calabria, y casi todos los puntos del globo, consternó aquella
tierra. La supersticion, este azote de los pueblos, mas funesto que los
meteoros mas terribles, esta plaga antigua del genero humano, siempre auxiliar
de la tirania, y que se acompaña siempre de la ignorancia, proclamó á este
fenomeno tan natural y frequente, como un signo infalible de que el cielo se
intereza en que diez y seis millones de nacionales volviesen á la suerte de las
bestias y continuasen viviendo en la esclavitud de la nacion mas cruel, mas
atrasada y mas inmoral del mundo, sumidos en perpetua desesperacion y hechos
esclavos de los esclavos de los Franceses.
Un marino Español se
aprovechó de este accidente porque siempre los marinos Españoles con iguales
juegos de manos han hecho creer á los hijos de America que son arbitros de la
voluntad del Ser Supremo. Asi Colon en la Jamaica les hizo entender á seis
cientos mil Indios infelices, ó á un millon como dice el Venerable Obispo las
Casas, que un casual eclipse era indicante de que debian sometersele; como lo
creyeron y perecieron despues todos, unos en las minas, otros quemados vivos,
otros degollados, otros desquartizados para mantener á los perros con sus
carnes. Los de Venezuela se entregaron á un nuevo Colon, y han sido tratados á
la Española. Han tenido la misma suerte los que pelearon por la libertad, que
los que la miraron, y ayudaron á los tiranos. Tres cientos de sus mismos
adictos y faccionarios fueron envenenados por ellos, por que no tenian como
hacerles causa; y dixeron que morian de peste. De este modo salieron mejor los
enemigos declarados, porque infinitos de ellos huyeron con tiempo para volver á
la carga. Han sido medidos con la misma vara los patriotas y los sarracenos,
porque de todos se desconfia, y con razon. De los unos porque son enemigos, de
los otros porque son viales, y tan insensibles que no sienten el desprecio de
sus berdugos. Este ha sido siempre el sistema nacional, destruir á los que
alguna vez pueden serles contrarios: esto mismo ha hecho en todos los puntos que
han conquistado; esto hicieron en toda la America; lo hicieron con los Moriscos,
lo hicieron en Oran, quando lo conquisto Pedro Navarro; esto han hecho en Quito,
Cochabamba. &e. &e.
Compatriotas: estas son
indirectas del Padre Cobos para que aprendais en cabeza agena. Tomemos ya un
lenguaje mas serio. Una muerte noble es sin duda preferible á un yugo infame y
eterno, y sobre todo á la muerte digna de los malvados. Quan duras medidas se
adoptarina para reduciros á la imposibilidad de sacudir las cadenas, cuyo peso
creceria inmensamente! Estas medidas de seguridad comprehenderian á todos, ni se
eceptuarian los hijos y parientes de los nuevos autores de la esclavitud. No
estudieis en engañaros: la division fue siempre la vanguardia de la tirania; y
la seduccion su precursora. Ya sabeis quan sanguinarias han sido las
disposiciones de las Cortes en medio de las convulsiones y proxisismo de su
muerte. Tened á la vista la suerte del Cacique de Hayti, que ayudó á construir
el primer fuerte español en esta parte del mundo. Sigamos la conducta de
nuestros sabios Araucanos, que deben su libertad á todo el odio inextinguble y á
toda la desconfianza de que son dignos nuestros horribles progenitores. Ah!
admiradores de los extraños miramos con desden lo grande y sublime que tenemos
dentro de casa. tengamos un poco de firmeza mientras el genio extraordinario de
la epoca presente, el nuevo Tito, purga la tierra de una raza abyecta, enemiga
de la luz, y que exte minaría á los hombres al pretexto de servir al Dios de
Caridad.
Patricio
Curiñacu
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