DE NUESTROS SOCIOS: Felipe Vicencio Eyzaguirre
Premio Nacional de Historia
La Tercera 28/08/2012 - 04:00
Desafortunadas las palabras de Cristián Gazmuri registradas el domingo en su diario sobre la elección del Premio Nacional de Historia.
En cuanto a la integración del jurado, no es necesario explayarse, porque siempre los mecanismos son perfectibles, y por cierto las instituciones modificables. En todo caso la ley está para hacerla cumplir.
Sus dichos pecan de antojadizos y parciales. Hablar que los ministros de Educación al votar lo harían por orientaciones del gobierno es -creíble y todo-, poco serio, porque prejuzga al echar gratuitamente un velo sobre la capacidad de quienes se desempeñan en ese puesto en aventurar un juicio propio, y no necesariamente coincidente con la administración de turno.
En cuanto a que Bernardino Bravo Lira no tenga “estudios especializados en historia”, su afirmación devela una cerrazón difícilmente explicable, más aún cuando ha sido él mismo quien ha investigado al respecto en su libro La historiografía chilena (1842-1970). Que alguien no posea estudios sistemáticos en Historia, no es óbice para descalificar a nadie, más aún cuando ese alguien ha llegado al pináculo de su carrera, mostrando una obra de investigación que, guste o no, es sólida e interesante.
Creo que para ser historiador se requiere vocación, trabajo y método, honradez científica, conocimiento de las fuentes y capacidad de discernimiento y crítica de las mismas; tal como para ser filósofo, poeta, novelista o artista, genio, talento y creatividad.
Finalmente, queda un punto más: su crítica a la Academia Chilena de la Historia, del Instituto de Chile, que según él estaría “controlada por el Opus Dei”. Asombra que diga tal cosa, cuando él mismo la integra desde 2000. Quizá disponga de antecedentes en su calidad de académico de número de esa corporación que yo no manejo, pero si de algo estoy seguro, es de cómo se ha abierto a otras tendencias y pensamientos, de lo contrario no se comprendería su propia presencia en ella.
Felipe Vicencio Eyzaguirre
Premio Nacional de Historia: las cartas sobre la mesa
Mañana se reúne en el Mineduc el jurado que
definirá al 20º ganador.
definirá al 20º ganador.
por Pablo Marín
Llegó el momento. Mañana, a las 16 horas, el jurado a cargo de fallar el 20º Premio Nacional de Historia sesionará en dependencias del Ministerio de Educación. Votarán el titular de la cartera, Harald Beyer; el premio nacional 2010, Bernardino Bravo Lira; el rector de la Universidad de Chile, Víctor Pérez; su homólogo de la Universidad de Valparaíso, Aldo Valle (representante del Consejo de Rectores), y el premio nacional 2004, Jorge Hidalgo (designado por la Academia Chilena de la Historia). Y elegirán, al decir de uno de los convocados, a quien haya realizado “un aporte significativo” a la historiografía local.
Creado en 1974, el premio se entrega cada dos años y, en estricto rigor, no hacen falta carpetas de postulación: basta que el nombre de un historiador -o arqueólogo, o cualquier especialista en el pasado chileno- salga a relucir para que el jurado discuta su mérito. Sin embargo, la tradición sugiere “moverse”. Hacer campaña. Que la haga el propio postulante o quienes lo han postulado. A ver qué pasa.
Ocho son los nombres inscritos. Y se diría que la carrera está más abierta que antes. Por de pronto, el candidato que asomaba como favorito en 2010, para la última entrega, Cristián Gazmuri, está fuera de la grilla. “No estoy en carrera y no voy a estarlo hasta que se modifique la composición del jurado”, afirma el docente de la UC, haciéndose eco de uno de los principales reproches que afloran cada dos años. Y prosigue: que los ministros de Educación saben generalmente poco de historiografía y actúan “según los orienta el gobierno”; que Bravo Lira “no tiene estudios especializados en historia”; que el actual rector de la U. de Chile “jamás va a votar por alguien de la Universidad Católica, frente a la que tiene un cierto complejo de inferioridad”, y que la Academia Chilena de la Historia está hoy “controlada por el Opus Dei”.
Sobre lo anterior, “se ha seguido con los procedimientos reglamentados por ley, y eso no puede cambiar mientras la ley no cambie”, señala uno de los votantes de mañana. Dicho eso, un ítem deslizado por Gazmuri -la competencia entre las dos principales universidades del país- podría haber tenido más incidencia en 2010 que ahora, pero no es descartable que reflote. Por el lado de la UC, cuyo Instituto de Historia ha dicho que apoya a todo el que se presente de entre los suyos, hay dos nombres en carpeta que ya corrieron entonces: Joaquín Fermandois y René Millar. En tanto, nuevamente la Facultad de Derecho de la “U” presenta un postulante: Antonio Dougnac.
Entre los demás factores en juego ha estado el reconocimiento a ámbitos historiográficos que no lo habían tenido. Si el 2006 fue el momento de la historia social, a través del premio para Gabriel Salazar, y el 2010 el de la historia del derecho, con Bravo Lira, ¿podría seguir abriéndose el abanico? De ser el caso, hay una candidata que sobresale. Isabel Cruz es la única mujer entre los ocho inscritos, para un premio que desde su creación sólo ha distinguido a historiadores varones. Sin embargo, la académica de la Universidad de los Andes no lo considera un factor decisivo: “El momento puede ser favorable, pero me parece que no es eso lo relevante, ni tampoco el sexo o el género del postulante”. La cultora de la historia del arte y la historia cultural agrega que “lo decisivo es la obra realizada en sus tres vertientes: investigación, docencia y difusión”. Ello, sin perjuicio de que, como plantea Salazar, “ya sería tiempo de que se conceda el premio a alguna historiadora”.
Hay un galardonado para quien sus pares “no hablan hoy del premio”. Pero, aun siendo efectivo, esto no amilana a las universidades regionales que están postulando a Jorge Pinto y a Oscar Pinochet de la Barra. Tampoco niega la validación que supone un galardón estatal (y menos si se acompaña de un premio superior a los $ 13 millones y una pensión vitalicia cercana a las 20 UTM mensuales). Para todos los efectos, las cartas ya están sobre la mesa.
19 ganadores
El premio fue creado en 1974 y desde entonces ha sido entregado en 19 ocasiones. El último premiado fue Bernardino Bravo. Entre los ganadores no hay mujeres.
13 millones
de pesos más una pensión vitalicia mensual de 20 UTM (790 mil pesos aproximados) entrega el galardón. Se concede cada dos años.
Jorge Pinto: Doctorado en Southampton y docente de la U. de La Frontera, tiene el apoyo de esta última, al que se suman José Bengoa, Sergio Grez y Gabriel Salazar. Especializado en demografía histórica e historia social de la Colonia, se ha destacado por su interés en el tema mapuche, con libros como La formación del Estado y la nación, y el pueblo mapuche (2003).
O. Pinochet de la Barra: Ex embajador en la URSS y Japón, es fundador del Instituto Antártico Chileno, fue su director entre 1991 y 2003 y ha sido asesor gubernamental en materias relacionadas con el continente blanco. Entre sus obras se cuentan La Antártica chilena (1944) y Por Siberia al Sol Naciente (1981). Su postulación corrió por cuenta de la Universidad de Talca.
René Millar: Doctor en Historia (U. de Sevilla), ejerce la docencia en la UC, que apoya su postulación. Ha investigado la historia de la religiosidad y de la Iglesia en el virreinato del Perú, así como la historia política y económica de Chile en el siglo XX, contándose entre sus publicaciones La elección presidencial de 1920 (1982) e Inquisición y sociedad en el virreinato peruano (1998).
Joaquín Fermandois: Formado en la UCV y en Marburg (Alemania), es docente de la UC desde 1973, especializándose en la historia de las ideas políticas y de las relaciones internacionales en el siglo XX. Es autor de Mundo y fin de mundo: Chile en la política mundial 1900-2004 (2005). Aparte del apoyo de la UC, cuenta con respaldo en la UCV y en la U. Católica de Concepción.
Antonio Dougnac: Abogado y magíster por la U. de Chile, suma 45 años de docencia en la Facultad de Derecho en dicha casa de estudios, que lo postula este año al Premio Nacional. Especialista en derecho indiano, entre sus obras se incluyen Manual de Historia del Derecho Indiano (1994) y Esquema del Derecho de Familia Indiano (2003).
Isabel Cruz: Profesora de Historia y Geografía (UC) y doctora en Filosofía y Letras con Mención en Historia del Arte (U. de Navarra), se desempeña en la U. de los Andes, que respalda su postulación y donde enseña historia del arte e historia cultural. Ha publicado El traje: transformaciones de una segunda piel (1996), así como estudios sobre Lily Garafulic y Rebeca Matte.
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