Georgina Artigas Rodríguez
Fallece la calígrafa cubana Georgina Artigas Rodríguez
Georgina Artigas Rodriguez
AVA RIVERA
arivera@MiamiHerald.com
En las manos de la calígrafa Georgina Artigas Rodríguez, delicados instrumentos de escritura parecían cobrar vida.
“Cuando ella trabajaba, tenía un ritmo y se sentía como si estuviera bailando con la pluma”, dijo Brenda Zoby, amiga suya de muchos años y también miembro del Gremio de Caligrafía del Sur de la Florida que editó el libro A Passion for the Pen: The Art of Georgina Artigas (“Pasión por la pluma: el arte de Georgina Artigas) .
Artigas, vecina de Miami, nació en Cuba el 3 de octubre de 1918. Murió el 16 de agosto, 10 días después de sufrir un derrame cerebral, a los 93 años.
Su exquisita letra figura en diplomas, premios, multas, tarjetas de felicitación, anuncios, invitaciones, e iluminó certificados de retiro en vitela de piel de becerro. Entre sus clientes estuvieron la junta del Premio Pulitzer, la Junta Directiva de la Universidad de Columbia, el Museo Americano de Historia Natural, New York Telephone, Bacardi International, el Instituto de Oftalmología Bascom Palmer, el Centro Médico Mount Sinai, New York Life Insurance Company y Vizcaya.
“Su pasión por la caligrafía es la razón por la que ella continuó trabajando. Era su vida, y ella vivía para eso”, dijo Liana Tidwell, la hija de Artigas.
Ella esperaba que su obra, hecha con barras de tinta china y agua destilada, duraría 500 años. A mediados de la década de 1930, Artigas se graduó de la Escuela Profesional de Comercio de La Habana tras estudiar caligrafía y letra cursiva estadounidense. A través de un programa de estudios de correspondencia, ella consiguió un certificado avanzado de caligrafía del Zanerian College of Penmanship en Ohio.
En Cuba, Artigas y su esposo, Celestino Rodríguez, hacían diplomas y certificados. Artigas estudio con el maestro calígrafo Manuel Lorenzo y se hizo experta en escritura ornamental y bocetos en pastel. Además de su caligrafía, Artigas era bien conocida por su afiligranada iluminación de textos en oro, adornados con enredaderas, flores y hojas.
La familia abandonó Cuba en 1963 y se estableció en Nueva York. Ella trabajó en el departamento de arte del estudio Ames & Rollinson durante 10 años, tras lo cual la familia se trasladó a Miami. Artigas puso un estudio, y en 1981 fue una de las fundadoras del Gremio de Caligrafía del Sur de la Florida. Ella creó el logotipo del grupo.
“Georgina era excelente. Ella era uno de los maestros”, dijo Eleanor Winters, quien usó algunos de los grabados en cobre de Artigas para su libro Mastering Copperplate Calligraphy: A Step-by-Step Manual (Aprenda caligrafía de grabado en cobre: un manual paso a paso) .
“Ella era muy prolija y meticulosa en su estilo”, dijo Winters, quien publica el Calligraphers Engagement Calendar, al cual Artigas contribuyó durante 14 años.
Artigas contribuyó además reproducciones de su obra, diseños y copias a color a la Colección de Caligrafía y Rotulado Richard Harrison de la Biblioteca Pública de San Francisco, una de las mayores colecciones de caligrafía de Estados Unidos.
Además de su hija, Artigas deja a su hijo, Jorge Rodríguez, de West Miami. Celestino Rodríguez murió en 1998.
Se celebraron servicios fúnebres a nombre de Artigas. La familia sugiere que se haga donaciones en memoria suya al Gremio de Caligrafía del Sur de la Florida, southfloridacalligraphyguild.org.
“Cuando ella trabajaba, tenía un ritmo y se sentía como si estuviera bailando con la pluma”, dijo Brenda Zoby, amiga suya de muchos años y también miembro del Gremio de Caligrafía del Sur de la Florida que editó el libro A Passion for the Pen: The Art of Georgina Artigas (“Pasión por la pluma: el arte de Georgina Artigas) .
Artigas, vecina de Miami, nació en Cuba el 3 de octubre de 1918. Murió el 16 de agosto, 10 días después de sufrir un derrame cerebral, a los 93 años.
Su exquisita letra figura en diplomas, premios, multas, tarjetas de felicitación, anuncios, invitaciones, e iluminó certificados de retiro en vitela de piel de becerro. Entre sus clientes estuvieron la junta del Premio Pulitzer, la Junta Directiva de la Universidad de Columbia, el Museo Americano de Historia Natural, New York Telephone, Bacardi International, el Instituto de Oftalmología Bascom Palmer, el Centro Médico Mount Sinai, New York Life Insurance Company y Vizcaya.
“Su pasión por la caligrafía es la razón por la que ella continuó trabajando. Era su vida, y ella vivía para eso”, dijo Liana Tidwell, la hija de Artigas.
Ella esperaba que su obra, hecha con barras de tinta china y agua destilada, duraría 500 años. A mediados de la década de 1930, Artigas se graduó de la Escuela Profesional de Comercio de La Habana tras estudiar caligrafía y letra cursiva estadounidense. A través de un programa de estudios de correspondencia, ella consiguió un certificado avanzado de caligrafía del Zanerian College of Penmanship en Ohio.
En Cuba, Artigas y su esposo, Celestino Rodríguez, hacían diplomas y certificados. Artigas estudio con el maestro calígrafo Manuel Lorenzo y se hizo experta en escritura ornamental y bocetos en pastel. Además de su caligrafía, Artigas era bien conocida por su afiligranada iluminación de textos en oro, adornados con enredaderas, flores y hojas.
La familia abandonó Cuba en 1963 y se estableció en Nueva York. Ella trabajó en el departamento de arte del estudio Ames & Rollinson durante 10 años, tras lo cual la familia se trasladó a Miami. Artigas puso un estudio, y en 1981 fue una de las fundadoras del Gremio de Caligrafía del Sur de la Florida. Ella creó el logotipo del grupo.
“Georgina era excelente. Ella era uno de los maestros”, dijo Eleanor Winters, quien usó algunos de los grabados en cobre de Artigas para su libro Mastering Copperplate Calligraphy: A Step-by-Step Manual (Aprenda caligrafía de grabado en cobre: un manual paso a paso) .
“Ella era muy prolija y meticulosa en su estilo”, dijo Winters, quien publica el Calligraphers Engagement Calendar, al cual Artigas contribuyó durante 14 años.
Artigas contribuyó además reproducciones de su obra, diseños y copias a color a la Colección de Caligrafía y Rotulado Richard Harrison de la Biblioteca Pública de San Francisco, una de las mayores colecciones de caligrafía de Estados Unidos.
Además de su hija, Artigas deja a su hijo, Jorge Rodríguez, de West Miami. Celestino Rodríguez murió en 1998.
Se celebraron servicios fúnebres a nombre de Artigas. La familia sugiere que se haga donaciones en memoria suya al Gremio de Caligrafía del Sur de la Florida, southfloridacalligraphyguild.org.
posted by EDITOR | 10:14 AM
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