DE NUESTROS SOCIOS: Enrique Lafourcade

 

 

Rescate Novela sobre Rafael Leonidas Trujillo
El primer retrato que Lafourcade hizo de un dictador

A 54 años de su publicación, La fiesta del rey Acab es editada nuevamente en República Dominicana. Y las autoridades de ese país quieren condecorar a Enrique Lafourcade por su obra.  

FRANCISCO VÉJAR

El Mercurio Revista de Libros   Santiago de Chile
domingo 14 de abril de 2013
Actualizado a las 12:43 hrs.

La casa editora Funglode acaba de reeditar La fiesta del rey Acab (1959), novela satírica de Enrique Lafourcade que recrea la figura del dictador dominicano Rafael Leonidas Trujillo, al mando de su país entre 1930 y 1961. La génesis de esta obra fue azarosa. Lafourcade ya había publicado la Antología del nuevo cuento chileno (1954), y cinco años más tarde, Cuentos de la generación del 50 , dando el acta bautismal a esa destacada promoción de escritores en la que figuraban José Donoso, Jorge Edwards, Enrique Lihn y Claudio Giaconi, por nombrar algunos. También había publicado Pena de muerte y Para subir al cielo .

Inmerso en una intensa actividad literaria, Lafourcade presentó en ese entonces un proyecto novelístico a la Editorial del Pacífico, que dirigía Alejandro Magnet. Magnet lo rechazó, pero en cambio le propuso escribir, a gran velocidad, un relato sarcástico sobre Trujillo, pues en agosto de 1959 se celebraría en Santiago una reunión de cancilleres convocada por la OEA, a la que también asistiría el canciller de la isla caribeña. La idea era entregar el volumen en esa reunión. El escritor aceptó el reto, y una vez terminada su narración, fue leída por Gabriel Valdés Subercaseaux, asesor de la editorial, quien recomendó a Magnet que la publicara inmediatamente. "¡Es magnífica! ¡Es una bomba!", concluyó Valdés. Y así fue: la obra tuvo gran éxito tanto en Chile como casi en toda América Latina y España, además de ser traducida al inglés, alemán, rumano, portugués y francés.

En el prólogo a esta reciente edición, el actual embajador de República Dominicana en Chile, Pablo A. Maríñez, anota: "En La fiesta del rey Acab , Lafourcade retrata de una manera magistral la decadencia de la era de Trujillo, en una coyuntura en la que todavía el dictador se proclamaba como invencible, con pretensiones de mantenerse en el poder como una dinastía".

La fiesta del rey Acab fue la primera publicación sobre la tiranía de Trujillo, escrita tres años después del secuestro en Nueva York del profesor vasco Jesús de Galíndez Suárez (1915-1956), autor de La era de Trujillo: un estudio casuístico de dictadura hispanoamericana (1956), libro publicado en Chile bajo el segundo período de la presidencia de Carlos Ibáñez del Campo (1952-1958). Sin duda, esta obra tuvo influjo en Lafourcade. Tanto así, que en las páginas de La fiesta del rey Acab habla del secuestro y posterior muerte de Galíndez, a quien Lafourcade conoció personalmente. Es decir, con esta novela el escritor chileno se adelantó a Galíndez (1990), de Manuel Vázquez Montalbán, y La fiesta del Chivo (2000), de Mario Vargas Llosa.

Trama y arquetipo

"Lafourcade centra su sarcasmo -anota Pablo A. Maríñez- en la figura de César Alejandro Carrillo, que es el rey Acab. El personaje de la ficción, si bien presenta elementos aparenciales de continuidad con el dictador real, Trujillo, en realidad es una figura que en muchos otros aspectos el autor quiso construir, recrear, dibujar, como su opuesto, por lo menos en relación con la imagen que en ese momento el dictador hacía proyectar como estadista (...) Lo muestra como un personaje que representaba un sistema político en decadencia, en su ocaso, como efectivamente estaba ocurriendo".

La novela describe 24 horas de vida de Trujillo, a quien el autor denomina César Alejandro Carrillo Acab. Su personalidad es brutal, siendo capaz de dar muerte a cualquiera que se le oponga. Pero a la vez se le describe débil, inseguro y decadente. Hasta su ambiente familiar le es hostil. Y siempre bajo la amenaza de un atentado, lo que se insinúa al final de la ficción de Lafourcade, con Rosita como protagonista de la conspiración. Ella se acerca a Carrillo cuando termina el Tedeum y la celebración fastuosa de su cumpleaños para obsequiarle un ramo de flores que contiene una bomba. Sin embargo, la narración queda abierta, como si Lafourcade hubiera intuido el asesinato de Trujillo, sucedido el 30 de mayo de 1961.