HIMNO NACIONAL DE CHILE
"PURO, CHILE, ES TU CIELO AZULADO"
Hallazgo de manuscritos de Eusebio Lillo: Los primeros versos del Himno Nacional están en Nueva York
Una versión de la Canción Nacional escrita de puño y letra por Eusebio Lillo fue encontrada en un departamento de Manhattan por el investigador y diplomático chileno Abraham Quezada.
El Mercurio Artes y Letras
MAITE ARMENDÁRIZ AZCÁRATE
Fue casi sin querer. Pero el hallazgo lo conmovió. Nunca pensó el investigador y profesor de historia y geografía Abraham Quezada que durante su labor como diplomático de carrera en Naciones Unidas se encontraría en un departamento de Manhattan con un texto escrito por el mismísimo Eusebio Lillo que comenzaba "Puro, Chile, es tu cielo azulado..."Quezada había llegado al departamento de Frank Ehrlich, neoyorquino de origen alemán, que había vivido en Chile en los años 40 y 50, tras una de sus pesquisas habituales. Como investigador y autor de varias publicaciones siempre está atento a la existencia de documentos relacionados con Pablo Neruda. Pero esta vez constató que Ehrlich poseía una carpeta que contenía "papeles no catalogados" de Ricardo Benavides Lillo (1929-2000), bisnieto de Eusebio Lillo (1826-1910), autor de la letra de nuestro Himno Nacional."En aquella jornada no encontré versos de amor del vate de Temuco, empero, accedí a la creación de otro poeta, autor de la mayor y más popular poesía-canción republicana escrita en Chile en sus dos siglos de vida independiente, la cual, desde su estreno en septiembre de 1847, es cantada con emocionado orgullo", recuerda Quezada.
Explica que el bisnieto de Eusebio Lillo heredó algunas dotes de su famoso antepasado: Por de pronto escribió una edición anotada de las "Novelas ejemplares", de Cervantes, en 1956 y ejerció durante 15 años la cátedra de Literatura Española y Latinoamericana en la Universidad de Texas en San Antonio, donde llegó a ser decano de la Facultad de Idiomas. "En tal calidad, legó a aquel recinto universitario su valiosa biblioteca, la cual, según testigos, llegó a contener importantes documentos y más de 10.000 libros. Algunos pocos textos, sin embargo, quedaron en poder de la familia, la cual, al cabo de los años, manifestó el deseo de traspasarlos, si acaso aquéllos poseían algún valor o interés histórico y/o literario".
Entre esas cartas, borradores de poemas románticos y otros documentos garrapateados, se hallaban las cuatro hojas manuscritas, "con una caligrafía antigua y bella y una ortografía decimonónica, pero clara y firme" de la versión del Himno Patrio escrita por Eusebio Lillo.
-¿De qué modo y en qué circunstancias Frank Ehrlich obtuvo estos manuscritos de Eusebio Lillo?
"Frank Ehrlich fue amigo de Ricardo Benavides Lillo, quien falleció en EE.UU. hace algunos años. Fueron muy cercanos.
-¿El Estado de Chile o alguna entidad o particular han manifestado su interés en adquirir estos manuscritos?
"No hay nada adelantado al respecto. Lo que sí puedo afirmarle es que el año pasado contacté a diversas instituciones nacionales (los más importantes museos y bibliotecas de nuestro país) y ninguno manifestó tener o conocer copia de dicho documento. Incluso uno de los familiares de Lillo acá en Santiago me confirmó que el texto del Himno Nacional firmado por don Eusebio, 'no ha sido habido en parte ninguna'. Aunque posiblemente puedan existir otras en archivos privados o familiares".
Abraham Quezada espera que este material sea "revisado y compulsado debidamente por los estudiosos y conocedores de la obra de Lillo". En tanto, adelanta: "el elenco documental tenido a la vista, compuesto por una veintena de poemas, recortes de prensa, cartas y anotaciones circunstanciales, tanto por su redacción, estilo y datación -en algunos casos-, nos permite afirmar que pertenece a la segunda mitad del siglo XIX. Además se puede constatar que, efectivamente, se trata de una de las versiones originales, en seis estrofas, del Himno Patrio". Advierte que como se aprecia en las imágenes, el texto de Lillo presenta algunas variantes respecto de la versión oficial que hoy se entona.
Para el investigador es importante reflexionar acerca de la conveniencia de que el texto itinerante que ahora devela sea custodiado, debidamente preservado y exhibido en Chile. "Pensando en la recuperación y revaloración de nuestro patrimonio histórico y literario, y la feliz coincidencia de haberse obtenido recientemente la devolución de la bandera de la Independencia de Chile, se podría unir la versión manuscrita original del himno, con lo cual se estaría efectuando una contribución positiva y trascendente de cara al Bicentenario".
"Yo no quería escribirla", aseguró Lillo
El 17 de septiembre de 2009 se cumplirán 162 años desde la adopción del himno de Eusebio Lillo, con música de Ramón Carnicer."Yo no quería escribirla", reconocía con respecto a la Canción Nacional en 1905. En una declaración entregada a revista Zig-Zag, agregó: "Pensaba que un himno nacional no se debe cambiar. La de Vera y Pintado era hermosa y representaba el período heroico de nuestra historia. Comencé por esto a escribirla sin ganas, y eso se nota en la primera estrofa, que no tiene soltura ni movimiento; ha cesado la lucha sangrienta... Después de la primera estrofa, sentí que la cosa iba más fácil y más espontánea. Esto se nota muy bien leyendo la canción".
La música de la primera Canción Nacional chilena fue compuesta por el violinista Manuel Robles, cuyos versos escritos por Bernardo Vera y Pintado se cantaron desde 1820, hasta que fue suplantada por la versión del compositor español Ramón Carnicer, que realizó hacia 1827 y que envió a Chile Mariano Egaña, siendo ministro plenipotenciario en Inglaterra.Como los versos de Vera y Pintado comenzaron a sonar demasiado antiespañoles dado los tiempos que corrían, en 1847 el gobierno de Chile encargó un nuevo texto al joven poeta Eusebio Lillo. Y aunque luego de ser analizado por Andrés Bello conservó la estrofa del coro original de Vera y Pintado ("Dulce patria, recibe los votos...), tanto la música de Carnicer como el texto de Lillo debieron enfrentar la resistencia popular que suelen presentar cambios de esta naturaleza.
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