e-book o el LIBRO DIGITAL
REPORTAJE Planeta, Alfaguara y Random House ofrecerán sus catálogos en internet:
El e-book habla español
Los editores de libros en castellano no quieren que en su negocio se repita la experiencia de la música en internet y su pirateo. Aunque están dispuestos a dar los pasos para dominar el mercado antes de que lo haga Amazon y su lector digital, el Kindle.
El Mercurio Artes y Letras 23 de agosto de 2009
MACARENA GARCÍA G.
En el mercado norteamericano no son novedad: pantallas que permiten leer libros casi tan cómodamente como si tuvieran hojas. En el español sí que lo son y también una forma de amenaza. Pero, como suele suceder con la tecnología, no ha quedado otra que avanzar. Subirse al tren antes de que haya partido. Integrarse.
Primero, partamos con un vocabulario básico, de palabras que todavía no llegan a la RAE. Llamaremos al e-book libro digital, aunque haya quienes intenten imponer el término "libro-e", una abreviación de libro electrónico que no cuaja del todo. El libro digital sería entonces el que se lee en la pantalla del computador o en un aparato inventado para ello. Ninguna novedad, claro, internet partió como una red de textos y desde un comienzo se encontraban allí libros enteros. Lo novedoso es el aparato, que en inglés intentan llamar e-reader o e-book-reader y en español no tiene nombre. Dispositivo de lectura digital parece ser el más correcto. Aquí nos inclinaremos por el prosaico "aparato". Y ojo, llamarle Kindle es sellar su destino, es rendirse al monopolio de Amazon.
Sony ya había lanzado dos aparatos al mercado para cuando apareció el Kindle. Y aunque la tecnología de Sony era ligeramente superior, Kindle, el engendro creado por Amazon, los opacó por completo, ofreciendo lo que ningún otro: un catálogo de libros: contenido. La multitienda virtual tiene una propuesta tan coherente como agresiva: 300 mil títulos digitalizados a menos de 10 dólares cada uno. No gana nada con ellos, pero sí con los aparatos. El truco es que esos libros sólo pueden ser leídos en el Kindle y que éste no puede leer los que se descarguen de otros portales. Otros portales que hasta ahora no existen o no compiten, lo que crea esa oportunidad que aprovecha Amazon para crear su mercado cautivo. Una jugada estratégica que los deja dominando el mercado. Pero podría ser sólo un triunfo a corto plazo, porque está comenzando una guerra de formatos que podría llegar a ser tan costosa como la que entablaron Betamax y VHS en los ochenta en el mercado de los videos.
Al Kindle le ha ido bien. No ha revolucionado el mundo de la lectura como el Ipod con la música, pero lo ha remecido. En su año y medio de vida, fue portada de las revistas de tendencias, contó con el apoyo de la superinfluyente Oprah Winfrey y logró que señores mayores de 50 años dijeran que jamás habían imaginado lo cómodo que sería leer en una pantalla. Se mantiene siempre entre los 10 adminículos electrónicos más vendidos por Amazon.
"En el mercado norteamericano el Kindle conquistó un nicho", explica Javier Aparicio, director del Master en Edición de la Universidad Pompeu Fabra, "eso fortalece el modelo de Amazon, que es un modelo que tiene ciertos riesgos". Aparicio se refiere al riesgo del monopolio. Amazon, la mayor librería de Estados Unidos, potencia hoy sus sucursales en Europa, y tiene el poder suficiente para imponer sus propias condiciones a las editoriales. Pero los editores españoles están optimistas.
"En Estados Unidos, Amazon y Google tienen un poder del que carecen por ahora en Europa, y esa es una diferencia sustancial, pues una de las grandes revoluciones que podría traer el mundo digital es la irrupción en el mercado editorial de nuevos jugadores", dice Juan González, de Alfaguara. "Hasta ahora al menos no tenemos noticias de que Amazon vaya a entrar en España, pero está claro que si eso ocurriese cambiaría el escenario", explica Nuria Cabutí, de RandomHouse. Para Aparicio, la forma en que la industria española encare el problema es fundamental: "Ahora hay que ver qué sucede en Europa, donde Amazon no es tan fuerte. En ese escenario lo que pase en el mercado español es fundamental: es el segundo gran mercado editorial. Están todos pendientes de ver cómo se ofrecerá el libro digital acá".
La movida de Balcells
Las piezas ya comenzaron a moverse. Carmen Balcells, la agente literaria más influyente, quien negocia el sueldo de García Márquez, Vargas Llosa e Isabel Allende, dejó la agencia en manos de su asistente para abocarse al negocio web. A poco de cumplir los 80 años, Balcells anunció el lanzamiento de "Palabras Mayores", el primer sello de e-books en español. "Ella tenía este proyecto registrado hace años y se acercó a nosotros para implementarlo", cuenta Ignacio Latasa, director de Leer-e, una empresa que nació para distribuir dispositivos de lectura digital en España, creció ofreciendo clásicos para descargar a módicos precios y se convirtió en una sui generis editorial virtual con "Palabras Mayores". Goytisolo, Cortázar, Juan Marsé, Bryce Echenique y García Márquez, entre otros tantos, a sólo cinco euros la descarga. Ya han publicado a 50 y para finales de 2009 duplicarán la cifra. Latasa dice que la venta los ha dejado más que satisfechos, pero asegura que su intención no es convertirse en una editorial, sino en un socio de ellas. "Cuando las editoriales tradicionales se adapten a la producción de libros en formatos electrónicos seguirán desempeñando la misma función que hoy: garantizarán la calidad del texto publicado".
"Ahora el poder lo tienen los agentes", explica Javier Aparicio. "Lo que hizo Carmen Balcells es muy interesante, pero los demás no tienen tanta independencia: temen poner en riesgo el modelo de negocio, de trabajo con las editoriales, que es lo que da dinero ahora".
El nuevo modelo de negocio lo crearon en una mesa redonda. Por un lado los de ADAL -la Asociación de Agencias Literarias españolas (en la que no participa Carmen Balcells)- y, del otro, las transnacionales del libro. Había que pensar en una solución para una empresa que conlleva más riesgos que beneficios. "Es que por el momento no hay negocio ahí. Hay que hacer una gran inversión y no hay retorno", explica Alicia González, de ADAL, y agrega que la piratería podría hacer con los libros lo mismo que con las otras industrias.
Pero como en esta materia no era cosa de quedarse atrás -la multitienda El Corte Inglés ya había lanzado su propia tienda virtual-, las partes acordaron ofrecer, a mediados de 2009, un completo catálogo a la venta electrónica. Nadie pierde: los autores cobrarán un mayor porcentaje por libro vendido (de 10% a 25%; punto para los agentes, sus representantes) y los libros se venderán a 20% menos (nada de títulos a diez dólares como en Amazon; punto para los editores).
El que sale perdiendo, sí, es el lector que ya no podrá descargar las gangas que se ofrecen hoy. De hecho, la mayoría de los encuestados coinciden en que todos los precios de los libros digitales en español subirán para entonces; algunos auguran que también los títulos en inglés subirán de precio. Juan Díaz, líder del proyecto que reúne a representantes de Santillana, Alfaguara y Random House, destaca las ventajas para los lectores latinoamericanos: "Ahora ya no correrá más esa queja de que no todas las novedades llegan a las librerías en Latinoamérica. Estará todo el catálogo a disposición, al mismo tiempo que en España y al mismo precio".
Si hay algo en lo que todos coinciden es que el libro digital en castellano entrará lento. Los aparatos de lectura son caros y los títulos también lo serán. Hay muchos miedos y, de todos, el mayor es el de la piratería; ya hay sitios desde donde se descargan novedades sin pagarle a nadie. "Espero que la experiencia de la música nos ilumine a todos un poco", reflexiona Juan González, de Alfaguara, quien calcula que de aquí a dos años la venta de estos libros será el 5% del total. Aunque él mismo dice que nada como hacer predicciones para equivocarse. Y sí, otra cosa se opina en blogs, donde la cultura digital da forma a una postura política que alega que lo único que puede combatir la piratería son los precios bajos, el establecer la idea de que se paga lo justo.
¿Dónde encontrar libros digitales en español?
De todos estos sitios se pueden descargar libros para ser leídos en el computador, en los teléfonos de última generación o en los aparatos o libros electrónicos. En algunos casos es también necesario descargar un software para leerlos, puesto que son libros que vienen encriptados contra la piratería.
leer-e.es: Desde allí se puede descargar el sello de Carmen Balcells, "Palabras Mayores", a cinco euros cada uno. También clásicos -Julio Verne, Tolstoi, Victor Hugo, entre otros muchos- a 2 ? (1.500 pesos). Enciclopedias y diccionarios. Por lejos, la mejor opción.
Corte Inglés.es: La mayor multitienda española ofrece un catálogo donde la buena literatura escasea, pero se pueden encontrar algunas buenas revistas a precios razonables. Entraron al negocio ofreciendo su propio aparato electrónico, cual Kindle de Amazon, pero no lograron mucha atención. Habrá que ver cómo aumenta el catálogo.
Mielibro.es: Tienen muchos y buenos títulos -en el mundo digital, como era de esperarse, lo que abunda es el título sin interés y la autoedición-, pero los venden tan caros como libros de verdad. Una monografía de Frida Kahlo a 60 euros, por ejemplo.
Elibro.es: Es una biblioteca virtual de libros y revistas de interés académico que se ofrecen mediante suscripción a bibliotecas reales.
Libros.google.es: La mayor biblioteca digital. Los libros que no están protegidos por el derecho de autor pueden ser descargados en PDF.
En el mercado norteamericano no son novedad: pantallas que permiten leer libros casi tan cómodamente como si tuvieran hojas. En el español sí que lo son y también una forma de amenaza. Pero, como suele suceder con la tecnología, no ha quedado otra que avanzar. Subirse al tren antes de que haya partido. Integrarse.
Primero, partamos con un vocabulario básico, de palabras que todavía no llegan a la RAE. Llamaremos al e-book libro digital, aunque haya quienes intenten imponer el término "libro-e", una abreviación de libro electrónico que no cuaja del todo. El libro digital sería entonces el que se lee en la pantalla del computador o en un aparato inventado para ello. Ninguna novedad, claro, internet partió como una red de textos y desde un comienzo se encontraban allí libros enteros. Lo novedoso es el aparato, que en inglés intentan llamar e-reader o e-book-reader y en español no tiene nombre. Dispositivo de lectura digital parece ser el más correcto. Aquí nos inclinaremos por el prosaico "aparato". Y ojo, llamarle Kindle es sellar su destino, es rendirse al monopolio de Amazon.
Sony ya había lanzado dos aparatos al mercado para cuando apareció el Kindle. Y aunque la tecnología de Sony era ligeramente superior, Kindle, el engendro creado por Amazon, los opacó por completo, ofreciendo lo que ningún otro: un catálogo de libros: contenido. La multitienda virtual tiene una propuesta tan coherente como agresiva: 300 mil títulos digitalizados a menos de 10 dólares cada uno. No gana nada con ellos, pero sí con los aparatos. El truco es que esos libros sólo pueden ser leídos en el Kindle y que éste no puede leer los que se descarguen de otros portales. Otros portales que hasta ahora no existen o no compiten, lo que crea esa oportunidad que aprovecha Amazon para crear su mercado cautivo. Una jugada estratégica que los deja dominando el mercado. Pero podría ser sólo un triunfo a corto plazo, porque está comenzando una guerra de formatos que podría llegar a ser tan costosa como la que entablaron Betamax y VHS en los ochenta en el mercado de los videos.
Al Kindle le ha ido bien. No ha revolucionado el mundo de la lectura como el Ipod con la música, pero lo ha remecido. En su año y medio de vida, fue portada de las revistas de tendencias, contó con el apoyo de la superinfluyente Oprah Winfrey y logró que señores mayores de 50 años dijeran que jamás habían imaginado lo cómodo que sería leer en una pantalla. Se mantiene siempre entre los 10 adminículos electrónicos más vendidos por Amazon.
"En el mercado norteamericano el Kindle conquistó un nicho", explica Javier Aparicio, director del Master en Edición de la Universidad Pompeu Fabra, "eso fortalece el modelo de Amazon, que es un modelo que tiene ciertos riesgos". Aparicio se refiere al riesgo del monopolio. Amazon, la mayor librería de Estados Unidos, potencia hoy sus sucursales en Europa, y tiene el poder suficiente para imponer sus propias condiciones a las editoriales. Pero los editores españoles están optimistas.
"En Estados Unidos, Amazon y Google tienen un poder del que carecen por ahora en Europa, y esa es una diferencia sustancial, pues una de las grandes revoluciones que podría traer el mundo digital es la irrupción en el mercado editorial de nuevos jugadores", dice Juan González, de Alfaguara. "Hasta ahora al menos no tenemos noticias de que Amazon vaya a entrar en España, pero está claro que si eso ocurriese cambiaría el escenario", explica Nuria Cabutí, de RandomHouse. Para Aparicio, la forma en que la industria española encare el problema es fundamental: "Ahora hay que ver qué sucede en Europa, donde Amazon no es tan fuerte. En ese escenario lo que pase en el mercado español es fundamental: es el segundo gran mercado editorial. Están todos pendientes de ver cómo se ofrecerá el libro digital acá".
La movida de Balcells
Las piezas ya comenzaron a moverse. Carmen Balcells, la agente literaria más influyente, quien negocia el sueldo de García Márquez, Vargas Llosa e Isabel Allende, dejó la agencia en manos de su asistente para abocarse al negocio web. A poco de cumplir los 80 años, Balcells anunció el lanzamiento de "Palabras Mayores", el primer sello de e-books en español. "Ella tenía este proyecto registrado hace años y se acercó a nosotros para implementarlo", cuenta Ignacio Latasa, director de Leer-e, una empresa que nació para distribuir dispositivos de lectura digital en España, creció ofreciendo clásicos para descargar a módicos precios y se convirtió en una sui generis editorial virtual con "Palabras Mayores". Goytisolo, Cortázar, Juan Marsé, Bryce Echenique y García Márquez, entre otros tantos, a sólo cinco euros la descarga. Ya han publicado a 50 y para finales de 2009 duplicarán la cifra. Latasa dice que la venta los ha dejado más que satisfechos, pero asegura que su intención no es convertirse en una editorial, sino en un socio de ellas. "Cuando las editoriales tradicionales se adapten a la producción de libros en formatos electrónicos seguirán desempeñando la misma función que hoy: garantizarán la calidad del texto publicado".
"Ahora el poder lo tienen los agentes", explica Javier Aparicio. "Lo que hizo Carmen Balcells es muy interesante, pero los demás no tienen tanta independencia: temen poner en riesgo el modelo de negocio, de trabajo con las editoriales, que es lo que da dinero ahora".
El nuevo modelo de negocio lo crearon en una mesa redonda. Por un lado los de ADAL -la Asociación de Agencias Literarias españolas (en la que no participa Carmen Balcells)- y, del otro, las transnacionales del libro. Había que pensar en una solución para una empresa que conlleva más riesgos que beneficios. "Es que por el momento no hay negocio ahí. Hay que hacer una gran inversión y no hay retorno", explica Alicia González, de ADAL, y agrega que la piratería podría hacer con los libros lo mismo que con las otras industrias.
Pero como en esta materia no era cosa de quedarse atrás -la multitienda El Corte Inglés ya había lanzado su propia tienda virtual-, las partes acordaron ofrecer, a mediados de 2009, un completo catálogo a la venta electrónica. Nadie pierde: los autores cobrarán un mayor porcentaje por libro vendido (de 10% a 25%; punto para los agentes, sus representantes) y los libros se venderán a 20% menos (nada de títulos a diez dólares como en Amazon; punto para los editores).
El que sale perdiendo, sí, es el lector que ya no podrá descargar las gangas que se ofrecen hoy. De hecho, la mayoría de los encuestados coinciden en que todos los precios de los libros digitales en español subirán para entonces; algunos auguran que también los títulos en inglés subirán de precio. Juan Díaz, líder del proyecto que reúne a representantes de Santillana, Alfaguara y Random House, destaca las ventajas para los lectores latinoamericanos: "Ahora ya no correrá más esa queja de que no todas las novedades llegan a las librerías en Latinoamérica. Estará todo el catálogo a disposición, al mismo tiempo que en España y al mismo precio".
Si hay algo en lo que todos coinciden es que el libro digital en castellano entrará lento. Los aparatos de lectura son caros y los títulos también lo serán. Hay muchos miedos y, de todos, el mayor es el de la piratería; ya hay sitios desde donde se descargan novedades sin pagarle a nadie. "Espero que la experiencia de la música nos ilumine a todos un poco", reflexiona Juan González, de Alfaguara, quien calcula que de aquí a dos años la venta de estos libros será el 5% del total. Aunque él mismo dice que nada como hacer predicciones para equivocarse. Y sí, otra cosa se opina en blogs, donde la cultura digital da forma a una postura política que alega que lo único que puede combatir la piratería son los precios bajos, el establecer la idea de que se paga lo justo.
¿Dónde encontrar libros digitales en español?
De todos estos sitios se pueden descargar libros para ser leídos en el computador, en los teléfonos de última generación o en los aparatos o libros electrónicos. En algunos casos es también necesario descargar un software para leerlos, puesto que son libros que vienen encriptados contra la piratería.
leer-e.es: Desde allí se puede descargar el sello de Carmen Balcells, "Palabras Mayores", a cinco euros cada uno. También clásicos -Julio Verne, Tolstoi, Victor Hugo, entre otros muchos- a 2 ? (1.500 pesos). Enciclopedias y diccionarios. Por lejos, la mejor opción.
Corte Inglés.es: La mayor multitienda española ofrece un catálogo donde la buena literatura escasea, pero se pueden encontrar algunas buenas revistas a precios razonables. Entraron al negocio ofreciendo su propio aparato electrónico, cual Kindle de Amazon, pero no lograron mucha atención. Habrá que ver cómo aumenta el catálogo.
Mielibro.es: Tienen muchos y buenos títulos -en el mundo digital, como era de esperarse, lo que abunda es el título sin interés y la autoedición-, pero los venden tan caros como libros de verdad. Una monografía de Frida Kahlo a 60 euros, por ejemplo.
Elibro.es: Es una biblioteca virtual de libros y revistas de interés académico que se ofrecen mediante suscripción a bibliotecas reales.
Libros.google.es: La mayor biblioteca digital. Los libros que no están protegidos por el derecho de autor pueden ser descargados en PDF.
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