La imbecilidad humana no tiene límites
Miró fotografiado por Man Ray en 1933.-
REPORTAJE
Joan Miró, sin secreto postal
El epistolario escrito por el artista entre 1911 y 1945, en su mayoría inédito, ve la luz
CATALINA SERRA
El Pais - Barcelona - 14/12/2009
Hay algo impúdico en eso de fisgonear en las cartas personales que escribió otro, pero al mismo tiempo resulta un apasionante viaje a la intimidad más secreta de una persona que, si además es conocida, aúna el morbo con el interés intelectual por su pensamiento. Las que Joan Miró (Barcelona, 1893-1983) escribió a sus familiares y amigos catalanes entre 1911 y 1945 se presentan esta semana en la Fundación Miró de Barcelona, que las publica en la Editorial Barcino con la colaboración de la Fundación Carulla.
Estimados amigos
Joan Miró
A FONDO
Nacimiento:
20-04-1893
Lugar:
Barcelona
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"La imbecilidad humana no tiene límites", le escribe en 1932 a Gasch
El proyecto lo inició Joan Ainaud de Lasarte en 1967 y se completa ahora
Muchas, la mayoría, son inéditas, si bien hay que reconocer que las más jugosas desde el punto de vista de su pensamiento artístico han aparecido en catálogos y obras de referencia (destaca Joan Miró. Escritos y conversaciones, de Margit Rowell, que se publicó en inglés en 1996 y en 2002 fue traducido al castellano por el IVAM y el Colegio de Aparejadores de Valencia). Pero lo interesante del Epistolari català es la fidelidad al original. Las cartas se transcriben tal cual las escribió -sin arreglar los numerosos "errores" ortográficos que por la época realizaba tanto en castellano como en catalán, el idioma mayoritario- y además se presentan en un estricto orden cronológico que permiten seguir no sólo su evolución vital y artística sino también los acontecimientos históricos.
Así, en una de las amilbaradas cartas que enviaba a su amiga, la pintora Lola Anglada, datada el 18 de septiembre de 1918, le explicaba: "Domingo unos 200 cañonazos. Un barco francés y uno inglés al fondo. En Cambrils desembarcaron 38 náufragos del inglés. Los ví y hable con ellos". Al año siguiente, a su amigo mallorquín Bartomeu Ferrà le comenta la evolución de la Gran Guerra: "Días de mutua felicitación para nosotros, fervientes francófilos, son estos de la gloriosa ofensiva de los aliados. A ver si consiguen de una vez sacar a aquella gentuza y nosotros podemos ir a París, a saturarnos de la gracia francesa, sintetizada en Renoir (aquel Moulin de la Galette, aquellas mujeres, aquellos desnudos!)".
El ansía por irse a París es una constante en muchas de las cartas, pero resulta de lo más interesante ver cómo su opinión sobre el ambiente de la capital del arte varía de año en año. En junio de 1920 escribe a Picasso: "He pasado unos días en Barcelona. Efecto, después de haber vivido en París, muy aplastante. La intelectualidad vive con 50 años de retraso y los artistas hacen el efecto de aficionados. Carencia de temperamento y muchas pretensiones! [...] Conforme con V. en que para ser pintor hay que quedarse en París". En abril de 1932, a Sebastià Gasch: "La imbecilidad humana no tiene límites; por lo tanto no queda localizada.[...] "lejos tanto aquí como en París de los intelectuales, tan cretinizados en todo el mundo".
En las cartas hay de todo, desde reflexiones filosóficas sobre pintura hasta comentarios prácticos sobre dinero, pasando por referencias a su vida personal o a la situación política. Al tratarse, en su mayoría, de cartas a amigos, muchas cosas se dan por sabidas (para eso ayudan las notas), pero hay cosas curiosas, como el hecho de que comienza escribiendo a Picasso en castellano pero al poco se pasa al francés o que con Josep Lluís Sert se pasa en los 40 al castellano "para facilitar el trabajo a la censura". Otro aliciente del libro es que se publican las postales. Casi todos los textos son escuetos ("Recuerdos", "Un abrazo"...) pero las imágenes escogidas son toda una declaración de principios.
El proyecto de este epistolario data de 1967, cuando el entonces director de los museos de arte de Barcelona, Joan Ainaud de Lasarte (1919-1995), organizaba una gran antológica del artista en la ciudad. A Miró le pareció bien la idea y el erudito comenzó la recopilación. Falleció sin lograr acabarlo y sin haber encontrado editor. Hace tres años, desde la Fundación Miró se recuperó el proyecto ampliando la selección e incorporando nuevos especialistas al estudio. Ahora se prepara ya el segundo volumen y, comenta Rosa María Malet, directora de la entidad, es posible que, con el primer libro de 665 páginas en la mano, sea más fácil encontrar socios para la edición en español o en inglés.
Estimados amigos
- Queridos papás: [...] Me he dedicado al comercio, sin tener ninguna vocación por él, solo dejándome guiar por Vds, que no conocen bien a fondo mis verdaderas aspiraciones [...] Renuncio, pues, a mi vida actual para dedicarme a la pintura". . Barcelona, 2-4-1911 (18 años)
- Estimado amigo (Enric C. Ricart): "Una cosa memorable para mí y digna de que la sepas. Mientras he sido soldado, estos días de estado de guerra, he cobrado 0,40 pesetas diarias y derecho a comer rancho. En fin, me he ganado la vida. [...] Sale mas a cuenta ser soldado que pintor". Montroig, 26-8-1917.
- Apreciado (Josep Dalmau): "Creo que tanto a usted como a mí nos conviene que lo mío suba "petit a petit" pero solidamente. Me decía Picasso que no me impacientara, que tomara número de espera, hasta que me tocara el turno para subir al autobús. Los que suben de golpe son arribistas". París, 15-4-1921.
- Estimado (A Salvador Dalí). "Me parece equivocada vuestra idea de ir a exponer a París, sin venir antes a preparar el terreno vos mismo. Si no lo haceis así, es casi seguro que pasareis desapercibido[...] Ayer conocí a vuestro amigo Buñuel; es uno de los hombres más simpáticos que conozco". París, 13-3-1929.
- Mon Cher Picasso: "Perdóneme que le moleste pero he recibido una carta, que le adjunto, de [Domènec] Escorsa, arquitecto, en la que me pregunta si puede hacer algo para hacer salir a su cuñado del campo de concentración". París, 16-3-1939
- Estimado Joan (a J. Prats): "... No tengo noticias de interés, a excepción de que Paul Klee ha muerto; era un gran espíritu al que yo debía mucho". Mallorca, 29-7-1942.
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