NUESTROS CONSOCIOS OPINAN: CECILIA GARCÍA-HUIDOBRO FREIFRAU ZU KNYPHAUSEN

Homenaje a Darwin en Wulaia
En el bicentenario de su nacimiento

El ilustre naturalista inglés, Charles Darwin, nació el 12 de febrero de 1809, celebrándose este verano el bicentenario de su nacimiento. En todo el mundo, se preparan actos y homenajes recordatorios. En Chile, la primera acción estuvo a cargo del Instituto de Conmemoración Histórica, quien, en conjunto con la Sociedad de Historia y Geografía y la Academia Chilena de Ciencias entregó una placa al Presidente de Cruceros Australis y concesionario de Caleta Wulaia, Pedro Lecaros, que recuerda el desembarco efectuado por Darwin el 23 de enero de 1833 en la caleta de Wulaia, situada a orillas del seno Ponsonby, en la ribera occidental de la isla Navarino, comuna de Cabo de Hornos, y, asimismo, la contribución que la estadía del naturalista en Chile entre 1832 y 1835, con ocasión de su viaje a bordo de la "Beagle", implicó para la elaboración de sus ideas científicas.

Por Cecilia García-Huidobro FzK

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Por todas partes, proliferan sociedades, encuentros, seminarios y publicaciones que giran en torno a la figura del naturalista inglés, cuya teoría de la evolución revolucionaría el pensamiento occidental decimonónico, constituyéndose en una de las figuras más relevantes del siglo en que vivió. Es bueno recordar que gran parte de las conclusiones a las que llega en "El origen de las especies" fueron producto de sus observaciones exploratorias, en el extremo sur de Chile.

La "H.M.S. Beagle", nave de la Real Armada Británica, al mando del comandante Robert Fitz-Roy, realizó dos viajes desde Inglaterra hasta el extremo austral de la América del Sur, y fue en su segunda expedición que Charles Darwin fue invitado por Fitz-Roy a incorporarse en el equipo investigador.

Cuenta Sergio Martínez, Presidente del Instituto de Conmemoración Histórica, que "El Almirantazgo británico había dispuesto que este segundo viaje de la Beagle tuviese los siguientes objetivos: complementar y ratificar los mapas de la porción meridional del continente americano, medir una serie de distancias en longitud con el empleo de cronómetros, hacer el reconocimiento de alguna buena bahía en las islas Falkland, estudiar la formación de las islas de coral del Pacífico, estudiar las mareas y hacer observaciones dirigidas a perfeccionar el arte de la navegación. Fitz-Roy, en el mismo espíritu que daba origen a la expedición, resolvió, con notable visión, invitar a Charles Darwin, para que pudiese aprovechar las muchas oportunidades que ofrecía para él el viaje de la "Beagle" alrededor del mundo".

Mientras los oficiales realizaban trabajos hidrográficos, Darwin llevaba a cabo estudios de geología, paleontología, mineralogía, zoología y biología. El desembarco en el confín meridional de Chile, que desde tiempos inmemoriales fuera el centro de concentración de los yaganes o yámanas, el pueblo aborigen más austral del planeta, tienen que haber producido una profunda impresión en el científico.

Pedro Lecaros resalta que esa impresión se repite cada vez, en las 13.000 visitas que cada año se maravillan con el lugar, puesto que, expresa" Wulaia es una de las expresiones más singulares de nuestro admirable patrimonio natural y cultural de la región del archipiélago del Cabo de Hornos, situada en el confín meridional de Chile, y que la UNESCO declarara Reserva de la Biósfera en el año 2005".

Francisco Hervé, profesor de la Universidad de Chile y Secretario General de la Academia de Ciencias, define la importancia de Darwin de la siguiente manera: "Las ideas científicas de Charles Darwin –centralmente su visión acerca del origen y evolución de las especies- lo identifican como la figura mundial más prominente del siglo XIX, siglo que también vio la acción de grandes personalidades como Napoleón Bonaparte, Simón Bolívar o la reina Victoria, por nombrar algunos. Los conceptos desarrollados por Darwin permitieron insertar al ser humano dentro de la naturaleza, de una manera no imaginada con anterioridad, y que fue un preludio de la valorización y cuidado de la naturaleza que vemos desarrollarse en nuestros días. Su paso por Chile le permitió realizar observaciones geológicas, ajenas a las que es posible de hacer en su Inglaterra natal, que lo condujeron a convencerse que la inestabilidad de los sistemas naturales, los capacita para generar grandes convulsiones, terremotos erupciones volcánicas, tsunamis, y con ello forzar a las comunidades de seres vivos a encontrar respuestas adecuadas a esos cambios para perdurar en el tiempo".

De acuerdo a su visión, el acierto de colocar la primera placa recordatoria en Wulaia se debe, no tanto a sus características geológicas, sino que a ser el centro donde se desarrollara la cultura yámana y cuna de Jemmy Button, el fueguino más conocido, quien, junto a York Minster y Fuegia Basket, fueran secuestrados de su lugar de origen, para ser llevados a Inglaterra, donde fueron recibidos por los mismísimos Reyes de Inglaterra, en Buckingham Palace. Sin embargo, Fitz-Roy tenía el compromiso de devolverlos a sus tierras, lo que cumplió en la travesía en la que se incorporara Charles Darwin.

Difícil imaginarse cómo sería ese encuentro y la relación que se estableció entre ellos. Por sus diarios, sabemos que consultaba a Jemmy Button sobre materias que llamaban su atención, como el polvo con que los indios pintaban sus cuerpos o la ausencia completa de la clase Reptiles, en los archipiélagos fueguinos. " Sin embargo, señala el Profesor Hervé, no llego a comprender cabalmente por qué Darwin se expresó muchas veces peyorativamente sobre los yámanas en general, y también ocasionalmente acerca de Jemmy, como cuando describe el reencuentro con su madre en el que no se habrían demostrado más emoción que en aquel de dos caballos. El 5 de Mayo de 1833, al pasar Darwin nuevamente por Wulaia, vio a Jemmy adaptándose a la vida entre los suyos nuevamente, y a pesar de criticar su nuevo aspecto físico y hacer reflexiones sobre por qué los yámanas eran tan poco desarrollados, admite que por su experiencia con aquéllos tanto a bordo como en tierra, que su desarrollo mental era superior al de otras razas aborígenes del planeta aparentemente más civilizadas. Tal vez Darwin habría tenido una visión más positiva de saber que los yámanas ocuparon su territorio durante más de diez mil años, una impresionante demostración de adaptación a ese difícil medio".

Para el Profesor Hervé, hay una trilogía indisoluble que se compone de Darwin, Fitz-Roy y Jemmy Button (Orundellico), la que debería ser valorada en su conjunto.

Cabe preguntarse por qué se eligió a Wulaia como receptora de esta placa que concitó las gestiones de muchas instituciones y personas, coordinadas por el investigador Jorge Mery, a lo que Sergio Martínez Baeza responde: "La "Beagle", tras zarpar de Inglaterra el 27 de enero de 1832, y detenerse en las costas de Brasil y Argentina, llegó a la región magallánica al promediar el mes de diciembre del mismo año. Después de recalar en la bahía de Buen Suceso, en la isla de Tierra del Fuego, a orillas del estrecho de Le Maire, la nave puso rumbo al cabo de Hornos y costa sudoccidental de la isla Hoste, en cuyas aguas debió soportar un fuerte temporal. Las condiciones adversas de mar y clima obligaron el retorno hacia el noreste. Entonces, el bergantín cruzó la parte oriental de la bahía Nassau para navegar costeando la isla Navarino y penetrar en el canal Beagle, bautizado con el nombre de la misma nave en su primer viaje. Siguiendo adelante, se encontró la boca del canal Murray que dio acceso a la bahía de Wulaia, principal centro de concentración natural de la etnia yámana o yagán, donde Fitz-Roy había resuelto desembarcar a los aborígenes que había llevado a Inglaterra para intentar culturizarlos y evangelizarlos. Con Jemmy Button, Fuegia Basket y York Minster, que fueron los nombres ingleses dados a los tres fueguinos, debía desembarcar el catequista Richard Matthews, quien intentaría llevar a los nativos a la fe cristiana. Sabemos que la "Beagle", cumplido este trámite, retornó al canal de su nombre y exploró toda la sección occidental de este brazo de mar, así como sus afluentes. De regreso hacia el oriente, el bergantín recaló en Wulaia, confirmó el retorno de los tres aborígenes vueltos de Inglaterra a sus antiguas costumbres y el fracaso de la labor evangelizadora del catequista Matthews, que incluso había visto peligrar su vida y que optó por reembarcarse y abandonar su misión. Sin duda, el proyecto evangelizador de Fitz-Roy había fracasado.

Después, la Beagle continuó con el levantamiento de la costa meridional de la isla Navarino y sectores orientales de la isla Hoste, entre otros el fiordo Ponsonby, la bahía Tekenika y sus inmediaciones, siguió a las islas Wollaston y volvió al litoral de la isla Navarino, poniendo término a las operaciones hidrográficas en el área, al cabo de poco más de dos meses, en condiciones de mar poco favorables.

Resulta interesante reproducir aquí la descripción que el propio Darwin hace de los nativos de aquellas tierras, de sus costumbres y de sus duras condiciones de vida. En su diario, comentado por Andrés Bello (1840), señala: "Para los habitantes de la Tierra del Fuego hay pocos alicientes que los estimulen a la agricultura, porque su terreno sólido y habitable es la playa pedregosa, por la que vagan buscando alimentos. Por lo pendiente de la costa no pueden moverse de un lugar a otro, sino en sus canoas. Éstas las forman de ramos entretejidos y cubiertos de corteza. Aunque pequeñas y frágiles, no temen arrostrar en ellas las olas hasta una distancia considerable de tierra; y aún se atreven a ponerles una vela de piel de foca. La canoa tiene por dentro una capa de greda y, en medio de ella, se mantiene fuego encendido, lo que no deja de ser extraño en los fueguinos que, en general, parecen no hacer caso del clima. Las mujeres se echan al mar y buscan los huevos marinos en todas las estaciones del año. Una pequeña piel sobre los hombros o a la cintura, es todo el vestido de uno y otro sexo. Para defenderse de los penetrantes vientos que allí soplan, embarran de greda sus desnudos miembros. Las playas les suministran lobos marinos y varias especies de mariscos. Con sus hondas y flechas matan pájaros, aún en vuelo. Pero, no obstante la fecundidad de estas playas, el hambre los reduce a veces al último extremo".

De acuerdo a Sergio Martínez, "la caleta de Wulaia y las aguas adyacentes a ella, el seno Ponsonby y el canal Murray, considerados el corazón de la patria yámana, fueron dibujados por Fitz-Roy y por el artista Conrad Martens, y tal material iconográfico, de gran belleza, fue muy pronto conocido y apreciado universalmente, circunstancia que sumada a las ya referidas da cuenta de su alta condición histórica y cultural, casi sin parangón en el extremo austral de Chile y de América".

Esta es la razón, entonces, del hondo significado que tiene que la placa se instale en Bahía Wulaia, el día 12 de febrero, en plena coincidencia con el bicentenario del natalicio de Darwin. Especial y esperanzadora mención merece que este homenaje haya surgido desde Chile, donde no hay una conciencia austral arraigada. Como dijo nuestro Premio Nacional de Historia, Mateo Martinic, en 2007: "El fruto de su viaje a bordo de la Beagle, incluido su prolongado paso por Chile, fue de tal magnitud científica que, de la información por él recogida y de su posterior elaboración, puede decirse con pleno fundamento que surgen los estudios modernos de geología, mineralogía, paleontología y zoología, así como sobre la vida aborigen de la región magallánica".

La ceremonia de entrega de la placa contó además con la asistencia del Comandante en Jefe de la Armada de Chile, Almirante Rodolfo Codina; del Ministro Consejero de la Embajada del Reino Unido, Peter Connolly, en representación del Embajador de Su Majestad Británica en Chile, Howard Drake; del Director del Museo Nacional de Historia Natural, Claudio Gómez Papic; del Secretario Ejecutivo del Consejo de Monumentos Nacionales, Óscar Acuña; de la Directora del Consejo Nacional de la Cultura, Cecilia García-Huidobro Freifrau zu Knyphausen, ex Vicepresidenta Ejecutiva de la Corporación del Patrimonio Cultural de Chile; del Presidente de la Fundación Ciencia y Evolución, Álvaro Fischer, además en representación del Director del diario El Mercurio; del Secretario Ejecutivo del Comité de Donaciones Culturales, Oscar Agüero, y de miembros de la Academia Chilena de Ciencias, del Instituto de Conmemoración Histórica de Chile y de la Sociedad Chilena de Historia y Geografía.