ARCHIVO NACIONAL, ROBO DE DOCUMENTOS
Magdalena Krebs,directora de la Dibam.
La fachada del Archivo Nacional , inmueble que reúne valiosos documentos.
¿Qué tan seguro es nuestro Archivo Nacional?
El reciente robo y recuperación de una serie de volúmenes de Claudio Gay revelan serios desafíos de seguridad.
Las deficiencias de seguridad que afectan al Archivo Nacional
Una dura prueba enfrentó la institución con el robo de valiosos manuscritos de Claudio Gay, que luego se recuperaron.
El Archivo Nacional Histórico conserva 100 mil volúmenes de inestimable patrimonio: manuscritos, cartas y textos tan decidores de nuestra historia como los 29 documentos que se sustrajeron -y de los cuales se han recuperado 28- del célebre naturalista francés Claudio Gay.
Maureen Lennon Zaninovic
El Mercurio Santiago de Chile
jueves 15 de julio de 2010
Actualizado a las 8:51 hrs.
El ingreso al Archivo Nacional Histórico es por la calle Miraflores. En el subterráneo se encuentran las bóvedas y antebóvedas. Desde este último espacio fueron sustraídos los 29 originales del científico francés Claudio Gay.
"Mientras usted está aquí, hay cámaras de vigilancia que están registrando todo. Gracias a ellas, la PDI realizó un muy buen trabajo en la pronta recuperación de este patrimonio", nos advierte Luis Martínez, coordinador subrogante del Archivo Nacional, quien recuerda que "a inicios de los 80, un grupo de encuadernadores se apoderaron de algunas cartas y documentos de O'Higgins y San Martín. ¡Hasta se alcanzaron a subastar en Londres! Afortunadamente, éstos se recuperaron. Desde entonces, no habíamos tenido otra situación que lamentar".
Hace casi dos semanas, un grupo de funcionarios del Archivo Nacional Histórico notificó a la PDI el importantísimo robo de todos los documentos que Claudio Gay (1800-1873) fue usando para redactar su famoso "Atlas de Historia Física y Política de Chile". El célebre naturalista fue contratado por José Tomás Ovalle, quien llegó a ser Presidente provisional de Chile, y por su ministro Diego Portales, para realizar una completa investigación de la flora y fauna nacionales. Además, Gay escribió una historia política de Chile de varios tomos.
"Lo que pasó es grotesco. En los 30 años que he trabajado acá, no había sucedido algo así. Lo importante es que se recuperaron 28 volúmenes (aún falta uno) y creemos que se trata de una red que involucra a funcionarios y a ex funcionarios de esta entidad, que son los que pueden burlar los sistemas de seguridad. En estas dependencias sólo trabajan 12 personas y muy pocas tienen acceso a la llave que permite abrir la bóveda", explica Osvaldo Villaseca, conservador del Archivo Nacional, y agrega que gracias a la tecnología "hoy los investigadores no manipulan los originales, sino que acceden a ellos a través de microfichas o digitalización. Muy excepcionalmente, y con una serie de permisos, se puede acceder a manuscritos. Eso ha contribuido enormemente a reducir los robos".
Y precisa que cada año, en diciembre, cierran el Archivo para realizar un completo inventario, donde se detecta la falta de alguna pieza importante.
Magdalena Krebs, directora de la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos (Dibam), comenta que "sin duda hay falencias y debemos aumentar nuestros resguardos, como instalar un detector de metales y un control de la entrada y salida. Ningún archivo del mundo permite el ingreso sin antes revisar los bolsos, y eso incluye desde el más elegante de los investigadores hasta la última persona que trabaja en la institución. Ese es un gran desafío y para ello necesitamos recursos adicionales que estamos solicitando para el presupuesto del 2011".
Sólo para ese control, explica, "hay que contratar a una o a dos personas más, de absoluta confianza, con entrenamiento y dedicación exclusiva a esta tarea".
Ante los 100 mil documentos invaluables que posee el Archivo, ¿existen seguros comprometidos en caso de robos? Krebs es enfática: "No. Sería imposible, imagínese la cantidad de recursos que debería invertir el Estado en el resguardo de estas obras".
Reacciones
Sergio Villalobos
Premio Nacional de Historia y ex director de la DIBAM
"En tiempos pasados, eran los propios investigadores quienes robaban. Hay coleccionistas que por tener una firma de O'Higgins, de Portales o de Montt hacen cualquier cosa".
Cristián Gazmuri
Historiador
"Mi primera reacción, al leer la noticia, fue de rabia. Cuando roban este tipo de documentos es para transarlos en el exterior. Por otro lado, implementar las medidas de seguridad que tú ves en los archivos de EE.UU. es muy caro".
Nivia Palma
Ex directora de la DIBAM
"Es muy bueno que se pongan barreras de seguridad, pero aun así no está resuelto completamente el tema. Siempre habrá que tener medidas de conteo permanente y la fiscalización presencial, porque en todos los archivos del mundo hay gente que busca sustraer patrimonio. Es un tema complejo".
Marta Cruz-Coke
Ex directora de la DIBAM
"Durante mi gestión, sustrajeron un documento importante de José Miguel Carrera. Años atrás, la gente llevaba un cordelito húmedo que lo aplicaba en el borde del papel que quería robar, con eso lo separaba. Días después, regresaba y se lo podía llevar sin ningún ruido. Hoy, afortunadamente, casi todo está microfilmado".
Con firma y arraigo queda el hombre que compró los escritos de Gay
El constructor civil Arturo Bruna (53), quien adquirió ilícitamente los manuscritos del científico francés Claudio Gay que habían sido robados desde el Archivo Nacional, fue imputado ayer por el delito de receptación e infracción a la Ley de Monumentos.
Bruna había sido detenido el martes por la Brigada Investigadora de Delitos Contra el Medio Ambiente y el Patrimonio Cultural, luego de que hallaran en su poder 28 tomos de un trabajo que el naturalista publicó entre 1844 y 1871.
El fiscal del caso, Ernesto Vásquez, explicó que la investigación surgió a inicios de julio, luego de que funcionarios de la entidad denunciaran la pérdida de los escritos. La PDI estableció que los volúmenes habían sido extraídos desde el Archivo por un hombre y una mujer que trabajaban para la administración del recinto, quienes se los entregaron a un anticuario del Persa Biobío, el que a su vez los vendió.
Y aunque Bruna declaró a la PDI que era un "coleccionista" y que había comprado las obras en $400 mil, la policía tiene datos de que él iba a pagar unos $5 millones por el compendio, y se presume que los textos serían revendidos por tomo a terceros. El subcomisario de la Bidema, Noel Caro, sostuvo que "aún faltan algunos documentos por recuperar y seguimos con las indagaciones para identificar a otras personas que puedan estar involucradas".
El reciente robo y recuperación de una serie de volúmenes de Claudio Gay revelan serios desafíos de seguridad.
Las deficiencias de seguridad que afectan al Archivo Nacional
Una dura prueba enfrentó la institución con el robo de valiosos manuscritos de Claudio Gay, que luego se recuperaron.
El Archivo Nacional Histórico conserva 100 mil volúmenes de inestimable patrimonio: manuscritos, cartas y textos tan decidores de nuestra historia como los 29 documentos que se sustrajeron -y de los cuales se han recuperado 28- del célebre naturalista francés Claudio Gay.
Maureen Lennon Zaninovic
El Mercurio Santiago de Chile
jueves 15 de julio de 2010
Actualizado a las 8:51 hrs.
El ingreso al Archivo Nacional Histórico es por la calle Miraflores. En el subterráneo se encuentran las bóvedas y antebóvedas. Desde este último espacio fueron sustraídos los 29 originales del científico francés Claudio Gay.
"Mientras usted está aquí, hay cámaras de vigilancia que están registrando todo. Gracias a ellas, la PDI realizó un muy buen trabajo en la pronta recuperación de este patrimonio", nos advierte Luis Martínez, coordinador subrogante del Archivo Nacional, quien recuerda que "a inicios de los 80, un grupo de encuadernadores se apoderaron de algunas cartas y documentos de O'Higgins y San Martín. ¡Hasta se alcanzaron a subastar en Londres! Afortunadamente, éstos se recuperaron. Desde entonces, no habíamos tenido otra situación que lamentar".
Hace casi dos semanas, un grupo de funcionarios del Archivo Nacional Histórico notificó a la PDI el importantísimo robo de todos los documentos que Claudio Gay (1800-1873) fue usando para redactar su famoso "Atlas de Historia Física y Política de Chile". El célebre naturalista fue contratado por José Tomás Ovalle, quien llegó a ser Presidente provisional de Chile, y por su ministro Diego Portales, para realizar una completa investigación de la flora y fauna nacionales. Además, Gay escribió una historia política de Chile de varios tomos.
"Lo que pasó es grotesco. En los 30 años que he trabajado acá, no había sucedido algo así. Lo importante es que se recuperaron 28 volúmenes (aún falta uno) y creemos que se trata de una red que involucra a funcionarios y a ex funcionarios de esta entidad, que son los que pueden burlar los sistemas de seguridad. En estas dependencias sólo trabajan 12 personas y muy pocas tienen acceso a la llave que permite abrir la bóveda", explica Osvaldo Villaseca, conservador del Archivo Nacional, y agrega que gracias a la tecnología "hoy los investigadores no manipulan los originales, sino que acceden a ellos a través de microfichas o digitalización. Muy excepcionalmente, y con una serie de permisos, se puede acceder a manuscritos. Eso ha contribuido enormemente a reducir los robos".
Y precisa que cada año, en diciembre, cierran el Archivo para realizar un completo inventario, donde se detecta la falta de alguna pieza importante.
Magdalena Krebs, directora de la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos (Dibam), comenta que "sin duda hay falencias y debemos aumentar nuestros resguardos, como instalar un detector de metales y un control de la entrada y salida. Ningún archivo del mundo permite el ingreso sin antes revisar los bolsos, y eso incluye desde el más elegante de los investigadores hasta la última persona que trabaja en la institución. Ese es un gran desafío y para ello necesitamos recursos adicionales que estamos solicitando para el presupuesto del 2011".
Sólo para ese control, explica, "hay que contratar a una o a dos personas más, de absoluta confianza, con entrenamiento y dedicación exclusiva a esta tarea".
Ante los 100 mil documentos invaluables que posee el Archivo, ¿existen seguros comprometidos en caso de robos? Krebs es enfática: "No. Sería imposible, imagínese la cantidad de recursos que debería invertir el Estado en el resguardo de estas obras".
Reacciones
Sergio Villalobos
Premio Nacional de Historia y ex director de la DIBAM
"En tiempos pasados, eran los propios investigadores quienes robaban. Hay coleccionistas que por tener una firma de O'Higgins, de Portales o de Montt hacen cualquier cosa".
Cristián Gazmuri
Historiador
"Mi primera reacción, al leer la noticia, fue de rabia. Cuando roban este tipo de documentos es para transarlos en el exterior. Por otro lado, implementar las medidas de seguridad que tú ves en los archivos de EE.UU. es muy caro".
Nivia Palma
Ex directora de la DIBAM
"Es muy bueno que se pongan barreras de seguridad, pero aun así no está resuelto completamente el tema. Siempre habrá que tener medidas de conteo permanente y la fiscalización presencial, porque en todos los archivos del mundo hay gente que busca sustraer patrimonio. Es un tema complejo".
Marta Cruz-Coke
Ex directora de la DIBAM
"Durante mi gestión, sustrajeron un documento importante de José Miguel Carrera. Años atrás, la gente llevaba un cordelito húmedo que lo aplicaba en el borde del papel que quería robar, con eso lo separaba. Días después, regresaba y se lo podía llevar sin ningún ruido. Hoy, afortunadamente, casi todo está microfilmado".
Con firma y arraigo queda el hombre que compró los escritos de Gay
El constructor civil Arturo Bruna (53), quien adquirió ilícitamente los manuscritos del científico francés Claudio Gay que habían sido robados desde el Archivo Nacional, fue imputado ayer por el delito de receptación e infracción a la Ley de Monumentos.
Bruna había sido detenido el martes por la Brigada Investigadora de Delitos Contra el Medio Ambiente y el Patrimonio Cultural, luego de que hallaran en su poder 28 tomos de un trabajo que el naturalista publicó entre 1844 y 1871.
El fiscal del caso, Ernesto Vásquez, explicó que la investigación surgió a inicios de julio, luego de que funcionarios de la entidad denunciaran la pérdida de los escritos. La PDI estableció que los volúmenes habían sido extraídos desde el Archivo por un hombre y una mujer que trabajaban para la administración del recinto, quienes se los entregaron a un anticuario del Persa Biobío, el que a su vez los vendió.
Y aunque Bruna declaró a la PDI que era un "coleccionista" y que había comprado las obras en $400 mil, la policía tiene datos de que él iba a pagar unos $5 millones por el compendio, y se presume que los textos serían revendidos por tomo a terceros. El subcomisario de la Bidema, Noel Caro, sostuvo que "aún faltan algunos documentos por recuperar y seguimos con las indagaciones para identificar a otras personas que puedan estar involucradas".
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