el siguiente párrafo del Tratado de 1954 firmado en Lima por Ecuador, Chile y Perú, y ratificado en 1964, 1967 y 1975: "Establécese una zona especial, a partir de las doce millas marinas de la costa, de diez millas marinas de ancho a cada lado DEL PARALELO QUE CONSTITUYE EL LÍMITE MARÍTIMO ENTRE LOS DOS PAÍSES".
La Haya (de Hermógenes)
Friday, December 7, 2012 1:07 PM
JUEVES, 6 DE DICIEMBRE DE 2012
Confieso haber leído sólo en diagonal la masiva información periodística sobre La Haya. Soy como el chileno medio, que no
se ha interesado en el tema, según revelan los bajísimos ratings de los programas de TV despachados
desde La Haya. Pese a toda esa masividad informativa, el dato más pertinente,
importante y decisivo al respecto no lo encontré en la prensa sino entre los comentarios de este
blog. Fue entregado por Cristián Muñoz,
integrante de la minoría no marxista de comentaristas
que me siguen (o persiguen), quien reprodujo el siguiente párrafo del Tratado de 1954 firmado en Lima por Ecuador, Chile
y Perú, y ratificado en 1964, 1967 y 1975: "Establécese una zona especial,
a partir de las doce millas marinas de
la costa, de diez millas marinas de
ancho a cada lado DEL PARALELO QUE CONSTITUYE EL LÍMITE MARÍTIMO ENTRE LOS DOS
PAÍSES".
En mis lecturas (confesamente diagonales) de la información periodística publicada, nunca me había topado con semejante texto, que resuelve todo el conflicto suscitado por Perú.
Al parecer, en "La Tercera" alguien también leyó los eruditos comentarios de Cristián Muñoz en el citado blog y hoy dicho diario reprodujo, como subtítulo destacado, precisamente lo que había revelado Cristián, quien, entre paréntesis, ha sido víctima de la mayoría violenta de comentaristas de extrema izquierda, que lo han elegido como víctima proiciatoria en estos días.
Pues en la cita que él ha aportado "está todo": Chile, Ecuador y Perú suscriben el hecho de que el paralelo constituye el límite marítimo entre los países. En 1954, entonces, lo que se hizo fue explicitar y solemnizar, con la aprobación de todas las instancias constitucionales de los tres países, una realidad que venía de mucho antes y que constituía todo un precedente limítrofe internacional consolidado.
¿A qué obedeció, entonces, la acción peruana, emprendida pese a tan aplastante evidencia en contra? A un hecho sobreviniente: en 1982 se aprobó una Convención del Mar que estableció (para casos futuros en que hubiera dudas, naturalmente) que las fronteras marítimas podían establecerse mediante una línea bisectriz trazada a partir de la frontera terrestre. En ello los juristas peruanos encontraron un resquicio para comenzar a pedir algo que nunca habían tenido. Y los gobernantes de ese país, sabedores de que el más antiguo artificio de su política interna para conseguir popularidad consiste en suscitar problemas con Chile, emprendieron el camino judicial.
Con todo, pese a la falta de fundamento de la acción peruana, mantengo mi pronóstico de que la Corte de La Haya va a reconocer al Perú una superficie pequeña de territorio y de mar derivada de considerar como válido lugar de inicio de la frontera marítima el llamado "Punto Concordia", a la orilla del mar, en lugar del Hito 1, doscientos metros más hacia el noreste.
Felicito a Cristián Muñoz por su erudición en este tema (y en otros) y por su entereza para soportar los ataques de la brigada de extrema izquierda que se ha "tomado" los comentarios y que "funa" sin piedad a quienes discrepan de ella.
En mis lecturas (confesamente diagonales) de la información periodística publicada, nunca me había topado con semejante texto, que resuelve todo el conflicto suscitado por Perú.
Al parecer, en "La Tercera" alguien también leyó los eruditos comentarios de Cristián Muñoz en el citado blog y hoy dicho diario reprodujo, como subtítulo destacado, precisamente lo que había revelado Cristián, quien, entre paréntesis, ha sido víctima de la mayoría violenta de comentaristas de extrema izquierda, que lo han elegido como víctima proiciatoria en estos días.
Pues en la cita que él ha aportado "está todo": Chile, Ecuador y Perú suscriben el hecho de que el paralelo constituye el límite marítimo entre los países. En 1954, entonces, lo que se hizo fue explicitar y solemnizar, con la aprobación de todas las instancias constitucionales de los tres países, una realidad que venía de mucho antes y que constituía todo un precedente limítrofe internacional consolidado.
¿A qué obedeció, entonces, la acción peruana, emprendida pese a tan aplastante evidencia en contra? A un hecho sobreviniente: en 1982 se aprobó una Convención del Mar que estableció (para casos futuros en que hubiera dudas, naturalmente) que las fronteras marítimas podían establecerse mediante una línea bisectriz trazada a partir de la frontera terrestre. En ello los juristas peruanos encontraron un resquicio para comenzar a pedir algo que nunca habían tenido. Y los gobernantes de ese país, sabedores de que el más antiguo artificio de su política interna para conseguir popularidad consiste en suscitar problemas con Chile, emprendieron el camino judicial.
Con todo, pese a la falta de fundamento de la acción peruana, mantengo mi pronóstico de que la Corte de La Haya va a reconocer al Perú una superficie pequeña de territorio y de mar derivada de considerar como válido lugar de inicio de la frontera marítima el llamado "Punto Concordia", a la orilla del mar, en lugar del Hito 1, doscientos metros más hacia el noreste.
Felicito a Cristián Muñoz por su erudición en este tema (y en otros) y por su entereza para soportar los ataques de la brigada de extrema izquierda que se ha "tomado" los comentarios y que "funa" sin piedad a quienes discrepan de ella.
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