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Editor: Neville Blanc

Saturday, March 07, 2009

ARCHIVO HISTORICO DE LA CIUDAD DE COLONIA, ALEMANIA

Piles of documents rescued from the ruins of the city archives in Cologne,
March 5, 2009


El agujero que dejó el desplome.

Bula de oro con que la que el emperador Federico II, en 1236, selló el pergamino concediéndole privilegios a Colonia


Los privilegios de Margareta de Flandres, de 1252. 16 pergaminos adornados con pan de oro. Uno de los tantos tesoros del Archivo Histórico de la ciudad de Colonia.







martes 3 de marzo de 2009
Derrumbe del Archivo Histórico de Colonia





Este (gracias a Die Welt) era el edificio del antiguo archivo histórico de la ciudad de Colonia, con algunos documentos de mil años de antigüedad. Hoy en la tarde, se derrumbo, dañando edificios vecinos. Se busca a nueve personas que habrían estado dentro del edificio. La causa, podría ser la construcción del subterráneo o metro cercano. La última semana, habían aumentado las grietas en el edificio que se había inclinado -dicen-. Pese a ello, las autoridades municipales no habrían hecho nada, muy de acuerdo con el conocido es kütt wie es kütt, tan típico de Rhenania.









Alemania 04.03.2009 DW-wordl de
En Colonia, el mundo pierde parte de su memoria


Großansicht des Bildes mit der Bildunterschrift: Los privilegios de Margareta de Flandres, de 1252. 16 pergaminos adornados con pan de oro. Uno de los tantos tesoros del Archivo Histórico de la ciudad de Colonia.




El desplome del Archivo Histórico de la ciudad de Colonia representa una catástrofe para la historia de la humanidad. Más de mil años de historia se encontraban documentados en sus salas.

A pocas horas de haberse desplomado el Archivo Histórico de la ciudad de Colonia, a los trabajos de rescate de posibles víctimas y la investigación de las causas de la catástrofe, se suma la abrumadora conciencia de haber perdido 2000 años de historia. Todavía no se sabe cuánto material de este gran archivo, “el mayor y más completo al norte de los Alpes”, se ha perdido para siempre y cuánto se podrá rescatar de los escombros.

Bildunterschrift: Großansicht des Bildes mit der Bildunterschrift: Bula de oro con que la que el emperador Federico II, en 1236, selló el pergamino concediéndole privilegios a Colonia




Los 6500 documentos del año 922, los 26 kilómetros de actas con documentos, los 5000 carteles, los 104.000 mapas, las 800 colecciones privadas –entre ellos legados de dos de sus hijos más ilustres, Jacques Offenbach y Heinrich Böll- hacen de esta catástrofe una pérdida cultural de dimensiones incalculables. La obra completa de Böll, premio Nóbel de literatura en 1972, había sido entregada a la custodia del Archivo el año pasado; según declaraciones de los herederos, en poder de la familia sólo queda una carpeta con documentos.

Lo que podría perderse

El diario local Kölner Stadt- Anzeiger en su recuento de los tesoros albergados por el archivo asevera que del 11 de agosto de 922 data el primer documento –que probablemente sea una antigua falsificación- con el cual el entonces arzobispo de Colonia, Hermann I, le cede al legendario séquito de Santa Úrsula un edificio que luego será su convento e iglesia. Las actas de fundación de la Universidad de Colonia del año 1388; manuscritos de Karl Marx y Friedrich Engels; disposiciones firmadas por Napoleón y muchas joyas históricas más se guardaban en ese edificio.

Un archivo como pocos

El Archivo de Colonia-comparable sólo a los archivos de Sevilla o al Archivo Nacional de París- se encontraba en un edificio diseñado y equipado en 1971 especialmente con este propósito y con el objeto de que tuviera 30 años de vida útil. Ya en 1996 se le reventaban las costuras de tanto material acumulado y los materiales fueron, parcialmente, guardados en otros edificios. Cuando el 3 de marzo a las 14h00 se escuchó el rugido previo al desplome, sólo los empleados pudieron ser evacuados.

Bildunterschrift: Großansicht des Bildes mit der Bildunterschrift: El agujero que dejó el desplome.




De milagro catalogó el alcalde de la ciudad, Fritz Schramma, que no haya que lamentar más pérdidas humanas. Dos personas se dan hasta ahora por desaparecidas; los edificios aledaños están amenazados; a 400 millones de euros asciende el monto de la pérdida en términos de seguros y, lo peor de todo, “la memoria de la ciudad ha sido destruida”, titula el Kölner Stadt-Anzeiger.

Aunque las causas del siniestro aún no se conocen a ciencia cierta, cada vez se ve como más probable que ésta sea la construcción de un brazo adicional del metro. La información difundida hasta el momento habla de un deslizamiento de tierra hacia los túneles subterráneos que habrían, primero, causado grietas en los sótanos del archivo y que, finalmente, habrían dejado sin sustento sus bases.

A 24 horas del siniestro, el alcalde Schramma pone en duda que se sigue construyendo la red de metro bajo el casco histórico de la ciudad. Y mientras avanzan lentamente los trabajos de entre los escombros, cada caja de documentos que se recupera es una buena noticia.

Mirra Banchón



Bajo escombros acervo milenario del Archivo Histórico de Colonia
Berlín, 6 mar (PL) El responsable de Cultura de la ciudad alemana de Colonia, Georg Quander, afirmó hoy que el 90 por ciento del Archivo Histórico local se mantiene bajo escombros, tras el derrumbe del edificio destinado a guardar el milenario acervo.
Según Quander, muchos documentos podrían ser recuperados, excepto los que desaparecieron en un gran cráter surgido por el desplome del inmueble de cuatro pisos, ocurrido el pasado martes por causas aún desconocidas.
La prensa capitalina destaca que en el sótano del Archivo, construido en 1971 y considerado patrimonio regional, se detectaron grietas días antes del siniestro, pero continuó abierto al público, pese a las advertencias a las autoridades.
Condiciones climáticas desfavorables y la falta de seguridad impiden a los bomberos retirar la gigantesca montaña de escombro en que quedó reducido el edificio, donde se estima permanecen atrapadas, al menos, dos personas.
El Archivo Histórico guardaba 65 mil actas, la más antigua del año 922, 104 mapas y planos, 50 mil carteles y cerca de medio millón de fotografías.
Atesoraba también 800 colecciones privadas, entre ellas, la obra completa del escritor alemán Heinrich Böll, premio Nobel de Literatura en 1972.
Al hacer un balance de las pérdidas, la directora de la entidad, Bettina Schmidt-Czaia, subrayó que lograron salvar unos 40 mil materiales, la colección de cine y fotografías y una parte de datos computarizados, guardado en un edificio adjunto al derrumbado.
De acuerdo con las primeras apreciaciones, la causa del derrumbe está relacionada con las obras de ampliación de la línea de metro de Colonia.



Derrumbe y pérdidas en un archivo de Alemania
Por: COLONIA. AP
Documentos de más de mil años de historia. Manuscritos de Carlos Marx y Federico Engels. Los archivos personales del compositor Jacques Offenbach. Y, lo más reciente, el legado completo del Premio Nobel de Literatura de 1972, el escritor alemán Heinrich Böll. Todo eso estaba en el Archivo Histórico de Colonia, que se derrumbó el martes y se convirtió en una montaña de escombros, dejando dos personas desaparecidas.El edificio era conocido como "la memoria de la ciudad" y contenía 65.000 actas (la más antigua era del año 922), 104.00 mapas y planos, 50.000 carteles y cerca de medio millón de fotografías.Además, había 780 legados y colecciones, entre ellos el de Böll, que había sido comprado por la ciudad de Colonia a la familia del escritor el mes pasado. El legado de Böll contenía 6.400 manuscritos, además de cartas y documentos. Por el momento, no se informó de inmediato sobre la condición de los contenidos del archivo, pero el gobierno regional prometió ayuda para salvarlos.
¿Qué pasó?
Algunos afirman que el derrumbe tiene que ver con la realización de las obras para un nuevo subterráneo que se estaban haciendo bajo la calle donde se alzaba el edificio, pero la razón del derrumbe no estaba clara. Uno de los empleados del archivo, Eberhard Illner, un empleado del archivo, dijo haber notado grietasen el sótano del edificio hace meses. Fue, dijo, "un desastre previsible". El empleado resumió la pérdida así: "Eran 18 kilómetros de estanterías que contenían valiosos documentos".

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