HISTORIA DEL CONSEJO DE DEFENSA DEL ESTADO
El Mercurio REVISTA DE LIBROS Domingo 21 de Junio de 2009
Historia personal del CDE
Arturo Prado Puga
Afirmaba Ramón del Valle-Inclán que "las cosas no son como las vemos, sino como las recordamos". Recomponer el pasado de una institución tan enraizada en nuestra comunidad como el Consejo de Defensa del Estado -con la representación y defensa jurídica del fisco de Chile, como guardián del bien común- no es sólo tarea de historiadores, sino también de la fina percepción de quien ha participado durante 33 años directamente en sus labores y cuenta "su propia experiencia de vida", como señaló el ex Presidente Aylwin en la presentación de esta obra, en el Colegio de Abogados de Chile.
También el ex ministro Francisco Cumplido destacó en ese acto que lo relevante de la obra es la narración de hechos que interesan al Consejo y al país, exponiendo lo que personalmente vio o le contaron personas de confianza, sin que, en general, entre a calificar los hechos o comportamientos de los abogados o autoridades de la época.
No es una historia oficial de la institución, como la publicada por Gonzalo Vial Correa al conmemorar el centenario de la entidad en 1995, sino el relato en primera persona, desde una ventana abierta al público, que pretende compartir los quehaceres cotidianos de la vida de un abogado que ingresa a este órgano como simple auxiliar y termina encabezándolo (1990-1996) y logrando la modificación de su Estatuto Orgánico.
En siete capítulos se escudriñan varios casos de trascendencia pública que, lejos de conformar una mera recopilación de episodios judiciales dispersos, ofrecen un panorama fluido, dominado por el ardor y empeño del narrador-actor en cada una de las funciones en que interviene con abnegación y eficacia. El lector asiste a un debate histórico desde la perspectiva de un protagonista.
Para eso se ha valido de fuentes documentales -actas de sesiones del Consejo, expedientes, archivos y crónicas periodísticas-, enriqueciendo el relato con anécdotas biográficas que irrumpen en varias ocasiones, de las que se desprende la notable autonomía que rige la labor de un Consejo de exclusiva confianza y dependencia directa del Presidente de la República.
Desfilan en esta obra casos o acontecimientos importantes para entender la historia del país, tales como la defensa de la nacionalización del cobre frente a las compañías extranjeras durante el gobierno de Allende; las "uvas envenenadas"; la intervención de los bancos; el caso Letelier; los casos Valmoval y Codelco, y el de la Colonia Dignidad. Asimismo, emergen las figuras de abogados y equipos de gran nivel que integran el Consejo en los distintos períodos del autor en esa institución, resaltando su implacable olfato respecto de dónde puede estar latente una amenaza para el interés público.
Este libro reconfirma el singular atractivo para el público de la literatura de historias, sucesos y personajes vinculados al foro, tan íntimamente anclados en nuestra realidad social. Lo disfrutarán quienes conducen sus pasos hacia el umbral de la profesión, ante la experiencia y el testimonio incitante de un jurista de renombre.
Afirmaba Ramón del Valle-Inclán que "las cosas no son como las vemos, sino como las recordamos". Recomponer el pasado de una institución tan enraizada en nuestra comunidad como el Consejo de Defensa del Estado -con la representación y defensa jurídica del fisco de Chile, como guardián del bien común- no es sólo tarea de historiadores, sino también de la fina percepción de quien ha participado durante 33 años directamente en sus labores y cuenta "su propia experiencia de vida", como señaló el ex Presidente Aylwin en la presentación de esta obra, en el Colegio de Abogados de Chile.
También el ex ministro Francisco Cumplido destacó en ese acto que lo relevante de la obra es la narración de hechos que interesan al Consejo y al país, exponiendo lo que personalmente vio o le contaron personas de confianza, sin que, en general, entre a calificar los hechos o comportamientos de los abogados o autoridades de la época.
No es una historia oficial de la institución, como la publicada por Gonzalo Vial Correa al conmemorar el centenario de la entidad en 1995, sino el relato en primera persona, desde una ventana abierta al público, que pretende compartir los quehaceres cotidianos de la vida de un abogado que ingresa a este órgano como simple auxiliar y termina encabezándolo (1990-1996) y logrando la modificación de su Estatuto Orgánico.
En siete capítulos se escudriñan varios casos de trascendencia pública que, lejos de conformar una mera recopilación de episodios judiciales dispersos, ofrecen un panorama fluido, dominado por el ardor y empeño del narrador-actor en cada una de las funciones en que interviene con abnegación y eficacia. El lector asiste a un debate histórico desde la perspectiva de un protagonista.
Para eso se ha valido de fuentes documentales -actas de sesiones del Consejo, expedientes, archivos y crónicas periodísticas-, enriqueciendo el relato con anécdotas biográficas que irrumpen en varias ocasiones, de las que se desprende la notable autonomía que rige la labor de un Consejo de exclusiva confianza y dependencia directa del Presidente de la República.
Desfilan en esta obra casos o acontecimientos importantes para entender la historia del país, tales como la defensa de la nacionalización del cobre frente a las compañías extranjeras durante el gobierno de Allende; las "uvas envenenadas"; la intervención de los bancos; el caso Letelier; los casos Valmoval y Codelco, y el de la Colonia Dignidad. Asimismo, emergen las figuras de abogados y equipos de gran nivel que integran el Consejo en los distintos períodos del autor en esa institución, resaltando su implacable olfato respecto de dónde puede estar latente una amenaza para el interés público.
Este libro reconfirma el singular atractivo para el público de la literatura de historias, sucesos y personajes vinculados al foro, tan íntimamente anclados en nuestra realidad social. Lo disfrutarán quienes conducen sus pasos hacia el umbral de la profesión, ante la experiencia y el testimonio incitante de un jurista de renombre.
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