NUESTROS SOCIOS OPINAN: SERGIO JIMÉNEZ.
Plazo de contramemoria
El Mercurio jueves 21 de enero de 2010
Señor Director:
Hace por lo menos un año que mi amigo y distinguido diplomático chileno José Miguel Barros hizo ver en estas páginas que, con participación de nuestros representantes en el litigio abierto por Perú ante La Haya, el tribunal había fijado para la respuesta chilena un plazo que expira justamente dos días antes del término del actual Gobierno.
Hasta hoy, nadie que se sepa se ha interesado en este planteamiento, y el plazo final se acerca inexorablemente: vence el 9 de marzo.
Producida ya la elección presidencial, y al haber un trascendente cambio de autoridades, me parece lógico insistir en este tema.
Debe el nuevo Gobierno enfrentar el tema del litigio con sus propios planteamientos, más aún cuando la política de relaciones exteriores es de su exclusiva responsabilidad.
Esto no significa que haya dudas sobre lo que hasta hoy haya hecho la Cancillería. Se trata solamente de una cuestión de sentido común, que los nuevos responsables de la política exterior puedan concebir ángulos diferentes o señalar a los integrantes de nuestra defensa adicionales planteamientos históricos y jurídicos.
Es necesario recordar que el nuevo Gobierno tendrá que continuar con el juicio que recién se inicia y responsabilizarse de todas sus consecuencias, cualquiera que sea el fallo del tribunal arbitral.
Sergio Jiménez M.
El Mercurio jueves 21 de enero de 2010
Señor Director:
Hace por lo menos un año que mi amigo y distinguido diplomático chileno José Miguel Barros hizo ver en estas páginas que, con participación de nuestros representantes en el litigio abierto por Perú ante La Haya, el tribunal había fijado para la respuesta chilena un plazo que expira justamente dos días antes del término del actual Gobierno.
Hasta hoy, nadie que se sepa se ha interesado en este planteamiento, y el plazo final se acerca inexorablemente: vence el 9 de marzo.
Producida ya la elección presidencial, y al haber un trascendente cambio de autoridades, me parece lógico insistir en este tema.
Debe el nuevo Gobierno enfrentar el tema del litigio con sus propios planteamientos, más aún cuando la política de relaciones exteriores es de su exclusiva responsabilidad.
Esto no significa que haya dudas sobre lo que hasta hoy haya hecho la Cancillería. Se trata solamente de una cuestión de sentido común, que los nuevos responsables de la política exterior puedan concebir ángulos diferentes o señalar a los integrantes de nuestra defensa adicionales planteamientos históricos y jurídicos.
Es necesario recordar que el nuevo Gobierno tendrá que continuar con el juicio que recién se inicia y responsabilizarse de todas sus consecuencias, cualquiera que sea el fallo del tribunal arbitral.
Sergio Jiménez M.
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