UMBRAL

Un caso chileno: Juan Emar


Ya en sus primeros diarios -recogidos en M(i) V(ida) (Lom, 2006)- Juan Emar, seudónimo de Álvaro Yáñez Bianchi, mostraba una suerte de obsesión por ordenar un exceso de material escrito. Umbral , su obra casi total, se publicó en 1996, en cinco volúmenes y más de 4.000 páginas, por el concurso de varias personas: su hijo, Eliodoro Yáñez, Alfonso Calderón, Pedro Pablo Zegers y Pablo Brodsky, uno de los principales estudiosos de su obra y un activo difusor de la misma, quien responde:

-Si Emar no mostró interés en publicar. ¿Debe hacerlo su familia, admiradores o estudiosos?

-En sus cartas, Emar siempre comenta la cantidad de páginas que lleva escritas de su obra Umbral , y calcula cuántas serían si éstas fuesen publicadas en formato libro. A pesar de sus frases contra la voluntad de publicación, este ejercicio es permanente, y da cuenta de la fantasía de ver publicada su obra. Además, en Umbral hace mención expresa de que la obra será publicada por otros una vez que él esté muerto. Por último, resulta difícil pensar que un autor dejara escritas más de 5.000 páginas, compaginadas en 15 volúmenes de 350 páginas cada uno, para que alguien las tire al tacho de la basura.

-¿Era necesario publicar entero "Umbral" o hubiera sido mejor una selección o edición?

-Me parece que publicar la totalidad de la obra era lo que correspondía hacer. Ahora bien, pienso que hubiese sido más fácil para el lector si se hubiese publicado en 13 o 15 volúmenes, como Gallimard publicó En busca del tiempo perdido , de Proust.