ANTERIOR A LOS DE NUEVA YORK Y WASHINGTON
ENTREVISTA Los planes de Magdalena Krebs:
"Nuestro deber es poner a los museos nacionales a la altura del siglo XXI"
"Me sentí tremendamente respaldada por los anuncios del Presidente Sebastián Piñera", afirma la directora de la Dibam, recordando las palabras del Primer Mandatario en el Día del Patrimonio, cuando asumió su compromiso de reforzar los tres museos nacionales.
El Mercurio Artes y Letras Santiago de Chile
domingo 13 de junio de 2010
Actualizado a las 6:06 hrs.
DANIEL SWINBURN
"Debemos trabajar mucho -explica Magadalena Krebs, arquitecta y actual directora de la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos (Dibam)-, pues los proyectos que se anuncian son complejos y delicados, requieren de intervenciones finas". Recién asumida en el cargo, su experiencia en el trabajo con el patrimonio público (al mando del Centro Nacional de Conservación y Restauración) es, sin embargo, muy extensa. Conoce bien las carencias de un sistema museístico pensado hace más de un siglo, que no ha visto una renovación acorde con la importancia que ha ido tomando la cultura patrimonial en la acción de gobierno.
-¿Cuál es su visión global de la vocación museística que debiera tener el Estado, específicamente para los tres museos nacionales?
"Es notable constatar cuánta importancia dieron los chilenos en los inicios de nuestra vida independiente al tema cultural. Buscaron conocer el territorio y dotar de identidad a la naciente república, intentando conseguir no sólo la independencia política y económica sino simultáneamente el desarrollo cultural. A modo de ejemplo, el Museo Nacional de Historia Natural es del año 1830: su fundación es muy temprana. En América sólo lo anteceden el de Philadelphia (1812) y el de Río de Janeiro (1818), pero los de Nueva York (1869) y de Washington (1910) son posteriores".
"Señalo esto, porque el país consideró desde sus principios el conocimiento y la preservación del patrimonio como una responsabilidad de la sociedad con su presente y futuro. Todas estas instituciones se crearon como estatales, pues es aquello lo que garantiza su permanencia en el tiempo y su accesibilidad plena. Considero un deber de nuestra generación diseñar los sistemas que le permitan poner estas entidades a la altura de las exigencias del siglo XXI. Lo que no se coleccione ahora no estará disponible para el futuro. Los niños de hoy que no conozcan nuestro territorio y su historia difícilmente contribuirán a su cuidado".
Masividad y no élite
-¿Por qué hay que potenciar los museos nacionales? ¿Qué importancia tienen sus colecciones?
"Cada uno en su especialidad, tiene las más valiosas colecciones del país, y debe continuar acrecentándolas. El Museo de Historia Natural es el gran depositario de colecciones científicas, las que son fundamentales para la comprensión de la biodiversidad, tema que ha tomado tanta relevancia con el calentamiento global. Son las colecciones del museo las que nos permiten detectar si se ha producido algún cambio, es allí donde tenemos el registro, que nos permite comparar flora y fauna a lo largo del tiempo".
"El Museo de Bellas Artes recoge a su vez la historia del arte del país y es importante que tenga no una, sino varias obras de cada artista, para realmente comprender su trayectoria y su contexto. Y el Museo Histórico Nacional reúne los testimonios materiales de nuestro pasado, los que nos permiten entender e interpretar la historia del país no exclusivamente desde los documentos, sino desde los objetos que utilizaron y valoraron las diferentes generaciones, un tema también de progresivo interés, en la medida en que crecientemente se investigue y se explique las formas de vida y no exclusivamente los acontecimientos políticos o militares".
-¿En qué estado se encuentran actualmente si los comparamos con sus homólogos en otros países? ¿Conoce alguna experiencia comparada?
"Mundialmente, los museos han tenido un desarrollo impresionante en los últimos cincuenta años. Si antiguamente estaban reservados a una elite, se convirtieron en agentes de cultura masivos a partir de la década de los ochenta y luego se fueron transformando en espacios de encuentro y esparcimiento, y en algunos casos hasta se han constituido en agentes de desarrollo y generación de negocios. Prácticamente todos los grandes museos del siglo XIX han sido puestos al día, modernizados en su infraestructura, en sus exhibiciones y en la calidad de los servicios".
"Ejemplos hay muchos: la National Gallery en Washington con el emblemático edificio de Pei, el Louvre con su pirámide, el Museo Británico con la notable intervención de Foster, la Tate Gallery que generó un segundo edificio y no sólo podría continuar dando múltiples ejemplos de la renovación de museos sino también de bibliotecas. Es el desafío que tenemos aquí en Chile".
Obstáculos del sistema fiscal
-¿Existe una crisis en el modelo de gestión de los museos nacionales?
"El principal problema radica en que, junto con la carencia de recursos mínimamente suficientes para cumplir con las obligaciones que la ley exige a los museos, adicionalmente hay muchos impedimentos legales y administrativos para hacer una gestión exitosa. Por ello sostengo que es imprescindible modernizar los sistemas de gestión de los museos nacionales, y en general de los museos estatales, pues la estructura fiscal hace muy compleja y en la práctica impide prestar muchos servicios que la ciudadanía espera hoy en día de estas instituciones".
"Los museos son en su funcionamiento más parecidos a una universidad que a un ministerio, realizan una multiplicidad de funciones como coleccionar, investigar, conservar y restaurar, exhibir, educar, difundir, publicar, etc., que requieren de una flexibilidad que el sistema fiscal no permite. Es necesario, por ejemplo, contar con una gran diversidad de personal, con especializaciones muy específicas, que puedan trabajar a tiempos parciales, lo que el estatuto administrativo que rige estas entidades no permite. A ello se suma la necesidad de ofrecer servicios de cafetería, tiendas, arriendo de espacios, atención en horarios diferentes a los establecidos por ley para los empleados fiscales. Tampoco contamos con caminos expeditos para recibir donaciones, no sólo del sector privado haciendo uso de exenciones tributarias, sino tampoco de fundaciones o entidades extranjeras".
-¿Qué modelos de gestión impulsaría usted en ellos?
"La esencia de un museo se comprende a partir de dos grandes polos: las colecciones y los usuarios. Por definición las colecciones deben permanecer estatales, pues son de todos los chilenos. El desafío está en buscar una forma administrativa que permita, junto con garantizar la permanencia del patrimonio, satisfacer adecuadamente al usuario. Es necesario crear mecanismos mixtos que permitan una gestión más flexible, evidentemente cautelando la existencia de los debidos controles y la total transparencia. En la mayoría de los países, los museos tienen directorios o patronatos, los que sin interferir en la administración cotidiana, aprueban los planes de desarrollo y cautelan la correcta administración".
"Nuestro deber es poner a los museos nacionales a la altura del siglo XXI"
"Me sentí tremendamente respaldada por los anuncios del Presidente Sebastián Piñera", afirma la directora de la Dibam, recordando las palabras del Primer Mandatario en el Día del Patrimonio, cuando asumió su compromiso de reforzar los tres museos nacionales.
El Mercurio Artes y Letras Santiago de Chile
domingo 13 de junio de 2010
Actualizado a las 6:06 hrs.
DANIEL SWINBURN
"Debemos trabajar mucho -explica Magadalena Krebs, arquitecta y actual directora de la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos (Dibam)-, pues los proyectos que se anuncian son complejos y delicados, requieren de intervenciones finas". Recién asumida en el cargo, su experiencia en el trabajo con el patrimonio público (al mando del Centro Nacional de Conservación y Restauración) es, sin embargo, muy extensa. Conoce bien las carencias de un sistema museístico pensado hace más de un siglo, que no ha visto una renovación acorde con la importancia que ha ido tomando la cultura patrimonial en la acción de gobierno.
-¿Cuál es su visión global de la vocación museística que debiera tener el Estado, específicamente para los tres museos nacionales?
"Es notable constatar cuánta importancia dieron los chilenos en los inicios de nuestra vida independiente al tema cultural. Buscaron conocer el territorio y dotar de identidad a la naciente república, intentando conseguir no sólo la independencia política y económica sino simultáneamente el desarrollo cultural. A modo de ejemplo, el Museo Nacional de Historia Natural es del año 1830: su fundación es muy temprana. En América sólo lo anteceden el de Philadelphia (1812) y el de Río de Janeiro (1818), pero los de Nueva York (1869) y de Washington (1910) son posteriores".
"Señalo esto, porque el país consideró desde sus principios el conocimiento y la preservación del patrimonio como una responsabilidad de la sociedad con su presente y futuro. Todas estas instituciones se crearon como estatales, pues es aquello lo que garantiza su permanencia en el tiempo y su accesibilidad plena. Considero un deber de nuestra generación diseñar los sistemas que le permitan poner estas entidades a la altura de las exigencias del siglo XXI. Lo que no se coleccione ahora no estará disponible para el futuro. Los niños de hoy que no conozcan nuestro territorio y su historia difícilmente contribuirán a su cuidado".
Masividad y no élite
-¿Por qué hay que potenciar los museos nacionales? ¿Qué importancia tienen sus colecciones?
"Cada uno en su especialidad, tiene las más valiosas colecciones del país, y debe continuar acrecentándolas. El Museo de Historia Natural es el gran depositario de colecciones científicas, las que son fundamentales para la comprensión de la biodiversidad, tema que ha tomado tanta relevancia con el calentamiento global. Son las colecciones del museo las que nos permiten detectar si se ha producido algún cambio, es allí donde tenemos el registro, que nos permite comparar flora y fauna a lo largo del tiempo".
"El Museo de Bellas Artes recoge a su vez la historia del arte del país y es importante que tenga no una, sino varias obras de cada artista, para realmente comprender su trayectoria y su contexto. Y el Museo Histórico Nacional reúne los testimonios materiales de nuestro pasado, los que nos permiten entender e interpretar la historia del país no exclusivamente desde los documentos, sino desde los objetos que utilizaron y valoraron las diferentes generaciones, un tema también de progresivo interés, en la medida en que crecientemente se investigue y se explique las formas de vida y no exclusivamente los acontecimientos políticos o militares".
-¿En qué estado se encuentran actualmente si los comparamos con sus homólogos en otros países? ¿Conoce alguna experiencia comparada?
"Mundialmente, los museos han tenido un desarrollo impresionante en los últimos cincuenta años. Si antiguamente estaban reservados a una elite, se convirtieron en agentes de cultura masivos a partir de la década de los ochenta y luego se fueron transformando en espacios de encuentro y esparcimiento, y en algunos casos hasta se han constituido en agentes de desarrollo y generación de negocios. Prácticamente todos los grandes museos del siglo XIX han sido puestos al día, modernizados en su infraestructura, en sus exhibiciones y en la calidad de los servicios".
"Ejemplos hay muchos: la National Gallery en Washington con el emblemático edificio de Pei, el Louvre con su pirámide, el Museo Británico con la notable intervención de Foster, la Tate Gallery que generó un segundo edificio y no sólo podría continuar dando múltiples ejemplos de la renovación de museos sino también de bibliotecas. Es el desafío que tenemos aquí en Chile".
Obstáculos del sistema fiscal
-¿Existe una crisis en el modelo de gestión de los museos nacionales?
"El principal problema radica en que, junto con la carencia de recursos mínimamente suficientes para cumplir con las obligaciones que la ley exige a los museos, adicionalmente hay muchos impedimentos legales y administrativos para hacer una gestión exitosa. Por ello sostengo que es imprescindible modernizar los sistemas de gestión de los museos nacionales, y en general de los museos estatales, pues la estructura fiscal hace muy compleja y en la práctica impide prestar muchos servicios que la ciudadanía espera hoy en día de estas instituciones".
"Los museos son en su funcionamiento más parecidos a una universidad que a un ministerio, realizan una multiplicidad de funciones como coleccionar, investigar, conservar y restaurar, exhibir, educar, difundir, publicar, etc., que requieren de una flexibilidad que el sistema fiscal no permite. Es necesario, por ejemplo, contar con una gran diversidad de personal, con especializaciones muy específicas, que puedan trabajar a tiempos parciales, lo que el estatuto administrativo que rige estas entidades no permite. A ello se suma la necesidad de ofrecer servicios de cafetería, tiendas, arriendo de espacios, atención en horarios diferentes a los establecidos por ley para los empleados fiscales. Tampoco contamos con caminos expeditos para recibir donaciones, no sólo del sector privado haciendo uso de exenciones tributarias, sino tampoco de fundaciones o entidades extranjeras".
-¿Qué modelos de gestión impulsaría usted en ellos?
"La esencia de un museo se comprende a partir de dos grandes polos: las colecciones y los usuarios. Por definición las colecciones deben permanecer estatales, pues son de todos los chilenos. El desafío está en buscar una forma administrativa que permita, junto con garantizar la permanencia del patrimonio, satisfacer adecuadamente al usuario. Es necesario crear mecanismos mixtos que permitan una gestión más flexible, evidentemente cautelando la existencia de los debidos controles y la total transparencia. En la mayoría de los países, los museos tienen directorios o patronatos, los que sin interferir en la administración cotidiana, aprueban los planes de desarrollo y cautelan la correcta administración".
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