“EN ABSOLUTO, ¡USTED NO SE PUEDE IMAGINAR CUANTA GENTE ESTÁ MUERTA Y TODAVÍA NO SE
by Alexander Sutulov http://elpost.cl/content/qu%C3%A9-har%C3%AD-cristo-en-mi-lugar#comment-6935
Lun, 03/28/2011 - 16:39
Teoría del Campo Unificado
Vivir de manera auténtica es dar cabida al derecho natural. Hacerse cargo del presente, es el sentido ontológico de Dios. Lo sobrenatural, aquello que es parte de una dimensión metafísica, no pertenece en otro lugar de lo cual no somos partícipe desde nuestra condición terrenal. Muy por el contrario, es lo que da sentido a nuestra existencia objetiva. El problema surge cuando lo tomamos en forma gratuita y pensamos por un momento que esta existencia que llamamos vida, es fácilmente reproducible en otra parte del universo. Sin ir muy lejos, cuando observamos las condiciones objetivas de nuestros vecinos como podría ser el caso de Saturno o Júpiter, descubrimos que no son muy auspiciosas. Océanos de gases que son sometidos a presiones millones de veces más intensas que nuestro propio océano, lluvias de hierro que impiden cualquier forma de vida. Lo más cercano u observable hasta la fecha, ha sido un cuerpo celeste con dimensiones cercanas a la Tierra que al parecer tiene agua que se encuentra a 350 grados bajo cero y que está a 50.000 años luz de la Tierra. Cuando Buda se sienta bajo el árbol de la sabiduría y adquiere la quietud perfecta, es decir, ni vivo ni muerto; es lo que el mundo científico entiende como la teoría del campo unificado. Todo lo que se expande como el Big Bang es inversamente proporcional a lo que se contrae que se rige por las leyes de la mecánica cuántica. En resumidas cuentas el milagro del mundo en que vivimos es que aparece como la justa media entre el macro y micro cosmos donde nuestro rol como seres humanos es gravitante, razón por la cual tenemos libre albedrío. Un poder de decisión que está por encima del resto de la existencia y su destino. Voluntad que no puede estar exenta de una trascendencia, de lo contrario no se podría ejercer al no entender aquello que está más allá de nuestra existencia inmediata. El humanismo tiene por implícito un sentido de trascendencia, sin espíritu que es lo que tenemos en común, no tendríamos cultura y sin alma, aquella parte indivisible que nos hace a cada uno de nosotros seres únicos, sencillamente dejaríamos de ser humanos. ¿Qué debemos hacer? Sentarnos serenamente en silencio y reflexionar sobre la brutalidad de nuestros actos. Como decía el monje tibetano al ser interrogado sobre su propósito en la vida, donde su respuesta fue que se dedicaba a prepararse para la muerte. Sorprendido y perplejo, Cristián Warken quien lo entrevistaba en aquella oportunidad le replica: “no será un contrasentido pasarse la vida entera preparándose para la muerte…” a lo cual el monje le contesta: “en absoluto, ¡usted no se puede imaginar cuanta gente está muerta y todavía no se han dado cuenta!”
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