DE NUESTROS SOCIOS, Roberto Ampuero
ESCRITOR Y DIPLOMÁTICO. Roberto Ampuero se convirtió hace cuatro meses en canciller de Chile en México. (Foto: TANYA GUERRERO EL UNIVERSAL)
Ampuero se adentra en el dolor y las utopías de Salvador Allende
El embajador de Chile en México mezcla realidad y ficción en su novela
El Universal Martes 29 de mayo de 2012
Yanet Aguilar Sosa
yanet.aguilar@eluniversal.com.mx
Salvador Allende, el presidente chileno que el 11 de septiembre de 1973 se quitó la vida convencido de sus ideales unos minutos antes de que ingresaran al Palacio de La Moneda los militares que dieron un golpe de Estado en su contra, es el protagonista de la nueva novela del escritor chileno Roberto Ampuero, el narrador que hace cuatro meses se convirtió en el embajador de Chile en México.
Su vocación literaria lo llevó a Salvador Allende, su interés narrativo lo ha mantenido cerca de Chile, su patria, donde están inmersas buena parte de sus novelas; ese país es donde se desarrolla su nuevo libro El último tango de Salvador Allende, que desde su aparición en Chile, hace ya nueve semanas, se ha mantenido en el primer lugar de ventas, como otras de sus obras porque Roberto Ampuero es un escritor con gran éxito comercial.
El autor de El caso Neruda y La otra mujer se adentró en la vida de Salvador Allende con la certeza de que había rescoldos de su historia íntima que ningún libro había abordado. “Sabía que se ha dicho mucho sobre Salvador Allende, muchos ensayos y análisis políticos, pero siempre ha quedado fuera la parte humana, lo que deben haber sido sus últimos sentimientos en los últimos meses, la soledad, la angustia, el dolor, los sueños, las utopías que tenía, la forma en que veía lo que estaba ocurriendo porque fueron años muy difíciles para el país”.
Con base en un personaje real y en hechos reales, Roberto Ampuero tejió una trama completamente literaria que avanza en esa delgada línea que divide a la literatura de la historia. Lo hace a través de dos personajes que permiten vislumbran a un Salvador Allende muy humano: Rufino, un panadero que fue su amigo en la juventud cuando compartían las lecturas comunistas; y un espía norteamericano que junto con muchos otros fraguó la caída de Salvador Allende para que Chile no se convirtiera en otra Cuba.
Fascinación por la realidad
En entrevista con EL UNIVERSAL, el escritor y diplomático chileno reconoce que siempre está la idea de que la historia es una cosa y la ficción es otra, porque la historia cuenta la verdad y la ficción es una mentira.
“En realidad no es tan así, la historia es al final narrativa de cosas que se saben a medias, pero que son fundamentalmente interpretaciones porque la historia también supone muchas cosas; por el contrario, la literatura no tiene complejo con eso, trabaja sabiendo que elabora elementos con personajes y circunstancias que va inventando; a mi me interesa el encuentro entre estos dos mundos, entre la ficción y la realidad y ahí está el sello de identidad de mi literatura”, señala el narrador.
El embajador de Chile en México, -cargo que asumió el pasado enero- tiene una fascinación por la literatura que se basa en la realidad. “Mi visión es que no hay una gran diferencia entre la realidad y la ficción, entre lo que narra la historia y lo que narra la novela, en ese sentido me interesaba vincular a personajes ficticios con la imagen de Salvador Allende y la circunstancia política social en la que vivió; al unirse, la trama empieza a deslizarse sobre lo que fue la historia aparentemente como lo dicen los textos, pero hay un momento en que se va despegando y se va convirtiendo en literatura sin perder el vínculo con la realidad”.
Así lo muestra esta nueva historia publicada por Plaza y Janés, que nunca pierde de vista la verosimilitud y la plausibilidad, pues Roberto Ampuero señala: “Si estás tocando un personaje histórico en una novela y te alejas demasiado de ese personaje vas a destruir la novela porque va a perder la capacidad de la verosimilitud, si te acercas mucho a la historia la gente dirá ‘mejor voy a leer un libro de historia’; el gran reto del escritor es cómo elaborar un personaje de ficción que al mismo tiempo tiene tales relaciones con la realidad que aparece como personaje convincente”.
Roberto Ampuero habla también de su fascinación por la cultura mexicana, por eso está feliz como embajador de Chile en México.
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