proyecto de restauración del Museo del Recuerdo, cuyo diseño ya está aprobado
http://www.laprensaaustral.cl/cronica/instituto-de-la-patagonia-discrepa-con-intendente-respecto-de-au-28235
Instituto de la Patagonia discrepa con intendente respecto de ausencia de proyectos
El arqueólogo Alfredo Prieto y el historiador Mateo Martinic recordaron que desde hace cuatro años se encuentra entrampado un proyecto de restauración del Museo del Recuerdo, cuyo diseño ya está aprobado.
10 de julio de 2013
La sesión del lunes, donde el Consejo Regional rechazó la cartera de proyectos del Fondo de Desarrollo de Magallanes (Fondema) presentada por el intendente Mauricio Peña y Lillo, hizo que la primera autoridad regional criticara a los consejeros: “se ha cumplido con la norma que establece que el 25 por ciento de los recursos se deben destinar a Tierra del Fuego y el otro 25 por ciento a Ultima Esperanza. Se cumplió al pie de la letra con eso. No es culpa de este intendente que los alcaldes o las unidades técnicas no hayan hecho su trabajo”, agregando que algunos ediles no incorporaron iniciativas a la cartera del Fondema.
Esto hizo que en el Instituto de la Patagonia, de la Universidad de Magallanes, se miraran sorprendidos. Desde hace cuatro años se encuentra aprobado el diseño de un proyecto (por 39 millones de pesos) para restaurar el Museo del Recuerdo, pero que aún no se ha dado la luz verde para su ejecución. El arqueólogo del Instituto de la Patagonia, Alfredo Prieto, manifestó su extrañeza por las palabras expresadas en la intendencia, pues “señalan que no hay proyectos, cuando de hecho los hay y si tú conversas con cualquier persona de este instituto, tenemos muchos por desarrollar. No faltan ideas ni proyectos, faltan voluntades para apoyar algunas de las iniciativas”.
Prieto explicó que la iniciativa presentada requiere una inversión de 1.200 millones de pesos, y que consiste en “un edificio para la recepción de nuestros turistas, nuestro público. Se supone que el turismo contribuye al desarrollo de esta región y no tenemos una buena infraestructura para recibir a los turistas, o a los alumnos a los que no les cobramos o a los viejitos que llegan y no tienen los baños adecuados; queremos tener un lugar donde puedan tomar un café, calentarse un poco porque este es un museo abierto”. Añadió que el Museo del Recuerdo se ha forjado gracias a las donaciones, y que siempre ha requerido una mejora, pero que a nivel gubernamental, no han sido tomados en cuenta.
“De todas maneras depende de la voluntad, sobre todo cuando se trata de un proyecto que ya está circulando dentro del gobierno, y que ya fue aprobado. En la etapa de diseño se gastaron 39 millones de pesos en ese proyecto y, hay que ejecutarlo y para eso son necesarios mil 100 millones. Lo que él (Peña y Lillo) está diciendo es que está la plata, pero que no había proyectos. Eso en su momento fue aprobado por el Core y faltan movimientos de la propia intendencia para acelerarlo, pero que no digan que no hay proyectos”, recalcó.
“No ha habido disposición para aportar fondos”
La idea fue reforzada por el historiador Mateo Martinic, quien vio nacer tanto al Instituto de la Patagonia como al Museo del Recuerdo. Constantemente ha reiterado el pedido de colaboración para mejorar el aspecto y servicio de este espacio, pocas veces con resultados positivos.
“Nuestro Museo del Recuerdo, que ya tiene 44 años, es una obra de carácter patrimonial y cultural, que no ha tenido nunca una ayuda de carácter sistemático. Es un esfuerzo que hemos hecho gracias a la buena voluntad de mucha gente, que ha ido donando cosas, y algunas entidades”, recalcó.
De hecho, estuvo muy esperanzado con el apoyo que recibió de parte de los consejeros regionales Miguel Sierpe y Jorge Vilicic para desarrollar este proyecto, pero que no ha podido concretarse. “Veremos cómo retomar ese proyecto, revivirlo, para ver si es posible conseguir recursos del Consejo Regional, del gobierno regional, del Fondema, para el mantenimiento del Museo del Recuerdo”.
Consultado sobre si ha existido falta de conciencia o preocupación a nivel gubernamental, Martinic replicó que “siempre ha habido conciencia, lo que pasa es que no ha habido disposición para aportar fondos, pero comprensión siempre ha habido. Pero con la comprensión no ganamos nada, es lo mismo que a uno le den unos palmoteos en la espalda”.
Puso como ejemplo, el caso de una casa que fue donada este año por parte de Claudio Buratovic, y que requiere una urgente restauración. “Hemos intentado conseguir dinero a entidades importantes, para construirle las bases, restaurarla, pero en algunos casos no me han dado ni audiencia, siquiera”, finalizó el historiador.
Esto hizo que en el Instituto de la Patagonia, de la Universidad de Magallanes, se miraran sorprendidos. Desde hace cuatro años se encuentra aprobado el diseño de un proyecto (por 39 millones de pesos) para restaurar el Museo del Recuerdo, pero que aún no se ha dado la luz verde para su ejecución. El arqueólogo del Instituto de la Patagonia, Alfredo Prieto, manifestó su extrañeza por las palabras expresadas en la intendencia, pues “señalan que no hay proyectos, cuando de hecho los hay y si tú conversas con cualquier persona de este instituto, tenemos muchos por desarrollar. No faltan ideas ni proyectos, faltan voluntades para apoyar algunas de las iniciativas”.
Prieto explicó que la iniciativa presentada requiere una inversión de 1.200 millones de pesos, y que consiste en “un edificio para la recepción de nuestros turistas, nuestro público. Se supone que el turismo contribuye al desarrollo de esta región y no tenemos una buena infraestructura para recibir a los turistas, o a los alumnos a los que no les cobramos o a los viejitos que llegan y no tienen los baños adecuados; queremos tener un lugar donde puedan tomar un café, calentarse un poco porque este es un museo abierto”. Añadió que el Museo del Recuerdo se ha forjado gracias a las donaciones, y que siempre ha requerido una mejora, pero que a nivel gubernamental, no han sido tomados en cuenta.
“De todas maneras depende de la voluntad, sobre todo cuando se trata de un proyecto que ya está circulando dentro del gobierno, y que ya fue aprobado. En la etapa de diseño se gastaron 39 millones de pesos en ese proyecto y, hay que ejecutarlo y para eso son necesarios mil 100 millones. Lo que él (Peña y Lillo) está diciendo es que está la plata, pero que no había proyectos. Eso en su momento fue aprobado por el Core y faltan movimientos de la propia intendencia para acelerarlo, pero que no digan que no hay proyectos”, recalcó.
“No ha habido disposición para aportar fondos”
La idea fue reforzada por el historiador Mateo Martinic, quien vio nacer tanto al Instituto de la Patagonia como al Museo del Recuerdo. Constantemente ha reiterado el pedido de colaboración para mejorar el aspecto y servicio de este espacio, pocas veces con resultados positivos.
“Nuestro Museo del Recuerdo, que ya tiene 44 años, es una obra de carácter patrimonial y cultural, que no ha tenido nunca una ayuda de carácter sistemático. Es un esfuerzo que hemos hecho gracias a la buena voluntad de mucha gente, que ha ido donando cosas, y algunas entidades”, recalcó.
De hecho, estuvo muy esperanzado con el apoyo que recibió de parte de los consejeros regionales Miguel Sierpe y Jorge Vilicic para desarrollar este proyecto, pero que no ha podido concretarse. “Veremos cómo retomar ese proyecto, revivirlo, para ver si es posible conseguir recursos del Consejo Regional, del gobierno regional, del Fondema, para el mantenimiento del Museo del Recuerdo”.
Consultado sobre si ha existido falta de conciencia o preocupación a nivel gubernamental, Martinic replicó que “siempre ha habido conciencia, lo que pasa es que no ha habido disposición para aportar fondos, pero comprensión siempre ha habido. Pero con la comprensión no ganamos nada, es lo mismo que a uno le den unos palmoteos en la espalda”.
Puso como ejemplo, el caso de una casa que fue donada este año por parte de Claudio Buratovic, y que requiere una urgente restauración. “Hemos intentado conseguir dinero a entidades importantes, para construirle las bases, restaurarla, pero en algunos casos no me han dado ni audiencia, siquiera”, finalizó el historiador.
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