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Editor: Neville Blanc

Sunday, April 28, 2013

LAS RUTAS EN PARIS DE LOS HISPANOLUSOAMERICANOS

 

 
 
El café La Dome es uno de los lugares que incluye la ruta de Jorge Edwards.
 

Pronto se dará a conocer la ruta de Huidobro, que vivió en la rue Victor Massé, próxima a Pigalle.
 
 
 
Cementerio de Montparnasse Fernando Iwasaki escribió la ruta de Jorge Edwards en París. Allí se señala que el escritor "aprovechó la vecindad del cementerio de Montparnasse para visitar la tumba de Baudelaire" (a la derecha de la imagen).
 
 
 
REPORTAJE Un proyecto multimedia del Instituto Cervantes de la capital francesa
París en el circuito personal de los grandes creadores hispanoamericanos


Un viaje por las calles y lugares parisinos que han inspirado a artistas y escritores latinos es el que propone el sitio paris.rutascervantes.es Este viernes se sumó la Ruta de Jorge Edwards, con anécdotas, fotografías y videos del narrador chileno.

Maureen Lennon Zaninovic

El Mercurio Artes y Letras   Santiago de Chile
domingo 28 de abril de 2013
Actualizado a las 11:30 hrs.

 
"Ahora que se habla tanto de la globalización y de la impronta de los Estados Unidos de América sobre todo el planeta, conviene recordar que la 'globalización francesa' comenzó durante la Ilustración y terminó a mediados del siglo XX con los últimos surrealistas y existencialistas", señala a "Artes y Letras" el escritor peruano Fernando Iwasaki.

El autor de "Neguijón" agrega que durante más de 200 años el pensamiento político, la estética de las artes e incluso las vanguardias literarias tuvieron inspiración francesa. "¿Cómo no iba a ser irresistible el hechizo de París para los creadores hispanoamericanos si allí vivieron Wilde, Joyce, Hemingway, Scott Fitzgerald, Giacometti, Foujita, Prokofiev, Brancusi, Ionesco, Beckett, Picasso y Gertrude Stein, entre otros? En cualquier caso, París ha sido tan irresistible para un neoyorquino como para un bonaerense", puntualiza.

Iwasaki es, además, un gran conocedor de la obra de Jorge Edwards y, como tal, fue comisionado para dar forma a un particular proyecto literario-turístico, vinculado a su vida y obra. Esto porque el autor de "El inútil de la familia" integra, desde el pasado viernes, una original iniciativa del Instituto Cervantes de París. Se trata de una serie de itinerarios -disponibles en el sitio paris.rutascervantes.es- que siguen las huellas, edificios, calles, cafés y librerías vinculados de destacados artistas españoles y latinoamericanos.

El origen

Ya están en la red doce rutas distintas, entre ellas la de Antonio Machado, Mario Vargas Llosa, Carlos Fuentes, Miguel de Unamuno y Octavio Paz, por nombrar a algunos. La mayoría son escritores, pero también hay un modista (Balenciaga) y un cineasta (Luis Buñuel). Cada uno de estos recorridos incluye anécdotas, mapas y fotografías de los enclaves y videos de estos creadores. También hay descargas para celulares que incluyen podcasts y puntos GPS; y una versión de bolsillo en PDF, que se puede imprimir.

"A través de los medios digitales, estamos rastreando y rescatando el diálogo cultural que ha habido entre Francia, España y América Latina. París, en todos sus rincones, está impregnada de historia cultural en español", cuenta Raquel Caleya, gestora cultural del Instituto Cervantes de París. Agrega que "este es un proyecto que nos desborda. Estamos muy prontos a publicar la ruta de Picasso, de Dalí y de Albéniz, y así seguiremos con cualquiera otra gran personalidad que ha pasado por esta ciudad". Caleya explica que con este itinerario dedicado a Jorge Edwards, se da inicio formal a la Ruta Cervantes de los escritores chilenos. Hay dos autores más que ya están confirmados: Vicente Huidobro y Pablo Neruda (ver nota relacionada).

¿Quién confecciona la ruta de cada creador? La profesional aclara que "el autor de cada ruta no sólo tiene que ser un conocedor del artista que le fue asignado, sino que también debe contar con un espíritu fetichista: ser un enamorado de la ciudad. Con Edwards pensamos en Fernando Iwasaki porque sabemos que le gusta el proyecto y conoce muy bien la obra del escritor chileno. En el caso de Mario Vargas Llosa, él mismo nos hizo su lista de lugares, destacó sus restaurantes y pastelerías favoritas. La ruta de Carlos Fuentes se la encargué a una de sus máximas especialistas en Francia, la académica Florence Olivier. Para el circuito de Gabriel García Márquez, aunque no está cien por ciento confirmado, esperamos que sea su biógrafo Gerald Martin".

¿Qué otras novedades hay para el 2013? "En mayo lanzaremos la Ruta 'Rayuela', al cumplirse los 50 años de su publicación, y en 2014, con motivo del centenario de su nacimiento, lanzaremos la Ruta Julio Cortázar. ¡Será tremenda e interminable! En ella están trabajando su viuda Aurora Bernárdez y Carles Álvarez Garriga, editor de 'Papeles inesperados': el libro con textos inéditos y desconocidos de Cortázar. Ya solo 'Rayuela' es un monumento de palabras a la ciudad de París. En junio será el turno del poeta Severo Sarduy, con motivo de los 20 años de su partida. Para julio tenemos varias propuestas, una de ellas podría ser la Ruta de Julio Ramón Ribeyro", puntualiza Raquel Caleya.

"Parisitis" de Edwards

Para la Ruta Jorge Edwards, Fernando Iwasaki preparó un iluminador texto sobre lo que él denomina la "parisitis" del escritor chileno. Para ello citó algunas líneas de su libro "Adiós, poeta" (1990), donde el Premio Cervantes rememora, en las vísperas de una de sus tantas mudanzas trasatlánticas, que "mientras nos despedíamos de París, estábamos seriamente enfermos, Pilar y yo, de esa enfermedad que Joaquín Edwards Bello, muchos años antes, en el París de comienzos de siglo, había definido como 'parisitis'".

Para el narrador peruano, "el París de Jorge Edwards tiene texturas sensuales, olores hechiceros, sabores exquisitos, sonidos enervantes e imágenes memorables. Iwasaki -actualmente avecindado en Sevilla- agrega que gracias a esta ruta "los conocedores de su obra reconocerán lugares que figuran en novelas como 'El origen del mundo' y 'El inútil de la familia', o en los ensayos de 'Diálogos sobre un tejado' y en 'Adiós, poeta'. Me refiero a espacios como la Embajada de Chile en la avenida de La Motte Picquet, el Musée d'Orsay, Saint Germain-des-Prés y Montparnasse y sus alrededores, con menciones especiales a cafés como 'Le Dôme' y 'La Coupole' o librerías como 'La Hune' y antiguos bares bohemios como el 'Rosebud'".

-¿De qué manera siente que este proyecto multimedia puede iluminar la obra de Jorge Edwards?

"Entre la vida de los escritores y sus ficciones existen muchos territorios comunes. Gracias a una ruta literaria, como la que presentamos, los lectores pueden tener una visión más cabal de las vidas y las obras de los grandes creadores".

El último afrancesado

En el acto de presentación de su ruta, Jorge Edwards rememoró que nació en una casa francesa más o menos descalabrada del centro de Santiago, en el sector afrancesado de la ciudad, cerca del Palacio de Bellas Artes, imitación fiel del Petit Palais de París. Antes de viajar a Francia por primera vez ya había leído a Julio Verne, Charles Baudelaire y Jean-Arthur Rimbaud, a Marcel Proust, Jean-Paul Sartre y Albert Camus. En el Teatro Municipal había visto una versión chilena de "La folle de Chaillot", de Giraudoux, y había soñado con ese París de las catacumbas dominado por el personaje. París, a juicio del Premio Cervantes, "ha sido para mí una larga historia, muchas veces una fiesta, y algo así como una procesión pascual que se repite".

Desde la embajada de París, el escritor y diplomático chileno comenta a "Artes y Letras" que, entre idas y venidas y desde la década del 60, ha vivido 15 años en esta ciudad. "Tengo una vieja relación con la literatura francesa y su ambiente literario. París sale mucho en mis libros y, en fin, creo que soy el último afrancesado que va quedando".

Sobre su recorrido, agrega que "son todos lugares en los que he vivido y he conocido de manera profunda. Son espacios de mucha densidad literaria. Por ejemplo, en Montparnasse había un local que se llamaba 'Le Dôme' y que todavía existe, pero está convertido en un restaurante caro. En esa época era un café y en él uno se encontraba con el escultor Giacometti, el fotógrafo surrealista Man Ray, ahí llegaban Cortázar, Jodorowsky, Jesús Soto, Enrique Zañartu, Matta... llegaba medio mundo. Vargas Llosa no era muy de café, pero se lo veía ahí y también a Julio Ramón Ribeyro. O sea, en ese espacio se dio una vida muy rica que dejó huella. París fue un lugar de encuentro tremendamente importante para todos".

-¿Qué recuerdos tiene de su primera llegada a París, en 1960?

"El Ministerio de Relaciones Exteriores de esos años me envió a una conferencia en Ginebra y de vuelta pasé por la capital francesa. Tenía allí algunos amigos y amigas; y me alojé en un hotel. Lo pasé muy bien. Me fascinó París, fue un amor a primera vista. Claro que era otro. Me acuerdo del mercado de Les Halles, que estaba en el centro de la ciudad: era muy común que, al final de una trasnochada, uno llegaba hasta ese lugar para comer sopa de cebolla. Hoy ese mercado no existe (sus pabellones fueron reubicados). Con mis amigos nos pasábamos una gran cantidad de tiempo en 'La Coupole', que hoy es una fomedad porque apenas entras y ya te echan. En ese tiempo, no era tan comercial. Podías pedir una copa de vino y te pasabas toda la tarde. Hoy muchos lugares de mi ruta están comercializados: tratan de sacarle un rendimiento por minuto a cada mesa. Tampoco hay mucha bohemia. La gente se acuesta temprano, por eso digo que es la ciudad perfecta para trabajar. Ese París de los años 60 no existe: es un mito, una leyenda a la que solo se puede volver a través de los libros".
Las anécdotas de Vargas Llosa y Carlos Fuentes
La ruta del Premio Nobel Mario Vargas Llosa incluye un video en el cual el propio autor de "La ciudad y los perros" rememora una simpática anécdota de su infancia. Una leyenda de la familia Llosa hablaba de un tío que, inesperadamente, a la hora de almuerzo se fugó de Arequipa, sin dejar rastro. Años después, el escritor supo que su tío había fallecido en la capital francesa. "Intrigado por esta historia siempre le preguntaba a mi abuelita Carmen por qué él se había ido a París. '¿ A qué se va a París? A corromperse ', me respondió. Ahí comenzó mi entusiasmo por la cultura francesa".

El narrador agrega en el video que desde pequeño "creció soñando con llegar a París, a esta capital de las letras, a esta ciudad liberada donde habían sido derribados todos los prejuicios". Su sueño recién lo pudo cumplir en 1959 y como se lee en su ruta, su desembarco no fue para nada glamoroso. Para superar las pellejerías económicas, Vargas Llosa ejerció como profesor de español y como periodista en la extinta radio-televisión francesa RTF y en la agencia de noticias France Presse (AFP). Pero además trabajó recogiendo periódicos que vendía a peso y en labores de carga. "Descargábamos costales de patatas. Lo peor era la carne, porque olía'", recuerda.

Carlos Fuentes -quien alcanzó a presenciar en vida el lanzamiento de su Ruta Cervantes-, pese a que consideraba a París la ciudad más bella del mundo, también veía a la capital francesa como un espacio distractor.

En un video incluido en su circuito, el autor señala, en un tono irónico y jocoso, que "me voy de París porque aquí no puedo trabajar, me siento en un café y veo pasar la vida y no escribo una línea. Por ello vivo en un lugar como Londres, tan austero, donde no tengo amigos, muy lluvioso y me encierro a escribir mis libros. París no es nada productivo, es un placer ".
Las rutas de dos grandes poetas chilenos
A más tardar en el año 2014 deberían estar listas las rutas de Pablo Neruda y de Vicente Huidobro. Respecto de esta última, Juan Manuel Bonet -actual director del Instituto Cervantes de París- comenta a "Artes y Letras" que la redactará él mismo. "Yo soy, entre otras cosas, director del Consejo Internacional de la Fundación Vicente Huidobro", explica. El circuito incluirá "los cafés de Montparnasse, en los cuales el poeta se reunía con colegas latinoamericanos y españoles; la librería Tschann , del mismo bulevar, donde hasta hace poco todavía se encontraba su libro 'Tremblement de ciel', editado en 1932; la rue Victor Massé, próxima a Pigalle, y donde estuvo el domicilio del poeta al llegar a París. También el Théatre Édouard VII , donde en 1922 celebró su exposición de poemas pintados 'Salle XIV'; la imprenta de Paul Birault, donde imprimieron algunos de sus libros Max Jacob y Pierre Reverdy, y allí, en 1917, él imprimió 'Horizon carré', el primero de sus poemarios en francés, que por aquel entonces era la auténtica 'lingua franca' de la vanguardia; la redacción de la revista 'Nord-Sud' , de la que fue colaborador asiduo; los estudios de artistas amigos como Picasso, Juan Gris, Jacques Lipchitz ". Bonet es un experto mundial en la obra del padre de "Altazor" y cuando fue director del Museo Reina Sofía programó una completísima muestra que se tituló "Salle XIV: Vicente Huidobro y las artes plásticas". La ruta de Neruda también está en proyecto y, como adelanta Raquel Caleya, "seguramente un protagonista fundamental será Jorge Edwards, quien colaborará con valiosos recuerdos y anécdotas".

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