"Defenderemos nuestro amor toda la vida".
Las cartas inéditas de Pablo Neruda y Matilde Urrutia
Clandestino, arrebatador y definitivo. Así puede definirse el amor entre el poeta y Matilde Urrutia. Se conocieron a fines de los 40, pero durante años fue una pasión secreta.
por Roberto Careaga C.
Clandestino, arrebatador y definitivo. Así puede definirse el amor entre el poeta y Matilde Urrutia. Se conocieron a fines de los 40, pero durante años fue una pasión secreta.
por Roberto Careaga C.
La Tercera - 06/02/2010 - 10:18
"Hay algo más importante que tú y que yo, somos tú y yo", anotaba Pablo Neruda en algún momento indeterminado de 1952. Enamorado, apasionado, seguía: "Juntos somos lo que la pobre gente no alcanza jamás, el cielo en la tierra".
Escribe desde el hotel D'Angleterre, de Roma, y aunque en sus palabras no queda espacio para las dudas, deberán pasar tres años más para que la destinataria de la carta se vea públicamente del brazo del poeta: recién en 1955, Matilde Urrutia y Neruda oficializaron su amor. Nunca más se separarían.
Primero la amante, luego la esposa, al final la guardiana de su legado. A fines de los 40, Matilde Urrutia cambió radicalmente la vida de Neruda. No sólo alejó al poeta de su esposa, Delia del Carril, La Hormiguita. También le dio el impulso romántico para escribir Los versos del capitán, fue la razón para la construcción de la casa La Chascona y, suele decirse, dividió al circulo íntimo del escritor. Además, creó la Fundación Pablo Neruda. Un nuevo libro entrega más luces de la relación. Recién publicado en España, el volumen Cartas de amor (Seix Barral) recopila la inédita y hasta ahora desconocida correspondencia entre Neruda y Matilde. Son cientos de cartas, postales y notas fechadas entre 1950 y 1973, año de la muerte del poeta. Los papeles, que resguarda la Fundación Neruda, fueron organizados y curados para la edición por el escritor Darío Oses, director de Biblioteca y Archivos del organismo. Según él, es el testimonio de "el amor más importante de Neruda".
"Las cartas registran múltiples estados anímicos en la relación entre Pablo y Matilde: hay un período de clandestinidad amorosa, de ansiedad y celos; después una época de celebración de un amor que se realiza y, luego, hay un amor mucho más maduro, el del final de la vida", dice Oses.
LA AMANTE PELIRROJA
"En verdad te necesito", le escribe Neruda a Matilde en 1950 desde París, a donde le pide ir. Sin embargo, también solicita cautela: "No me escribas más privadamente. Contéstame en forma general sobre tu vida y proyectos, y así me dices tu decisión para que se sepa y tome yo con Delia las medidas necesarias".
La Hormiguita le llevaba 20 años a Neruda. En 1943 se emparejaron. Tres años después, al poeta le presentaron a una pelirroja en un concierto al aire libre en el Parque Forestal. Volverían a encontrarse. Matilde Urrutia tenía 36 años y varias historias que contar. Nacida en una humilde familia de Chillán y muy lejana al Partido Comunista, sus deseos de seguir una carrera como cantante la llevaron por distintos escenarios. Casi todos de poco lujo. Según una investigación del escritor Sergio Gómez, en 1944 Urrutia se habría visto involucrada en una red de prostitución en Callao, Perú. Tocaba fondo en bares de mala muerte. Pero saldría a flote.
En 1949 Urrutia llega a la casa de Neruda y Del Carril en México. Un tío comunista amigo de la pareja es el contacto. Primero, es la enfermera del poeta cuando padece tromboflebitis; luego su amante. Son los años en que Neruda viaja por el mundo, exiliado por el gobierno de González Videla. Siempre del brazo de La Hormiguita, aunque su cabeza está en otra parte: "Yo pienso en ti día y noche, noche y día, amor mío, dulce mía", le escribe a Matilde desde Francia, el año 51.
Neruda, loco por esa mujer de cabellos rojos, también estaba celoso. En 1951 quedan de verse en París, pero ella no está. "Me desaté contra ti con tales cosas que D. (Delia) se ofendió. Le dije, estoy cansado de traiciones, esta es la verdadera M. (Matilde) que se ha paseado con su amiguito por la Costa Azul y que nos olvida", escribe. Y le pide detalles de sus amistades francesas: "Quiero saberlo todo, y lo averiguaré en todo caso".
El año nuevo de 1952 lo pasan en Nápoles Neruda y su mujer, Nemesio Antúnez y su esposa Inés Figueroa, y Urrutia. A los pocos días, La Hormiguita vuelve a Chile. Pablo y Matilde se escapan a la Isla Capri, donde a la luz de la luna se casan simbólicamente. Durante esos años, el poeta está pariendo Los versos del capitán: "Tu hijo será gordo y maravilloso, tendrá 180 páginas. Y tendrá dibujitos en la frente y trasero", le escribe a Urrutia en 1952, haciendo referencia al libro, que tuvo una primera edición anónima en Nápoles, en julio de ese año.
Según Oses, Urrutia no sólo inspira ese libro; también Cien sonetos de amor y casi todos el resto de los poemas amorosos que escribirá Neruda. Por eso el quiebre con Delia del Carril era inevitable. En 1955, el romance clandestino del poeta es finalmente delatado por un empleado a La Hormiguita. Neruda deja la casa de ambos en la entrada de La Reina y se cambia a Bellavista, donde junto a Matilde termina de construir La Chascona. La infidelidad termina.
El libro Cartas de amor también incluye toda la correspondencia que Pablo y Matilde tendrán después de casados. Ningún rastro se puede leer ahí del engaño en que incurre el poeta con Alicia Urrutia, sobrina de su esposa, a fines de los 60, en Isla Negra. Según Oses, esa infidelidad no logró terminar con el amor entre ambos: "A pesar de los engaños, el amor se mantiene. Las cartas finales son tan apasionadas, con tanto cariño y devoción como las de la primera época", dice. El poeta, acaso previendo el futuro, en una carta del 31 de octubre de 1951 dejó por escrito un mandato: "Defenderemos nuestro amor toda la vida".
"Hay algo más importante que tú y que yo, somos tú y yo", anotaba Pablo Neruda en algún momento indeterminado de 1952. Enamorado, apasionado, seguía: "Juntos somos lo que la pobre gente no alcanza jamás, el cielo en la tierra".
Escribe desde el hotel D'Angleterre, de Roma, y aunque en sus palabras no queda espacio para las dudas, deberán pasar tres años más para que la destinataria de la carta se vea públicamente del brazo del poeta: recién en 1955, Matilde Urrutia y Neruda oficializaron su amor. Nunca más se separarían.
Primero la amante, luego la esposa, al final la guardiana de su legado. A fines de los 40, Matilde Urrutia cambió radicalmente la vida de Neruda. No sólo alejó al poeta de su esposa, Delia del Carril, La Hormiguita. También le dio el impulso romántico para escribir Los versos del capitán, fue la razón para la construcción de la casa La Chascona y, suele decirse, dividió al circulo íntimo del escritor. Además, creó la Fundación Pablo Neruda. Un nuevo libro entrega más luces de la relación. Recién publicado en España, el volumen Cartas de amor (Seix Barral) recopila la inédita y hasta ahora desconocida correspondencia entre Neruda y Matilde. Son cientos de cartas, postales y notas fechadas entre 1950 y 1973, año de la muerte del poeta. Los papeles, que resguarda la Fundación Neruda, fueron organizados y curados para la edición por el escritor Darío Oses, director de Biblioteca y Archivos del organismo. Según él, es el testimonio de "el amor más importante de Neruda".
"Las cartas registran múltiples estados anímicos en la relación entre Pablo y Matilde: hay un período de clandestinidad amorosa, de ansiedad y celos; después una época de celebración de un amor que se realiza y, luego, hay un amor mucho más maduro, el del final de la vida", dice Oses.
LA AMANTE PELIRROJA
"En verdad te necesito", le escribe Neruda a Matilde en 1950 desde París, a donde le pide ir. Sin embargo, también solicita cautela: "No me escribas más privadamente. Contéstame en forma general sobre tu vida y proyectos, y así me dices tu decisión para que se sepa y tome yo con Delia las medidas necesarias".
La Hormiguita le llevaba 20 años a Neruda. En 1943 se emparejaron. Tres años después, al poeta le presentaron a una pelirroja en un concierto al aire libre en el Parque Forestal. Volverían a encontrarse. Matilde Urrutia tenía 36 años y varias historias que contar. Nacida en una humilde familia de Chillán y muy lejana al Partido Comunista, sus deseos de seguir una carrera como cantante la llevaron por distintos escenarios. Casi todos de poco lujo. Según una investigación del escritor Sergio Gómez, en 1944 Urrutia se habría visto involucrada en una red de prostitución en Callao, Perú. Tocaba fondo en bares de mala muerte. Pero saldría a flote.
En 1949 Urrutia llega a la casa de Neruda y Del Carril en México. Un tío comunista amigo de la pareja es el contacto. Primero, es la enfermera del poeta cuando padece tromboflebitis; luego su amante. Son los años en que Neruda viaja por el mundo, exiliado por el gobierno de González Videla. Siempre del brazo de La Hormiguita, aunque su cabeza está en otra parte: "Yo pienso en ti día y noche, noche y día, amor mío, dulce mía", le escribe a Matilde desde Francia, el año 51.
Neruda, loco por esa mujer de cabellos rojos, también estaba celoso. En 1951 quedan de verse en París, pero ella no está. "Me desaté contra ti con tales cosas que D. (Delia) se ofendió. Le dije, estoy cansado de traiciones, esta es la verdadera M. (Matilde) que se ha paseado con su amiguito por la Costa Azul y que nos olvida", escribe. Y le pide detalles de sus amistades francesas: "Quiero saberlo todo, y lo averiguaré en todo caso".
El año nuevo de 1952 lo pasan en Nápoles Neruda y su mujer, Nemesio Antúnez y su esposa Inés Figueroa, y Urrutia. A los pocos días, La Hormiguita vuelve a Chile. Pablo y Matilde se escapan a la Isla Capri, donde a la luz de la luna se casan simbólicamente. Durante esos años, el poeta está pariendo Los versos del capitán: "Tu hijo será gordo y maravilloso, tendrá 180 páginas. Y tendrá dibujitos en la frente y trasero", le escribe a Urrutia en 1952, haciendo referencia al libro, que tuvo una primera edición anónima en Nápoles, en julio de ese año.
Según Oses, Urrutia no sólo inspira ese libro; también Cien sonetos de amor y casi todos el resto de los poemas amorosos que escribirá Neruda. Por eso el quiebre con Delia del Carril era inevitable. En 1955, el romance clandestino del poeta es finalmente delatado por un empleado a La Hormiguita. Neruda deja la casa de ambos en la entrada de La Reina y se cambia a Bellavista, donde junto a Matilde termina de construir La Chascona. La infidelidad termina.
El libro Cartas de amor también incluye toda la correspondencia que Pablo y Matilde tendrán después de casados. Ningún rastro se puede leer ahí del engaño en que incurre el poeta con Alicia Urrutia, sobrina de su esposa, a fines de los 60, en Isla Negra. Según Oses, esa infidelidad no logró terminar con el amor entre ambos: "A pesar de los engaños, el amor se mantiene. Las cartas finales son tan apasionadas, con tanto cariño y devoción como las de la primera época", dice. El poeta, acaso previendo el futuro, en una carta del 31 de octubre de 1951 dejó por escrito un mandato: "Defenderemos nuestro amor toda la vida".
posted by EDITOR | 8:31 AM
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