LIBROS RAROS Y VALIOSOS EN CUBA
La ruta del conocimiento
ORFILIO PELÁEZ
Ya me lo habían advertido como un buen augurio. Cuando converses con Olga Vega García el tiempo te parecerá volar, pues conoce al detalle todo el patrimonio que atesora la colección de Fondos Raros y Valiosos, de la Biblioteca Nacional José Martí.
La licenciada Olga Vega García muestra el ejemplar del Atlas Ilustrado de Anatomía del Cuerpo Humano, publicado en Holanda en 1685.
Para bien de los reporteros, la realidad superó tal vaticinio y en apenas dos horas, la actual Jefa del Departamento de Información Especializada de la centenaria institución, nos hizo repasar más de 500 años de la historia del conocimiento científico depositado allí, desde el siglo XV hasta nuestros días.
Ante todo, precisa la también Profesora Titular Adjunta de la Universidad de La Habana, es oportuno aclarar que el concepto de libros raros y valiosos es una disciplina dentro de las ciencias de la Bibliotecología.
Estos incluyen aquellos ejemplares que son muy escasos en el mercado, despiertan la curiosidad por alguna razón particular, tienen un valor extraordinario en dependencia al material con el cual estén hechos, el contenido reflejado en ellos, notoriedad del autor, o cualquier otro rasgo distintivo.
Una rápida descripción de los textos científicos presentes en este preciado fondo no puede pasar por alto la Tarifa General de Precios de Medicina de 1723, el impreso cubano más antiguo que se conserva; un libro de Aritmética, Geometría y Música, editado en Venecia en ¡1492¡; el libro de Nicolás Monardes de 1575 sobre plantas medicinales traídas a Europa desde las llamadas entonces Indias Occidentales, y el Atlas Ilustrado de Anatomía del Cuerpo Humano, hecho en Holanda en 1685, y considerado una verdadera joya por los especialistas.
Según puntualiza Olga, la colección de Fondos Raros y Valiosos contiene en total unos 2 000 volúmenes, en los cuales sobresalen más de 15 libros impresos entre los años 1450 y 1500 (llamados incunables), otras piezas únicas correspondientes a los siglos XVI, XVII, XVIII y XIX, además de manuscritos de incalculable valor pertenecientes a personalidades políticas literarias, artísticas y científicas, cubanas y extranjeras.
Varios de los libros y documentos más antiguos han sido restaurados en los últimos tiempos por los trabajadores del taller de conservación de la Biblioteca Nacional, como paso previo hacia su gradual digitalización, en dependencia del grado de prioridad.
La especialista afirma que los libros deben verse como algo vivo, pues sufren cuando se les arrancan páginas o dañamos su encuadernación, son vulnerables ante los excesos de humedad y temperatura, y pueden ser atacados también por hongos y bacterias, siempre que las condiciones ambientales así lo propicien.
Tutora de 20 trabajos de diploma y autora de varias investigaciones en el tema Historia del libro y las bibliotecas, Olga Vega García afirma que lo más apasionante de su trabajo es hacer "ciencia" con los libros, porque se trata no solo de confeccionar la tradicional ficha, sino de investigarlos página a página para descubrir y rescatar muchos valiosos conocimientos, que pudieran quedar escondidos si nos guiamos solo por el título de la obra.
Creada el 18 de octubre de 1901, la Biblioteca Nacional José Martí trabaja hoy en un grupo de proyectos encaminados a lograr la total automatización de sus servicios generales, y el progresivo pase a soporte electrónico de los fondos bibliográficos.
ORFILIO PELÁEZ
Ya me lo habían advertido como un buen augurio. Cuando converses con Olga Vega García el tiempo te parecerá volar, pues conoce al detalle todo el patrimonio que atesora la colección de Fondos Raros y Valiosos, de la Biblioteca Nacional José Martí.
La licenciada Olga Vega García muestra el ejemplar del Atlas Ilustrado de Anatomía del Cuerpo Humano, publicado en Holanda en 1685.
Para bien de los reporteros, la realidad superó tal vaticinio y en apenas dos horas, la actual Jefa del Departamento de Información Especializada de la centenaria institución, nos hizo repasar más de 500 años de la historia del conocimiento científico depositado allí, desde el siglo XV hasta nuestros días.
Ante todo, precisa la también Profesora Titular Adjunta de la Universidad de La Habana, es oportuno aclarar que el concepto de libros raros y valiosos es una disciplina dentro de las ciencias de la Bibliotecología.
Estos incluyen aquellos ejemplares que son muy escasos en el mercado, despiertan la curiosidad por alguna razón particular, tienen un valor extraordinario en dependencia al material con el cual estén hechos, el contenido reflejado en ellos, notoriedad del autor, o cualquier otro rasgo distintivo.
Una rápida descripción de los textos científicos presentes en este preciado fondo no puede pasar por alto la Tarifa General de Precios de Medicina de 1723, el impreso cubano más antiguo que se conserva; un libro de Aritmética, Geometría y Música, editado en Venecia en ¡1492¡; el libro de Nicolás Monardes de 1575 sobre plantas medicinales traídas a Europa desde las llamadas entonces Indias Occidentales, y el Atlas Ilustrado de Anatomía del Cuerpo Humano, hecho en Holanda en 1685, y considerado una verdadera joya por los especialistas.
Según puntualiza Olga, la colección de Fondos Raros y Valiosos contiene en total unos 2 000 volúmenes, en los cuales sobresalen más de 15 libros impresos entre los años 1450 y 1500 (llamados incunables), otras piezas únicas correspondientes a los siglos XVI, XVII, XVIII y XIX, además de manuscritos de incalculable valor pertenecientes a personalidades políticas literarias, artísticas y científicas, cubanas y extranjeras.
Varios de los libros y documentos más antiguos han sido restaurados en los últimos tiempos por los trabajadores del taller de conservación de la Biblioteca Nacional, como paso previo hacia su gradual digitalización, en dependencia del grado de prioridad.
La especialista afirma que los libros deben verse como algo vivo, pues sufren cuando se les arrancan páginas o dañamos su encuadernación, son vulnerables ante los excesos de humedad y temperatura, y pueden ser atacados también por hongos y bacterias, siempre que las condiciones ambientales así lo propicien.
Tutora de 20 trabajos de diploma y autora de varias investigaciones en el tema Historia del libro y las bibliotecas, Olga Vega García afirma que lo más apasionante de su trabajo es hacer "ciencia" con los libros, porque se trata no solo de confeccionar la tradicional ficha, sino de investigarlos página a página para descubrir y rescatar muchos valiosos conocimientos, que pudieran quedar escondidos si nos guiamos solo por el título de la obra.
Creada el 18 de octubre de 1901, la Biblioteca Nacional José Martí trabaja hoy en un grupo de proyectos encaminados a lograr la total automatización de sus servicios generales, y el progresivo pase a soporte electrónico de los fondos bibliográficos.