SOCIEDAD DE BIBLIÓFILOS CHILENOS, fundada en 1945

Chile, fértil provincia, y señalada / en la región antártica famosa, / de remotas naciones respetada / por fuerte, principal y poderosa, / la gente que produce es tan granada, / tan soberbia, gallarda y belicosa, / que no ha sido por rey jamás regida, / ni a extranjero dominio sometida. La Araucana. Alonso de Ercilla y Zúñiga

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Location: Santiago de Chile, Región Metropolitana, Chile

Editor: Neville Blanc

Sunday, January 29, 2012

Encuadernado y restauración

Uno de los orgullos de Mariano Muñoz es haber obtenido en un remate los cuños de bronce de Abraham Contreras, uno de los más célebres restauradores nacionales.

Osvaldo Avello recuerda una restauración y encuadernación que tuvo que hacer para el Papa Juan Pablo II, a nombre de Ricardo Lagos, en ese entonces Presidente.


 



Algunos coleccionistas piensan que restaurar el libro le quita valor. Muñoz recomienda fabricar una caja, como si fuera el libro, para guardar el original dentro.


El Mercurio Santiago de Chile domingo 29 de enero de 2012
Actualizado a las 6:15 hrs. El Mercurio Emol
Encuadernado y restauración:
El viejo arte de vestir y revestir los libros
Es un oficio en peligro de extinción, que perdura a través de unos pocos artesanos. Lo ejercen desde la academia o la práctica.
Camila Mellado Vargas

Los libros son esencia y sustancia. Una historia en un recipiente. Actualmente, el proceso de empastado y encuadernado se hace en serie; uno tras otro pasan a ponerse su uniforme. Pero no siempre fue así.

Antes se les hacía la ropa a medida. Se cortaba, satinaba y doraban los bordes de las páginas para que el polvo no entrara en ellos. Se los encuadernaba en tablillas forradas de pergamino para que duraran más de 500 años, y se remataban sus puntas con metal. Poderosas letras y diseños quemados sobre el cuero o marcados a pulso los decoraban. Decenas de eruditos trabajaban uno junto a otro procurando proteger los libros de la mejor forma, vestirlos lo más dignamente posible.

Hoy, no más de media docena de hombres en Chile conoce y practica los secretos de la restauración y encuadernación clásica. En ellos se preserva este antiguo arte.

Aprender con los maestros

Mariano Muñoz (marianohablando@hotmail.com) ha sido muchas cosas durante su vida. Es psicólogo de la Universidad de Chile, Magíster en Comunicación y Doctor en Filosofía de La Sorbonne, entre otras.

"Leo un libro diario desde que tengo 15 años", cuenta. Ha escrito un par de historias, y también ensayos. Sin embargo, se complace en autollamarse encuadernador. Un letrero escrito con letras góticas pende de la puerta de su habitación confirmando el placer que le produce el título.

"Amo los libros y desde siempre me gustó hacer cosas por ellos". Su carrera comenzó con uno de los grandes del género, Nils Navarro, quien le enseñó lo primordial. Poco a poco se fue transformando en pasión. En uno de sus viajes a Europa decidió tomar clases allá. Tuvo la suerte de ser instruido por Josep Cambras, encuadernador de la corona española; con él aprendió restauración medieval y gótica. Luego siguió especializándose con otros expertos de talla mundial. Incluso pasó un par de meses aprendiendo en un monasterio.

Es el único en Chile -asegura- que maneja la técnica de grabado y dorado con polvos de oro, además del encuadernado gótico medieval. Cada una de sus obras es original, tiene un carácter determinado y está influida por sus conocimientos de arte y literatura. Le gusta trabajar con conceptos, cada libro tiene un carácter, una esencia, y él se esfuerza en retratarla en su encuadernado. Siempre que el cliente así lo quiera, por supuesto. Por sus manos han pasado desde primeros ejemplares muy costosos hasta libros sin valor económico, pero con un significado especial para sus dueños. En esto trabaja con el cliente para construir un encuadernado especial. Compra el cuero en sus viajes a Europa y lo prepara y adelgaza manualmente. El papel que pega al dorso de la tapa lo pinta en base a lo que quiere el cliente y lo que le sugiere a él el libro.

Los libros no olvidan

"Yo soy de la época de los que pateamos piedras cuando salimos de cuarto medio", cuenta Osvaldo Avello (fono 90823190). "Lo único que sabía hacer, desde adolescente, era encuadernar". Y a eso se dedicó.

Partió reparando los libros que compraba en ferias y empastando revistas que coleccionaba. Con el tiempo entró a trabajar a una encuadernadora donde aprendió más detalles del oficio. Muchas cosas las ha descubierto en el camino. A lavar y a restaurar papel aprendió probando, testeando fórmulas, midiendo la acidez del papel, de la tinta. "No quiero decir que soy el único de Chile que lo hace, porque puede haber más, pero yo nunca he encontrado ninguno", y los buscó arduamente, sobre todo para comparar técnicas y perfeccionar lo que aprendió solo.

Puede demorarse meses en terminar un libro. Los lava varias veces y con distintas fórmulas, hoja por hoja. Con suave papel de arroz va rellenando los orificios que ha dejado el tiempo. "A veces hay que teñirlo para que dé el tono exacto. Ahí hay que usar las agüitas: de té, de tabaco", cuenta, revelando parte de su técnica. Luego viene el cocido en telar y el encuadernado. Trabaja con distintos materiales en esta etapa. Él prefiere el pergamino y el cuero de chivo marroquí, pero sólo los usa cuando el cliente los trae. Sale muy caro comprarlos. Lo mismo con los papeles marmolados, que son traídos de los más exóticos rincones por los clientes que prefieren su trabajo. Todo lo hace a pulso, en su taller. Marca, sin que le tirite la mano, los decorados de las tapas y dora cuidadosamente las imágenes de los lomos y cubiertas. Incluso trabaja los relieves si el cliente lo pide.

"Estoy tan acostumbrado, me gusta tanto hacerlo, que ya sé que no puedo trabajar en otra cosa", afirma. A medida que restaura aprovecha de leer las "historias que a nadie le interesan", dice Osvaldo. "Muchas cuentan barbaridades; Chile cada cuarenta años es un regadío de sangre. Eso la gente lo olvida. Pero los libros lo guardan", concluye.

EVELIO ROSERO

29 Ene 2012 - 1:00 am
La carroza de Bolívar
Por: Armando Montenegro

En su última novela, La Carroza de Bolívar (Tusquets, 2012), Evelio Rosero presenta una historia sobre el sentimiento de culpa y la voluntad colectiva de olvidar.

Al final de 1966, al comienzo del Carnaval de Pasto, un ginecólogo cincuentón, historiador amateur, que había fracasado en su intento de escribir una biografía crítica de Bolívar, ordena, sin mayor entusiasmo, la construcción de una carroza para el desfile del 6 de enero, el Día de Blancos. En ella, Bolívar aparecería coronado de emperador, conduciendo un carromato, halado por doce ninfas. Y a los lados se presentarían estampas alusivas a la traición a Miranda, el asesinato de Piar, la muerte de Padilla, el asesinato de los doce “capuchinos” y los errores militares del Libertador.

Ni siquiera en el carnaval —donde la realidad se pone “patas arriba”, se borran las jerarquías, la moral se va de vacaciones y se ridiculiza a la autoridad— se toleraría una burla contra Bolívar.

El alcalde dice que los pastusos no permitirán que se exhiba la carroza porque han olvidado su historia: “ya nadie recuerda en Pasto... Los han incorporado eficazmente a la buena historia de Colombia, con toda su retahíla de héroes y santos”. El obispo, el coronel, la esposa y los amigos, todos, concuerdan.

Y una célula guerrillera, integrada por fanáticos universitarios, decide destruir la carroza y castigar a su promotor. Piensan que Bolívar es un líder revolucionario que no puede ser irrespetado. Esos mismos estudiantes, años atrás, habían logrado que se cancelara un curso en el que su profesor atacaba a Bolívar, de acuerdo con los escritos periodísticos de Marx y las ideas de José Rafael Sañudo, un pastuso conservador, autor de un famoso estudio crítico de la vida y la obra del “mal llamado Libertador”.

Al final del libro, cuando la carroza ya está perdida, los comandos guerrilleros, entre la muchedumbre, en medio de la música y el jolgorio, avanzan disfrazados de asnos (un símbolo de la estupidez de la autoridad en los estudios de Bakhtin sobre el carnaval) en busca de su objetivo. Y desde otro lado, el médico borracho, vestido de simio, se aproxima a su destino.

Cuando el alcalde señalaba que “ya nadie recuerda en Pasto”, se refería a los asesinatos, violaciones, incendios perpetrados por el Ejército Libertador en las guerras de Independencia. Entre esos eventos terribles, sobresale la Navidad Negra, la masacre cometida por el batallón Rifles, a órdenes de Sucre, el 24 de diciembre de 1822, que dejó un saldo de decenas (¿centenares?) de muertos (un evento que en la vida de Pasto tiene una carga emotiva comparable con la de la matanza de las bananeras en la Costa Caribe).

A los personajes de la ciudad tampoco se les escapaba la continuidad y la semejanza entre las masacres, la violencia y los abusos del poder de la época de la Independencia con los de nuestros días (esa misma continuidad también existe entre éste y los demás libros de Rosero).

Con el tiempo se sabrá si la reflexión inducida por el libro de Rosero —un homenaje a José Rafael Sañudo— fue sólo un último vistazo crítico del pasado, una pausa en la ruta de Pasto hacia la modernidad y su homogeneización con el resto de Colombia, inmediatamente antes de cruzar definitivamente el umbral que conduce, sin remedio, hacia un futuro aligerado del peso de una historia que muchos han querido olvidar.

Elespectador.com

Saturday, January 28, 2012

Del periodismo estadounidense

Del periodismo estadounidense

Friday, January 27, 2012

Víctor García de la Concha

Víctor García de la Concha, nuevo director del Instituto Cervantes

El veterano filólogo, exdirector de la RAE, sustituirá a Carmen Caffarel
ELCULTURAL.es
Publicado el 27/01/2012

El ex director de la Real Academia de la Lengua, Víctor García de Concha (Villaviciosa, Asturias, 1934) ha sido elegido nuevo director del Instituto Cervantes, según ha anunciado este viernes la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría.

La semana pasada se hizo público que el Rey ofreció a Mario Vargas Llosa la presidencia -un nuevo cargo más representativo que administrativo que hubiera implicado un cambio del organigrama- de la institución que promueve la lengua española alrededor del mundo. Tras conocerse su negativa, el Gobierno ha comunicado que el veterano filólogo, que dirigió la RAE entre 1998 y 2010, ocupará el tradicional puesto de director, en sustitución de Carmen Caffarel.

De la Concha ha realizado diversas investigaciones centradas sobre todo en las letras hispánicas del renacimiento y la poesía española. Además, es autor de numerosos libros, entre los que destacan La poesía española de postguerra de 1935 a 1975 (Ediciones Cátedra), Época contemporánea, 1914-1939 (Historia y crítica de la literatura española; T. 7) (Crítica, 1997) y El aire de su vuelo: estudios sobre Teresa de Jesús, Fray Luis de León, Juan de la Cruz y Calderón de la Barca (Galaxia Gutemberg, 2004).

En el año 2009, fue galardonado con el Premio Lázaro Carreter y en 2010 el rey Juan Carlos I le nombró caballero de la Orden del Toisón de Oro. El año pasado recibió el Premio Internacional Menéndez Pelayo.






Thursday, January 26, 2012

INVITACION A LOS SOCIOS Y AMIGOS DE LA SBCH

Wednesday, January 25, 2012

NEO INCUNABLES CUBANOS

IRREPETIBLES.
La editorial cubana también publica revistas para grandes y chicos con un diseño muy artesanal.

Cuba mantiene el espíritu de los libros incunables
Ediciones Vigía, con sede en la ciudad de Matanzas y fundada en 1985, resiste la digitalización editando ejemplares únicos con papel reciclado e ilustrados a mano.

Una pequeña editorial de la ciudad cubana de Matanzas (oeste) brega desde hace un cuarto de siglo por crear, como en la Edad Media, obras "incunables" con páginas ilustradas a mano.

"Nuestro objetivo es hacer un libro humano, un objeto íntimo, precioso, tanto por su contenido como por su forma. Nuestra filosofía se contrapone a la del libro de bolsillo, hecho para ser manipulado sin cuidado u olvidado sobre un mostrador", explica Rolando Estévez, de 57 años y uno de los fundadores de "Ediciones Vigía".

"Algunos se preguntan si el libro de papel va a desaparecer, pero no lo creo. Mientras exista el hombre, habrá libros de papel", añade Estévez, poeta, pintor y encargado del diseño de la portada de los atractivos libros.

Desde su fundación en 1985, "Editorial Vigía" se instaló en "la casona colonial más antigua" de Matanzas, ciudad considerada la "Atenas de Cuba" -100 km al este de La Habana-, pero con frecuencia ignorada por los turistas que viajan entre la capital y el famoso balneario de Varadero.

"Quisimos publicar a nuestros autores y, sin medios, comenzamos a crear nuestros libros como los incunables del Medioevo", asegura Estévez.

Vigía, que cuenta con unos 10 trabajadores publica cada año hasta 20 volúmenes con 200 ejemplares (el texto se imprime a máquina), con la ayuda financiera del Ministerio cubano de Cultura y materiales donados por universidades norteamericanas y organizaciones europeas.

"Por ejemplo, el papel para hacer esta recopilación del poeta ruso, Sergei Esenin (1895-1925), fue donado por la agencia noticiosa rusa Ria Novosti, pues el papel reciclado es muy difícil de encontrar en Cuba", comenta Agustina Ponce, de 51 años y una de las responsables de la casa editorial.

"Al principio, nuestro objetivo era ofrecer gratuitamente los libros que hacíamos con el papel ecológico usado para envolver dulces. Pero fue imposible regalarlo todo. No obstante, los textos se venden a precios accesibles para los cubanos, entre 5 y 50 pesos cubanos (2 dólares), y hasta 25 dólares para los extranjeros", apunta.

Vigía dispone de ocho colecciones que publican clásicos de la literatura cubana y extranjera, pero sobre todo las "novedades cubanas", entre ellas las de autores de Matanzas, elegidas por su Comité Editorial. También edita una revista anual de creación literaria, hecha de recortes y dibujos.


Fuente: EFE.

Tuesday, January 24, 2012

SELECCION RAINER MARÍA RILKE, LOU ANDREAS SALOMÉ CORRESPONDENCIA

Facsímil del manuscrito de Lou Andréas-Salomé

RAINER MARÍA RILKE
LOU ANDREAS SALOMÉ
CORRESPONDENCIA
PRÓLOGO DE PIERRE KLOSSOWSKI
POSTFACIO DE MIGUEL MORE
Y TRADUCCIÓN DE JOSÉ Ma. FOUCE.

HESPERUS

Lou Andréas-Salomé & amp; Rainer María Rilke
Correspondencia
1ª. edición: 1981.
2ª. edición: 1989.
3a. edición: 1997.© 1981, 1997,
del Prólogo, Pierre Klossowski.© 1981,1997,
del Postfacio, Miguel Morey.© 1997,
para la presente edición: José J. de Olañeta, Editor.
Apartado 296 - 07080 Palma de Mallorca.ISBN: 84-7651-1564.
Depósito Legal: B-44.871-1996.
Impreso en Liberduplex, S.L. - Barcelona. Printed in Spain
En esta edición digital: Entre corchetes paginado original. 2

Lou Andréas-Salomé & Rainer María Rilke Correspondencia Lou Andréas-Salomé, en 1897. [Imagen 01]Rainer María Rilke, en 1900. [Imagen 02] Pierre y Denise Klossowski. (Fotografía de Pablo Volta). [Imagen 03] 3



Lou Andréas-Salomé & Rainer María Rilke Correspondencia [11]
PRÓLOGO
El intercambio de cartas que sigue a continuación ha sido extraído de la correspondencia entre Rainer María Rilke y Lou Andréas-Salomé, establecida y publicada por Ernst Pfeiffer (Rainer María Rilke/Lou Andrés-Salomé: Briefwechsel.Max Niehans Verlag Zurich u. Insel Verlag Wiesbaden 1952).
La amiga más íntima de Rilke desde 1904 y discípula de Freud a partir de 1912-13, Lou Andréas-Salomé, practicaba el psicoanálisis. Pero mucho antes había sido la «consultora», literalmente la «psicóloga» de Rilke, y no sólo en los momentos de angustia y de malestar del poeta. Ahora bien, lejos de querer encaminar a Rilke hacia un tratamiento analítico lo apartó, al contrario, de él
1. La cura de alma que ejerce en muchos períodos [12 ] de esta larga correspondencia (1896-1926) se fundamentaba en su convicción de que las fuerzas obscuras constituían la única fuente tanto de «curación» como de creación del poeta: era necesario, pues, que fueran preservadas de una intervención semejante a la del método analítico, que hubiera destruido su propio ritmo. Una de las mayores obsesiones de Rilke consistía en la alienación de su propio cuerpo, llegando a veces hasta el desdoblamiento (lo «Otro») a capricho del comportamiento somático de este último, como si se hubiera tratado de un simulador solapado de sus estados de espíritu. Sobre todo en este dominio, Lou busca hacerse la mediadora entre el alma deprimida del poeta y las angustias que regularmente le confiesa en sus horas de esterilidad, y así Lou aparece esencialmente como la intérprete de las fuerzas obscuras tanto como de las primeras interpretaciones queda el mismo poeta.

Pierre Klossowski

1

El Sr. Ernst Pfeiffer, editor y comentarista juicioso de esta correspondencia, nos dice que mucho más tarde Lou se manifiesta con respecto a este tema, en una carta a la Baronesa von Münchhausen (oct.1929), de la siguiente manera: “...la idea de que tales métodos no hubieran nunca existido en su juventud me llenaba de amargura. Ya que estos métodos no se aplican sin un grave peligro en un artista realizado (según MI PROPIO MODO DE VER que sin embargo no es el mismo de Freud)”. El Sr. Pfeiffer añade: 'La decisión completamente lúcida que había adoptado en otra ocasión (en 1912) de oponerse a analizar a Rilke... fue una de las más serias de su vida’. Según unas palabras de Lou sobre la gravedad de esta decisión, la justifica en el sentido de que 'los gérmenes de lo que posteriormente se manifestaría en las ELEGÍAS, y cuya existencia ella conocía, hubieran sido extirpados por el análisis —era ahí particularmente en donde ella veía el peligro— y la razón de impedir el análisis por todos los medios». (Obra citada, notas y comentarios, p. 570).

4

Lou Andréas-Salomé & Rainer María Rilke
Correspondencia
CORRESPONDENCIA

5



RILKE A LOU ANDRÉAS-SALOMÉ
EN GÖTTINGEN [16]
París, 17 rue Campagne-Première 8 de junio de 1914
Querida Lou, heme aquí al término de un largo, ancho y duro período, con el que caduca cierto futuro que no había sido fuerte y religiosamente alimentado, sino torturado hasta el aniquilamiento (algo en lo que, poco más o menos, soy inimitable). Si a veces, durante estos últimos años, había podido disculparme so pretexto de que algunos intentos por asentarme más humana y naturalmente en la vida fracasaron porque las personas concernidas no me habían comprendido, y me hacían sufrir ininterrumpidamente violencias, injusticias y prejuicios, precipitándome así en tan gran desasosiego, resulta ahora que después de meses de sufrimiento me encuentro orientado de muy diferente manera: teniendo que reconocer que, esta vez, nadie puede ayudarme. Y aunque alguien viniera con su alma más inocente, más inmediata, y encontrara su referencia en los mismos astros, aunque me soportara a pesar de mi torpeza y rigidez y conservara su pura e infalible disposición para conmigo; [18] aun cuando el rayo de su amor viniera a estrellarse diez veces en la turbia y densa superficie de mi universo submarino, todavía sería yo capaz (lo sé ahora) de empobrecerlo en el seno de la abundancia de su ayuda renovada sin cesar, de encerrarlo en el irrespirable dominio de una ausencia total de ternura, hasta el punto en que, vuelto inaplicable su auxilio, pasara él mismo de la plenitud a la marchitez, hasta dar en una siniestra decadencia. Querida Lou, desde hace un mes estoy solo otra vez, y es éste mi primer intento de volver a tomar conciencia —ya ves, así están las cosas. En resumidas

6

 cuentas, he experimentado muchas cosas durante estos acontecimientos; por el momento sigo constatando esto: que una vez más apenas si estaba a la altura de una tarea pura y alegre, en la que la vida, como si nunca hubiera tenido conmigo malas experiencias, volvía a venir hacia mí, misericordiosa. Desde ahora está claro que también ahí he vuelto a fracasar y que, lejos de avanzar, repetiré un año más este curso de dolor; y que cada día encontraré inscritas en la negra pizarra las mismas palabras, cuya triste flexión creí haber aprendido hasta el agotamiento. Lo que tan radicalmente iba a cambiar mi angustia comenzó con muchas, muchas cartas, hermosas y ligeras como brotadas del corazón: que yo sepa nunca he escrito otras parecidas. (Era la época, te acuerdas, de la omisión de la «s»). En dichas cartas (cada vez lo comprendía mejor) ascendía una petulancia irresistible, como si me encontrara ante un nuevo y pleno brote de mi más peculiar esencia, que, liberada desde entonces en una comunicación inagotable, se esparcía por la vertiente más alegre al tiempo que yo, escribiendo día tras día, sentía su feliz corriente y el incomprensible reposo que le parecía [19] preparado del modo más natural en un alma capaz de recogerlo. Mantener pura y transparente esta comunicación y, al mismo tiempo, ni sentir ni pensar nada que se encontrara excluido por ella: eso fue lo que de una sola vez, sin que yo supiera cómo, llegó a ser la medida y la ley de mi actuar, y si jamás hombre alguno interiormente agitado pudo sosegarse, yo mismo lo fui con esas cartas. Esta ocupación diaria y mi relación con ella se me hicieron sagradas de una manera indescriptible, y desde entonces se apoderó de mí una confianza enorme, como si hubiera al fin encontrado una salida a ese penoso estancarme en circunstancias continuamente nefastas. Hasta qué punto estaba entonces comprometido en cambiar, podía notarlo igualmente en el hecho de que incluso las cosas pasadas, cuando se me ocurría contar algo de ellas, me sorprendían por el modo en que reaparecían; si, por ejemplo, se trataba de épocas de las que a menudo había hablado anteriormente, hacía hincapié en aspectos inadvertidos o apenas conscientes, y cada cual adquiría, por decirlo con la inocencia de un paisaje, una visibilidad pura, una presencia, y me enriquecía, formaba parte de mí mismo, tanto y de tal modo que por primera vez me parecía ser dueño de mi vida, no por una adquisición, por una explotación, por una comprensión interpretativa de cosas caducas, sino por esta misma nueva veracidad que se esparcía también a través demis recuerdos.

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Lou Andréas-Salomé & Rainer María Rilke Correspondencia
9 de junio de 1914, martes [20]
Te envío, querida Lou, la hoja de ayer: comprenderás que lo que en ella describo ya no tiene vigencia y se ha perdido para mí; tres meses de realidad (frustrada) han dejado sobre todo ello como una dura y fría lámina de cristal, bajo la cual esa experiencia ya no me pertenece, como si estuviera colocada en la vitrina de un museo. El cristal refleja y en él sólo percibo mi viejo rostro, anterior, el que tú tan bien conoces.¿Y ahora? Después de un inútil intento de vivir en Italia, he vuelto aquí (hace ya quince días), deseoso de arrojarme a ciegas en cualquier ocupación; pero aún tan embotado y paralizado que apenas si puedo hacer otra cosa que dormir. Si tuviera un amigo le rogaría que viniera a trabajar conmigo cada día, en lo que fuera. Y cuando en el intervalo, de taciturno humor, pienso en el porvenir, imagino en primer lugar un tipo de trabajo que estuviera sometido a las condiciones exteriores, y alejado tanto como fuera posible de toda productividad personal. Pues desde ahora ya no dudo ni por un instante de que estoy enfermo, de una enfermedad que me ha gravemente corroído y cuyo foco se encuentra en lo que hasta entonces llamaba mi trabajo, de tal modo que por el momento no hay ningún refugio por ese lado.Tu viejo Rainer

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Lou Andréas-Salomé & Rainer María Rilke Correspondencia LOU ANDRÉAS-SALOMÉ A RILKE, EN PARÍS [21]
Göttingen, 11 de junio de 1914
Mi querido viejo Rainer. Sabes, he llorado terriblemente al leer tu carta...,era estúpido, pero cómo puede una impedirlo cuando ve de qué manera trata aveces la vida a los más preciados de sus hijos. Te he acompañado con todos mis pensamientos en la medida en que pueda llamarse a esto «acompañar», cuando una se pregunta cada día dónde puede encontrarse alguien: si elevado hasta los confines de la atmósfera humana, o si hundido en el fondo de un cráter, debatiéndose entre los más violentos fuegos que jamás hayan ardido en el seno de la tierra. Cuando me escribiste a propósito de mis «Cartas», que resultaron tan alegremente locas, me parecía posible que se hubiera abierto, para ti, un período productivo, provocado por alguna experiencia afectiva; y es siempre en ese momento cuando parece cercano un terrible peligro, tanto como una gran victoria. Es entonces fácil para algunas almas sacrificar un nada de productividad que se desprendía de una experiencia intensamente vivida; y, de vez en cuando, creadoras por naturaleza, consiguen hacer lo contrario; pero probablemente, con mucha más frecuencia, ocurre que ambas tendencias se encuentran a mitad de camino y perecen por haberse obstruido mutuamente el paso. Aunque esta vez seas tú, tan absolutamente, el único responsable [22] de esta muerte, que no tengas excusa, ni coartada. Una cosa sin embargo queda fuera de duda: la manera en que resucitas todo esto con tus palabras es exactamente, ¡exactamente!, la antigua, la íntegra potencia que da vida a lo que está muerto, y además: el duelo causado por este hecho es el de un alma cuyo sentimiento más sutil, más interior, en nada podría ser más inocente que en aquello de lo que te acusas a ti mismo. Y no obstante eres tú mismo, como también eres tú quien, en un momento dado, eres incapaz de trabajar, o echas a perder el trabajo. Y, ciertamente, ni sacas ni puedes sacar nada del hecho de que a pesar de todo no eres tú, ya que nadie puede comer hasta hartarse del pan encerrado en un armario, como tampoco alimentarse con la espera de las espigas de trigo de los campos sin segar. Por eso,si me quejo a este respecto, me quejo de muy distinto modo, en cuanto espectadora que al mismo tiempo está muy emocionada con la idea de que el pan y los frutos de los campos existen. Eso es lo que ocurre ahora con lo que yace bajo «el cristal duro y frío de la vitrina»: tú ya no lo posees y el cristal te refleja a ti mismo; sin embargo ahí estaba una prueba de la magnitud de tus cualidades y, al igual que apenas las habías conocido bajo este aspecto —su profundidad, su rica pertenencia a ti—, del mismo modo todavía tienen otras que ofrecerte, que hoy no puedes ni siquiera sospechar, y a las que te impide verlas todavía algo mucho más resistente que el cristal. Pero, para qué tantas palabras: por el momento no sentirás nada más, como no sea que algo ligero o macizo te separa de la vida, y cualquier palabra en contra es estúpida, necia, impotente1.
1 Nota del editor: aquí se acaba el texto de la carta.9

Correspondencia -Lou Andreas Salome/ Rainer M. Rilke:

http://es.scribd.com/doc/46972470/Correspondencia-Lou-Andreas-Salome-Rainer-M-Rilke

Entre Nueva York y México

Entre Nueva York y México

INVITACION A LOS SOCIOS Y AMIGOS DE LA SBCH

Saturday, January 21, 2012

Revista chilena de derecho - IBÁÑEZ SANTA MARÍA, GONZALO (2010): DERECHO Y JUSTICIA. LO SUYO DE CADA UNO

Revista chilena de derecho - IBÁÑEZ SANTA MARÍA, GONZALO (2010): DERECHO Y JUSTICIA. LO SUYO DE CADA UNO

Mario Vargas Llosa dijo no

Por qué Vargas Llosa dijo no

El Nobel de Literatura rechaza por carta la propuesta de presidir el Cervantes y argumenta que pesa más su vocación literaria que las tentaciones políticas
Juan Cruz
El Pais Madrid 21 ENE 2012 - 05:15 CET

Mario Vargas Llosa dijo no a la propuesta de presidir el Cervantes y se lo explicó por carta al presidente Mariano Rajoy.
El premio Nobel no ha revelado el tenor de la misiva ni ha querido hacer declaraciones. Con respecto a la secuencia de la propuesta (revelada por EL PAÍS) y de la negativa solo pueden hacerse conjeturas.
En su carta, el Nobel dice que está dispuesto a seguir colaborando con el Cervantes, pero que asumir ese cargo, que le honraría, resulta imposible de conciliar con su vocación literaria.
Fue una apuesta audaz, que, según todos los indicios, halló el apoyo del Rey, con el que Vargas Llosa tiene una excelente relación. En 2000, cuando la Monarquía cumplía 25 años, escribió de don Juan Carlos en El País Semanal: "Todos le reconocen una sutil inteligencia para haber actuado (...) con una destreza, visión de futuro, sentido de la oportunidad, tacto e incluso maquiavelismo político fuera de la común".
Vargas Llosa tiene la nacionalidad española desde 1993; se la concedió Felipe González cuando al escritor, enfrentado abiertamente a la dictadura de Fujimori, le persiguió el sátrapa peruano por todo el mundo. "Por mi situación en Perú", dijo entonces Vargas Llosa, "me arriesgaba a convertirme en un paria". España acudió en su ayuda, y él rinde gratitud a ese gesto.
Así que la propuesta era audaz y plena de sentido; tenía también sentido que el Rey se sumara. Fanático de las buenas maneras, lo que resulta evidente es que si fue Rajoy el que recibió su carta de cortés rechazo del honor, es que probablemente fue el jefe de Gobierno el que se la hizo llegar. Y que el Rey la refrendó. En este sentido, el tiempo que se concedió el Nobel para pensárselo es una muestra más de la cortesía con la que todos (el Rey, Rajoy, Vargas) han llevado este asunto.
Pero aquí entra el factor humano ante el que chocó la audaz propuesta: es posible que ese tiempo de reflexión fuera una manera de retrasar una decisión que solo podía ser negativa teniendo en cuenta la vocación literaria de Vargas Llosa. En los años ochenta al escritor le salió al encuentro el político; se presentó a las elecciones (que ganó Fujimori), y aun en ese periodo (que él cuenta en El pez en el agua) terminaba sus jornadas de campaña leyendo los versos de Góngora. Cuando acabó ese temporal político (que a él lo dejó en los huesos) ya no quiso saber nunca más de lo que no fueran sus libros.
Así que los que han leído sus manifestaciones en torno a la distracción a la que lo han sometido acontecimientos como el Nobel saben que a Vargas Llosa esa tentación de presidir un organismo de la envergadura del Cervantes le podía causar una honra y un agudo dolor de cabeza. Y, muy probablemente, el no sería la palabra inmediata ante una propuesta tan audaz como comprometida.
Y dijo no. Vargas Llosa es escritor a tiempo completo desde que su agente Carmen Balcells lo rescató de Londres, con Patricia, su mujer, y sus dos hijos varones (Morgana nacería en Barcelona), le puso un sueldo y le ayudó a terminar sin interferencias económicas La Casa Verde. La leyenda cuenta que este hombre tenaz ("Porque no tengo imaginación trabajo tanto") se pasó muchas jornadas sin salir de su escritorio, y que en los momentos de mayor tensión hacía que el almuerzo esperara en la puerta. Sus jornadas son sistemáticas: corre o pasea con Patricia, lee dos o tres periódicos diarios y luego se encierra, sobre las 10 de la mañana, a escribir esforzadamente. Rara vez atiende llamadas en esas horas de plenitud, y por las tardes sale a escribir. Por la noche va al cine o al teatro, cena con amigos y a la medianoche, como un atleta, se va a reposar.
Ese Vargas que no usa móvil y que tampoco sabe qué es el correo electrónico es incompatible con un cargo de responsabilidad, aunque este se vista en algún ángulo de honorífico. Tampoco (decía ayer el director de la Academia, su amigo José Manuel Blecua) "es posible imaginarlo en un puesto para no ejercerlo con todas sus consecuencias".
Dijo no. Y ese no lleva ahora a alguna reflexión. ¿Qué porvenir le espera a la institución que le pidieron presidir? César Antonio Molina, que fue director del Cervantes y ministro de Cultura, cree que hubiera sido una buena idea la presencia de Vargas en ese puesto, pero que entiende su rechazo. "Ahora habría que aprovechar la idea y poner en marcha algo que dije entonces, como director del Cervantes, y luego como ministro: el Instituto debe incorporar a escritores hispanoamericanos a su estructura de centros. Hemos tenido en el Cervantes a Muñoz Molina, por ejemplo, en Nueva York, y Vargas Llosa le hubiera dado un gran prestigio a la institución. Pero la idea es buena: hay que hacer que en el Cervantes se sientan partícipes los intelectuales de nuestra lengua que no sean españoles".
Darío Villanueva, secretario de la Academia, que dio recientemente un curso sobre la obra de Vargas Llosa en Estados Unidos, cree "que Mario hubiera sido un gran embajador del Cervantes. ¡Pero ya lo era, y lo seguirá siendo! Es un intelectual al que se le escucha en todas partes". Ahora bien, esta institución, cree Villanueva, mueve un enorme potencial burocrático, "y precisa de una gestión muy exigente. Incorporar a una personalidad como la de Mario, y puede haber otros, no muchos, como él, obliga a una reestructuración que debe hacerse muy responsablemente".
Emilio Lledó va más al centro del español: "Hay que defenderlo, y el Instituto Cervantes puede, desde la humildad de la palabra, sin alharacas; la lengua es un tesoro escondido y cuidado; a eso debe tender la institución que la divulgue".
José Manuel Blecua apunta: "Era una buena idea. Mario tiene la dimensión de un gran embajador de la lengua; tiene empuje, simboliza la defensa de la lengua allá donde va. Y tiene un encanto especial para ganar voluntades. Pero entiendo su reacción. Yo trabajé en el Cervantes. Es una labor dura, diaria, constante, y llena de preocupaciones. Y Mario tiene muchos compromisos, aparte de su vocación. Y no lo veo haciendo de figura decorativa, dejando que las cosas se hagan sin su participación".
Vargas Llosa dijo que no. El factor humano pudo más que la tentación audaz.

Thursday, January 19, 2012

Un templo del saber pagado con juego y tabaco

Sala de lectura de la Biblioteca Nacional. / Foto: B. PÉREZ


Varios incunables en la BNE. / Bernardo Pérez

300 AÑOS DE LA BIBLIOTECA NACIONAL
Un templo del saber pagado con juego y tabaco
El rey Felipe V, llegado al trono tras una guerra, buscaba congraciarse con sus súbditos y accedió a crear en 1711 una Real Biblioteca de carácter público con fondos incautados a sus rivales
Tereixa Constenla
El Pais Madrid 18 ENE 2012 - 19:40 CET10

Felipe V era más devoto de las cartas –entiéndase: sota, caballo, rey– que de los libros. También era el duque de Anjou, un francés reinando sobre españoles tras una guerra larguísima que en puridad aún no había concluido (1701-1713). En 1711, por tanto, estaba dispuesto a coger al vuelo todas las propuestas que contribuyesen a afianzar su imagen entre sus nuevos súbditos. Su confesor, el jesuita Pierre Robinet, le sugirió una: crear una Real Biblioteca con los fondos que el rey había traído de Francia (6.000 volúmenes), los acumulados por los Habsburgo (otros 2.000) y los incautados a los perdedores de la Guerra de Sucesión. La gran osadía que Robinet defendió ante el monarca fue el carácter público de la biblioteca. En fin… pública a la manera de 1711: cerrada a mujeres (no accedieron hasta 1837, la primera fue Antonia Gutiérrez Bueno, autora de un Diccionario histórico y biográfico de mujeres célebres) y menesterosos. Pública para estudiosos y eruditos de los círculos cortesanos.

Se abrió en un pasillo cerca de las cocinas del Alcázar Real, con Robinet como primer director y con plagas de ratones cada dos por tres. Y dado que la financiación de las cosas públicas es un quebradero en cualquier época –con la dudosamente honrosa excepción de los años del imperio y su sistemático saqueo de las colonias–, Robinet también se ocupó de dar con la fuente del dinero. Según José Manuel Lucía Megías, catedrático de la Universidad Complutense y comisario de la exposición de la BNE 300 años haciendo historia, para costear su proyecto al confesor del rey se le ocurrió recurrir a los impuestos sobre algo muy querido por el monarca: las cartas. También aquí se salió con la suya: en el Real Decreto fundacional de 1716 se le asigna un presupuesto de 8.000 pesos anuales procedentes de los impuestos sobre tabaco y naipes.

Gracias a esa manía de los vencedores de despojar a los vencidos de gloria y bienes, en 1715 la Real Biblioteca ya contaba con 28.242 libros impresos, 1.282 manuscritos y 20.000 medallas. “Los partidarios de Carlos, archiduque de Austria, vieron cómo sus bibliotecas eran trasladadas a Madrid y casi todos ellos terminaron sus días en el exilio, desposeídos de tierras y títulos, por lo que perder sus libros seguramente fue la menor de sus preocupaciones”, escribe Javier Pavía Fernández, en el blog de la BNE.

Fondos incautados

Entre esos fondos incautados figuraron los del duque de Uceda, el marques de Mondéjar (propietario de 5.903 libros, entre ellos el Beato de Fernando I), el duque de Terranova o el arzobispo de Valencia, Folch de Cardona, cuya biblioteca fue devuelta a un convento que posteriormente la vendió a la Biblioteca Nacional de Viena.

En aquellos años de arranque hubo también otras vías más elegantes que engrosaron el depósito: compras y donaciones. Y a partir del 26 de julio de 1716 entra en vigor algo que sigue vigente y que es el manantial que ha nutrido la vastísima colección que atesora hoy la BNE (30 millones de documentos): el depósito legal. Un real decreto de Felipe V estableció: “De todas las impresiones nuevas que se hicieren en mis dominios, se haya de colocar en ella un ejemplar del tomo o tomos de la Facultad que trataren, encuadernados y en toda forma en la misma que se practica dar a los del Consejo; colocándose también en dicha Biblioteca todos los libros y demás impresiones que se hubieren dado a la estampa desde el año 1711, en que tuvo principio esta Biblioteca”. Una ley que fue modificada el 30 de julio de 2011 para incorporar “los documentos electrónicos en cualquier soporte, que el estado de la técnica permita en cada momento, y que no sean accesible libremente a través de Internet” y “los sitios web fijables o registrables cuyo contenido pueda variar en el tiempo y sea susceptible de ser copiado en un momento dado”. ¿Habrá que modificar el depósito legal dentro de tres siglos? ¿Se atreven a imaginar cuántos documentos almacenará la BNE de 2311?

Lee el proyecto de la DC y RN "Un nuevo régimen político para Chile"

UN NUEVO REGIMEN POLITICO PARA CHILE


A) Nuestra realidad y el desafío:

1.- A pesar de una transición valorada en el mundo entero, y de los avances sociales y económicos evidentes, es fácilmente constatable que existe una desafección y crítica ciudadana con el sistema, que puede continuar creciendo con una baja de la participación ciudadana y una conflictividad social que puede transformarse en crónica. Dado el nuevo sistema de voto voluntario, existe un riesgo de baja participación, si es que no hay modificaciones sustanciales que convoquen al electorado.

2.- La democracia siempre requiere de su perfeccionamiento y profundización. En la lógica de proceso, se necesita un cambio de nuestro régimen político. Ya ha transcurrido casi un cuarto de siglo del retorno del sistema democrático y la necesidad de una evaluación con un propósito definido es indispensable.

3.-La distancia respecto de la política tiene distintas causas. En este texto nos referiremos a las del sistema político y, dentro de estas, a las más centrales.

4.-El presidencialismo exacerbado se encuentra en proceso de agotamiento. El presidencialismo norteamericano que influyó en el nuestro, está dotado de contrapesos. En Chile no existen esos contrapesos. La centralidad de ese poder presidencial, cuando se debilita, repercute en todo el sistema. Por eso se requiere descentralizar y democratizar más el poder.

5.-El presidencialismo le otorga un fuerte rol al Ejecutivo, pero el Congreso carece de un rol que sea percibido como real e importante por la ciudadanía. A su vez, los partidos padecen del mismo problema; pueden nominar e inscribir candidatos, pero en el hecho y el derecho carecen de algún otro rol efectivo. Se requiere que la “sana y buena” política de Aristóteles tenga un rol. De tal modo que esta pueda responder a las inquietudes de la ciudadanía.

6.-Una de las características de la globalización y la postmodernidad, es el aumento de la diversidad y la fragmentación: las así llamadas “tribus”, las redes, las modas singularizadas, las comunidades y otras formas de asociación voluntaria, son parte de esta caracterización de la sociedad contemporánea.

Los partidos políticos constituyen cauces de opinión que, entre otras funciones, jerarquizan los problemas para que sean abordados, pero en el proceso fuerzan una homogeneización interna que, en el pasado, fue facilitada por una fuerte carga ideológica. Trabajar dentro de un partido resulta, en los tiempos que corren, un gravamen excesivo para una mentalidad difusa en todos los ámbitos, que busca gratificación instantánea en la vida personal y realización pronta de enfoques muchas veces estrechos. El deterioro de ciertos niveles de la educación general y la parcelación del conocimiento son factores que van en la misma dirección. También incide para mal la distorsión que provoca la llamada “política de las cosas” que ha sido ejercida por mucho tiempo y por gobiernos de distintos signos. Esta noción socava gradualmente la idea de pertenencia a un grupo social con el cual todo ciudadano está obligado.

Hay que asegurar la gobernabilidad del país y eso significa participación.

7.-El régimen político chileno, además de ser excesivamente presidencial, se muestra como muy cerrado y es percibido como favorable a las dirigencias políticas. Un sistema así visto, favorece que las falencias y debilidades se desarrollen aun cuando en las elecciones se produce un alto porcentaje de renovación periódica de los elegidos, al menos en la Cámara de Diputados.

Es necesario favorecer decididamente una política de calidad, que valore la ética de la responsabilidad, en que toda autoridad tenga un contrapoder contralor y en que se eliminen decididamente todas aquellas situaciones que distancian a la ciudadanía de la política y las instituciones.

8.-La historia es parte de la cultura de nuestros pueblos. Pero la vida de las sociedades actuales está mucho más marcada por el presente y el futuro. Los hechos de nuestra historia política reciente no han sido vividos por parte importante de nuestra sociedad.

La historia no es suficiente para sustentar un sistema. Ni siquiera la buena historia.

El sistema político debe ser capaz de responder al presente y los desafíos de futuro.

9.-El avance de Chile ha tenido como uno de sus fundamentos la fortaleza de sus instituciones, junto a una política reconocida como de calidad. Ha sido tradicional la valoración de nuestro sistema de partidos. Sin embargo, esta fortaleza, que al final de cuentas es el sustento de nuestra democracia, está en proceso de deterioro.

Abrirse a la realidad es una cualidad central del trabajo político a menos que, al modo totalitario, se pretenda forzarla, con efectos fácilmente predecibles. Por eso quienes suscribimos esta declaración afirmamos que es necesario un sistema electoral que, recogiendo la diversidad, sea capaz de responder a las necesidades de la gobernabilidad. De lo contrario, existe un claro riesgo de frustrar expectativas de mayor y mejor participación.

10. Los demócratas deben asumir su responsabilidad.

Los demócratas tienen el deber de conducir el proceso político. Nadie puede quedarse en una condición de espectador. Los chilenos sabemos que los procesos no son irreversibles.

El desafío es el fortalecimiento y perfeccionamiento de nuestra democracia, sistema indispensable para lograr el desarrollo del país y de nuestra sociedad. La participación y representación de la voluntad ciudadana y la estabilidad democrática, son parte de una tarea de primera responsabilidad.

La tarea es esencialmente patriótica.

B) La magnitud de la tarea. La Reforma Política en Chile.

Dejamos expreso testimonio que el actual sistema electoral en materia parlamentaria ha significado, para algunos, un aporte a la gobernabilidad y se ha comportado de una manera

razonablemente proporcional mientras que, para otros, no ha permitido representar democráticamente la voluntad ciudadana.

Sin perjuicio de las diferentes valoraciones de quienes suscriben este documento, es evidente que subsisten graves problemas de inequidad social y económica y de expectativas insatisfechas que inducen actitudes colectivas en grupos que se consideran extraños al sistema. Por ello, quienes suscribimos este documento, estamos convencidos que es necesario abrir cauces de participación que cristalicen el sistema político en una forma comprometida con la necesidad de sustentar un gobierno, del signo que sea, que así nutrido dirija el Estado en una sintonía virtuosa del Parlamento con quienes ejerzan el Poder Ejecutivo.

Chile necesita de más y mejor democracia y eso se traduce en un nuevo régimen político de carácter semipresidencial. Diversos estudios de especialistas y comisiones especiales de la Cámara de Diputados han arribado a ese consenso.

Un régimen semipresidencial que separe la institución de la Presidencia (Jefe de Estado) de la de Jefe de Gobierno (Primer Ministro).

Ello implica un Presidente electo por voto universal, con atribuciones exclusivas en las relaciones internacionales, la defensa nacional, y la tuición de una administración pública moderna y profesional, con funciones de moderación y arbitraje político, con facultad de disolver el Congreso una vez en su mandato, y un Jefe de Gobierno propuesto por el Presidente de la República quien deberá contar con la aprobación mayoritaria del Congreso Nacional. Este Primer Ministro se constituirá en el Jefe de Gobierno.

El cambio de régimen político aquí propuesto, además de las reformas que establezcan lo anteriormente descrito, implica las siguientes reformas:

1.- Potenciar y Democratizar el Gobierno Regional y Municipal.

El desarrollo de Chile, la democratización del poder, la participación ciudadana y los cauces para la diversidad, requieren descentralizar.

Esto implica las siguientes medidas concretas:

a) Elección directa del Presidente del Gobierno Regional.

b) Elección directa de los consejeros regionales.

c) Fortalecer las facultades de los Gobiernos Regionales, e incrementar sus recursos.

d) La creación de los Gobiernos Metropolitanos, donde las ciudades ya han adquirido ese carácter.

d) Fortalecer el rol fiscalizador de los concejales en los Municipios.

e) Implementar una norma de responsabilidad fiscal.

Todo esto en el marco de un estado nacional y unitario.

2.- Cambio del actual sistema electoral.

El nuevo régimen político y la nueva realidad requieren de un nuevo sistema, que responda a la crisis de representación, que incluya la diversidad, posibilite la generación de acuerdos para sustentar Gobiernos mayoritarios, que evite la fragmentación excesiva y establezca la existencia de una Oposición con derechos y obligaciones.

Esto conduce a un sistema electoral proporcional corregido, que permita ampliar sustancialmente la representatividad. Alentaremos, junto a otras fuerzas políticas, el estudio de la fórmula que resulte más adecuada para dichos fines.

3.- Potenciar la calidad de la política.

Aquí las tareas son varias, entre otras: transparencia y rol de los partidos; financiamiento público de estos; prohibición de las reelecciones indefinidas en todos los cargos de elección popular; primarias simultáneas y vinculantes; y la obligación de que los partidos sean plenamente democráticos en su práctica interna.

Todo este cambio puede ser el resultado de un proceso y de un conjunto de reformas. Lo importante es no detenerse, sino que avanzar en la construcción de los consensos y las amplias mayorías que cada una de estas reformas requieren. Todo esto marcado por la exigencia de oportunidad y rapidez.

El país requiere de estos cambios, el Presidente de la República, el Parlamento y los partidos políticos deben asumir su responsabilidad. Ahora es el momento adecuado para ello, pues la demora sólo acentuará el diagnóstico y sus peligros.

Hemos dialogado y consensuado estos contenidos, lo hemos hecho teniendo en vista el Bien Común de Chile y su pueblo.

Carlos Larraín, presidente de Renovación Nacional


Ignacio Walker, presidente del Partido Demócrata Cristiano

Wednesday, January 18, 2012

Gobierno español le ofrece a Vargas Llosa presidir el Instituto Cervantes | Cultura | LA TERCERA

Gobierno español le ofrece a Vargas Llosa presidir el Instituto Cervantes Cultura LA TERCERA

Tuesday, January 17, 2012

EX LIBRIS e impreso de DON GASTON FERNANDEZ MONTERO




Gastón Fernández Montero es abogado, consejero del Consejo de Monumentos Nacionales y académico de la Universidad de Chile y Universidad Santo Tomás.

3:3 Mirar es habitar

Saturday, January 14, 2012

PAUL AUSTER EN DIGITAL

ABC
La nueva obra de Paul Auster se publica en primicia en español y en digital
(Cataluña) INTERNET
 13-01-2012 / 1:20: h

Madrid, 12 ene (EFE).- El próximo 19 de enero los numerosos seguidores de Paul Auster podrán leer en edición digital el nuevo libro del escritor estadounidense, "Diario de invierno", que la editorial Anagrama publicará en primicia mundial y que, el 1 de febrero estará disponible en papel.

Según informa hoy en una nota Anagrama, el sello que publica a Auster en todos los países de habla hispana, la edición digital tendrá un precio promocional de 10,99 euros entre el 19 de enero y el 1 de febrero, y a partir de esa fecha valdrá cuatro euros más.

El lanzamiento de "Diario de invierno" -en el que Auster, uno de los grandes escritores estadounidenses contemporáneos, rememora varios episodios de su vida- se hace coincidir con el 65 cumpleaños del autor (el 3 de febrero) y tiene lugar en España varios meses antes de que se publique en Estados Unidos, donde no verá la luz hasta finales de agosto.

Al mismo tiempo que "Diario de invierno", y mientras dure la promoción digital, estarán disponibles otros títulos de Auster en ese formato a precios especiales: "Viajes por el Scriptorium" (5,99 euros), "La vida interior de Martin Frost" (5,99 euros), "Un hombre en la oscuridad" (6,99 euros), "Brooklyn Follies" (7,99 euros), "Invisible" (7,99 euros) y "Sunset Park" (7,49 euros).

Junto con ese "magistral autorretrato" que es el nuevo libro de Paul Auster, Anagrama lanzará también el 1 de febrero, en papel, "La trilogía de Nueva York" y "La invención de la soledad".

En "Diario de invierno" Auster, Premio Príncipe de Asturias de las Letras, parte de la llegada de las primeras señales de la vejez para rememorar episodios de su vida, entre ellos un accidente infantil mientras jugaba al béisbol, las masturbaciones adolescentes y la primera experiencia sexual con una prostituta.

El paso del tiempo está muy presente en este nuevo libro, en el que el autor rememora también a sus padres, una presentación en Arles acompañado por su admirado Jean-Louis Trintignant, su estancia en París, una lista comentada de las 21 habitaciones en las que ha vivido a lo largo de su vida hasta llegar a su actual residencia en Park Slope, sus ataques de pánico o los viajes.

Aunque Anagrama es la editorial que publica a Auster en lengua española, el pasado octubre se hizo público el acuerdo alcanzado entre Seix Barral y el escritor para relanzar toda su obra en edición de bolsillo, mediante un lanzamiento simultáneo en todos los países hispanohablantes. EFE

Platón por Fernando Savater en La Aventura del Pensamiento, Canal Encuentro

Friday, January 13, 2012

La foto de Dilma “traspasada” por una espada

La foto de Dilma “traspasada” por una espada

Thursday, January 12, 2012

LITERALMENTE EX LIBRIS SIGNIFICA DE ENTRE LOS LIBROS

Coleccionismo

Ex-libris: la huella personal en los libros
Magalí Urcaray

http://www.papelenblanco.com/coleccionismo/ex-libris-la-huella-personal-en-los-libros
13 de noviembre de 2008 21:23

Mucho antes de saber lo que era un ex libris ya tenía la costumbre de dejar mi impronta personal sobre cada libro que conseguía. Primero lo hacía del modo más “rústico”, la firma, tan informal, tan poco uniforme; después me regalaron un sello personal, mucho más limpio pero algo insípido (seguía conteniendo sólo mi nombre). Desde hace unos años, y haciendo uso de las fuentes artísticas familiares, confecciono de forma casera ex libris con estampas que renuevo cada tanto. Sin darme cuenta he seguido el camino natural de esta señal de propiedad y ya es una costumbre que he convertido en obligación: ningún libro ocupa mi biblioteca sin recibir antes su ‘marca de fuego’.

Literalmente ex libris significa de entre los libros y con este término nos referimos a las marcas de propiedad (una estampa, una etiqueta o un sello) que se suelen colocar en el reverso de la cubierta de un libro y que incluyen el nombre del dueño o de la biblioteca a la que pertenece el ejemplar. Por lo general, al nombre del propietario lo precede la expresión ‘ex libris’, aunque existen variantes como ‘ex bibliotheca’, ‘e-libris’ u otras menos formales (‘Soy de…’).

Se considera que el primer antecedente del ex libris es una placa de barro cocido y esmaltada cuyos jeroglíficos apuntan al faraón egipcio Amenhotep III (siglo XV a.C.) como su propietario. Supuestamente fue utilizada como marca en los estuches de los rollos de papiro de su biblioteca. En la actualidad se halla en el Museo Británico.

Durante la Edad Media los ex libris más difundidos consistían en anotaciones manuscritas en los códices. Recordemos que, por aquel entonces, la producción de un libro era una tarea ardua, meticulosa y lenta, de ahí que los monjes fuesen tan celosos con los tomos que tanto esfuerzo les suponían. Eran comunes las inscripciones solicitando la devolución del libro al propietario:

Este libro pertenece a los monjes del monasterio de Santo Jacopo de Ripoli en Firenze. Quien lo coja, tenga la bondad de devolverlo pronto y sin ningún desperfecto. Este libro es mío.

Otras, incluso, iban acompañadas de una serie de maldiciones para los amigos de lo ajeno. Como ésta encontrada en el templo de Daigoji (Japón):

Robar este libro cierra las puertas del Cielo, y destruirlo abre las del Infierno. El que tome este libro sin permiso será castigado por todos los dioses de Japón.

Pero es a partir de la invención de la imprenta y de la técnica del grabado cuando el ex libris se convierte en lo que es hoy día. El más antiguo data de 1470 en Alemania. Los libros ya no eran exclusividad de los reyes y del clero, y los propietarios de las grandes bibliotecas deseaban dejar muy claro a quién pertenecían todos esos volúmenes, para ello requerían que cada volumen estuviese marcado con un ex libris pintado a mano. Son célebres las aportaciones de artistas de la talla de Durero, Holbein o Cranach.

En una primera etapa (siglos XV al XVIII) predominaron los de tema heráldico, dado que los que podían acceder al mundo del libro (al margen de la Iglesia y de la realeza) solían ser miembros de familias nobles. Desde el siglo XVIII comenzaron a destacar los alegóricos, con símbolos o emblemas. Los escudos fueron sustituidos por figuras alusivas al libro, a la temática de ese título en concreto, a la profesión de su dueño o a su pensamiento filosófico. La época dorada de estas marcas de propiedad se produjo durante el Modernismo (finales del XIX y comienzos del XX), con el auge de la bibliofilia y el coleccionismo.

En cuanto a la técnica empleada ha sido muy variada: desde la xilografía y la calcografía, a la litografía, la serigrafía y el fotograbado. En nuestra época la gran mayoría de los ex libris se diseñan por ordenador y se imprimen o se reproducen fotográficamente, aunque continúan usándose sellos de caucho y la estampación en relieve.

En España, el primer gran tratadista sobre el tema fue Mariano Pardo de Figueroa, bajo el seudónimo de Doctor Thebussem y destaca, como principal referencia, la escuela catalana, con artistas como Alexandre de Riquer, Joaquim Renart y Josep Triadó. Precisamente, a través de la Biblioteca Virtual Cervantes pueden recorrerse los números de la Revista Ibérica de Ex Libris que se publicó entre 1903 y 1906.

Con motivo del IV centenario de la publicación de la primera parte de ‘El Quijote’, y dentro de la Cátedra Cervantes de la Universidad de Castilla-La Mancha, se digitalizó la magnífica colección de ex libris cervantinos del doctor Gian Carlo Torre. A través de la web puede accederse a los más de 1.000 ejemplares, catalogados de forma exhaustiva.

Por su parte, la Real Biblioteca dispone de una interesante colección (también disponible desde la red), dividida en tres tipos: ex libris propios de la Biblioteca, ex libris personales de reyes y miembros de la Casa Real, y ex libris de bibliófilos cuyas colecciones fueron adquiridas o donadas.

Como se publicó en el primer número de la mencionada Revista Ibérica:

[los ex libris son] pequeñas obras de arte destinadas a marcar la posesión del libro

Un camino más que seguir, curioso y fascinante, para recorrer la historia de ese objeto tan bello: el libro.

Imagen: Ex libris Jaromír Bílek, República Checa,1962. Colección de Gian Carlo Torre.

Más información
The world of Ex-Libris, Wikipedia

Wednesday, January 11, 2012

conviene recordar que los premiados Jean-Paul Sartre (1964) y Pablo Neruda (1971) apoyaron de palabra, obra y actos al mayor asesino de masas de la historia, José Stalin).



20minutos.es  
Diez disparates del Nobel de Literatura
11 enero 2012

Lawrence Durrell: "monomaníaca preocupación erótica"

Un reportero sueco difundió hace unos días los argumentos que tiene en cuenta el comité que decide el Nobel de Literatura para conceder o denegar el magno y siempre polémico premio.

¿Análisis semióticos? ¿Comparación de textos? ¿Interpretaciones críticas? ¿Sesudos razonamientos y premisas seguidos de conclusiones deductivas? No va por ahí la cosa: se trata de algo que procede de la praxis de andar por casa del batín guateado y el coñac.

Ahora sabemos que para el jurado designado por la Academia Sueca en 1961 J.R.R. Tolkien era un escritor con una prosa “de segunda categoría”, Lawrence Durrell sufría una “monomaníaca preocupación por las complicaciones eróticas”, Alberto Moravia adolecía de una “monotonía general”, Robert Frost era por entonces “demasiado viejo” (86) y E.M. Forster se había convertido en “una sombra de lo que fue”.

Graham Greene, nunca

¿Quién ganó a Tolkien, Durrell, Moravia, Frost, Forster y los otros dos finalistas de 1961, nada menos que Graham Greene y Karen Blixen? El jurado decidió otorgar el galardón, “por la fuerza épica con la que ha reflejado temas y descrito destinos humanos de la historia de su país”, al poeta yugoslavo Ivo Andrić. Quizá a ustedes no les suene. No se inquieten: somos millones.

Hoy dedicamos nuestra sección de los miércoles, Cotilleando a…, a unas cuantas sombras, polémicas, injusticias, desafueros, iniquidades y disparates del Nobel de Literatura (1,4 millones de dólares en metálico, diploma, medalla de oro y un televisadísimo y muy ventajoso en términos de royalties ‘choca esos cinco’ con el Rey de Suecia).

1. Para empezar, una nómima de apestados: Marcel Proust, Ezra Pound, James Joyce, Vladimir Nabokov, Virginia Woolf, Jorge Luis Borges, John Updike… Con sus obras se podría subsistir durante varias vidas, pero ninguno ganó el Nobel, casi siempre por motivos extraliterarios o políticos.

Borges y la "tradición escandinava"


2. La Academia Sueca nunca quedó mejor retratada en su medianía como hurtando el premio a Borges, nominado casi todos los años desde la década de los sesenta. Se especula que en 1977 habían decidido dárselo (a medias con el español Vicente Aleixandre), pero reconsideraron la propuesta porque Borges fue a Chile a recibir una medalla que entregaba el dictador Augusto Pinochet (sin justificar al escritor,  conviene recordar que los premiados Jean-Paul Sartre (1964) y Pablo Neruda (1971) apoyaron de palabra, obra y actos al mayor asesino de masas de la historia, José Stalin). Cuando le preguntaron si sabía que ponía en peligro el Nobel, Borges dijo: “Pero fíjese que yo sabía que me jugaba el Premio Nobel cuando fui a Chile y el presidente ¿cómo se llama?… Sí, Pinochet, me entregó la condecoración. Yo quiero mucho a Chile y entendí que me condecoraba la nación chilena, mis lectores chilenos”. En 1981 un periodista preguntó a Borges: “¿A qué atribuye que no le hayan dado el Nobel de Literatura?”. El escritor respondió: “A la sabiduría sueca”. En otra ocasión dijo: “Yo siempre seré el futuro Nobel. Debe ser una tradición escandinava”. Según una de sus biografías, a Borges le afectaba el ninguneo más de lo que simulaba. Cada octubre recibía la noticia de que no había obtenido el Nobel “con humor agridulce y el corazón apretado” y “adoptó aires de perdedor experto”.

Sartre y De Beauvoir

3. Jean-Paul Sartre rechazó el premio en 1964 porque no deseaba ser “institucionalizado por el Oeste o por el Este” (“no es lo mismo si firmo Jean-Paul Sartre que si firmo Jean-Paul Sartre, Premio Nobel”, dijo). El escándalo fue mayúsculo. Al autor de La náusea le llovieron los insultos. Le llamaron “hiena dactilográfica” y “delincuente del espíritu”, le describieron como un “pequeño hombrecillo de los ojos desviados, aquel que parece saberlo todo” y le acusaron de ejercer el “excrementalismo sartreano”. Recibió centenares de cartas de personas humildes que lo impulsaban a aceptar el premio y donar el dinero. La prensa rosa terció en el asunto: adujo que Sartre había rechazado el Nobel para evitar los celos de Simone de Beauvoir, su compañera sentimental. Sartre escribió: “Rechazo 26 millones [de francos de entonces] y me lo reprochan, pero al mismo tiempo me explican que mis libros se venderán más porque la gente va a decirse: ‘¿Quién es este atropellado que escupe sobre semejante suma?’. Mi gesto va pues a reportarme dinero. Es absurdo pero no puedo hacer nada. La paradoja es que rechazando el premio no he hecho nada. Aceptándolo hubiera hecho algo, que me habría dejado recuperar por el sistema”. La Academia sueca se hizo la sueca: “El laureado nos informa que él no desea recibir este premio, pero el hecho de que él lo haya rechazado no altera en nada la validez de la concesión”. En suma: muy a su pesar, Sartre sigue figurando entre los laureados.

Philip Roth, "aislado, insular"

4. La última polémica dura se desató en 2008, cuando el entonces secretario de la Academia Sueca, Horace Engdahl, declara sin sonrojo a una agencia de prensa que “Europa todavía es el centro literario del mundo”, acusa a los EE UU de ser una nación “demasiado aislada, demasiado insular” [Suecia tiene 9,4 millones de habitantes, menos que la ciudad de Nueva York] y a sus literatos de ser “sensibles a las tendencias de su propia cultura de masas”. La crítica literaria estadounidense aprovecha la concesión del premio de 2009 a la rumano-alemana Herta Müller para tildar a los académicos de “eurocéntricos” y, con bastante razón, menciona, entre otros, a Philip Roth, autor de refinado y astuto cosmopolitismo que introdujo en los EE UU a notables escritores europeos como Danilo Kiš, Witold Gombrowicz, Milan Kundera y Primo Levi, que tampoco ganaron el Nobel. La última escritora de los EE UU en obtener el premio fue Toni Morrison en 1993 (en total, una decena de estadounidenses lo han ganado). Europa ha dominado con carácter casi autárquico el galardón en las últimas décadas. Hay escasas excepciones: Mario Vargas Llosa [que tiene nacionalidad española] (2010), el turco Orhan Pamuk (2006), el sudafricano J.M. Coetzee (2003), el chino Gao Xingjian (2000), el japonés Kenzaburo Oe (1994)…

5. Desde la primera edición del Nobel (1901), los escritores suecos han recibido más premios que los de toda Asia.

Elfriede Jelinek, "masa de texto"

6. El premio a la austriaca Elfriede Jelinek (2004), una especie de Lucía Etxebarría centroeuropea y sin tufo a paella, derivó en la renuncia del académico Knut Ahnlund, que habló de la concesión como “un daño irreparable” al prestigio del Nobel y a las “fuerzas progresistas” y calificó la obra de la escritora como “una masa de texto sin el menor rastro de estructura artística”. Unos años antes, en 1989, otro par de académicos, Kerstin Ekman y Lars Gyllensten, dimitieron en protesta por el silencio de la institución sobre la condena a muerte dictada por el Ayatolá Jomeini contra el escritor Salman Rushdie (propuesto como candidato pero rechazado por ser “demasiado popular”, según declaró un miembro del jurado). Ese año se llevó el premio el escritor español Camilo José Cela.

7. El año de la gran vergüenza para los académicos fue 1974, cuando el Nobel se lo llevaron los escritores suecos Eyvind Johnson y Harry Martinson, desconocidos fuera de su país y asiduos miembros de los jurados que adjudican el premio. Eran candidatos dos de los grandísimos ausentes en el listado, Graham Greene y Vladimir Nabokov, y Saul Bellow, que lo ganó dos años más tarde.

W.H. Auden, bocazas

8. El poeta W.H. Auden tenía el Nobel en el bolsillo, pero cometió la imprudencia de comentar en conferencias públicas en Suecia que el premio Nobel de la Paz de 1961, el sueco Dag Hammarskjöld, secretario general de la ONU entre 1953 y 1961, era homosexual (como Auden).

9. También estuvo a punto de obtenerlo André Malraux, pero a los académicos les parecía “demasiado rojo”.

10. La regla no escrita pero tácita durante las primeras décadas de los premios era lo que se llamaba dirección ideal. La Academia tenía claro cuál era literariamente hablando: el conservadurismo. Así se explica el premio a Rudyard Kipling (1907) y los rechazos a sus contemporáneos León Tolstói y Émile Zola. Con el tiempo la dirección ideal fue sustituida por el interés general, lo que dió lugar a premios baratos como los de Sinclair Lewis (1930) y Pearl Buck (1938). Ahora no hay dirección alguna y parece, como en el libre mercado y los consejos de ministros de Rajoy, que todo vale.

Ánxel Grove

MARIA LUISA BOMBAL

Edwards, Jorge
La Segunda Viernes 06 de Enero de 2012
Mi María Luisa

Bombal, la película de Marcelo Ferrari y Blanca Lewin, me dejó pensativo. Marcelo Ferrari tiene una Bombal estupendamente interpretada por Blanca Lewin, un personaje casi onírico, lleno de alusiones literarias y estéticas. Es art déco, modernista, con toques del monólogo interior de Joyce y de la Ofelia de Hamlet. Nos movemos entre Viña del Mar, Santiago, Buenos Aires, el Dublín de Ulises y la Dinamarca inventada por Shakespeare. Creo que hay que ver la película de todas maneras, pero tengo una versión diferente, una María Luisa propia, y me gustaría contarla. A lo mejor me sale una novela libre, entre autobiografía, ensayo y ficción, como mi reciente Montaigne, que deja perplejos a varios, pero que algunos, aquí y en otros lugares de este mundo, leen.

En mi versión, María Luisa, que algunos llamaban la Bombal, es una joven de Viña del Mar, sensible, delicada, que fue seducida por un pije, un hombre de club y de buena sociedad, de Santiago. El episodio la marcó de una manera profunda. Se fue a Buenos Aires, participó en la vida literaria de allá, sobre todo en la que rodeaba a Jorge Luis Borges y a Victoria Ocampo, escribió y se casó con un pintor aficionado a las fiestas, simpático y homosexual. Después del suceso de su juventud en Santiago, terrible para ella, obsesionante, no quiso tener otras historias masculinas. De otro modo, su matrimonio con el pintor no se explicaría. De los años de María Luisa en Buenos Aires, se conoce un detalle interesante: escribió uno de sus libros, me imagino que La última niebla, en la misma mesa de la cocina donde Pablo Neruda, joven cónsul en la ciudad, de regreso del Extremo Oriente, escribía los poemas finales de uno de los grandes libros de poesía del siglo XX, Residencia en la tierra. Neruda nunca se olvidó de María Luisa, pero no creo que hayan sido amantes: ella caminaba por la vida con la mente fija en su seductor del jet set santiaguino. Era un caso extremo de despecho, de amor odio. El personaje era un hombre alto, más bien gordo, rozagante. Me encontré algunas veces con él, en mi juventud, y conservo el recuerdo de una persona amable, de buen humor. Nunca tuvo la menor intención de casarse con María Luisa: hubo en eso una mezcla de clasismo santiaguino y de frivolidad. Me acuerdo muy bien de esos donjuanes comunicativos, bromistas, medio matonescos, que pululaban entre Viña, Santiago, Zapallar, Santo Domingo, en mis tiempos juveniles. María Luisa sufrió y no perdonó nunca. No creo que se haya encontrado con el personaje muy a menudo, como ocurre en la película. Un día leyó en la página social del diario que había contraído matrimonio con una joven “conocida”. Después supo que habían regresado de un viaje en un transatlántico de lujo a los Estados Unidos. A partir de ese momento, llevó siempre en su cartera una pequeña pistola cargada. Había publicado hasta ese momento dos libros: La última niebla y La amortajada. Era, en esa época, una prosa de vanguardia, renovadora, que introducía la sensibilidad más aguda, el ritmo, las atmósferas poéticas, en la narrativa de lengua española. En el segundo de los dos, el punto de vista narrativo era el de una persona muerta, como en el brasileño Machado de Assis, como más tarde en Juan Rulfo, que le confesó al ensayista argentino Pepe Bianco que se había inspirado en ella.

María Luisa partió un sábado al mediodía, aferrada a su cartera, al Hotel Crillón de Santiago. Después de almorzar, bebió seis o siete copas de licor de anís. Tenía un presentimiento y estaba enormemente nerviosa. De repente divisó a su seductor que caminaba por la vereda de enfrente, por la calle Agustinas hacia abajo, en compañía de uno de sus amigos de club. Cruzó la calle a la carrera, llamó al personaje por su nombre, a gritos, y cuando éste se dio vuelta, descargó su pistola. Sólo uno de los disparos hirió al otro en una pierna. La intención de matarlo fue bastante dudosa y ayudó a que el juez le concediera la libertad bajo fianza. Eran los comienzos del Frente Popular y muchos escritores chilenos, entre ellos Ricardo Latcham y Hernán Díaz Arrieta, fueron a La Moneda e intercedieron a favor de ella ante el Presidente Pedro Aguirre Cerda. Por su lado, el seductor, matonesco, pero caballeroso, retiró todos los cargos.

María Luisa partió a los Estados Unidos y allá contrajo matrimonio con un señor de Saint Phalle, conocido banquero de Nueva York. A comienzos de la década de los setenta, me encontré en la embajada de Chile en Francia, en un cóctel ofrecido por Pablo Neruda, con la escultora Niki de Saint Phalle, celebrada en toda Europa y en los Estados Unidos por sus grandes muñecas de todos colores. Fue una tía política chilena, me dijo Niki, la persona que me impulsó a seguir una vocación de artista.

Le voy a decir cómo se llamaba esa persona, le contesté de inmediato: María Luisa Bombal.

Pocos años antes, enviado por el Ministerio de Relaciones Exteriores que encabezaba Gabriel Valdés Subercaseaux, había viajado en compañía de Jorge Sanhueza, el famoso Keke Sanhueza, a Estocolmo. El objeto disparatado y provinciano del viaje era tratar de influir de alguna manera para que Neruda sacara el Premio Nobel de Literatura. Si no hubiéramos hecho nada, Neruda, por la sola fuerza de su poesía, se lo habría sacado antes. Pues bien, salimos de paseo un domingo por la mañana y nos encontramos, en un hermoso parque, frente al mar del archipiélago, con una enorme muñeca yacente de Niki de Saint Phalle. Entramos al interior de la muñeca por una pequeña puerta colocada en su vagina y subimos a un balcón que rodeaba sus pechos protuberantes. La película mía de María Luisa habría terminado con esas imágenes, con los archipiélagos de Suecia contemplados desde ese mirador carnal. Pero cada uno se construye su propia película o su propia biografía. A pesar de mi visión diferente, recomiendo en forma calurosa la Bombal de Marcelo Ferrari, Blanca Lewin, la siempre impagable Delfina Guzmán, Ana María Palma, todos ellos.

Los libros más caros del año

LITERATURA
Librerías de viejo
Los libros más caros del año
Iberlibro anuncia la lista de los 10 ejemplares más valiosos vendidos durante 2011. El campeón: un tratado de arquitectura del siglo XVII que costó 3.871 euros.
ELMUNDO.es Madrid Actualizado miércoles 11/01/2012 10:39 horas

Por Navidad, de regalo, un librito. O por el cumpleaños. O porque sí. O puede que no sea un librito sino una pieza histórica de tres mil y pico euros. Iberlibro, la principal red de librerías de viejo de España de internet, ha publicado la lista de los ejemplares más caros que se vendieron en 2011 a través de su web. Y, aunque sus responsablles reconocen que 2011 no ha sido un año de alharacas, la relación tiene su gracia. Para empezar, porque el lector tirando-a-culto sólo reconocerá cuatro o cinco nombres entre los autores de la lista. Y, para seguir, porque la mayoría de los títulos son en francés.

Por ejemplo, el campeón del curso: 'Nouveau traité de toute l'architecture ou l'art de bastir', de Jean Louis de Cordemoy, un monje francés del siglo XVII que escribió sobre Historia de la Arquitectura y cuyo diccionario de términos constructivos se vendió por 3.871 euros.

Aún más misterioso es el segúndo título de la lista, 'Pavimentos artísticos', de Escofet Tejera, que recaudó 3.328 y del que Iberlibro no sabe decir gran cosa en concreto.

Medalla de bronce: 'Pleito y ejecutoria', un procedimiento judicial completo de 1589. 2.759 euros. Y, a un paso del podio, en cuarta posición, el primer nombre más o menos reconocible, el del geógrafo de Alexander Humboldt, autor del 'Essai sur geographie des plantes', por el que un cliente de Iberlibro pagó 2.689 euros.

Siguiente escalón: 'Bezette Stad', del poeta vanguardista belga Paul van Ostaijen, que se vendió por 2.466 euros; otro texto de Derecho, el 'Cours de droit civil français', de Charles Beudant (2.427 euros); y, en séptima posición, por fin, una estrella libresca de verdad, 'L' esprit nouveau', de Le Corbusier. 2.122 euros se pagaron por un ejemplar.

Detrás, una copia numerada y firmada de 'Le voilier dans la forêt', álbum de grabados de de Jean Arp (1.992 euros), 'Opere di Antonio Raffaello', de Giuseppe Niccola D'Azara (1.950 euros) y 'Le grand livre nature', de Touzay Duchanteau (1.906 euros).

¿Touzay Duchanteau? Según Iberlibro, Duchanteau fue "uno de los más importantes exponentes de la teosofía, del álgebra y de la magia buena. Se considera una figura importante del Iluminismo, corriente de pensamiento muy influyente durante el Renacimiento. Los seguidores de esta disciplina creen en la existencia de la piedra filosofal, que es el elixir de la vida, útil para el rejuvenecimiento y para alcanzar la inmortalidad. Durante mucho tiempo, era el objetivo más codiciado de la alquimia occidental, meditada por los personajes como Sir Isaac Newton, Flamel Nicholas, y Alberto Frater. La piedra era el símbolo central de la terminología mística de la alquimia, que simboliza la perfección, la iluminación, la bienaventuranza y teofanía de Cristo". No está mal.

Iberlibro, que a su vez es parte de una red multinacional llamada abebooks, también facilita los libros más caros del año en el conjunto de sus portales nacionales. Y ahí sí que hay algún nombre conocido. Por ejemplo, el de Karl Marx, cuya primera edición de 'Das Kapital' recibe ofertas de hasta 51.739 dólares.

Encontraron una carta muy valiosa escrita por Beethoven hace 180 años | Informe21.com



Vicente Bianchi





El Mercurio Santiago de Chile miércoles 11 de enero de 2012 Actualizado a las 5:58 hrs.  El Mercurio Emol
Comisión de Publicaciones de la SCD:
Ya está disponible la primera biografía de Vicente Bianchi
A punto de cumplir 92 años , el autor de "Tonadas de Manuel Rodríguez" desclasifica anécdotas de su larga trayectoria en la investigación de la periodista Silvia León.
Romina de la Sotta Donoso

"La música de Vicente Bianchi me gustó desde que era chica. Hace algunos años busqué antecedentes sobre él y no encontré ninguna biografía", asegura la periodista Silvia León Smith.

Decidió hacerse cargo, y tuvo el apoyo de la Comisión de Publicaciones de la SCD. El resultado fue "Vicente Bianchi. Músico por mandato divino" (152 páginas, $10.000, distribuye Catalonia).

"Él no estaba muy convencido. 'Mi vida no le va a interesar a nadie. Yo nunca he hecho noticia', me dijo. Tiene un gran sentido del humor y cree firmemente que su vocación es un don de Dios", agrega. "Le da mucha importancia a su vida familiar; siempre se levantó temprano para llevar a sus hijos al colegio, o a su esposa -Hely Murúa, quien falleció hace dos años- a la peluquería", declara León después de haber entrevistado al músico durante tres años.

El 27 de enero, Vicente Bianchi cumplirá 92 años. De su infancia, evoca: "Me preguntaban '¿Cuando seas grande, qué vas a estudiar?'. 'Voy a ser músico'. Y me miraban como esperando a que terminara de responder. 'Pero ¿y qué más?'. Lo encontraban muy poco".

Además de haber compuesto 150 obras, Bianchi fue pianista y director de las orquestas de las radios más importantes del país.

En el libro, recuerda que tenía 20 años cuando Claudio Arrau alabó su talento en el piano y revela el proceso creativo de sus obras emblemáticas. Por ejemplo, cuando le prestaron unas misas africanas: "Las escuché y empezó a funcionarme la maquinita". Se refiere a su "Misa a la chilena" (1966), donde el Kyrie tiene el ritmo de Arauco; el Gloria , de refalosa, el Credo , de tonada, y así. Dice que a Raúl Silva Henríquez, entonces arzobispo, "como talquino legítimo, le gustaba la cueca del final".

Y fue él quien le encargó en 1969 un Te Deum que se presentó todos los 18 de septiembre, por 30 años, en la Catedral; mientras, Salvador Allende le solicitó el coral "Oh, Señor, envía tu espíritu", para asumir como Presidente.

Bianchi también describe la reacción de Pablo Neruda al escuchar su musicalización de los versos de "Vida, pasión y muerte del guerrillero", del "Canto General". "Me abrazó y me dijo: 'Esto es lo que soñé toda mi vida. Llegar con mi poesía al pueblo", recuerda. El Nobel agregó un eufórico "Esta noche me emborracho", y bautizó la partitura: "Tonadas de Manuel Rodríguez".

La dupla continuó trabajando y nacieron "Romance de los Carrera", "Canto a Bernardo O'Higgins" y "A la bandera de Chile", que salió segunda en el Festival de Viña en 1973. Tras la muerte del poeta, lograrían el primer lugar, en 1998, con "La noche de Chillán".

"Lo menos que he tenido yo es ser farsante, todo lo contrario, y tal vez esa cosa me ha llevado a no aprovechar oportunidades", confiesa. Y respecto del Premio Nacional de Música, al que lo han postulado catorce veces, declara que "me voy a morir y creo que no me lo van a dar. No me quiere la gente de la Universidad de Chile".

Monday, January 09, 2012

LA EDAD MEDIA DE CHILE


El Mercurio Artes y Letras Santiago de Chile domingo 8 de enero de 2012 Actualizado a las 6:51 hrs. El Mercurio Emol
NUEVO LIBRO Historiador benedictino
Gabriel Guarda: "La iglesia ha sido transportadora de la belleza"
"Es el libro más importante que he hecho", confiesa el padre Guarda. Su historia de la Iglesia en Chile hasta 1826, recién publicada, promete ser un hito cultural en nuestro medio, más allá del interés propio que tenga este trabajo entre el mundo especializado.

DANIEL SWINBURN

Si uno revisa solo la bibliografía de cerca de 60 páginas de este monumental libro "La Edad Media de Chile: Historia de la Iglesia 1541-1826" -editado en formato de lujo y que debe pesar cerca de 5 kilos-, entiende que para Gabriel Guarda O.S.B., Premio Nacional de Historia, este libro sea "el más importante de su vida", pues se desprende de dicha bibliografía un trabajo de investigación, que con dificultad podrá ser igualado en el futuro por una sola persona. El conocimiento que ha llegado a tener Guarda del pasado de nuestra Iglesia, alcanza niveles extraordinarios, capaz de cohibir incluso a conocedores del tema.

A pesar de ello, adentrarse en sus páginas es una experiencia amigable, y a poco andar el lector se encuentra con el relato ameno y detallado de múltiples vicisitudes de una historia que a ratos se confunde, sobretodo en sus primeros siglos, con la de Chile mismo. "Me tomó dos años redactar y sintetizar todo el material acumulado durante varias décadas para este trabajo". La unión de Fundación Cultural Corpartes y la Corporación del Patrimonio Religioso y Cultural de Chile, más el apoyo de la Ley de Donaciones Culturales, permitió ver la luz de este trabajo monumental, que cubre desde la fundación de Santiago hasta la incorporación de Chiloé a la república naciente. Una primera edición de mil ejemplares, será obsequiada a las principales bibliotecas públicas.

Un relato histórico exhaustivo, que a la vez está acompañado de una iconografía igualmente de excelencia, pues Guarda ha ido descubriendo a lo largo de su labor como investigador en los más diversos archivos del mundo, un material totalmente novedoso en este sentido, el cual se complementa en el libro con otras imágenes ya conocidas. Son más de 200 imágenes. Si bien no siente nostalgia por la iglesia de esos siglos que reseña, pues considera la actual muy activa y bullente, "aunque no aparezca en los diarios", reconoce sentir un poco de nostalgia por la belleza, como un valor evangélico valiosísimo, que se ha ido perdiendo.

Un título provocador

-Llama la atención el título del libro... "La Edad Media de Chile", y luego casi como subtítulo, "Historia de la Iglesia 1541-1826", es provocador. Porque, aunque todavía se usa ese concepto, aún hoy es controvertido.

"Precisamente, lo uso para llamar la atención por ser un título controvertido y que está 'en carpeta' en muchos historiadores. Va a llamar la atención, a producir impacto, o curiosidad".

-Raúl Silva Castro ya le había criticado a usted el uso de este título para un trabajo suyo primerizo hace ya muchos años...

"Es cierto, pero he llegado a la conclusión de que éste era el mejor título para una historia de la iglesia en Chile, pues se ven herencias medievales por todos lados, con el correspondiente desarrollo de tiempo y lugar, por cierto. Pero el trapaso de todo el espíritu medieval europeo es bien notorio. Todas las instituciones, laicas y eclesiásticas, pasan calcadas. Y llega bastante espíritu medieval, de parte de los primeros, sobretodo, y lo soprendente es la permanencia a través de la Indepedencia y después de ésta, de algunos de estos aspectos, me refiero especialmente al plano cultural. Las fiestas religiosas por ejemplo, algunas de las cuales llegan incólumes hasta hoy día. Hay una continuidad notoria".

-¿Hay un intento globalizador en el libro, de abarcar todos los aspectos de la historia de Chile?

"No, yo me situó en la historia de la Iglesia inserta en la historia de Chile, desde ese aspecto hay una unidad entre ambas. Busco conocer cómo se comportó la iglesia en la época de la Conquista, la Colonia y la Independencia. No ha habido muchos estudios al respecto, están los libros de Crescente Errázuriz, del padre Fidel Araneda y otros muchos, pero son trabajos que no están muy insertados en los acontecimientos de la historia de Chile".

-Usted le dedica este libro al cardenal Silva Henríquez. ¿Él fue quien lo animó a embarcarse en un proyecto de esta envergadura?

"Claro, el tuvo con nosotros siempre una actitud increíble. Bendijo nuestra iglesia y nos apoyó de una forma única. Bendijo el Movimiento Apostólico Manquehue que contribuí a formar. Conmigo fue muy generoso, además, pues me consiguió el permiso para que pudiera hacer clases de historia en la universidad. Y me ayudó con el financiamiento de este libro. Todavía quedan fondos que el cardenal me donó, y que permanecen invertidos para ser utilizados en la investigación histórica y el patrimonio".

-¿Cómo armó este libro? ¿Es un compendio de su vida de investigador? ¿O fue pensado como una unidad desde un principio?

"Siendo muy joven comencé a frecuentar la Sala Medina de la Biblioteca Nacional, lo que causaba la molestia de don Guillermo Feliú Cruz, que desconfiaba un poco de este niño tan curioso. En vista de mi asidua asistencia, un día me hizo llamar y me preguntó qué estaba haciendo. Le dije que mi investigación era sobre una historia de Valdivia, y me guió por varios archivos que no había consultado. Y un día me dió un consejo: 'Cuando te metas en estos archivos, vas a encontrar mucha información, que no te servirá para el libro sobre Valdivia, pero toma nota de esa información, porque algún día la vas a necesitar y no vas a recordar dónde la habías visto'. Entonces, me encontré con cosas de la historia general de la Iglesia, resultándome la investigación más rara del mundo! Porque todo lo que pillaba sobre arquitectura o cualquier materia, la recopilaba, y se me fue armando una columna de fichas y papeles gigante! Y así fue como reuní información sobre puntos de la historia de la Iglesia que me parecían interesantes por lo poco publicitados que habían sido, tanto de archivos como de libros. Vi que habían hechos de la historia de la Iglesia que simplemente no se habían mencionado. Integrar estos documentos a mi libro era importante".

-En el tema de las fuentes, ¿encontró nuevas que nunca habían sido estudiadas, o releyó fuentes habituales?

"Encontré fuentes nuevas en archivos que no habían sido muy estudiados, sobretodo en España. Por ejemplo, el Archivo General de Indias, en Sevilla, ha sido muy estudiado, y se cree habitualmente que todo esta ahí, pero resultó que, como pasan las cosas en España, se llevaron a Madrid un cúmulo gigante de papeles, al Archivo Histórico Nacional. Ahí encontré mucha información, no sólo para este libro, sino que para otros míos. Todos mis libros tienen información de fuentes de este tipo, pero sucede que no se leen. Mi "Nueva Historia de Valdivia" (2001) está hecha en buena parte con todos los documentos que no quedaron en el Archivo de Sevilla y que se fueron a Madrid, pero nadie la ha leído".

-¿Y en Chile, encontró fuentes nuevas o son las mismas?

"Son las mismas, que están en lo esencial en al Archivo Histórico Nacional. Aunque se ha estudiado tradicionalmente la historia de la Iglesia desde Santiago, y yo he hecho lo contrario, la he estudiado en el sur de Chile y el norte, que para este estudio son regiones de una riqueza enorme".

-¿Usted piensa que la historia de la Iglesia de Chile está tergiversada por la historiografía dominante?

"Hubo un momento en el siglo XIX en que los autores eran sencillamente no creyentes, como Barros Arana, y otros positivistas o de movimientos propios de la época. Ellos, si bien atienden la historia de la Iglesia, lo hacen sin entenderla y muchas veces riéndose de cosas a las que no le encuentran sentido y que son fundamentales, como el significado de las celebraciones o los sacramentos. Omiten aspectos o los mencionan, burlándose de las procesiones, de los relatos del padre Ovalle, de las grandes festividades, que eran vistas como fastidiosas, no le veían el interés que tuvieron, pues no servían para nada, a los ojos de estos historiadores. No funcionaban en el "mercado". Sin embargo, desde el punto de vista de la Iglesia, son muy relevantes, por eso yo le concedo al tema de la celebración, por ejemplo, mucho espacio en mi libro".

-¿Qué otros ejemplos de omisiones puede darnos?

"Piense, por ejemplo, el caso de las monjas. Se ha dicho que las monjas ingresaban a los conventos por motivos económicos, pues era más barato ir allí que juntar la dote que se requería para el matrimonio. Pero resulta que estudiar la vida de las monjas y ver el amor a la clausura que ellas profesaban, la vida muchas veces espantosa que llevaban, el hambre que sufrían, el rigor de la jornada, en fin... Una mujer sin vocación, con ese régimen, no aguanta una semana. Todo eso estaba omitido porque no se entendía el verdadero sentido religioso que había detrás de estos hechos".

-Otra omisión importante de la Historia de la Iglesia que usted busca corregir, en una suerte de "reparación", es la confiscación de los bienes de la Iglesia durante la Independencia.

"Claro, ese es un punto intocado de la literatura del siglo XIX. Los patriotas son los buenos, los héroes nacionalistas son impecables, y yo digo que se comportaron con maldad muchos de ellos".

-¿Nunca hubo restitución de los bienes confiscados?

"Hubo sí, desde la época de José Joaquín Prieto, devolución de bienes inmuebles, pero no de los tesoros muebles de la Iglesia, la platería abundante, por ejemplo, fue robada íntegra. Hay, además, un despojo dramático de las obras sociales de la Iglesia. En la época de Rodríguez Zorrilla, todos los asilos, las casas de recogida, fueron utilizados como cuarteles de artillería o de alojamiento para las tropas. Esos bienes fueron devueltos, pero en un estado lamentable, no quedó nada de todo ese esfuerzo de caridad".

-También usted corrige un tanto a la historiografía clásica al referirse a la vida de Camilo Henríquez.

"Por supuesto, los sacerdotes patriotas fueron muy similares a los partidarios de España. Siguieron los mismos postulados de la Iglesia. Fue además un fenómeno general en toda la región. No hay que transformarlos en unos malos con nombre y apellido a estos sacerdotes, pues tuvieron el mérito de mantener la fe y la adhesión a Roma -cosa que no sucedió en la Revolución Francesa-, hicieron de puente entre la monarquía y la república, manteniendo la fidelidad a Roma".

Nostalgia de la belleza

El padre Guarda se estusiasma al recordar la unidad de fe absoluta que se vivió en esta época en la Iglesia, unidad que se proyectaba, como en el medioevo Europeo, a todo el resto de la vida social del reino de Chile. "Tal vez no se desprende o lo digo en el libro, pero la Iglesia era la vida de la época, las horas del día estaban regidas por las campanas de los conventos, la magnitud de las fiestas religiosas eran impresionantes; luego, toda la parentela que tenían a las familias adentro de los conventos, que hacía que aquellas estuvieran muy comprometidas; el mundo de las capillas privadas, o el de las capillas de campo; la catequesis del canto a lo divino o la Biblia entera cantada; el cuasimodo, los bailes, las cofradías... muchos de estos son grandes temas culturales de Chile que se mantienen hasta el día de hoy".

-¿Siente nostalgia por esa época de la Iglesia?

"No. Hoy la Iglesia está muy viva. Hay una equivalencia, a pesar de que cambia todo. Hay una gran actividad, pero que no sale en los diarios. Yo aquí en el convento estoy activo permanentemente. Están los movimientos, el voluntariado, las misiones de verano, todo es muy dinámico, y ello me tiene muy contento".

"Lo que yo hago en mi libro es un recuento de la belleza. Yo soy un arquitecto y admiro la belleza de las cosas y veo que la Iglesia era la transportadora de esa belleza. Si tengo un poco de nostalgia sería sobre este aspecto. El Papa actual dice que hay dos maneras de conocer a Dios verdaderamente: una es el testimonio de los santos, y la otra, la inspiración de los artistas. Lo cual es una gran verdad. Porque, cómo se explica que Miguel Ángel haya esculpido la Pietà. ¿De dónde sale tal inspiración? Juan Pablo II decía que la Pietà había convertido más gente que nuestras prédicas. Por eso le dedico mucha importancia en el libro a la iconografía".

-Esa belleza se ha perdido un poco...

"Claro. Pero, ir a una procesión hoy en Castro, y ver todo lo que sucede ahí, el desfile de las corporaciones, las calles adornadas, sigue siendo de una belleza enorme; lo mismo sucede con la regata que se hace a Cahuach".

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