SOCIEDAD DE BIBLIÓFILOS CHILENOS, fundada en 1945
Chile, fértil provincia, y señalada / en la región antártica famosa, / de remotas naciones respetada / por fuerte, principal y poderosa, / la gente que produce es tan granada, / tan soberbia, gallarda y belicosa, / que no ha sido por rey jamás regida, / ni a extranjero dominio sometida. La Araucana. Alonso de Ercilla y Zúñiga
About Me
- Name: EDITOR
- Location: Santiago de Chile, Región Metropolitana, Chile
Editor: Neville Blanc
Tuesday, December 30, 2014
Saturday, December 20, 2014
DE NUESTROS SOCIOS: CÉSAR SOTO GÓMEZ
Cesar Soto
Te hago llegar entrevista de Televisión Nacional de Chile sobre edición del Canto General. Junto a esto te hago llegar mis deseos de una Feliz Navidad y un Nuevo Año de consagraciones y prosperidad y buenas noticias.
To
me
Dec 19 at 11:06 AM
Querido Neville:
Te hago llegar entrevista de Televisión Nacional de Chile sobre edición del Canto General. Junto a esto te hago llegar mis deseos de una Feliz Navidad y un Nuevo Año de consagraciones y prosperidad y buenas noticias.
Cordiales saludos
César Soto Gómez
Wednesday, December 10, 2014
Tuesday, December 09, 2014
Cómo vender un libro
Cómo vender un libro: tres tipos de estrategias analizadas
Últimamente he estado leyendo diversas historias de éxito de escritores que hace unos cinco años eran inéditos o desconocidos, y de pronto han dado un gran salto. Han vendido muchos ejemplares en papel o muchas descargas de sus eBooks, han sido publicados por editoriales reconocidas y tienen acceso a lectores de diferentes países. Cada historia de éxito es distinta, cada quien aporta consejos de acuerdo con su experiencia y probablemente en cuestiones de promoción de libros no haya una “talla única” que se aplique a todos los escritores y sus obras.
Después de estas lecturas, considero que las diferentes estrategias que han aplicado los escritores para vender sus libros se pueden englobar en tres tipos: 1) las enfocadas en la producción y publicación del autor, 2) las que toman un blog como piedra angular, y 3) las que se basan en marketing y networking. A continuación, explicaré cada una:
1.- Estrategias enfocadas en la producción y publicación del autor
El autor que desee vender muchos libros debe escribir mucho. Cuanto más escriba, mayor madurez ganará, tendrá más material que enviar a editoriales, concursos y agentes, e incrementará las probabilidades de que su obra llame la atención. La escritura de materiales más breves que pueden ser publicados en revistas o antologías, como relatos y poemas, contribuye a crearle un currículo literario mientras trabaja en sus obras largas. Cada manuscrito concluido es una nueva carta que puede jugarse. Cuando el autor logre ser publicado, las editoriales le brindarán sus canales de promoción y cuanto mejor sea la editorial, mayor ámbito de difusión: librerías, críticos, presentaciones, ferias de libros. Los concursos dan prestigio y reconocimiento, mientras que los agentes negocian con editoriales que se suponen de difícil acceso sin intermediario. Además, pueden abrir la puerta a versiones cinematográficas y traducciones. A medida que un autor vaya ganando lectores, estos buscarán otras obras suyas y comenzará a aplicarse el efecto boca en boca. Apostar por un solo libro dificulta todo el proceso y limita el potencial de ventas del escritor.
Esta es la estrategia tradicional: el escritor se preocupa de escribir, de ir aprendiendo y de hacerlo lo mejor posible. Su otra labor es insistir en el envío a editoriales, agentes y concursos. A mayor número de obras, mayores probabilidades de que alguna sea la elegida y, mientras se espera largamente por las respuestas, el escritor se mantiene trabajando con la esperanza de que el nuevo retoño obre el milagro y empuje a los rezagados.
Dean Wesley Smith propone una estrategia extrema: sugiere potenciar la propia producción de materiales, de modo que podamos escribir dos o más libros por año; ponerlos a disposición del público en una plataforma digital apenas estén listos y al mismo tiempo enviar esos materiales a editoriales. Dicha estrategia saca de juego al concurso (que casi siempre exige que el libro en cuestión sea inédito), pero permite la valoración del lector antes de contar con el beneplácito de las editoriales. Si uno tiene diez libros en Amazon y cada uno vende diez ejemplares al mes, estamos hablando de cien ejemplares que se venden mensualmente, cifra que no está mal para comenzar, si tomamos en cuenta que los lectores satisfechos buscarán otros textos del mismo autor, podrán recomendarlos o regalarlos, y esta cifra irá creciendo, sobre todo si uno va publicando nuevos libros con regularidad.
¿Cuál es la filosofía subyacente?
Para aspirar a convertirnos en escritores profesionales debemos escribir. No podemos controlar si alguien nos quiere editar o representar, si ganamos un concurso, si compran nuestros libros o les gustamos a nuestros lectores. Solo podemos controlar nuestra propia producción y buscar las oportunidades para ser publicados. El resto vendrá por añadidura.
¿Quiénes se benefician más de estas estrategias?
Los tímidos: aquellos autores que aún no han confesado sus inclinaciones literarias o las mantienen escondidas de la mayor parte de sus conocidos. No quieren estar en el punto de mira de todo el mundo, desean evitar las preguntas incómodas sobre sus materiales inéditos y prefieren dedicarse a escribir. No se sienten aptos para salir a vender sus obras. Es probable que el mismo contacto con editoriales o agentes les produzca temor y tengan que empujarse a sí mismos para enviar sus manuscritos.
Escritores para quienes autopublicarse está fuera de consideración: se trata de personas que quieren ser reconocidas por su valía literaria. Si los ponen a elegir, preferirán la aprobación de la crítica que convertirse en bestsellers. La autopublicación no es una opción para ellos porque desean contar con un editor o un agente que les permita sacar lo mejor de sí y dedicarse a lo que más les gusta: escribir.
¿De verdad es esto una estrategia para vender libros?
Indirectamente sí, ya que se deja esta tarea en manos de quienes tradicionalmente la han tenido, o, si se toma la opción más extrema, se pone el libro a disposición del público. Por ejemplo, mi Diccionario de latinismos en el español de Venezuela fue publicado por la editorial caraqueña Los Libros de El Nacional. No me he preocupado por nada relativo a su venta y distribución después de someter la versión definitiva del manuscrito, y no he movido un dedo para promocionarlo. El libro ha sido colocado en el catálogo de Amazon sin mi intervención, se ha vendido en librerías y en ciudades venezolanas donde no he puesto un pie y, aunque se publicó hace siete años, se sigue vendiendo y sigo recibiendo mi pago por derechos de autora. Nada mal para un libro especializado de foco nacional.
2.- Estrategias centradas en un blog
Estas estrategias resaltan la importancia del blog para el autor. Este crea un blog, lo más profesional posible (con hosting y dominio propio, plantilla premium o diseño web pagado), escribe sobre temas de interés para un público específico, se promociona como experto, gana una audiencia mínima viable y vende uno o más libros, preferiblemente a través de su propia página para no perder dinero ni independencia con los intermediarios. Para que el blog tenga la visibilidad necesaria, el escritor debe publicar entradas con frecuencia (unas tres veces a la semana o más), promocionar sus contenidos y conectar con su audiencia por medio de las redes sociales, escribir como autor invitado en otros blogs y crear un sistema de suscripción para fidelizar a sus lectores.
¿Cuál es la filosofía subyacente?
A nadie le interesa lo que hacemos. La gente acude a los blogs para buscar soluciones a sus problemas y, si nos lee, será para ver hasta qué punto podemos ayudar. El interés por nuestros libros surgirá cuando logremos ganar la confianza de nuestra audiencia y convencerla de que aportamos valor con lo que publicamos: ya sea como blogueros, expertos o escritores.
¿Quiénes se benefician más de estas estrategias?
Escritores de libros de no ficción: a través de su blog muestran sus conocimientos, contactan con su público objetivo y generan confianza. Véase el caso de Víctor Martín, especialista en marketing online y social media, quien a través de su blog ha vendido (meses antes de su lanzamiento) su eBook El método Rocket Blogger.
Personas que desean ofrecer algún servicio: muchos escritores son también docentes, imparten talleres, trabajan como lectores y correctores profesionales, editan libros y desarrollan actividades laborales relacionadas con lo que escriben. Un blog les permite matar dos pájaros de un tiro.
Autores de libros experimentales o de nichos muy específicos: hay libros que, por su carácter experimental o por apelar a un nicho de lectores bastante específico, difícilmente serán publicados por una editorial, pero pueden encontrar una forma de llegar a su lector ideal a través de un blog.
¿Esto sirve también para escritores de ficción?
Claro. El escritor argentino Hernán Casciari desarrolló entre septiembre de 2003 y julio de 2004 su blogonovela Más respeto, que soy tu madre, publicada posteriormente por varias editoriales. Armando Rodera tuvo gran actividad en su blog Aventuras y desventuras de un escritor novel antes de publicar sus libros en Amazon y por un tiempo vendió sus novelas a través de su página web. También Eva García Sáenz, la autora de La saga de los longevos, mantuvo un blog donde sus personajes escribían sobre el marco cultural en el que se inscribe la novela.
3.- Estrategias de marketing y networking
Aquí promocionamos directamente nuestros libros y creamos una red de contactos que nos ayude en la tarea. Las estrategias se desarrollan fundamentalmente online, donde se abren muchas posibilidades: participar en grupos de Facebook o comunidades de Google+, hacer páginas de nuestras novelas y booktrailers para colgar en YouTube, anunciar a los cuatro vientos a nuestros amigos, seguidores o círculos en las redes sociales lo que hemos hecho y lo que hemos logrado, contactar blogs del género de nuestra novela y escritores con quienes tengamos puntos en común.
Ante esa comunidad virtual, el escritor realiza constantes llamadas a la acción: compra mi libro, dale “me gusta”, haz retweet, suscríbete a mi canal de YouTube, deja una reseña en Amazon. Igualmente, crea promociones para aumentar el atractivo comercial de su libro: 2×1, sorteos de ejemplares dedicados, lecturas en conjunto, concursos, gratis por tiempo limitado (a través del programa Amazon KDP Select, por ejemplo). A la vez establece alianzas con otros escritores que hayan tomado el mismo camino para promocionarse mutuamente y contacta con blogueros influyentes para que le escriban reseñas. La línea entre lo efectivo y lo molesto es muy delgada, y a eso podría dedicársele un post entero.
La versión offline de estas estrategias suele ser costosa o implicar un gran esfuerzo, no proporcional a los resultados: pagar publicidad tradicional y comunicados de prensa, hacer una peregrinación por las librerías, organizar nuestras propias presentaciones de libros o insistir para que otros pongan de su bolsillo y las organicen por nosotros, moverse para lograr una entrevista en radio o televisión, viajar a otras ciudades para hacer contactos literarios o promocionales.
¿Cuál es la filosofía subyacente?
No importa que uno escriba y publique mucho. Si lo que hacemos no llega a los lectores habremos perdido el tiempo. Vender un libro es vender un producto; por ende, hay que trabajar su visibilidad, llamar la atención del comprador potencial y lograr el apoyo de gente influyente en el medio que nos permitirá cerrar más ventas. Esta filosofía es prácticamente la opuesta a la del primer tipo de estrategias y, aunque su aplicación comparte muchos métodos con el segundo, su diferencia fundamental con este radica en el enfoque.
¿Quiénes se benefician más de estas estrategias?
Gente muy sociable: hay escritores que disfrutan de su actividad en las redes sociales, tienen facilidad en mantener conversaciones en Facebook y Twitter, no vacilan en el autobombo si es necesario y despiertan una simpatía que atrae a muchos seguidores.
Autopublicados: los escritores que tienen uno o dos libros autopublicados y ningún proyecto de escritura a mediano plazo están casi obligados a aplicar alguna de estas estrategias si quieren tener la esperanza de vender su libro.
Personas que cuentan con una red de contactos que las apoyan: si por su actividad profesional una persona ya tiene muchos contactos o era influyente en las redes sociales antes de publicar su libro, podrá ver resultados muy pronto al aplicar estas estrategias.
Optar por una de las estrategias anteriores no significa que uno va a eliminar todo lo demás. Dedicarse a escribir y buscar editorial no quiere decir que uno no va a hacer una cierta promoción entre sus círculos. Publicar activamente en un blog no impide escribir nuevos libros, ni el marketing quita la posibilidad de mantener un blog como apoyo a una estrategia de ventas. Pero estos tres tipos de estrategias indican diferentes caminos, que no se pueden transitar al mismo tiempo. Hay que elegir uno u otro.
¿Qué tal una estrategia mixta?
Sinceramente, dudo que un escritor que trabaja o estudia o tiene que ocuparse de su familia encuentre tiempo para realizar con ánimo y eficiencia todo a la vez. ¿Puede alguien escribir de manera prolífica sus libros, mantener un blog actualizado con frecuencia, y a la vez estar activo en el marketing y networking? Lo más probable es que publique de vez en cuando en un blog, se vuelva un lío con las redes sociales, escarbe algo de tiempo para dedicárselo al nuevo proyecto de escritura, envíe a un concurso aquí, una editorial por allá, una carta a un agente; se disperse en lo fácil, se deje absorber por lo difícil, quede extenuado y no le funcione nada. Creo que habría que enfocar los esfuerzos a uno de estos tipos de estrategias. Adoptar una no implica que uno tenga que casarse con ella. Por ejemplo, Armando Rodera estaba al principio más activo en su blog y pasó al marketing y networking. Amanda Hocking, una de las autoras que ha vendido más de un millón de eBooks en Amazon, se movía mucho en las redes sociales y estaba entregada a trabajar como editora, diseñadora y publicista de sus obras hasta que descansó cuando firmó contrato con dos importantes editoriales.
Aplicar cualquiera de estos tipos de estrategias es una carrera de fondo: hace falta mucho tiempo para escribir un libro, al igual que para armar un blog desde cero y lograr que se lea. Asimismo, las estrategias de marketing deben ser muy constantes para tener un efecto duradero. En cualquier caso, ¡nos toca mucho trabajo!
En mi caso, confieso que mi corazón se inclina por el primer tipo de estrategias (que de hecho es el que me ha dado frutos hasta el momento), me tienta el segundo (por todas las posibilidades que abre y porque deseo aplicar mis nuevos conocimientos en el área) y creo que el que mejor funciona hoy en día es el tercero. Algunos autores, como Blanca Miosi, consideran la labor de promoción ineludible porque de lo contrario los libros no se venden, aunque uno haya sido publicado por una editorial. ¿Y usted qué piensa? Comparta su valoración de las estrategias en la sección de comentarios.